viernes, agosto 18, 2006

Dejà vu: Una introducción a las Meditaciones metafísicas de René Descartes.

Si Dios fuera una mujer

¿Y si Dios fuera mujer?
pregunta Juan sin inmutarse,
vaya, vaya si Dios fuera mujer
es posible que agnósticos y ateos
no dijéramos no con la cabeza
y dijéramos sí con las entrañas.

Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez
para besar sus pies no de bronce,
su pubis no de piedra,
sus pechos no de mármol,
sus labios no de yeso.

Si Dios fuera mujer la abrazaríamos
para arrancarla de su lontananza
y no habría que jurar
hasta que la muerte nos separe
ya que sería inmortal por antonomasia
y en vez de transmitirnos SIDA o pánico
nos contagiaría su inmortalidad.

Si Dios fuera mujer no se instalaría
lejana en el reino de los cielos,
sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno,
con sus brazos no cerrados,
su rosa no de plástico
y su amor no de ángeles.

Ay Dios mío, Dios mío
si hasta siempre y desde siempre
fueras una mujer
qué lindo escándalo sería,
qué venturosa, espléndida, imposible,
prodigiosa blasfemia.

Mario Benedetti


Ahora sí, la consigna: ¿Qué sucedería con los hombres si Dios fuese algo diferente de lo que es? Propongan ideas.

Apropos: Todo comentario que deseen hacer a las anotaciones de este blog es bienvenido. Pero estaría bueno que aparezcan ideas vinculadas con los conceptos relativos a la materia. Por otra parte, recuerden que pueden firmar como anónimo, si quieren, pero a los fines del aporte conceptual ello sólo será viable si se identifican con nombre y apellido.

32 comentarios:

Anónimo dijo...

unusual

Anónimo dijo...

¿Si dios fuese algo diferente a que?. ¿Acaso hay concenso sobre que es dios?. Su concepcion es tan eclectica que permite matar en su nombre o ser genesis de la vida.
Dios es tan diferente -a si mismo-como la cantidad de fieles que veneran su nombre.

Anónimo dijo...

Creo que la primer pregunta que deberíamos hacernos es ¿qué es? o en realidad ese ¿quién soy? que salió en clase y de ahi conocer nuestras creencias y quien sabe encontrar la respuesta al ¿qué es?.

Anónimo dijo...

Perón, me olvidé de firmar el comentario anterior sobre "la primer pregunta que deberiamos hacernos"
Vanesa Balassanian

Anónimo dijo...

Perón... me suena...

Dale, Vanesa! Hacete la pregunta, entonces, y decinos qué te parece que tenga que ver esa respuesta con todo-lo-demás!

Además, si querés que tu nombre aparezca en lugar de "el usuario anónimo" (que parece el personaje de una película de Charles Bronson), lo que tenés que hacer es "click" en el circulito que dice "otros", en el cuadro de "elegir una identidad, que está más abajo, y poner allí lo que quieras que aparezca.

Seba: En tus preguntas hay respuestas. Sólo falta explicitarlas. ¿Te animás?...

Anónimo dijo...

La pregunta disparadora nos (me)conduce a reflexionar a la cuestión de quien es Dios, y su respuesta va intimamente ligada (desde mi punto de vista) a la concepción ya no solo de hombre, sino de mi mismo, que me puedo construir.
Entonces: ¿el hombre diseña un Dios a su imágen y semejanza o es a la inversa, como afirma la Biblia? Quizá por aquí encontremos alguna idea interesante.
¿Y si Dios fuese algo diferente de lo que es (mujer)? ¿o algo diferente de lo que pensamos? Me quedo con esta última opción:
El siempre nos va a desbordar, no hay inteligencia debajo del sol que lo pueda abordar en su infinitud ¡es Dios! ¡Siempre será lo que no pensamos y ni siquiera imaginamos! O sea, el hombre, yo, soy mas, tengo mas, puedo mas de lo que pienso, de lo que imagino.

Anónimo dijo...

El mejor truco que inventó el diablo fue convencer al hombre de que no existía... Dios también lo hizo, pero al contrario.

Anónimo dijo...

