la otra evaluación

Que tenemos una curiosa tendencia a asociar la crítica con la agresión. Esto escuché decir el otro día, y me temo que sea cierto: a veces nos cuesta separar las aguas, criticar constructivamente, sin agredir; y recibir las críticas que se nos hacen en el mismo sentido, vale decir constructivamente.

Sin embargo, el desafío vale la pena. Para eso esta entrada. Para que dejen (anónimamente si quieren, para que nadie piense que existe correlación alguna -que no la hay ni habrá- entre las notas al segundo parcial y lo que aquí escriban) sus opiniones críticas constructivas sobre lo que ha sido el decurso de esta materia. La idea es poder mejorar a partir de sus comentarios. Mantener las cosas que hayan sido buenas e intentar eludir en el futuro las que no lo hayan sido tanto. Ese es el objetivo en este caso.

Evaluación del Segundo Parcial y Final

A partir de este fin de semana, comenzamos a publicar los comentarios del segundo parcial en esta entrada.

(Paciencia, please...)

Ultima clase: simplemente gracias

Que la clase termine y se acerque una persona para saludarte, que te den la mano, que te digan gracias, que te den un beso, que el gesto se repita, que se multiplique... Que al llegar a casa encuentre un mensaje en mi mail de alguien que no pudo venir a clase con otro agradecimiento... Yo no sé si soy o no un buen docente. Sé que tengo tanto por aprender, y que en mis clases aprendo. Ojalá enseñe también algo. Lo que sí sé, y quería dejarlo aquí asentado, es que es verdaderamente movilizador sentir que uno ha logrado, más allá de lo pedagógico, establecer un contacto humano.

Días atrás una colega me decía que dar clases es también darse cuenta de que uno está entregando dos horas de su limitado tiempo de vida en cada encuentro, y que cada uno de los alumnos está haciendo exactamente lo mismo desde su lugar. Por eso el verdadero valor de una clase es que esas dos horas tengan un sentido y un provecho. No creo que sea mucho lo que yo pueda llegar a enseñar. Pero quiero que sepan que cada hora al frente de la clase sigue siendo, por lo menos para mí, tiempo de vida bien invertido. Por eso les digo gracias yo a ustedes.

Cuestiones al margen

A veces me pregunto si TODO puede ser material de estudio. O me pregunto cuál será el grado de seriedad que me terminarán de endilgar quienes cursan las materias que dicto cuando en lugar de un tratado propongo una película, un ejemplo banal en lugar de un estudio sociológico, palabras a medio camino de lo vulgar en vez de términos complejos terminados en -ismo y -logía. De repente me acuerdo: "¿Nadie te dijo que no es necesario decir todo?", me escribió una vez una persona en una ventanita de MSN. En fin, soy así, me hace bien esta intimidad (virtual, pero intimidad en fin) de confesarme de vez en cuando con los alumnos. "Hacés catarsis", me diría capaz Quique. Puede que sí.

Como sea, todo esto viene a cuento de una cuestión banal y simple, como no podía ser de otra manera. Que ando webeando en Internet y me encuentro con un nuevo texto en uno de mis blogs de cabecera. Y si bien allí está el link en los favoritos, destaco este texto en particular (siga el link que antecede, claro), y andá a saber si es porque tiene que ver con las cuestiones que solemos tratar en la materia, si es porque me hizo reir un rato (y te juro que no tenía ganas de reirme) o si es porque no tengo nada mejor que hacer que molestarlos a ustedes con mis recomendaciones.

Igual también digo: de estas tres opciones (y otras más que se me ocurren pero no planteo por respeto, che), me parece que me termino inclinando por la primera.

Trolls

Para quienes hayan leído a Tolkien, o se interesen por la cultura escandinava, un troll es una criatura mitológica antropomorfa, similar a un ogro. Pero en la jerga de internet, un troll es otra cosa, y la irrupción de algunos mensajes anónimos en el blog me da la excusa para invitarlos a leer el amplio artículo que ofrece la Wikipedia sobre el tema.

Es obvio y evidente que la cuestión atraviesa el tema del reconocimiento del otro, tanto como lo relativo al uso de las tecnologías de comunicación a distancia. Y en ese sentido el tema no deja de ser interesante. Lo mismo que su amparo en el anonimato y las reacciones diversas que tienen quienes son destinatarios de sus ataques.

Breve II

ABRAZOS GRATIS - NUEVAS CONVOCATORIAS

-Domingo 22/06: Parque Lezama. 15 a 17 hs.
-Miércoles 25/06: Once, Estación de trenes. 16.30 a 19 hs.

abrazos@abri.com.ar

Segundo parcial domiciliario

Preludio:
Para iniciar este segundo parcial, reproduzca un fragmento de discurso poético de producción propia. (Si no se anima, elija un fragmento ajeno y explique por qué lo considera equivalente.)

Primera parte:
Comente las características y la dinámica propias de los discursos y su relación respecto de los sujetos participantes.

Recreo:
¿Por qué supone que lo hicieron comenzar este parcial con un fragmento de discurso poético?

Segunda parte:
¿Qué es lo real? ¿Cómo se relacionan los sujetos a partir de lo real?

Epílogo fundamental:
A partir de todo lo visto hasta aquí... ¿Quién es el otro?

