domingo, agosto 23, 2015

La violencia explicada a partir de la diferencia

Dejo a disposición de quien desee leerla la ponencia que preparé para la mesa "Culturas Afectivas", en el marco del Congreso Latinoamericano de Comunicación "Preguntas, abordajes y desafíos contemporáneos del campo comunicacional", realizado para celebrar los 30 años de la Carrera de Ciencias de la Comunicación.

 El título de la ponencia es "La violencia explicada a partir de la diferencia" y puede descargarse desde aquí.

 Sinopsis: En junio de 2015 tuvo lugar en Buenos Aires una marcha multitudinaria bajo la consigna #Ni una menos, cuyo fin fue visibilizar la problemática de la violencia hacia la mujer. Una de las escasas discrepancias que se plantearon entre los adherentes fue en torno de la delimitación de los objetivos: mientras unos defendieron la idea de que la marcha sirviese para denunciar cualquier forma de violencia, sin limitarla a la cuestión de los géneros, otros insistieron en acotar el planteo a los casos la violencia se hubiese ejercido en contra de una mujer. Nuestro planteo es que ambos puntos de vista tienen su razón de ser, y pretendemos explicar el eje de la violencia, en diversas variantes vinculadas a la violencia de género, pero que al mismo tiempo exceden esta delimitación, a partir de los mecanismos que hacen a la constitución imaginaria de la alteridad. Una alteridad que es real, pero que está basada al mismo tiempo en una lectura de las diferencias que es determinada y reproducida en los campos de la cultura y la afectividad.

Acerca de la estética zen

Daniel Lutzky tiene una teoría: dice que las ideologías nos agradan o desagradan por una cuestión estética. Quiero entonces presentarles un fragmento del film "Sueños", de Akira Kurosawa, una película bellísima, con la intención de ilustrar la cuestión de las filosofías orientales. El primer fragmento se titula "El jardín de los duraznos" y considero que dice mucho, tanto desde lo narrativo y lo simbólico como desde la mera estética, acerca de cómo se piensa en oriente. Porque, en efecto, la estética funciona a la manera de un espejo en cuyo reflejo una mirada más o menos atenta puede descubrir mucho. Comentario necesario: este primer video no tiene subtítulos ni está doblado. Supongo que la mayoría de ustedes comprende el idioma japonés, pero para quienes no lo dominen hago una reseña de lo que sucede: al comienzo el niño lleva unas vituallas a su hermana, que está reunida con unas amigas, pero al parecer ha contado mal y le sobra una porción. El pequeño está seguro de haber contado a una niña más, y por eso protesta. Después ve a esta niña de nuevo, y decide seguirla, y así llega hasta donde estaba el jardín de los durazneros. En este lugar se pondrá a llorar, porque los espíritus de los durazneros lo acusan de haber contribuido a su feroz tala. Sin embargo, uno de ellos lo defiende: dice que el niño ha sido el único que intentó salvar a los árboles cuando sus padres mandaron cortarlos. Entonces le regalan una última danza: la danza de los durazneros en flor. En cuanto a los otros dos videos, les ruego sepan disculpar el espantoso doblaje al español (I mean:... español bien de España) pero no he logrado encontrar otra cosa. Quien se interese, vale la pena ver la película completa y como Kurosawa la ideó (o sea: en japonés). Alguien me dice que la pueden encontrar aquí: www.cultmoviez.info

Pueden dejar los comentarios que les parezcan pertinentes.







viernes, agosto 14, 2015

Bienvenidos. Comenzamos con un poco de teología.

Para la clase que viene ustedes tienen que leer las Meditaciones metafísicas de René Descartes. Sumo algunos materiales que complementan dicha lectura. Por ejemplo, dos videos que me parecen divertidos para comenzar a pensar en algunas cosas. El primero tiene escenas de un clásico de Woody Allen (Hanna y sus hermanas) y nos lleva a preguntarnos si acaso es posible ELEGIR creer en algo, como resultado de un acto de voluntad. El segundo, nos remite en cierto modo a los dioses de la antigüedad clásica, que se caracterizan por ser poderosos, pero también pasibles de ser dominados por las miserias propias de lo humano, las pasiones sobre todo (exacerbadas, por supuesto, por el hecho mismo de tratarse de dioses, con mucho poder), pero también las contradicciones e incluso la posibilidad del error. También podríamos pensar en aquel texto de Mario Benedetti que se compadecía por la soledad de Dios... Los dioses en teoría no se psicoanalizan, pero mal no les vendría.

 





Les dejo una pregunta para que respondan en los comentarios de esta entrada, después de la lectura de las Meditaciones metafísicas de René Descartes. Digamos que todos creemos en algo. No me quiero meter en la concepción que cada uno  tenga de eso que algunos llaman Dios. Pero la pregunta es: ¿Qué pasa si en realidad Dios fuese algo diferente de lo que vos creés que es? La pregunta aplica también al caso de quien se declare ateo, puesto que en el creer que no hay ningún dios también hay en definitiva una creencia. ¿Qué pasa si creés que no hay... y resulta que sí? "Me persigno por si acaso, no sea que Dios exista", cantaba Chacho Echenique, y lo podremos acusar de cualquier cosa, menos de no ser prudente.

Como sea, comenten qué ideas les surgen como corolario de esta breve introducción. Y recuerden que además del texto de Descartes, como material bibliográfico adicional a lo publicado tienen este otro que aquí les dejo: las Doce pruebas de la inexistencia de Dios del pensador anarquista francés Sébastien Faure, del año 1926.