“¿Será que nos ponemos nombres porque no podemos ir por la vida siendo sencillamente alguien?”, se pregunta Diana (alias D.B., incluso a pesar de ella). En algunos casos el nombre nos lo asignamos nosotros mismos (los famosos nicks, por supuesto), pero en otros nos son asignados por herencia, buena o mala fortuna, capricho de las circunstancias o coincidencia.
Florencia, te pido de antemano disculpas por lo que voy a escribir, pero estoy seguro de que alguna vez te habrás preguntado: ¿Y si mis padres hubiesen decidido ponerme de nombre Mónica?
Al resto: todos hemos escuchado hablar de Armando Esteban Quito, de Susana Oria, de Elena Nito, de Tomás Mate o de Benito Cámelas. Conozco el caso real de una chica llamada Dolores casada con un muchacho de apellido Cabeza...
Ahora bien, ¿qué sucede con un tipo llamado Roy Rogers Pereira, o con Hitler Aguirre, o con Desdichado Cortés... Por no hablar de Don Juan Antonio Nicasio Francisco Manuel Antonio Bernardo Mario Héctor César Higinio Molotov Gorki Iglesias Largo Abayubá Yamandú Zapicán Cajals Engels Seoane, que es el apelativo de una sola persona a pesar de tener nombre para repartir entre varias. ¿Le hace algo el nombre a la persona? ¿O es la persona la que le hace al nombre?
Les sugiero que entren acá .
Y en especial al artículo allí linkeado, al cual también puede entrarse por acá.
La cuestión sería: ¿Cuál les parece que sea el grado de identificación que tenemos con nuestros nombres? ¿Cómo nos afecta ser Fulano de Tal en lugar de ser Mengano Talcual? Y todo lo que quieran añadir a partir de la idea de la nominación del nosotros mismos.
Espacio on-line de la materia Psicología y Comunicación, Cátedra Lutzky - Facultad de Ciencias Sociales - Universidad Nacional de Buenos Aires - Comisión a cargo de Germán A. Serain
lunes, mayo 29, 2006
jueves, mayo 25, 2006
Ustedes quieren conocer las notas?
Son siete: do, re, mi, fa, sol, la, si...
Próximamente, en los comentarios de este post.
(Adivinen a qué voy a dedicar este fin de semana,
incluido el jueves 25, feriado, Día de la Patria...)
Próximamente, en los comentarios de este post.
(Adivinen a qué voy a dedicar este fin de semana,
incluido el jueves 25, feriado, Día de la Patria...)
sábado, mayo 13, 2006
Vil programa... ¿vil espejo?
No digo que se lo merezcan. No lo tomen, pues, como un castigo. Es que toda producción ficcional (y todo relato lo es, incluso la historia) es un reflejo de condiciones socioculturales que permiten que ella tenga lugar, y al mismo tiempo sirve luego como modelo para reproducir el marco en el cual se gesta. Algo así como lo que decíamos de Dios y el hombre, uno imagen y semejanza del otro, el otro imagen y semejanza del uno. Por eso es interesante analizar determinado tipo de construcciones de sentido, porque ellas nos hablan de cómo somos.
Como sea. La propuesta es que vean "Vil metal", un vil programa (no debería haber escrito esto último, pues debo guardar una mirada objetiva, pero así son las cosas: la objetividad no existe desde el momento en que todos nosotros somos sujetos, y es desde esta condición desde donde miramos el mundo) que solía o suele estar en el aire del canal América, los lunes por la noche, a partir de las 23:00.
Si no pueden verlo, hay un par de páginas en Internet donde el programita en cuestión es comentado. Por ejemplo en el sitio de Clarín.
Miren, disfruten (?) y hagan sus comentarios.
P.S.: Para quienes gustan de los enigmas matemáticos, en los comentarios #16 y #18 del post de las cuatro líneas y los nueve puntos tienen otros dos problemitas, uno más interesante que el otro (pero no les voy a decir cuál es cual).
Como sea. La propuesta es que vean "Vil metal", un vil programa (no debería haber escrito esto último, pues debo guardar una mirada objetiva, pero así son las cosas: la objetividad no existe desde el momento en que todos nosotros somos sujetos, y es desde esta condición desde donde miramos el mundo) que solía o suele estar en el aire del canal América, los lunes por la noche, a partir de las 23:00.
