domingo, mayo 31, 2009

nombres

¿Cuál es la relación que tenés con tu nombre?

Te invito a revisar dos entradas (ya sé que corro el riesgo de parecer medio vago, pero es para ganar tiempo y poder corregir parciales...) de hace algún tiempo atrás. Los comentarios que queden en esta entrada, para organizar la cosa.

Por un lado ésta, y por el otro lado esta otra.

Saludos y cariños e intenten ser felices.

12 comentarios:

Ignacio Rial-Schies dijo...

Cuando uno vé que no es el único que anda pensando en estas cosas que considera individualmente entretenidas pero a la vez bastante pelotudas, muy por el lado de "'Ignacio' es medio pedorro ... ¿cómo sería mi vida si me hubiera llamado 'Gastón' ... o 'Karl Joseph' ... y 'Napoleón'?", se da cuenta de que no está tan perdidamente alunado como pensaba.
De chiquito no me gustaba mi nombre. Me parecía demasiado largo. Pero nunca me decidí por uno alternativo. Probé con los de las tortugas ninja, antes de saber que a la vez los llevaban por artistas del renacimiento, pero no sentí que ninguno cuadrara. Descartados esos, empecé a probar con los de los cazafantasmas. No había caso, "Egon" era demasiado extranjero.
Abandoné el intento de cambiarme el nombre cuando llegaron los apodos de la adolescencia. Así, casi negociadamente con mis grupos de amigos, más o menos pude elegir nombres diferentes para ámbitos distintos.
Eso quedó de a poco en el tiempo. Hoy mi nombre es el que me dieron y de alguna manera es como mi cuerpo, es casi genético (podría decirse "memético") e irrenunciable. Una historia que corre en la familia: los hijos mayores del clan Rial en galicia llevan siempre, siempre el nombre Mariano. La generación de mis viejos fue la primera en obviarla. Por eso en mis cumpleaños siempre se chisteó que yo me llamo Ignacio porque no me llamo Mariano. Hoy me presento en dos variantes, Nacho o Ignacio, dependiendo del grado de seriedad que la situación me imprima. Y de mi humor, soy Nacho cuando estoy contento, Ignacio cuando preferiría que ni me nombraran.
Así es suficiente. No puedo hacer nada por mi apariencia en el mundo y mi nombre es parte de ella.

agus dijo...

Nuestro nombre es como una parte del cuerpo. Recién pensaba en esta comparación, es decir, me cambio de nombre como me cambio el color del pelo... no, definitivamente no creo que sea así. En realidad, hay partes del cuerpo que se supone nos diferencia de los otros, y en tanto no nos sintamos identificados hacemos un cambio... pero el nombre, mmmm, eso es mas complejo...
El nombre te identifica el alma (¿es mucho?). O sea, por qué uno dice "esta chica tienen cara de...". A mi, cuando me confunden de nombre me dicen Eugenia, no todas las veces, pero la mayoría. ¿Cara de? En serio tenemos la cara o la imagen de nuestro nombre? (¿alguien veía hace "algunos" años atras en el prog Nico, el concurso en el que había que adivinar el nombre de quien presentaban en vivo?).
El otro día en un negocio llamaban a una niña y pensé "con ese nombre a esta enana le va a pasar algo grande en la vida"...
En fin, es poner en letras eso que nos hace sentir únicos, por eso nos aferramos tanto a él y, a veces al mismo tiempo, lo despreciamos tanto.

saludos!

Paula Fabiano dijo...

Esta consigna me hace acordar: a hace dos semanas a una boludez que hice. Estaba con un grupo de amigas en el paqueto Starbucks de Belgrano esperando por mi mate cocido enorme. Sí, me pedi un mate cocido en Starbucks, y cuál es? No me gusta el café. Cuando terminas de pagar, el cajero te pregunta "cómo te llamas", porque anotan tu nombre detrás del vaso...para llamarte cuando está listo. Me hice la canchera, y respondí simpáticamente -Victoria.
Mis amigas se empezaron a cagar de risa: -Victoria? jajajaj. Desde cuándo te llamás así?
A todo esto, les contesté que Victoria es mi segundo nombre. Que practicamente no lo uso, que estaba cansada de seguir usando mi nombre de siempre: Paula.
- No me va a salir llamarte "Vicky". Para mí vas a ser siempre "Paula"...
Ok, para ellas voy a seguir siendo Paula. Pero por un momento me sentí "Vicky" cuando me gritaron que estaba listo mi mate cocido.

Ramiro dijo...