No sé qué será Dios para cada uno. Pero más allá de los significados particulares que se le asignen, me parece que la creencia en Dios se relaciona con la necesidad de encontrar respuestas. Es decir, hay preguntas acerca de la humanidad y del origen de la vida, que no tienen una respuesta racional pero que las personas necesitan justificar.

Y me parece que si Dios fuese algo distinto de lo que cada uno cree que es, se seguiría buscando resolver los interrogantes de la vida, sea bajo esa forma diferente de Dios o bajo otra figura explicativa.

Frente a la pequeñez que siente cada ser en la inmensidad del mundo, surgen preguntas: ¿para qué estoy en esta vida? ¿Por qué existo? ¿Quién soy? Ante la angustia que estas preguntas generan, es probable que la figura de Dios suponga acercar alguna respuesta. Surge la necesidad de dar sentido a la vida y de sentir que hay un ser superior a todos los hombres guiando el destino de cada uno.

Por otro lado, el viernes salió en Página 12 un artículo de Adrián Paenza sobre el pensamiento lateral. Había un enigma, cuya resolución me hizo pensar en la imagen que se tiene de Dios como hombre. El enigma era el siguiente:

Antonio, padre de Roberto, un niño de 8 años, sale manejando desde su casa en la Capital Federal y se dirige rumbo a Mar del Plata. Roberto, va con él. En el camino se produce un terrible accidente. Un camión, que venía de frente, se sale de su sector de la autopista y embiste de frente al auto de Antonio.
El impacto mata instantáneamente a Antonio, pero Roberto sigue con vida. Una ambulancia de la municipalidad de Dolores llega casi de inmediato, advertida por quienes fueron ocasionales testigos, y el niño es trasladado al hospital.
No bien llega, los médicos de guardia comienzan a tratar al nene con mucha dedicación pero, luego de charlar entre ellos y estabilizarle las condiciones vitales, deciden que no pueden resolver el problema de Roberto. Necesitan consultar. Además, advierten el riesgo de trasladar al niño y, por eso, deciden dejarlo internado allí, en Dolores.
Luego de las consultas pertinentes, se comunican con el Hospital de Niños de la Capital Federal y finalmente conversan con una eminencia en el tema a quien ponen en autos de lo ocurrido. Como todos concuerdan que lo mejor es dejarlo a Roberto en Dolores, la eminencia decide viajar directamente desde Buenos Aires hacia allá. Y lo hace.
Los médicos del lugar le presentan el caso y esperan ansiosos su opinión. Finalmente, uno de ellos es el primero en hablar: “¿Está usted en condiciones de tratar al nene?”, pregunta con un hilo de voz. Y obtiene la siguiente respuesta: “¡Cómo no lo voy a tratar si es mi hijo!”.
¿Cómo esto tiene sentido?

La respuesta completa está en:

http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-71599-2006-08-18.html

Anónimo dijo...

(Pequeña reflexión mientras termino de elaborar mi respuesta a la consigna).

¿Qué sucedería con los hombres si Dios fuese diferente de lo que es?...
¿Es que acaso sucede algo con los hombres por el simple hecho de que Dios sea? Si Dios es sinónimo de indiferencia en este alienado mundo en el que vivimos, y sólo es mencionado para filosofar, a favor o en contra de él, sin interés en conocerlo realmente… entonces, ¿qué importancia tendría su forma de ser o la forma de su ser?

Anónimo dijo...

¿Qué sucedería con los hombres si Dios fuese algo diferente de lo que es?

Creo que sucedería exactamente lo mismo que hoy. Seguiria existiendo la fé, dudas, descréditos y mucho misterio. Quizas Dios sea una mujer, quien sabe??

Anónimo dijo...

Tengo un problemita con este método..siempre me olvido de algo..
Lo que intenté "publicar" antes era algo asi:

No creo en Dios como la imagen de un hombre, de un ser humano. Si como una energía, como una fuerza.
De hecho siento más dudas que certezas.
Probablemente aquellos que tiene la imagen de Dios como un hombre, si "descubrieran" que en realidad es una mujer...los supuestos se caerían y tendrían que "repensar" todo..desde el principio..

Anónimo dijo...

