Desde fines de diciembre el Gobierno está promoviendo la eficiencia energética y, especialmente, el recambio de las bombitas incandescentes por las de bajo consumo. Sin embargo, no parece predicar con el ejemplo. Los edificios públicos aún se encuentran iluminados por miles de lámparas comunes: arañas, iluminaciones en exteriores, lámparas en despachos.
Un grupo de voluntarios de Greenpeace ingresó al edificio de la Casa de la Cultura del Gobierno porteño para denunciar las 70 bombitas corrientes que iluminaban el hall de entrada y cambiarlas por otras de bajo consumo. Podés ver el video de la acción haciendo click aquí.