Por suerte siempre me llevé bien con mi nombre, y más cuando mis viejos me contaron que la otra opción era ponerme Belisario. Alguna vez pensé cómo habría sido si me hubiera llamado de esa manera, y me imaginé totalmente distinto a como soy ahora, como si el nombre fuera a determinar la personalidad de uno.
También me pasa que cuando escucho que alguien se llama Ramiro me identifico con el. Siento que nos unen otros puntos además del nombre, como por ejemplo que tenemos una manera similar de ver las cosas, o una personalidad parecida. Aclaro: no conocí muchos Ramiros, debe ser por eso.
Y con respecto a los apodos, en el secundario me decían monzo, o sea nada que ver con mi nombre. Es una historia larga el cómo se llegó a eso. Asi que mi nombre ahi era monzo, el ramiro quedó a un lado. Pero por ejemplo para el grupo de la facu soy rama, y en el msn o en nicks voy alternando depende la época. Acá sí puedo elegir, es como que si tratara de imponerle a los demás como quiero que me llamen en determinado momento, o como quiero mostrarme; ya que el que me dice monzo no me va a decir nunca rama y viceversa. Pero en el fondo, me ponga como me ponga o me digan como me digan, voy a ser siemrpe el mismo.

epuladaug dijo...

El primer recuerdo que tengo con mi nombre es cuando el primer día de clase de primer grado, la señorita dijo,: ahora cada uno va a pasar al pizarrón (al que algunos llegaban con esfuerzo dada su diminuta estatura) y van a escribir con este ¨lapiz blanco” –tiza- su nombre.


Yo, (que nací en el 77,no había pre-escolar, vivía en un pueblo y jamás había tenía contacto gráfico con mi nombre) sabía que no tenía que pasar a escribirlo, porque era muy largo (imposible para mi recordar todas las letras de mi nombre).


¿Por qué no me dijo mi madre que tenía que escribir mi nombre?
Pasé y no sé que escribí (recuerdo que fue muy despacio, pero con seguridad) y la señorita Marta dijo: Muy bien Guadalupe. “Ahora sentate en tu mesita que va a pasar otro compañero” (yo quería leer mi nombre, pero el apuro de la señorita, no me lo permitió). Sí pude apreciar que estaba escrito como en línea de tobogán, empezaba arriba y terminaba casi en el borde de abajo del pizarrón.



Recuerdo esto, y además que cuando fui chica (incluso en la adolescencia) no conocí a personas que se llamaran como yo. Pero mi nombre me era indiferente. Me desagradaba el segundo (Verónica) y no entendía por qué mi abuela me había regalado un libro que se llamaba “Cuentos para verónica” que lo escribía alguien llamado Poldy….¿?. (“Que feo libro sería”, pensaba).



Cuando pasé mi adolescencia, era mas usual conocer o escuchar mi nombre en boca de otros que dirigían a otras personas que no era yo, ¿Y que pasó?: ¡me robaron mi nombre!.
Las madres que ponían a sus hijas el nombre de Guadalupe me molestaban por su falta de originalidad. Y cuando escucho que dicen a sus hijas: “guada….vení para acá!!” me cuesta mucho no darme vuelta y saber qué aspecto tiene su hija. “Si es alguien que merece tener ese nombre, esas letras perfectamente articuladas, formando una palabra con original personalidad”…


Nunca pensé en otro nombre para mi. Guadalupe me representa, ¿o yo represento a ese nombre?. Mi timidez queda resguardada detrás de tantas letras, y nadie puede saber mis pensamientos absolutos. Es un nombre serio, soy una persona seria, pero en el chat, me llamo PAULA.

¿Qué pasó? Creo que Paula me parece más liberal, “Paulita”. Los hombres se imaginan una mujer desinhibida 100% … Que risa.
Pero Paula y Guada tienen en común las vocales, el orden de las mismas. Y suenan diferentes…
Guada me presenta sinceramente espontánea, y Paula representa mi ello.


Saliendo de esta diisión que no hay más que en mi objetividad pretendida, Me llevo muy bién con mi nombre, Germán.
En el blog no coloco mi apellido, porque:
1) no hace falta como documento.

2) Creo que mi nombre me representa más que mi apellido.
La razón de esta discrepancia es que no hay razones importantes. En mi caso no hay discrepancia, solo que cambian las situaciones.

Además, no ví que otra persona firme con el nombre “Guadalupe”, entonces no me tengo que diferenciar, ni tengo que hacer reconocer mi apellido públicamente.


No cambiaría mi nombre por ningún otro, ni siquiera por Paula. Mi nombre es como mi anatomía y mi piel. Y es más, todas las mujeres que se llaman Guadalupe, (confieso un pensamiento oscuro que tengo), no merecen ese nombre… jajaja
Y no es lo mismo llamarme Guadalupe, Clodomira o Andrea, pero me parece que lo que cambia, cambia para el que pronuncia mi nombre, básicamente.

