lunes, abril 01, 2013

Espejos de Pascua

Dicen que las obras de arte dejan de pertenecerle al artista en cuanto éste las da a conocer. Es lo que pasa, por ejemplo, con este trabajo de León Ferrari, que tanto podría considerarse una blasfemia (así lo entendieron quienes obligaron a cerrar una muestra suya hace algunos años, en el CC Recoleta) como una obra profundamente religiosa, crítica y denuncia hacia una iglesia que hizo de Cristo una excusa para la destrucción. No le pido a nadie que comparta esta segunda apreciación. Ni siquiera se lo pido al propio Ferrari. Después de todo, el artista muchas veces desconoce los motivos verdaderos que lo llevan a hacer una obra. Es en todo caso la apropiación que yo hago de esta obra. Que para eso es arte: para que cada quien se apropie de ella como mejor pueda. Y de repente me pregunto si acaso no sucederá lo mismo con los dioses, esas otras creaciones de los hombres, misterio y espejo, que tal vez existan, o dejen de existir, pero que al margen de ello han despertado y siguen despertando tantas pasiones e interrogantes en el hombre. Pobre Dios... Tan solo tan sin nadie y tan sin vírgenes, como decía el poeta. Y encima el hombre hace con El lo que quiere. Con El o con Ella, que al fin y al cabo bien podría ser que Dios fuese mujer. En esto hay claramente una cuestión de espejos... Dios hace al hombre a su imagen y semejanza. Pero el hombre hace lo propio: no existen dioses que no se parezcan a la cultura que los recrea. Y esto vale al margen de que el/la/los Dios/a/es exista/n o no.

Por ejemplo, siempre me llamó la atención (pero es sólo por poner uno de los tantos ejemplos posibles) la oración que pronunció el capellán del ejército de los EE.UU. William Downey el 6 de agosto de 1945. Transcribo: "Oh, Padre Todopoderoso que escuchas las súplicas de los que te aman: te rogamos que ayudes a quienes desafiarán las alturas de tus cielos y llevarán el combate a tierras enemigas. Guárdalos y protégelos mientras cumplen el vuelo que se les ha ordenado. Armalos con tu poder para que puedan poner rápido fin a la guerra y para que conozcamos nuevamente la paz. Hazlos volver sanos y salvos. Esperaremos el porvenir confiando en Tí y colocándonos bajo tu protección ahora y siempre. Amén." Horas más tarde, la tripulación del avión bendecido, el Enola Gay, dejaba caer sobre Hiroshima la bomba atómica. Al menos 75.000 personas murieron de inmediato. Otras 163.000 morirán después por causa de la radiación. Los bosques de Onagacho y Futabano-Sato, ubicados a tres kilómetros del epicentro, se perdieron por completo. Unos 63.000 edificios, incluidas viviendas, hospitales y escuelas, fueron arrasados. ¿Ninguna de las miles de víctimas de Hiroshima amaba a Dios, que por ese motivo se negó a proteger a toda esa gente? ¿A ninguno de ellos se le ocurrió suplicar por sus vidas y las de los suyos esa mañana o durante la noche anterior?

Si vos no sos creyente, recordá eso que cantaba el prudente Chacho Echenique: "Me persigno por si acaso, no vaya que Dios exista y me lleve pa'l infierno con todas mis ovejitas."  Y si sos creyente, preguntate quién ese Dios, pretendido reflejo pero a la vez y con mayor certeza espejo del hombre. En cualquier caso, será también preguntarnos por quién es el hombre. Y también quién es el otro, ese que bendice o ese sobre el cual se deja caer una bomba, que en definitiva, lo mismo que los dioses y las obras de arte, no es otra cosa que otro espejo. ¿Vos qué opinás acerca de todo esto?




18 comentarios:

Anónimo dijo...

“Ahora ya sabemos que el alma es el cuerpo y el cuerpo el alma. Nos dicen que son diferentes porque quieren persuadirnos de que podemos quedarnos con nuestras almas si los dejamos esclavizar nuestros cuerpos.”
George Bernard Shaw

totalmente de acuerdo.
Elías Gerónimo

Richard dijo...