Si Dios fuese diferente a lo que las religiones dicen que es, tal vez le tendríamos más respeto. Entenderíamos que también él (con minúscula), se equivoca y que no puede salvarnos. Sin embargo, eso tiene una consecuencia importante: así como lo creemos ahora, Dios nos da la tranquilidad que da saber que hay algo en el mundo más poderoso y más fuerte que los hombres y mujeres, y que por tanto pude protegernos y ayudarnos siempre. Si Dios fuese distinto, si fuese más humano, entonces nos sentiríamos un poco desamparados y más solos que nunca en la inmensidad del universo. Lo que no sé si cambiaría sería la crueldad de los seres humanos y su constante tendencia a creerse superiores a todos, incluso superiores a sus pares.

Anónimo dijo...

Creo que dios, si no es lo que es, es nada. Dios es lo que es porque los hombres creen que es así. Por lo que si fuera otra cosa es por que los hombres creen en ese algo diferente.
Está en la necesidad del hombre buscar algo en que apoyar sus pensamientos y sus creencias.

Anónimo dijo...

Voy a tratar de desmenuzar mi post anterior.
Quizás dios no es tan perfecto, ni justo, ni magnánimo, como lo conciben sus devotos.
¿Qué quedaría para el Hombre, si algo tan excelso muestra fisuras?. Creo que mas allá del desencantando inicial, sobrevendría un sentimiento de desamparo.
Es como descubrir que papá y mamá no son súper hombres; sino personas repletas de fallas. ¿Adonde fue a parar la seguridad que sentía antes de tal tremenda revelación?.

Anónimo dijo...

Muy bueno el artículo de Adrián Paenza!

Anónimo dijo...

¿Qué sucedería con los hombres si Dios fuese algo diferente de lo que es?

Pienso, luego existo… Cabría preguntarnos, en primera instancia, qué o quién es Dios. Tengo la sensación de que no es más que una idea puesto que no puedo probar su existencia pero como tal, siendo idea, al igual que el mundo que traspasa las fronteras de mí ser y entiendo a partir de una tesis que existe, tampoco puedo negar su existencia. Y aquí, entiendo, se instaura el dilema y como tal, no siendo problema, no tiene solución. Con esto último quiero decir que es una duda existencialmente filosófica, entre tantas otras, y en definitiva ¿quién sino más que el mismísimo Dios nos las podría responder? Y si Dios fuese mi creación, ¿Yo podría responder esas preguntas? No lo creo, pues entonces la conclusión resulta dogmática.
¿Y si Dios fuese algo diferente…? Dios efectivamente es otra cosa de lo que es, por su mera condición él y solo él puede ser todo al mismo tiempo: pasado, presente y futuro que deviene eternidad. Es una huella en mi mente y lo proyecto en cada cosa. ¿O es en cada cosa? Resurge entonces el dilema y la única certeza que encuentro es que no podemos pensar los misterios como irracionales sino como supranacionales. Es decir, que sin ser opuestos a la razón, la superan.

Sabrina Delmas.

Anónimo dijo...

Es difícil alejarse de la concepción religiosa de Dios... pero creo que si fuese algo distinto de lo que es, necesariamente sería algo "peor" o de "menor categoría" (por usar alguna palabra). Es decir, si la concecpción que supone a Dios como omnipotente y omnipresente cambiara, esas características evidentemente no podrían mejorarse; por lo cual, cualquier cambio sería una disminución de su "poder" e, inevitablemente, afectaría a los hombres. Si ya no se pudiera confiar, pedir o rezar a Dios para determinadas cosas, quizás los hombres confiarían más en sí mismos y, lo que ahora se adjudica a Dios, tal vez tendría un tinte más humano. O quizás los hombres crearían otros dioses (para aquellas cosas en las que Dios ya no puede intervenir) y habría más conflicto entre las religiones (o no), y seríamos politeístas, como los pueblos de la antigüedad.

Anónimo dijo...