Si no pueden verlo, hay un par de páginas en Internet donde el programita en cuestión es comentado. Por ejemplo en el sitio de Clarín.
Miren, disfruten (?) y hagan sus comentarios.
P.S.: Para quienes gustan de los enigmas matemáticos, en los comentarios #16 y #18 del post de las cuatro líneas y los nueve puntos tienen otros dos problemitas, uno más interesante que el otro (pero no les voy a decir cuál es cual).
martes, mayo 09, 2006
A veces con el humor se pueden decir cosas. O sea: no sólo de literatura y ensayos vive el hombre. O bien: desde hace rato tenía ganas de pasarles el link de este blog, porque sí, o porque de vez en cuando aparecen colgados allí textos divertidos, y este blog (hablo ahora del mío, o nuestro) es un servicio, y como tal para algo ha de servirnos. Pasen y vean:
click aquí
Otra cosa: ¿Qué les pasa esta semana, que están como ausentes? ¿Cansados de pensar, de escribir o sin ánimo para conectarse a the Internet? Y yo que pensé que lo de la carrera de Aquiles y la tortuga iba a prender... ¡Pónganse 1/2 pila, pongansé!...
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Otra cosa: ¿Qué les pasa esta semana, que están como ausentes? ¿Cansados de pensar, de escribir o sin ánimo para conectarse a the Internet? Y yo que pensé que lo de la carrera de Aquiles y la tortuga iba a prender... ¡Pónganse 1/2 pila, pongansé!...
viernes, mayo 05, 2006
Pasen y vean (Uno de Tres: ¿El huevo o la gallina?)
“Lo que yo amaba en vos era ese orgullo que te hacía ignorar que yo te amaba. Ese orgullo que te hacía ignorarme.”
Una paradoja es una afirmación que es verdadera y falsa al mismo tiempo. El personaje que habla más arriba lo marca claramente: una persona ama a otra, pero en tanto la otra se mantenga indiferente (y por ende culpable, pues pocas cosas marcan más a un culpable que el desdén hacia la persona que nos ama...). En cuanto esa otra persona intente recibir el amor que le es ofrecido, habrá desaparecido el motivo por el cual se lo amaba (y por ende habrá sido culpable de haber roto el vínculo que teóricamente los unía).
Es como la cuestión del huevo y la gallina. Por definición, toda Gallina nace del huevo de la gallina. El cual, a su vez, ha sido puesto por la gallina. Entonces, la existencia de la gallina presupone la existencia del huevo, el cual a su vez presupone la preexistencia de la gallina. De aquí a concluir la imposibilidad de la existencia de gallinas y de huevos hay solamente un paso, pues no puede haber una gallina sin que antes no haya habido un huevo del cual saliese, pero no puede haber un huevo sin la gallina ponedora. Pero esto a su vez contradice la realidad, puesto que fácilmente podemos verificar la existencia tanto del plumífero animal como de su ovíparo producto.
¿Cómo salimos de semejante atolladero lógico?
Una paradoja es una afirmación que es verdadera y falsa al mismo tiempo. El personaje que habla más arriba lo marca claramente: una persona ama a otra, pero en tanto la otra se mantenga indiferente (y por ende culpable, pues pocas cosas marcan más a un culpable que el desdén hacia la persona que nos ama...). En cuanto esa otra persona intente recibir el amor que le es ofrecido, habrá desaparecido el motivo por el cual se lo amaba (y por ende habrá sido culpable de haber roto el vínculo que teóricamente los unía).
Es como la cuestión del huevo y la gallina. Por definición, toda Gallina nace del huevo de la gallina. El cual, a su vez, ha sido puesto por la gallina. Entonces, la existencia de la gallina presupone la existencia del huevo, el cual a su vez presupone la preexistencia de la gallina. De aquí a concluir la imposibilidad de la existencia de gallinas y de huevos hay solamente un paso, pues no puede haber una gallina sin que antes no haya habido un huevo del cual saliese, pero no puede haber un huevo sin la gallina ponedora. Pero esto a su vez contradice la realidad, puesto que fácilmente podemos verificar la existencia tanto del plumífero animal como de su ovíparo producto.