Todo esto me hace acordar a lo que señala (me parece) Feuerbach respecto que el hombre suele proyectar en el Otro (Dios) aquello que no puede y quiere ser, pero esto en relación a quién es Dios, en tanto que creación del propio hombre. Con respecto a quién es el hombre, teniendo en cuenta el audiovisual, pienso que todo sujeto cree tener cierta autonomía sobre sus actos y sus dichos pero en realidad siempre necesita alguien en quien aferrarse. Ese alguien puede ser Dios pero también puede ser el deseo del otro. Quien está jugando al golf es aquel que se mofa en Dios pero también aquel que necesita de El para construir su discurso, ya que lo culpa de no darle la habilidad para dejar de errarle a la jugada.
Por otro lado, me parece que un poco volvemos a lo mismo, el sujeto es ese ser racional pero también es sensibilidad, hay algo en él que no domina y que le da la sensación de no ser dueño de sí mismo. Siempre dividido entre lo consciente y lo inconsciente. Restaría preguntarnos si es mera inconsciencia el no preguntarnos por lo que le sucede al otro o puro egoísmo y una cuestión de falta de ética.
Desde ya pido disculpas si divagué para cualquier lado, espero que sus próximos comentarios me ayuden a comprender semejante incógnita.
Richard Huasupoma

yanela dell´arciprete dijo...

Hola!
Dios crea al hombre y es dicho hombre quien luego posee una autonomia tal para actuar en la tierra que parece ser egoísta y sumamente de supervivencia. En el video se observa al jugador de golf protestar contra los santos evangelios y Dios porque no lo ayudaban en SU juego. Pero una vez que sucede lo del rayo y se prueba que Dios existe, también se deja entrever que Dios se equivoca, ya que el rayo debería haber sido para el jugador y no para el ayudante.
Enotnces así como Dios crea al hombre, ambos son espejos del otro y ambos pueden cometer errores.

Saludos!

Yan Dell Arciprete

Julia G dijo...

Hola a todos!!...Por empezar creo que el hombre hace muchas cosas, supuestamente "en nombre de Dios". Demasiadas muertes fueron justificadas de esa manera como una forma de lavar culpas. Si Dios es amor, nunca entendí cómo muchos de los profesan esas creencias estén involucrados en masacres...y encima pretendan justificarlas desde la religión.
Si el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios, así como el hombre tiene controversias, equivocaciones, comete errores....Dios también. Cómo dijo la compañera del comentario anterior, ambos se reflejan uno en el otro. En el video se puede ver reflejado esto cuando el rayo recae sobre el ayudante.
Creo que el hombre necesita de una religión, creencia, ser superior, Dios/es, etc., de lo que aferrarse...pero de ahí a utilizar esto como justificación de todos sus actos o de todo lo que sucede en el mundo, hay una gran diferencia.

Saludos!

Julia Grandoli

Jime dijo...

Hola! Me gusta esta discusión porque fui a un colegio muy religioso y pensé mucho en la existencia de dios, que dejando las religiones de lado, sería una discusión aparte. Creo que pensar en la existencia de dios implicaría creer en un ser pensante que nos percibe a todos, y que por lo tanto, nos dota de sentido como humanidad, sea cual sea ese sentido. Estaría de alguna forma objetivando nuestra existencia.
El tema es que a veces uno desearía que ese sentido esté predeterminado justamente para que aquello que no podemos controlar esconda algún sentido pero a la vez el hecho de “haber sido pensados de manera previa” es sumamente sofocante.
Perdón si no me expliqué muy bien! Saludos
Jimena de la Barra

Gretel_War dijo...