Si Dios fuese diferente de los que pensamos…
1- El hombre fue hecho a imagen y semejanza de Dios, y no al revés como algunos plantean al jugar con esta frase.
Dios está exento de las pasiones y debilidades que caracterizan al ser humano. Basta con remitirse a la descripción que cualquier religión hace de su deidad para confirmarlo.
Los personajes pertenecientes a las mitologías griega y romana, sí participaban de pasiones y debilidades, al punto de que algunas historias superan la imaginación más fértil del mejor autor de telenovelas contemporáneas (¡ficción sí era la de antes!).
¿La razón de estas características? Fueron creados por los hombres. Y el hombre no tiene la capacidad de imaginar o inventar algo que va más allá de lo que lleva dentro de sí. Y no me refiero a lo aprendido o incorporado a lo largo de la vida, sino a la capacidad innata del individuo de crear. Las creaciones humanas tienen un límite… ese límite es la propia humanidad del creador. Por esto, todas las creaciones o invenciones humanas son comprensibles o, al menos, tienen una explicación. Lo inexplicable del mundo es aquello que el hombre ha descubierto y trata de entender cómo funciona o por qué existe. Aquí es donde la humanidad a veces se confunde… encuentra, nombra, clasifica, pero no sabe qué ha descubierto.
Es cierto que hay cosas inexplicables, como la guerra y su dolor, que son creados por el hombre. Creados con materiales disponibles, cuya consecuencia es un sentimiento conocido. No lo podemos entender, pero somos capaces de hacerlo… A diferentes escalas (y en distintos tipos de luchas) todos nosotros somos guerreros en potencia y capaces de provocar dolor a otros o a nosotros mismos.
Sin embargo, en Dios hay algo inexplicable… algo insoportablemente inentendible… algo que es visto y vivido así por nosotros, simplemente porque no somos así, porque es ajeno a nuestra naturaleza humana. Por ejemplo, el amor. Sí, es cierto, somos capaces de amar… ¿desinteresadamente? ¿más que a nosotros mismos? ¿más que en un solo momento de heroicidad? ¿más allá de nuestra razón, sin que sea irrazonable? ¿en contra de nuestro instinto de supervivencia? Por algo aquello que leemos en la Biblia (¿leemos la Biblia?) ha sido denominado (y no sino después de largos intentos de comprensión por parte de hombres sinceros y dedicados) como el Misterio de la Encarnación, el Misterio de la Redención, etc. Misterios… misterios que no pudieron haber sido creados por el hombre porque van más allá de toda comprensión humana…
Otro algo inexplicable que encontramos en Dios es la eternidad. Sí, ese no tener comienzo ni fin, ese haber existido desde siempre y para siempre… el infinito. ¿Cómo puede, un ser finito como el hombre, en cuyo mundo y existencia nada es eterno y todo tiene un principio y un fin, haber creado la eternidad, algo que ningún ser humano ha sido capaz de explicar y que ni siquiera cabe en nuestra mente?
Nuestro amor es imperfecto y nuestro anhelo de eternidad nunca llega a cumplirse… está en nosotros porque Dios nos hizo… Y así como una cadena es tan fuerte como su eslabón más débil, el hombre no puede crear o imaginar más allá de su imperfección, de sus limitaciones.
(Y como ya parezco Descartes [uffff!!!!!!] mejor busco otra frase, como “todos ascendemos hasta nuestro máximo nivel de incapacidad” Ley de Murphy)

Anónimo dijo...

No me parece que sea realmente importante qué o quién es D's, lo que realmente creo es que en este mundo esta tan mal utilizado que D's se usa, en vez de para confortar en situaciones racionalmente inentendibles, se mal utiliza para dividir, generar odios, en síntesis para descargar la facultad innata de destrucción del hombre sobre otro en aras de la "pureza del alma".
Por otro lado, considero que lo que se intenta con el texto de "Meditaciones Metafísicas" es intentar "abrirnos" la cabeza con la "receta" de problematicemos todo, no demos nada por sentado, que lo único cierto sea nuestro afán de descubirmiento.

Anónimo dijo...

Descartes procuró demostrar la existencia de un ser supremo y perfecto de una manera científica. Dios existe y nos lo demuestra. Pero si Dios fuera otra cosa, fuera algo más simple, fuera algo que nos atraviesa en todo momento y en todo lugar, si no estuviera relacionado con la divinidad creo que nos costaría menos creer en él. Nietzche propuso matar a Dios, algunos lo tildan de hereje. Creo que matar a Dios es una forma de pensarlo de otra manera.
La imágen de algo superior a nosotros nos hace sentir más seguros: a alguien le debemos el origen de nuestras vidas, el sentido de nuestras experiencias, la razón de todo lo que hay en el mundo. Creo que Descartes al someter todo a duda quedó vacío de sentido. El mismo lo expresa cuando utiliza la metáfora de haberse caido en aguas profundas y si bien está alejado de la superficie tampoco puede llegar al fondo. Ese sentimiento de total desconcierto lo empuja a la demostración de algo más perfecto que él, algo mayor, algo que le devuelva el sentido de la vida después de haber dudado de todo.
Creo que si por un momento matamos a Dios podemos empezar a ubicarlo en otro lugar, por ahí en un lugar más simple, más llano, más accesible.

