jueves, mayo 17, 2012

Sin palabras...

O mejor dicho: con palabras.
Pero las palabras pónganlas ustedes.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

hola! la verdad una buena técnica para que la gente se ponga en el lugar del otro...

Carolina Ponce

Ines Vasquez dijo...

Wuawww, no había visto este post!! Muy interesante. La imagen me dice un; “ponerse en el lugar del otro”. Está bueno porque nos hacer reflexionar sobre por qué pasamos por delante de estas personas que piden en la calle como si no existieran? Y si estuviésemos en su lugar? Qué sentiríamos? Y no sólo nosotros, qué pasaría si cuando vamos caminando por la calle encontramos a uno de “los nuestros” en esa situación? Calculo que nos llamaría la atención y sí nos detendríamos. Creo que lo que hace que “sigamos de largo” es el hecho de que ese otro sea un extraño…

Florencia Drucker dijo...

Lo que vemos y no miramos...

lo vemos todos los días, pasan por nuestro lado, y sin embargo los invisibilizamos con nuestra indiferencia, los hacemos desaparecer simbólicamente. Muchas veces hasta hacerlos ver como si fuesen extraterrestres, o animales, quitamos cualquier rasgo de humanidad, sin darnos cuenta que a veces, somos más ignorantes nosotros por esto.
Es muy impresionante la imagen, dice mucho. El espejo representa la verguenza, la verguenza de reconocerse en él, y en el otro que está ahí sentado, al fin y al cabo, somos todos ciudadanos por el solo hecho de haber nacido en este territorio, pero no todos gozamos ni vemos garantizados nuestros derechos.

Federico Álvarez dijo...

¡Hola!

Una imagen vale más que mil palabras... La posteada da cuenta, en mi opinión, de que uno, en su contacto con puras proyecciones simbólicas mediante las cuales puede acceder a la comunicación con los demás, las hace encajar a su propia percepción relativa y limitada realidad (construyendo sentidos discursivos verosímiles que cierren).
De este modo, ante la incomodidad que implica la mera presencia de los demás en tanto impugnan el orden propio construido por cada uno, "hacemos la vista gorda"y llegamos a afirmar cosas como "los locos son los otros". Por eso el único modo en el cual uno puede interesarse por la subjetividad de esos otros es percibiéndolos como a sí mismo, viéndolos como un reflejo propio. El mecanismo de egoísmo - altruismo entra en juego dialéctico.
Reconocemos a la alteridad cuando tomamos conciencia de esta como igual, cuando los individuos autónomos advertimos esas cosas en común que tenemos como sujetos sujetados, como seres humanos.
Por esto es importante como decís Germán pensar esta problemática en nuestra propia vivencia personal. Después de todo, el no querer ver es una actitud demasiado frecuente que se nos impone como individuos atomizados.

Saludos, Federico

Belén Murphy dijo...

Me gusta el detalle del tipo metiendo la mano en el bolsillo.
nos muestra como si pensamos que nos puede pasar a nosotros nos sensibiliza más.

Estaría bueno que no podamos deshumanizar al otro como se hablaba en otras publicaciones. La capacidad de que no nos afecten ciertas cosas es muy positiva para uno pero también muy egoísta.

un ser común. dijo...

A mí la imagen me sugiere, antes que "ponerse en el lugar del otro", la imposibilidad de concebir la situación de una persona que tiene una Weltanschaaung (visión de mundo) diferente a la nuestra. Por esta incapacidad para comprender esa diferencia, reflejamos nuestra imagen dado que no podemos abrirnos a su propio rostro. En este sentido, creo que sucede algo parecido a lo que los antropólogos denominan "etnocentrismo": el modo de subjetividad individualizante que prima en nuestras sociedades supone una suerte de "ego-centrismo" que busca asilimar lo Otro a lo que es uno mismo. Me parece que un acercamiento más significativo podría ser entender lo diverso desde su trayectoria específica.
Antes que un reflejo, otra mirada.

(Gastón Tourn)

Carolina Defiore dijo...