Sin duda, hay algo en la existencia de los Dioses de cada cultura que es un reflejo (no me atrevería a decir que 'del hombre' en sí)de las necesidades sociales que tiene el sector hegemónico de cada una de las mismas. Al hablar de un DIOS como reflejo de la persona, en realidad entramos en subjetividades que no podemos comprender, pues el o los DIOSES conllevan una percepción o un sentir muy íntimo que en cada hombre es diferente. Sin embargo, desde el punto de vista social es precisa esa generalización que se hace de Dios o los Dioses, para poder manejar de manera conjunta una religión. En términos del arte, precisamente podemos ver esas interpretaciones íntimas y diferentes que tiene cada persona, obviamente siendo pensamientos subjetivos es difícil que concuerden con los lineamientos de las religiones, aún si estos son hegemónicos.

María Sol García Núñez dijo...

Hola!
Con respecto al video me pareció que es una especie de humanización de Dios, hacerlo equivalente al hombre, con sus aciertos, sus errores y torpezas, pero con "poder". Se trata de igualarlo a nosotros y puede ser una forma de interpretar el concepto de "a imagen y semejanza".
Con respecto al lamentable desenlace que tuvo el lanzamiento de la bomba en Hiroshima y Nagasaki, creo que a más de uno le hubiera gustado rezar a Dios y pedir que la bomba no explote o no caiga y que resulte milagroso. (Aunque si no hubiera explotado pocos hubieran dicho "Gracias a Dios") La bomba explotó porque el hombre la diseñó, construyó, cargó en el avión y la tiró con el objetivo de destruir una ciudad. A mi entender fue un acto del hombre y responsabilidad humana el resultado que tuvo el episodio.
Se dice que así como Dios creó al hombre a su imagen y semejanza también lo creó libre. Con la libertad de elegir entre destruir la vida de miles de personas o de donar alimentos y abrigo a los damnificados por las inundaciones por ejemplo.
También pienso que para el hombre es mucho más fácil echarle la culpa a Dios o a algún ser superior antes que aceptar la responsabilidad de sus actos.
No voy a negar que existen cosas inexplicables, como la muerte de un bebé, la enfermedad de un chiquito y con eso no hay explicación que valga, ni del que es creyente ni del que no cree. Pero entiendo también que los discursos los usamos como nos convenga en el momento, si alguien se enferma es culpa de Dios, o se piensa por qué Dios no hizo nada para impedirlo, pero si alguien vive sano hasta su vejez no es Dios lo primero que se nos viene a la cabeza, buscamos todas las causas humanas para justificar su "buena vida".

Saludos!
Sol.-

Unknown dijo...

Muy interesante realmente. Me hace pensar, si el que Dios existe, para que nos sirve y que beneficios nos da. Al no ser religioso, me parece dificil opinar objetivamente del tema, ya que no pienso que nos pueda ayudar en nada (mi pensamiento se vio reforzado por el del buen Faure).
Muy interesante el tema del reflejo. Nostros acuidimos a ese Dios cuando lo "necesitamos" cuando ya no quedan mas recursos racionales. Creo que por miedo a ser ereje, por miedo a ir en contra de todo lo que se nos enseño (sera por eso que escribo Dios con mayuscula, como un nombre propio).
Si esto es asi,digo el hecho de que Dios nos ayuda y es todopoderoso e inmensamente justo, me pregunto la raozn por la que no ayuda a la gente que se nos muere dia a dia, y que ha muerto a lo largo de los dias.
Me parece que lo mejor es, si tenemos las agallas necesarias, dejar de reflejarnos en ese dios "ultima instancia" que tiene todo lo necesario para hacer y darnos lo que nosotros no podemos alcanzar. Ojala asi sea, aunque es dificil ir en contra de la corriente. Creo que asi seremos libres y responsables de nuestros actos.

Gracias y saludos a todos.

Fabio Pássaro

Anónimo dijo...

Buenas noches a todos.

Alguien me podria decir por favor que es lo que hay que leer para la proxima clase?, ya que ayer (4 de abril) no pude asistir a clase.

Muchas gracias!

Germán A. Serain dijo...

Estimado Anónimo/a: Amén de que seguiremos con Descartes y Fauré, añadiremos los textos de Herrigel e Itzutzu, ambos sobre la temática del zen, que están publicados. Saludos.

Anónimo dijo...

Muchas gracias Profe!

saludos!

Anónimo dijo...