Anónimo dijo...

Parece una fórmula irreversible: cómo saber si algo cambiaría si dios no fuera como creemos que es si es poco lo que podemos acordar sobre la propia definición de dios. Yo no lo considero tan determinante, escapando a cierta lógica creo entender que lo que sabemos o podemos decir de dios, acerca de qué o cómo es, no resulta necesario para establecer ninguna diferencia entre lo que es y lo que sería si no fuese. Si tal condición fuese necesaria, solo habría que ver qué diferencias hay en dios para el hombre de occidente hace 5000 años, o para el nativo americano de hace 600 años o para el oriental de hoy y así casi interminablemente. Porque desde el politeísmo hasta el monoteísmo y el misterio de la santísima trinidad, pasando por el dios hecho hombre, por la adoración de animales o cosas y hasta por la adoración de la contrafigura de dios (el mal, llámese demonio o lo que venga a colación en distintas religiones) lo que se cree de dios es, a lo largo y ancho del planeta, y ha sido, en toda la diversidad de nuestra cultura en el paso del tiempo, diferente. A la luz de tantas diferencias considero que al hombre poco pueden afectarle las diferencias en lo que se cree que un dios es, si hemos llegado al punto tal de reconocer un amplio mosaico de creencias. Sin embargo en tanta diversidad hay fuertes puntos en común: la omnipresencia y omnipotencia de los seres divinos, su capacidad para reglamentar nuestra conducta además de penalizarla o premiarla, le existencia del espíritu o alma y la vida después de la muerte y en un más allá. Los creyentes de toda religión conocida creyeron en esto en todos los siglos y latitudes, como si la fe en estas cuestiones, que no son demostrables, fuera un atributo inherente de la condición humana. Considero así que la identidad o la misma existencia de un dios, no es la clave para suponer como afecta a los hombres, como diría el filósofo “no son las cosas las que preocupan al hombre sino las figuraciones que el hombre se hace de las cosas”. Se trata de dar vuelta la fórmula (solo para el análisis) que dicta que dios creó al hombre, para así reconocer que es también el hombre el que crea a dios, el que crea su idea de dios. Lo importante para mí, y hasta el no creyente deberá reconocerlo, es que a pesar de una identidad difusa y una existencia no comprobable, la “idea de dios” funciona, circula por el imaginario social e influye en nuestras ideas, en nuestro comportamiento, en nuestros principios, etc. No hace falta precisar qué es dios, sino solamente aceptar que su trascendencia acompaña nuestro proceder por estar anclada en el imaginario social como un simbolismo más, indistintamente de si está basada en algo real o si es pura fantasía. Claro que un cambio profundo en esta idea puede afectar al hombre y a su concepción del mundo y de la vida, algo así como “descubrir” de alguna manera misteriosa que dios no es siquiera más poderoso que el presidente de los Estados Unidos, o que no puede penalizarnos, o que la vida después de la muerte no es más que un puro lamento del hombre que no soporta la idea del fin del individuo porque egoístamente no considera su continuidad como simple miembro de una especie que perdura, o atender a lo que aventuró Nietzsche como la muerte de dios cuando habló del advenimiento del nihilismo. Pero insisto, “aquello que dios es en realidad” seguirá siendo difuso, o por lo menos diverso. ¿Qué diferencia haría para nuestra fe que dios sea una mujer, como divertidamente lo dice el poema? ¿por qué no de paso Benedetti no se imagina que Ella es negra? Para escandalizarnos más podríamos jugar con los extremos y atrevernos a imaginarnos a dios “desnuda” y con la apariencia de Naomi Campbell y al segundo siguiente con la apariencia de Oprah Winfrey. Creo que todo eso importaría muy poco. Ahora bien, soy conciente de que acordamos aclarar que sentido le damos a algunas expresiones que nos damos por gusto usar, y yo acabo de hablar de la imaginar, de lo cual Descartes dijo que es algo así como “dar o contemplar una imagen a una cosa corpórea”. Para mí es algo más, y es un poco la clave de todo, por eso cierro mi ya extenso comentario con una cita de Henry Miller que no solo lo ilustra sino que curiosamente también menciona algo sobre dios: “Nadie se ha atrevido a imaginar de verdad qué pueden ser esos poderes que hay dentro de nosotros. Que son infinitos lo comprenderemos el día que reconozcamos ante nosotros mismos que la imaginación lo es todo. La imaginación es la voz de los atrevidos. Si hay algo divino en Dios, es eso. Se atrevió a imaginarlo todo”.