ROBOTS

Pensé que era una joda. Pero parece que no. Esta noticia salió este sábado en Clarín...

Presentan robots humanoides que son capaces de tener sexo

Las medidas de Andy son de infarto (101-56-86) y tiene algo con lo que sueñan millones de hombres: "una paciencia infinita". Así lo explica la empresa que produce a Andy, un robot que, entre otras opciones, tan cariñosa ella, ofrece servicios como "un sistema de felación de intensidad variable" y "calefacción regulable" para elevar su temperatura. Sólo sus pies son fríos, "como en la realidad", según David Levy, el investigador británico estrella de un congreso que se celebrará en junio en la Universidad de Maastricht, Holanda, y en el que se analizarán las relaciones entre humanos y máquinas.

Levy considera que el robot sexual --que puede ser masculino y femenino-- "creará un nuevo orden mundial". Experto en inteligencia artificial, acaba de publicar "Amor y sexo con robots: la evolución de las relaciones humano-robóticas". Está convencido de que en un plazo de 40 años, humanos y robots formarán parejas. Y que los robots nos enseñarán prácticas sexuales que ni hemos imaginado y que hasta nos remorderá la conciencia si les somos infieles. Según Levy, no es raro que la gente se sienta unida a sus animales de compañía virtuales, como el pequeño robot Aibo. Así que, según este investigador, "no habrá que sorprenderse si el hombre se compromete con humanoides". Cuenta Levy que, durante siglos, los marineros holandeses se fabricaban muñecas sexuales de cuero con las que mantenían "relaciones sexuales". Aunque estas muñecas ya no son de cuero, en Japón se las sigue llamando "esposas holandesas" y se venden exitosamente modelos hiperrealistas que copian, casi con exactitud, el cabello y la piel de las jóvenes japonesas.

Uno de los problemas que conllevarían esas relaciones robóticas sería de fidelidad. Porque los robots, hasta ahora, no diferencian entre una persona y otra, lo que podría derivar en constantes infidelidades que romperían la "relación". Pero según Levy, los progresos serán rápidos y dar a los robots sentimientos humanos como la empatía, el humor, la comprensión y el amor "no es más que un problema tecnológico". La empatía, cree Levy, "se resume esencialmente en un aprendizaje", por lo que es "relativamente fácil de aplicar a los robots. Todo lo que la máquina debe hacer es observar a su pareja --humana--, formular hipótesis inteligentes y a partir de ellas actuar en consecuencia".

Se pregunta Levy: "Si un robot se comporta como si tuviera sentimientos, ¿qué nos permitirá decir que no los tiene? Si dice 'te quiero', ¿por qué no lo creeremos si su comportamiento lo corrobora?". Además, este investigador argumenta las ventajas de una relación con un robot: "no habrá infidelidades, ni malos humores, ni obsesión por la limpieza ni por el fútbol y las cervezas con los amigos". Y será inmortal, pues su personalidad la guardaremosen un disco duro y si se rompe, lo "resucitaremos".Pero sin duda, lo mejor será el sexo. El compañero nunca saldrá disparado de la cama después del acto sexual y la compañera nunca tendrá dolor de cabeza. El robot, además, será como el kamasutra: se le podrán instalar centenares de posturas y ser configurado en "modo aprendizaje" para quienes se inicien en los misterios del sexo. Todo será ajustable, desde la profundidad de la vagina y la talla del pene, hasta el olor corporal y la temperatura.

Post Data: Si no sos impresionable, o si querés averiguar cuánto cuesta el aparato éste, acá tenés el link oficial a la página del monstruo.

Breve

Una persona que en otro cuatrimestre fue alumna mía y ahora ya no, me envía este artículo aparecido en La Nación. Yo le digo entonces que se olvide de ese concepto arcaico del título universitario como pasaporte a una mejor vida y le aconsejo que intente aprender cosas que le permitan conocerse a sí misma y ser una mejor persona. Ese es el valor de la verdadera educación, me parece. Y no es poco.

Más aportes de alumnos

Tengo una jornada oscura. Varios días oscuros que se vienen sumando uno tras otro. Mucho más oscuro que de costumbre, me ha dicho alguien. Y aunque no tiene nada que ver que explicite esto acá, lo escribo porque mi otro blog está suspendido hasta nuevo aviso, hasta que pase esta sombra. Quizás también sea una forma de catarsis.

Entonces, hablando de oscuridades, Valeria (Pereyra) me envía la imagen que se reproduce aquí y dice algo así como esto: "Estábamos hablando del sentido de los sueños y del arte y vos me sugeriste la idea de conmoción. Recuerdo haberla vivido (se refiere a la imagen, al momento de verla por primera vez) como un impacto que me cambió la vida. Solía decir que fue un "impacto"; ahora veo que "conmoción" es una palabra que encaja mejor."

Y por su parte Valeria (Zambianchi) me envía, también a mi casilla de mail, tres poemas, proponiéndolos como un anexo a lo que estuvimos viendo en la clase de ayer. Estos tres poemas van, junto con las líneas que los acompañan, en el primer comentario de esta entrada, para quien quiera leerlos.

Agradezco la iniciativa. Me gusta que este sea un espacio de participación colectiva.