Me gustó mucho este dibujo, me parece muy interesante y efectivo a la hora de interpelar a los que lo miran. Es muy directo, produce impacto y nos invita a pensar en todas aquellas veces que nos hacemos los boludos ante este tipo de situaciones. Igualmente me parece que uno puede decir "me pongo en tu lugar".. pero esto en la práctica es imposible. La subjetividad y cada contexto particular de cada uno de nosotros hace que eso sea irrealizable. Cada uno vive la vida de forma única. Podemos tratar de entender, de imaginarnos cómo sería pero nunca lo sabremos si no lo vivimos y, si lo vivimos, seguramente será diferente a lo que vivió el otro..

Anónimo dijo...

Esta imagen representa lo que vemos todos los días en una ciudad como Buenos Aires, caracterizada por la desigualdad social.
Tiene que ver con lo que hablábamos en aquella clase de Fenomenología sobre el alter ego, con lo parecido al yo y que el reconocimiento del otro como parecido nos hace mas posible un entendimiento y un acercamiento al otro. En esta imagen vemos ese "podria ser yo". Sin embargo, coincido con Carolina Defiore en que en la practica esto es imposible ya que ponernos en el lugar del otro no existe porque estamos atrapados en nuestra propia corporeidad y por lo tanto en nuestro propio sentir, algo que solo puede experimentar el sujeto consigo mismo.
De todas formas esta bueno pensar asi, tratar de reconocernos en el otro, pensar que a cualquiera de nosotros le podría tocar vivir una situación similar y a partir de ese reconocimiento generar un cambio.
Mas especificamente, en la imagen vemos como el sujeto se compadece y le quiere dar dinero al otro sujeto, pero en la vida real sabemos que este acto no va a cambiar su condición material de existencia. Lo positivo al menos, es no ignorar esta situación y comenzar a reconocer al otro aunque sea distinto a otros.
Melina Maira

Daniela Novick dijo...

Me parece que esta caricatura está muy buena porque expone la contracara de lo que veníamos viendo. Si para poder matar (como punto máximo) a una persona había que considerarlo como un otro muy distinto a uno, el mecanismo de sentir al otro como uno mismo (o que te puede pasar lo mismo) genera todo lo contrario, en este caso ayudarlo.

Melina Manfredi dijo...

Muy interesante como con un dibujo se puede expresar una actitud tan común y tan universal: solo nos detenemos a mirar a quienes son "gente como uno". Los diferentes nos intimidan, nos dan miedo, nos provocan rechazo. Nos escondemos siempre entre personas que comparten nuestros mismos valores, gustos, actividades, saberes... Los demás, nos son ajenos, no nos importan. Nos cuesta mucho ponernos en su lugar, ver qué tenemos en común (porque, como seres humanos que somos, no es cierto que seamos tan diferentes, aún cuando no lo queramos ver).

Agustina Caparé dijo...

Hola, muy buena imagen!!!

Yo creo que también habla de que somos (y bastante) lo que hacemos con el otro y como actuamos con el otro... es para pensar en la relación con los demás, en lo que decimos y lo que luego realmente hacemos...muy bueno!

Agustina Caparé

Daiana Sol D´Urso dijo...

La verdad es que es un modo de interpelar al que ve la imagen tan sencillo como efectivo. Y justo después de terminar el trabajo que tuvo algo así como un misterio desde el inicio. Un misterio claramente por no enfocarnos, por no mirar, por ese mundo que no atravesamos. Con mi compañero tratamos la afectividad entre personas ciegas y nos quedó una experiencia con ganas de más y con la cabeza pensante en algo que comentó uno de los entrevistados: ¿Y por qué no a mi? Todas las personas con las que hablamos se habían quedado ciegas e inevitablemente se me generaron mil preguntas. Nos puede pasar, creo que recién después de pensar esto, es más honesto el ponerse en el lugar del otro.
Saludos!
Daiana.-

Franco perrone dijo...

En el lanzamiento de su nuevo CD, "BI" kevin johansen dijo:
"Todos somos Bi". Hijos de una madre y de un padre. Literalmente, mitad hombre y mitad mujer. Y esto, a pesar de miles y miles de años de negación cultural al respecto. Personalmente, creo que hay tantas sexualidades como personas en el planeta.

Me recuerda directamente a lo que hablamos sobre la ley de género.
Apoyo fuertemente esta vision!