Anónimo dijo...

Primero lo primero ¿qué pasaría si pudiéramos caratular a Dios, adjudicarle un nombre y un cuerpo? Creo que Dios se convertiría en una nota musical, una pincelada o un pedazo de arcilla; para que luego los hombres sean los encargados de crear y no se sientan marineros en un mar que no les pertenece.
Una vez terminada nuestra "obra", Dios sería a su vez el final, la conclusión.
La perfección de las obras de arte no radica en su belleza, sino en la capacidad de conmover (y allí se manifiesta la espiritualidad del artista)

Anónimo dijo...

¿Qué sucedería con los hombres si Dios fuese algo diferente de lo que es?

Cualquier respuesta que se pueda dar al respecto será siempre desde el campo de la subjetividad y la percepción personal, eso está claro. La pregunta, quizás trillada, sería en primer lugar intentar un esbozo acerca de qué es Dios para cada uno de nosotros, o al menos, para los que creemos en él. Desde pequeños nos contaron de su existencia pero es recíén de adultos, o al menos al adquirir más capacidad de raciocinio, que decidimos si creer o no en su existencia. Algunos no creen en lo que no ven (agnósticos), otros se desilusionaron por cosas que Dios no les cumplió y dejaron de creer, y otros seguimos aferrados a esa fuerza? superior a la cual recurrimos para agradecer, pedir, o encontrar respuestas, paradojicámente en alguien o algo que no habla, no al menos por un medio directo (a la voz propiamente dicha me refiero).
Siempre se escucha en el común de la gente que la creencia en Dios es una cuestión de fé, y como dije al principio serían infinitas las respuestas que se pueden llegar a oir, si cada uno intentara explicar cuál es la génesis y forma de aquello que llamamos Dios.
Si hablo por mi, siempre pensé en Dios como un ser superior, alguien que tiene respuestas (por medio de hechos o señales) para cada una de las cosas que nos pasan. Recurro a él (no creo que sea mujer, ni hombre. No lo considero un ser sexual) cuando siento que lo necesito.
Siempre recuerdo una frase que me dijeron en Semiótica II y que me causó cierto impacto: “Dios es el único que no necesita de la Semiosis porque a Él todo le está revelado. Es el dueño de la verdad absoluta, a los hombres solo nos queda luchar por una verdad relativa”.
No sé si como dice Descartes en su texto el hombre puede dudar de todo. Se imaginan dudando todo el tiempo? Mirando alrededor y pensar que todo lo que tienen puede llegar a no ser exactamente eso que ven? Uno necesita estar seguro y creer aquello de lo que habla, de lo que piensa, lo que siente.
Y ahora me pregunto en voz alta: Diferente a lo que es implicaría ser de carne y hueso? Alguien cercano a nosotros (aunque creo que sí lo está)? ¿Ocuparía la figura de un lider? ¿El hombre creó a Dios como una figura? ¿Algo absracto? ¿La fuente que le da el sentido a la vida misma?
Y si se me permite, haría una repregunta: ¿Qué pasaría si Dios no existiera?
Valeria Kozlowski

Anónimo dijo...

Más allá de las creencias que existen sobre la Tierra acerca de un Dios (o varios de ellos), creo que lo que está detrás de ésto es necesidad humana de constriur símbolos para explicar lo que aparentemente resulta inexplicable, para buscar refugio ante la incertidumbre, etc. Habría que preguntarse entonces qué construcción de esta figura tiene o no cada uno de nosotros.

