miércoles, mayo 04, 2016

Bailemos...

Esto ya se está yendo al demonio. Ahora el docente comparte videos de danzas tradicionales. Lo único que falta es que la próxima clase nos quiera hacer bailar. En fin, mala idea no sería, pero el punto no es ese, sino un intento por ilustrar visualmente cómo en ciertas ocasiones (si no siempre) el concepto de unidad (yo, el bailarín) deja de tener sentido a la hora de ser reemplazado por el de conjunto (nosotros, los que bailamos). No es lo mismo ser uno, entendido de manera autónoma, que ser uno integrado en un contexto plural. Estos son nada más dos ejemplos posibles. Pero los ejemplos realmente válidos están presentes en cada momento de la vida cotidiana.

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