Yo soy muy asociadora entre “caras de mascotas y caras de dueños”, y entre “nombres y poseedores de nombres”; y suelo hacer analogías. Pero por lo general, quién lleva el nombre no tiene que ver con los resultados de mis análisis profundamente ingeniosos para pasar un momento gracioso mientras me siento una especialista en metodología y estadísticas.



No sé si me olvido de algo sobre la consigna, pero ahora que estuve pensando sobre esto del nombre, se me cruza el pensamiento sobre cómo imagina un padre /madre a su hijo por nacer y sobre qué basa la decisión de un nombre para éste futuro ser viviente, ¿no?.

Guadalupe dijo...

Germán: perdón por la extensión, pero iste a tu consigna de dos palabras le siguen resultados como este. (no se te ocurra dar consignas con mas palabras...please..)

Fede Fernandez dijo...

Como comenté la vez pasada en clase, tuve un problema con mi nombre durante la cursada de la carrera. Surgió en uno de los talleres anuales de la misma, en donde un muchacho llamado igual que yo (Federico Fernandez), logró apoderarse de mi nota (un 7); mientras yo, me quede con su aplaso y su condicion de alumno libre. Al finalizar el año, senti mucha bronca e impotencia. Como los profesores de este taller podían equivocarse?? No habrán notado mi doble apellido? Como puede haber y existir otro Federico Fernandez?? Me robo la identidad¡¡ lo mas preciado e identificatorio que hay en mi..¡¡¡ Es asi?? Nuestro nombre nos identifica, nos separa y nos delimita en el mundo. Me hace distingir de un Otro ajeno, que se nombra de otro modo distinto a mí. En ese momento pense: "Que desgracia..¡¡ Otro igual a mi, que se identifica con el mismo nombre, me robo la nota de la cursada; mi nota, y por lo tanto, en cierta forma, robo mi identidad". Despues, pensando mas pormenorizadamente, me puse a esbozar en mi mente el lado positivo a este grave problema de identidad. Si asesinaba al profesor, y dejaba una nota en el cuerpo autoincriminándome de este asesinato, quien iría a caer, sería el otro Federico Fernandez, el malo. Sería una forma de hacer justicia por mano propia, pero utilizando el nombre ajeno, el mío, el que compartimos.


Otro suceso parecido: Uno de mis mejores amigos, de la infancia, se llama Matias Lopez. Una vez, ibamos caminando por la calle, en pleno barrio de Castelar, siendo las 16 hs. En eso una patrulla de la policía nos detiene y nos pide los documento para que seamos identificados. Nos hacen averiguacion de antecedentes y ohhhh.. grave problema: Mi amigo, Matias Lopez, tenia pedido de secuestro por robo y homicidio.¡¡¡ Inmediatamente lo miré a los ojos, como increpándolo, preguntandole como haba hecho una cosa así..¡¡ Mi amigo no entendía nada. Fuimos a la comisaría, mientras Matías negaba las acusaciones de los oficiales, yo no podía creer la situación que estaba viviendo. Con el abogado de Matias ne la comisaría y tras varias horas de un vil interrogatorio, se comprobó que un Matias Lopez que vive en el distrito de La Matanza, había matado a alguien por robo. Ni el documento servía para identificar al no asesino, ni sus huellas dactilares. Hoy, mi amigo Matias Lopez, debe viajar sistematicamente a un juzgado de la Matanza para delindar toda responsabilidad en los hechos que se le imputan. Todo por la portación de nombre. Pobre Matias Lopez, "mi amigo" (desde que me enteré que era inocente...).

Fede Fernandez dijo...

Ah me hago cargo del posteo anterior y todo l oque dennota su signifiado... La psicologia femenina es tannn inconformista... espero no haber quedado machista con el comentario.. aunque pensandolo bien, sin las mujeres, ese Ser tan hermoso, no se que haríamos los hombres...


(acaso robots inteligentes que no cuestionen y que brinden todo el calor humano -en todo sentido-..que puedan brindar??) No lo creo.. las MUJERES SON UNICAS..¡¡

Verónica Di Ciano dijo...

Me toca escribir abajo de Fede, así que agradezco el halago (la arreglaste bien, eh).

Pasando al tema de los nombres, les cuento que mi papá se llama Tito (así como lo leen está en el documento) y no tiene segundo nombre. Entonces pienso que toda la vida tuvo que cargar con ese nombre y con miles de explicaciones (y nosotros, su familia, también). Al preguntarle ¿cómo te llamás? y recibir de respuesta Tito creo que se mezcla la forma de la enunciación con la forma del contenido. Mi papá realmente se llama Tito, pero todo el mundo piensa que es un apodo. Entonces al pensar que respondió con su apodo al ser preguntado por su nombre, creo que se genera una proyección imaginaria de un tipo de persona sólo por ese hecho. Por ejemplo: qué desubicado, cómo va a decir su apodo en el registro civil, ante sus clientes, etc. Esto es un poco lo que veíamos en clase, de que el nombre opera de nosotros. Yo ya me acostumbré y no me llama la atención, pero al hablarle a alguien nuevo siempre se genera la necesidad de explicación o el dejar que cada uno imagine lo que quiera.

