Durante un par de cuatrimestres propuse un poema pretendidamente herético escrito por el uruguayo Mario Benedetti para cruzar con las Meditaciones metafísicas de René Descartes, que vosotros habéis de leer para la próxima clase.
El texto de Benedetti en cuestión puede ser leído a través de este link (lo cual significa que la consigna sigue en pie). La idea es imaginar qué sucedería si Dios, en lugar de ser lo que todos y cada uno de nosotros sabe que es (?), fuese -por ejemplo- mujer. O en lugar de uno varios. O si fuese alguna otra cosa, la que a ustedes se les ocurra.
Pero además se me ocurrió, como para completar la cosa, que otro texto que bien podría vincularse con lo mismo es éste que canta aquí debajo el bueno de John Lennon. Que como es tan conocido quizás ni valga la pena que copie su letra y/o la traduzca.
Aguardo vuestros aportes y comentarios.
10 comentarios:
Germán:
Mi nombre es Florencia Illbele y llegué a este Blog a través de una compañera. El motivo de mi mensaje es para preguntarle si hay alguna posibilidad de que yo me pase a su comisión de los días Jueves de 19 a 21. Espero su respuesta, muchas gracias!
flopona@hotmail.com
(El mensaje anterior ha sido respondido por correo privado.)
mmhh, me pregunto que pasaria con el machismo si Dios fuera mujer? Yo, particularmente creo que Dios es una palabra que sugestiona y justifica preguntas sin respuesta pero no lo imagino como una persona.
Alguien me puede explicar por que cuando en la television o en el cine representan a Dios tiene voz gruesa como de locutor?
en serio nico!!! al ser la imagen de dios como hombre se justifican un monton de pavadas... Yo creo q fue un hombre el que invento que dios es masculino. Solo para molestar a las mujeres.
saludos
Mili
p.d: el puente sì que "comunica"!!
Quizás si Dios fuera mujer, sería aún más convocante, porque creo que la mujer es más atractiva en todos los sentidos. Pero más que como lo plantea Benedetti, sería interesante pensar a Dios mujer, como Dios madre. Porque posiblemente muchos de nosotros, si hay alguien en quien creemos, confiamos, le pedimos cosas, le lloramos, y también, le agradecemos, es a nuestras madres. Podría ser, no??
De todas maneras, creo que de la misma manera que plantea Benedetti lo que pasaría si Dios fuera mujer desde una mirada del hombre, y la seducción de ella hacía él, se explica por qué, desde una mirada general, amplia y fugaz, se puede pensar que hay más mujeres devotas, suponiendo entonces que Dios sea hombre.
Pero desde mi perspectiva, creo que Dios no es ni hombre, ni mujer, ni niño, ni adulto, ni anciano… Sino todas esas cosas juntas, unidas, superadas y más aún.
Con respecto a Imagine, creo que todos podemos ser soñadores y unirnos si buscamos dentro nuestro, muy profundo. Pero que lamentablemente el mundo que nos rodea nos ha creado una caparazón tan dura dura, que cada día nos cuesta más y más, imaginarnos posibles cosas como las que soñaba Lennon.
Si Dios fuera mujer, perdonaría menos cosas... Por otro lado, me puse a escuchar una versión Gospel de Imagine que tengo desde hace mucho tiempo y había olvidado. Muy bueno.
En nuestra remotamente machista cultura Dios DEBE ser hombre. Es la única manera que tienen los hombres (el género masculino, digo) para ubicarse por encima del acto mujeril de dar vida.
Por lo demás, para mi Dios es como el ojo de Gran Hermano. No, mejor, es como el ojo de Sauron. Definitivamente, Dios es Sauron.
Ciertamente me resulta imposible imaginar a Dios como mujer. Más allá de las razones (y aquí coincido con lauram) por las cuáles Dios es hombre, las imágenes que solemos tener de esta entidad tienden a coincidir con una visión forzada, fantástica y por qué no cinematográfica del asunto. Y es entonces que me pregunto cómo me imagino yo a Dios si es que no puedo concebirlo como mujer, y soy cuasi conciente de que vivimos en un mundo que se dice open-minded pero que no deja de ser machista en todas sus esquinas. Pero antes de haber comenzado a esforzar mi mente en esta búsqueda, debería haberme preguntado si creo en la existencia de aquel Gran Demiurgo. Y sé que no tengo respuesta para esta complicada cuestión que ya me planteé infinitas veces. Descartes intentó convencerme (aunque con fundamentos que no comprendo porqué derivaron en la justificación de que Dios existe y no en una cosmovisión solipsista) pero antes que él otros probaron con el camino opuesto. Así que, definitivamente, si Dios fuera, y si tuviera que ser humano, hombre o mujer, y optara por ser femenino, entonces todo lo que hoy creo que constituye al mundo tal y como lo veo dejaría simplemente de ser como es. Viviría en otra realidad completamente distinta que, por ahora, no estoy dispuesta a imaginar.
siguiendo lo que comentaba antes en clase, creo que tanto el poema, el tema de Lennon y, sin duda, el texto de Descartes, invitan a la reflexión, introducen ese problemático, lúdico e inivitable... "y si...". Nos animan a pensar que lo que "es" no lo "es" sino porque su esensia es construcción y no, "cosa dada". Que lo que es, además de lo que podemos percibir (muchas veces engañoso) o lo que el sentido común dicta, encuentra en su potencialidad la de poder ser otra cosa distinta...
Y en ese sentido, somos todos alumnos porque no podemos conocer a ninguna identidad sino, con suerte, en una, dos o tres de sus perspectivas. Dificilmente podremos echar luz sobre todo lo que implique.
Relacionar estos tres "textos" me remite a la "epoje", como la planteaba Husserl en su método fenomenológico, es decir, "la puesta entre paréntesis de la realidad del mundo que conduce a la apropiación de la realidad del yo, de la propia conciencia."
Lauram: Interesante... Dios es Sauron, me gustó.
¡Saludos!
¿Qué pasaría si Dios fuera otra cosa de la que me imagino? A mí en realidad, lo que me da más terror, es que Dios no fuera nada, solo un simple invento del cual las personas se aferran para tener fe en algo. ¿Qué sería de nosotros si Dios no existiera?
Coincido plenamente con vos "i griega", viviríamos en una realidad totalmente distinta. Y creo que hay veces que somos tan reticentes al cambio, que rara vez queremos urgar que hay más allá de lo que creemos.
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