Acabo de escribir en un comentario a la entrada inferior que no estoy seguro de si creo o no creo en dios. (¡Discúlpame, Dios, pero no he dicho que NO CREA en tí, sino que no estoy seguro de si YO creo o no creo! Entiendo que no deberías ofenderte por ello, ¿verdad? Aunque claro, si en verdad eres todopoderoso, pien PUEDES ofenderte o dejar de hacerlo, según te venga en divina gana...)
Pero entre blogs y religión, acabo de toparme con la siguiente noticia en Internet, chupate esta mandarina, que dice así:
"El Vaticano creará un nuevo sitio para interactuar con los creyentes. De esta manera, la Santa Sede se sumará a la moda actual de los blogs en Internet. Se tratará de una "plaza virtual" en la cual los internautas católicos podrán compartir experiencias, documentos y fotografías con otros fieles de todo el mundo. ... El proyecto, que está a cargo de la Oficina de Internet de la Santa Sede, estaría disponible en la Red esta primavera. ... De esta manera, los internautas católicos podrán comunicarse más fluidamente con las autoridades del Vaticano e intercambiar experiencias, documentos y fotografías con otros fieles de todo el mundo."
Si quieren pueden ver la nota completa acá.
La verdad es que yo pensé que el ideal de toda religión sería lograr tomar contacto espiritual con la deidad de turno sin intermediarios, pero resulta que en lugar de eso ahora intermediamos a los intermediarios. ¿Se podrán hacer confesiones y penitencias a través de la red? ¿Y chusmear (oh, divino vouyerismo) las confesiones realizadas por otros, a través de la instalación de algún programita que hackee los servidores del Vaticano? Mmmmm... ¿Intercambiamos estampitas?... ¿No será ya demasiado?...
7 comentarios:
Sinceramente no me imagino al Papa sentado frente a la maquina chateando y escribiendo palabras acortadas. Evidentemente los míos son puros prejuicios. Jajaja.
(va con respeto).
Debo confesar algo ante este post. Cuando estaba en el colegio secundario un amigo judío me pasó una web donde la gente de la colectividad le hacía preguntas online a un Rabino que no recuerdo por qué motivo él conocía. Entré a ver un poco, y me encontré con que era cierto, pero por respeto no hice ninguna pregunta. Cuando se lo comenté a Ezequiel (mi amigo) me dijo que él pasaba un buen rato haciendole consultas al Rabino con diferentes identidades sólo para divertirse, y hasta había descubierto que eran textos predeterminados (con algunos cambios), de acuerdo al tema que se consultaba. Su diversión radicaba en preguntarle cosas cada vez más desubicadas, a lo que siempre encontraba un patrón de respuesta, de acuerdo al tema propuesto.
Estoy imaginándome la oficina de internet del vaticano, con mucha gente trabajando en respuestas predeterminadas para los millones de fieles que entren en dudas. Me pregunto si pondrán "banners" publicitarios, o si otorgarán las respuestas sólo para clientes Mastercard que se animen a colocar sus 16 dígitos online a modo de diezmo, y logren tener "el mundo entero en sus manos". No quiero pensar que tipo de fotografías o documentos intercambiarán los fieles con la santa sede. Intento imaginarme que tipo de nuevas penitencias online imaginarán.
1.días sin Messenger.
2.días sin lecturas de diario online
3.lecturas religiosas online obligatorias en sitios ideologicamente seguros.
4. Mandar un mail con 50 padres nuestros (no vale Copy Paste)
Más no se me ocurre.
Ratzinger acaba de iniciar sesión.
Y les cuenta un chiste:
Son los últimos días de Hitler y el führer, a quien ya le resulta clara la inminente derrota, da la orden a sus jerarcas militares de que asesinen a todos los prisioneros y a los disidentes, judíos, gitanos y polacos que encuentren. La orden se expande por toda Europa y cada soldado se compromete a hacer su aporte al exterminio final. Un joven oficial que se encuentra en Polonia da la orden a sus soldados de que maten a los prisioneros capturados hasta ese momento, y también a los judíos que se encuentran en los campos de concentración, y a los mismos polacos, que buscan refugio en cualquier lado. Los muertos caen uno después de otro, algunos se refugian en las iglesias. Los soldados entran en las iglesias y disparan. El oficial avanza con la Luger en la mano y llega al altar, donde, acurrucado, un joven cura polaco llora y le implora que no dispare.
—Nein, debo matarte porque esa fue la orden ke me dio mi führer— dice, y le apunta con la pistola.
—No, deténte, deténte, te lo ruego, no me mates, no lo hagas...
—Debo matarte, como he matado a tantos enemigos de Alemania...
—No, deténte...
El oficial está apretando el gatillo.
—Deténte, debes saber algo... Si me dejas vivir, un día seré Papa...
El oficial duda, lo mira, baja la pistola y dice:
—Ok, pero después sigo yo, ¿eh?
Digo, nada más, que a juzgar por la cantidad de comentarios, comparando este post y el más reciente de arriba, que pareciera ser que el fútbol tiene mucho más rating, al menos en los tiempos que corren, que la religión... o que Kandinsky... por no hablar de la dignidad ontológica...
…y bueno, la tecnología llego hasta el vaticano... es bueno? es malo? Me parece que el intercambio de estampillitas suena un poco divertido, o mejor es pensar en una video conferencia entre el papa y algún feligrés... será cierto? o pondrán a un doble bien maquillado enfrente de cada computadora y así cumplir con todas las oraciones y confesiones sin demoras... la cosa no se va a poder demorar mucho, no se olviden que lo virtual es sinónimo de rapidez.
Si le seguimos viendo el lado positivo... para el día en que me case ya estará la tecnología en todas las iglesias por lo tanto ya no necesitaré que vengas esos familiares lejanos e insoportables les mando una invitación animada en power point para que se pongan frente a la pantalla y que vean mi ceremonia desde lejos...
Mmmmm suena bien para un futuro currito jejeje
No me sorprende mucho. Desde hace algún tiempo las nuevas tecnologías comenzaron a usarse por diferentes congregaciones (principalmente, la iglesia evangélica) en pos de difundir vivencias religiosas, establecer contacto con personas distantes, etc. Serán herramientas para controlar o ampliar el número de feligreses (adherentes) o expandir la experiencia de alguno que se haya tropezado con Dios.
Sería interesante que exhibieran los documentos que, después de años de historia, continúan ocultos en la biblioteca más grande del mundo, la del Vaticano. Sin embargo sólo nos han permitido acceder a la lectura de uno de ellos: la Biblia (¿el “documento” oficial?). Yo esperaría al surgimiento de un grupo crítico que, poseyendo los conocimientos y elementos necesarios, nos revele una mirada distinta sobre este contacto “virtual”, esta exhibición de información por parte del Vaticano que, a primera vista pareciera resolverse como un acto de transparencia... “virtual”.
Todo negocio. Para mí es todo negocio. Hago mía una frase tantas veces repetidas por mi viejo para aplicarla ahora a la novedad de Vaticano. Reconozco que soy bastante pesimista respecto de las instituciones eclesiásticas. No me sorprendería que ese “intercambio de documentos” se transforme en “ventas de estampitas al mejor postor”. Creo que la Iglesia pretende recuperar de alguna forma los fieles que ha perdido en los últimos tiempos, aquellos que alguna vez creyeron en la posibilidad de tener una comunicación directa con su máximo representante. ¿O si no por qué eso de “los internautas católicos podrán comunicarse más fluidamente con las autoridades del Vaticano”?
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