Anónimo dijo...

Si Dios fuese diferente de los que pensamos…
2- Si Dios fuera mujer…
Aunque Dios está más allá de la comprensión humana (o quizás, justamente, porque…) los hombres le atribuyen características humanas para poder aprehenderlo mejor.
Una de esas características es el ser hombre y no mujer, probablemente por causa de la sociedad patriarcal en la que la mayoría de las civilizaciones han vivido desde los comienzos de la historia de la humanidad (sé que existieron algunos matriarcados, pero no recuerdo cuáles). Si de algún modo se comprobase que Dios es mujer, la estructura patriarcal del mundo religioso se resquebrajaría, las feministas se volverían insoportables, y los machistas dejarían de creer en Dios.
Más allá de eso, si Dios fuese diferente de lo que creemos (seguramente lo es) seguiríamos imaginándolo de acuerdo a nuestra conveniencia (es decir, las religiones seguirían imponiendo la imagen que a ellas les resulte conveniente).

para Rober
No te preocupes, si Dios todopoderoso quisiera destruirnos, ya lo hubiera hecho (si no tiene poder, ¿qué nos preocupa?). Pero eligió mantenernos con vida… y si uno toma el mal del mundo como consecuencia de las acciones humanas (ciertamente en su mayoría es así), entonces se hace manifiesto que Dios nos mantiene en amor y no en odio.
¿El sentido de la vida? Tratar de que nuestros ochenta años aquí en la tierra sean felices (para nosotros y para otros), y luego la muerte. ¿Qué pensás que sucede después de la muerte?

Anónimo dijo...

Me resulta difícil llegar a una definición de lo que es Dios, por lo tanto, mucho más aún, pensar cómo es. Por otra parte, a lo largo de la historia, Dios (o la idea Dios) ha ocupado distintos lugares sociales: estuvo cerca de la política (“el Rey gobierna en nombre de Dios”), de las instituciones (iglesias, escuelas), de las guerras (“guerra santa”), etc. Pero hay un rasgo común que atraviesa cada unos de esos momentos: la idea de Dios siempre se adecuó funcionalmente a los ideales dominantes. Esto me lleva a pensar que esa idea, no es más que un imaginario social que se manipula de acuerdo a las respuestas que la sociedad necesita, y sirve para fundamentar el accionar de los grupos hegemónicos. Durante períodos de hambruna hubo un Dios justiciero, enojado con la sociedad. Para las altas cúspides de la sociedad, había un Dios aurático, soberano . Para los fundamentalistas, las guerras se hacen en nombre de Dios. Los terroristas suicidas, también se inmolan en nombre de Dios. Tal vez algún día necesitemos un Dios que sea mujer, y entonces de dejen de lado frases como “la historia del hombre” y se la llame “historia de la humanidad”. Pero Dios seguirá siendo un concepto quimérico, tan supremo, tal lejano, que una vez más, nadie reparará en esa trasformación.

Anónimo dijo...

En primer lugar creo que vale la pena mencionar el hecho de que la existencia de Dios no está probada (y seguramente nunca podrá ser probada), por lo que queda entonces manifestarse si uno cree o no cree en esa supuesta existencia. Y la idea de esta discusión no intentar ser una puesta en escena de las creencias personales. Por lo tanto cuando se intentar ver que pasaría con los hombres si Dios fuera algo diferente de lo que es, habría que pensar entonces un “definición” diferente sobre lo que para los hombres es Dios. O por lo menos, proponer algo diferente.
A pesar de que nadie pensó una idea diferente, yo me la juego igual…….
¿Que pasaría con los hombres si Dios fuese un científico? Mmm…….. ¿Y si además se encargara de la clonación?
¿Qué pasaría con los hombre si Dios además de ser mujer, fuese lesbiana? (terrible bolonqui…..)
¿Qué pasaría con los hombres si Dios fuese en realidad el Diablo? ¿Qué pasaría entonces con el Diablo?
Creo que no es posible imaginar como responder estas y tantas otras preguntas así fuera cambiando la concepción sobre lo que es Dios, ya que se trata de eso, una concepción. Por lo tanto lo que fundamentalmente cambiaria seria la forma en que han vivido o vivirán las sociedades. Creo que la idea de lo que es “Dios” sirve en muchos casos como un elemento justificador. La noción de Dios es un producto cultural, y si cambia…..cambia la cultura? seguramente.
Como ultima cuestión, y volviendo a las preguntas (y con ese sentido fueron formuladas) en muchas ocasiones de la vida si cambiara la concepción de Dios, seguramente cambiaria la forma o las argumentaciones que se exponen antes diferentes situaciones de la vida. Ej: la clonación seria bien vista…….etc.