Y respecto de mi nombre se me ocurre contar que mi mejor amiga se llama como yo, Verónica, entonces me acostumbré a ser Vero D y ella Vero C. Ya que con el nombre no bastaba para diferenciarnos tuvimos que agregarle algo. Y pienso realmente quería diferenciarme de mi mejor amiga? Es loco, pero sí.

Una última cosa respecto de la cantidad de información ilimitada que tenemos a nuestro alcance hoy en día. Empecé a trabajar en un colegio hace poco, y cuando me pongo a buscar actividades por Internet me vuelvo loca. Es increíble, pero en cada página hay links, de links, de links. Y me doy cuenta que puedo estar toda la vida. Digo: bueno, selecciono, pero cómo seleccionamos lo mejor cuando no nos da la vida para poder leer todo lo disponible?

Bueno, les mando un saludo, nos vemos.

Lorena dijo...

El nombre es con lo que nos identificamos ante los otros y con el cual nos reconocen, por lo menos ante alguien desconocido.
Y ante nosotros mismos de alguna manera también, ya que lo aceptamos y sabemos que nos va a acompañar a lo largo de nuestra vida (a no ser que lo cambiemos, claro)
A mi me paso cuando era chica que no llegaba a indentificarme el 100%, como decir es mío solamente ese nombre ya que en mi curso había otra Lorena (y quién esta actualmente en mi grupo de amigas desde aquellos tiempos). Con ella compartí la primaria y la secundaria y pasaba que a veces nos tenían que poner apodos molestos, llamarnos por el apellido (cosa que detesto y odiaba cuando lo hacían), diminitutivos, etc, para diferenciarnos, para que cuando alguien dijera "Lorena?" no nos dieramos vuelta las dos. Ahí es cuando uno piensa "¡me quiero cambiar el nombre!" pero después a la larga las 2 nos acostumbramos además al estar en el mismo grupo de amigas alguien que no nos conoce siempre se confunde. Ahi empezamos a ser Lorena 1 y Lorena 2 jaja
Igual estoy muy orgulla de compartir el nombre con ella porque no solo nos une eso sino muchas cosas más.

Marcelo Arce dijo...

Mi nombre...quiere que le cuente?
me harte que todos me digan: ah! vos sos el de la musica clasica ?, no lo pude soportar , asi que hice las valijas y me vine a vivir al polo norte...:D

Gabby dijo...

Tarde pero seguro... No habia visto este ultimo link hasta ayer que empece a tratar de resolver el parcial... Me parecio muy divertido este tema de los nombres y me adhiero a varias opiniones dadas por mis compañeros con respecto al tema. Como por ejemplo que el nombre forma parte de uno, que nos identifica, sino ¿còmo nos llamariamos los uno a los otros?, que algunos estan de acuerdo, que a otros no les gusta... Yo digo, que el nombre, por mas que sea elegido por nuestros padres, habla de nosotros, nos dice algo con respecto a nuestra personalidad, es curioso pero es asi... Serà porque un día tuve la curiosidad de saber que significaba y una vez que lei el significado me vi en èl. Y si bien es un nombre comun, me llamo la atención. De todos modos, se que tambien no somos solo un nombre y que a pesar de que muchas "Gabrielas", tengamos ciertas cosas en comun (como las caracteristicas del nombre) seamos en muchas otras diferentes..
Anecdotas con respecto a mi nombre? si que las hay... Cuando le pregunte a mi mama por que me habia puesto asi me dijo por el boom de Gaby Sabatini... :S... la verdad no me habia gustado...
Tambien recuerdo cuando hasta tercer grado nos hacian escribir nuestros nombre... dos renglones me llevaba escribir mi nombre completo! Gabriela Alejandra... mas largo imposibles le dije a mi mamà...
Como asi tambien recuerdo que en el aula de 5to grado eramos 3 Gabriela y me terminaron llamando por mi segundo nombre (que aun no me siento como identificada) Me gritaban "Ale" y no me hacia cargo!! jajaja...

En fin, Gabriela no me disgusta... Igual prefiero qque me llamen Gabby... Simple, corto y simpatico... Solo me dicen Gabriela cuando alguien se enoja conmigo...

Ah! y con respecto a como esta escrito ese Gabby, lo empece a escribir asi hace unos 3 años mas o menos, si escribia Gaby, Gabi, era como cualquier otro apodo, queria ser diferente...

saludos!