Germán los textos del Zen los vas a colgar en el blog? Pregnto porque aún no pude comprar los apuntes.

Carla dijo...

Es una discusión muy interesante.
Yo también fui a un secundario católico y egresé con más dudas que certezas. Desde entonces no sé si creo en Dios, pero pienso que necesitamos uno para, como mencionaron varios compañeros, hallar consuelo, explicaciones, sentido y también es útil como herramienta de disciplinamiento social. Lo más importante, más allá de si existe o no, es que Dios siempre fue lo que los hombres (con poder) dijeron que Él era. Nadie puede asegurar (o a nadie que lo diga podría creerle) quién o qué es Dios, de qué "lado" está, qué cosas promueve ni cuáles condena. De ahí que hoy crea que es el hombre quien creó a Dios a su imagen y semejanza. Y a su vez, somos educados y tratamos de ajustarnos a lo que "Dios dice que debemos ser". Basta ver la cantidad de religiones que hay o los usos (y abusos) que se ha hecho de su "palabra" a lo largo de la historia, siempre en favor del bando de quienes se proclamaron como los más "buenos y justos". Dios nunca podría ser uno solo o tener un único e inmutable criterio de bondad y justicia: hay tantos dioses como culturas, circunstancias y conveniencias humanas, e irá mutando a medida que sea necesario. Estará junto al que tira la bomba, creyendo que su accionar está justificado por una "buena causa", y junto al que le cae en su tierra, quien hallará consuelo en una justicia divina que, tarde o temprano, pondrá las cosas en su lugar. Pero es claro que no nos conviene darnos cuenta de eso, más fácil es creer que Dios es uno y que si hacemos las "cosas bien" (a criterio de cada quien) estará de nuestro lado y nos recompensará por nuestro accionar, por nuestros sacrificios y pérdidas (en la tierra o en cielo).

Carla Constantino

Germán A. Serain dijo...

Mi comentario para esta entrada repite algo que dije en la clase: no me interesa, porque no es pertinente, ni conducente a nada, el debate acerca de si Dios existe o no. Yo tengo mis creencias, como cada uno de ustedes (incluso quien afirme no creer, estará afirmando en realidad una creencia). Lo que sí parece pertinente es llegar a la comprensión de lo siguiente: Para el caso de que Dios exista, cualquier pensamiento, idea o creencia que cualquier persona tenga respecto de El, difícilmente afecte la ontología de Dios en sí mismo. Son cosas que están en niveles diferentes. Por más que el ateo niegue, eso no parece poder cambiar el hecho de que eventualmente Dios exista, para el caso de que así sean las cosas. Y por el contrario, si Dios no existe, las plegarias de los creyentes difícilmente puedan darle a ese Dios inexistente una entidad ontológica real.

En otras palabras, cuando se dice que Dios crea al hombre a su imagen y semejanza, se habla de una cuestión ontológica: nuestra esencia coincidiría con la del Creador por acción del mismo acto de creación. Pero cuando decimos que Dios ha sido creado a imagen y semejanza de los hombres, estamos hablando del mundo de las ideas. El hombre no crea, en el sentido divino, sino que piensa, recrea, imagina, idea. Y son dos niveles, en principio, diferentes.

Ahora bien, y esta es una cuestión interesante, para la cual adelanto no tener una respuesta definitiva: ¿podría plantearse acaso la posibilidad de que de tanto imaginar algo que no existe, finalmente se lo haga existir? O por el contrario: ¿Podría ser que de tanto negar la existencia de algo que sí existe se lo haga desaparecer de la faz del mundo? Como se comprenderá, entramos ya en un terreno de difícil resolución, que involucra desde la teología y la filosofía a la física y la lógica. Pero si trasladamos estas preguntas a otro campo y reemplazamos la idea de Dios por otros conceptos que tengan que ver, por ejemplo, con la sensibilidad de los hombres, las cosas cambian. La cuestión es que Dios es (o acaso sea) indiferente a nuestros pensamientos acerca de su existencia. Pero alcanza con que muchas personas coincidan en cierta clase de pensamiento relativo a otras, de manera notable y pública, para que esto afecte la relación entre ambas, y probablemente también la naturaleza de cada uno de quienes integran esta relación. Esto, claro, para no entrar en el terreno de la física, y quedarnos en el terreno de las ciencias sociales, que son las que nos competen.