Anónimo dijo...

Es dificil pensar que pasaria en nuestras mentes y vidas si Dios no fuera lo que creemos que es porque es dificil afirmar lo que Dios es.
Dios no tiene cuerpo, y ¿si lo tuviera?.Yo creo que si tuviera cuerpo se pareceria a nosotros con nuestras necesidades, pulsiones,con nuestro tamaño,nuestras capacidades y discapacidades.Dios tendria los mismos sentidos que nosotros y la accion de estos mediarian su relacion con lo real y los demas.Si tuviera un cuerpo no podria estar en todos lados y no podria ver mas alla de lo que sus ojos le muestran .Si Dios tuiviera cuerpo sentiria el cansancio,el frio,el dolor,el paso del tiempo.Podriamos tocarlo y podria tocarnos,mirarnos,hablarnos ,vivir y sentir emociones y exteriorizarlas al hablar.Si tuviera cuerpo seria uno mas que lejos del pedestal donde se lo coloca lo perseguiria el fantasma de la muerte como a todos, como a vos y como a mi.

Anónimo dijo...

Depende de cuánto tenga arraigado la creencia o existencia de Dios, de qué es Dios para la persona, cómo lo imagina y qué voluntades o poderes le atribuye.
También depende de lo que cambia y si esto que cambia es relevante para la persona que cree.

Anónimo dijo...

Creo que si no existiera Dios ya habríamos creado cualquier otro ser sobrenatural que ordene nuestras dudas existenciales. Realmente pienso que gran parte de su trascendencia se debe a la necesidad de respuesta ante ciertas cosas que, con el correr de los años, no han podido desmembrarse. Sin embargo, tampoco puedo dudar absolutamente de su existencia...algo de miedo, incertidumbre o como se llame, brota adentro mío cuando me "atrevo" a decir que son concepciones sociales que organizan las interacciones cotidianas. Y es que su presencia determina algo fundamental para nosotros y creo que una de las mayores incógnitas del mundo: la muerte. Dios es el que nos da esa seguridad que necesitamos, después de esta vida, cuando se nos termina todo y no sabemos realmente qué es lo que nos espera...Dios está para decirnos que nos lleva a la vida eterna y eso tranquiliza...Por millones de años una creencia perduró y lo sigue haciendolo aún, cuando en el 2006, contradice las costumbres (como el sexo antes del casamiento). Pero mientras escribo esto también me surgen nuevos cuestionamientos: ¿por qué Dios es asociado automáticamente con el catolocismo? ¿los evangélicos no tienen Dios, los judíos? Entonces, dentro del catolicismo hay un Dios y una religión que lo enmarca, esa religión oraganiza nuestras costumbres...si Dios fuese diferente de lo que es, y de hecho lo es para los judíos, por ejemplo, por eso sus valores y formas cotidianas son, en muchos casos, distintas a las católicas...si Dios fuese diferente los hombres se organizarían en sociedad de otra manera, tendrían otras costumbres, otros valores, otros juicios, otras sentencias...

Anónimo dijo...

Para responder qué pasaría con los hombres si Dios fuese algo diferente de lo que es primero debería creer en Dios.

Así que mi respuesta van a ser meros supuestos.

Para empezar, no creo que Dios sea algo. De hecho, si Dios realmente fuera algo estaría muy por encima del verbo ser.

Por otra parte, concuerdo con Rober en que Dios es una construcción social y llevándolo un poco más lejos, el Dios cristiano especialmente, es una construcción institucional. No puedo hablar de otras religiones porque no las estudié lo suficiente.

Hay fragmentos del poema que no me gustan.

Anónimo dijo...

Rober, vos dijiste:

"Supongamos que surgimos contra su voluntad y quiere eliminarnos."

creo que va por buen camino.