¿Cómo salimos de semejante atolladero lógico?
Pasen y vean (Dos de Tres: Aquiles y la tortuga.)
Esta paradoja la propone Xenón de Elea. Dice que luego de vencer a la liebre en la carrera que es narrada por Esopo, Aquiles, corredor veloz, decide retar a la famosa tortuga en una competencia de velocidad. Tan confiado está Aquiles de su triunfo que le otorga 100 metros de ventaja, partiendo ambos corredores al mismo tiempo, pero la tortuga adelante de aquél, separados ambos por dicha distancia. En efecto, Aquiles es más rápido que la tortuga. ¿Cuánto más rápido? Pues tanto, que cada vez que Aquiles recorre una unidad de distancia, en ese mismo tiempo la tortuga recorre apenas la mitad.
Así, los 100 metros que separan a ambos contendientes en el momento de la partida son rápidamente cubiertos por Aquiles... Pero claro, cuando llega al punto desde el cual partió la tortuga, ella ya no se encuentra allí, sino 50 metros adelante. Cincuenta metros que son velozmente cubiertos por Aquiles, quien al llegar a ese punto descubre a la tortuga 25 metros más adelante. Al cubrir como un relámpago esos 25 metros, la tortuga se ubica ahora a 12,5 metros... Y si así seguimos la progresión, descubrimos que siempre la distancia que separa a los corredores se divide por dos, pasando a ser la mitad de la distancia anterior. Sólo que por este medio, jamás la distancia que separa a ambos corredores llegará a ser cero. Siempre será un número positivo, cada vez más pequeño, conforme avance la carrera. Pero siempre la tortuga tendrá un pequeño espacio de ventaja respecto de Aquiles.
Xenón demuestra así, matemáticamente, que por más que Aquiles corra el doble de rápido que la tortuga, 100 metros de ventaja son suficientes para que sea el quelonio quien se lleve el triunfo, muy a pesar de que el sentido común indique todo lo contrario. ¿Qué opinan ustedes al respecto?
Así, los 100 metros que separan a ambos contendientes en el momento de la partida son rápidamente cubiertos por Aquiles... Pero claro, cuando llega al punto desde el cual partió la tortuga, ella ya no se encuentra allí, sino 50 metros adelante. Cincuenta metros que son velozmente cubiertos por Aquiles, quien al llegar a ese punto descubre a la tortuga 25 metros más adelante. Al cubrir como un relámpago esos 25 metros, la tortuga se ubica ahora a 12,5 metros... Y si así seguimos la progresión, descubrimos que siempre la distancia que separa a los corredores se divide por dos, pasando a ser la mitad de la distancia anterior. Sólo que por este medio, jamás la distancia que separa a ambos corredores llegará a ser cero. Siempre será un número positivo, cada vez más pequeño, conforme avance la carrera. Pero siempre la tortuga tendrá un pequeño espacio de ventaja respecto de Aquiles.
Xenón demuestra así, matemáticamente, que por más que Aquiles corra el doble de rápido que la tortuga, 100 metros de ventaja son suficientes para que sea el quelonio quien se lleve el triunfo, muy a pesar de que el sentido común indique todo lo contrario. ¿Qué opinan ustedes al respecto?
Pasen y vean (Tres de Tres: Geometría aplicada.)
Dados nueve puntos en el espacio, dispuestos de acuerdo a la figura que se acompaña (se presupone equidistancia entre puntos correlativos, tanto en sentido vertical como horizontal), la cuestión es unirlos a todos ellos con la menor cantidad posible de líneas rectas y consecutivas (o sea que en el vértice donde termina un segmento arranca el otro, o dicho de otro modo “sin levantar el lápiz”). ¿Cuántas líneas necesitan?... ¿Y si les digo que con cuatro también es posible hacerlo? Si lo logran, o si conocían el problema, no expliquen el dibujo que hayan logrado (no quemen el problema todavía, o sea...). Sólo digan si pudieron o no, y con cuántas líneas.
Adenda: Una vez que lo resuelvan, propónganle el problema a otra gente y estén atentos a ver cómo intentan resolverlo. En realidad lo que nos interesa es determinar por qué razón unir estos nueve puntos con sólo cuatro líneas rectas consecutivas puede convertirse en una dificultad.
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