Cosas en las cuales pensar, mientras avanzamos sobre el desarrollo de los textos y el programa.

Germán A. Serain dijo...

Respecto de los textos de zen, ya había respondido la misma pregunta en otra parte: lamentablemente no dispongo de esos textos en formato digital.

Anónimo dijo...

Me resulta un poco complicado hablar de Dios en mi carácter de no creyente, y en este momento particular de efervescencia religiosa gracias al Papa argento. En el video veo la forma en que creemos que todo es obra de Dios, hasta la buena o mala fortuna. Particularmente me disgusta la frase harto repetida de: "Hasta mañana, si Dios quiere" (no la entiendo, ¿Si Dios se disgusta y no quiere imposibilita ese reencuentro?). Si realmente sucede que todo es producto de la mano divina, noto que sólo se le atribuye la parte buena, dejando las catastrófes como obra de la naturaleza o del propio ser humano (que entonces sí obra por sí solo). Creo que estamos inmersos en esa contradicción, los argentinos vivimos con algarabía que el representante de Dios en la Tierra sea de los nuestros, pero... ¿Y si tiene razón el Obispo Willianson en lo que afirma en su columna de Barcelona, que Dios castigó a la Argentina con el temporal por la designación de un Papa "socialdemócrata" y eligió la ciudad de La Plata como epicentro de la catástrofe porque allí vivió la "yegua patagónica"?
Respecto de la imagen que tenemos de Dios, está humanizado, por lo cual lo hemos hecho a imagen y semejanza nuestro. Pero esa imagen demuestra fortaleza y poder, por eso Dios es Hombre y es musculoso, no podria de ninguna manera ser mujer. Si todavía existen culturas en donde las mujeres mueren lapidadas, ¿Cómo Dios permitiría que alguién de su género padeciera eso? ¿Una mujer podría representar fielmente la "ira de Dios?

Matías Berges

Karen Benitez dijo...

Cuan trascendente resulta la representación que se tiene acerca de Dios, en el intento por demostrar su existencia. Evidentemente tendríamos que pensar más acerca del tipo de hombre que se ve reflejado o se siente "semejante". Por suerte hay muchos a quienes les interesa más describir el marco del espejo que detenerse en el reflejo.

Bruno Espósito dijo...

Pienso que cada segundo de la vida que vivo es una apropiación de lo que podría llamarse Dios. Como también podría llamarse Vaca. Pero se llama Dios. Como también podría llamarse Campo Cuantico. Pero se llama Dios. Podría llamarse alegría. O significar eso. O llamarse Potencialidad Pura. Como ser humano, creo, al poder pensarme… existo?
Yo creo que si. Que soy el creador de mi existencia. Que yo mismo soy Dios, y que Dios es yo mismo. Pero mi existencia plena, quizás no sea solamente lo que mis 5 sentidos pueden captar. Como que estamos viviendo una experiencia, aca en un planeta que decidimos llamarlo Tierra por más que esta zarpado en agua. A semejanza de nuestro cuerpo humano, que también esta zarpado en agua.
Al decir Dios, inevitablemente pensamos en la acción de la ‘creación’, de algo. Una capacidad creativa de Dios que tiene o tuvo –si lo tuvo, que pasó para que no lo tuviera más?- tal aplicabilidad sobre el ser humano. La relación que me uniría a El sería simplemente la de ser su creación, su juguete.
¿La forma divide la esencia?
Quizás cada ser es una chispa de la creación. Y la creación es el conjunto de chispas creativas. Desde este enfoque, ahí si cada uno es más responsable de embocarle a la pelotita de golf, o bien de no embocarle.
Y la creación: ¿como fue creada?
Que apareció primero: ¿el huevo o la gallina?
¿Es la creación el hijo/hija de una creación?
¿Dios, fue creado por su Dios?
¿Cree en él?