domingo, junio 03, 2007

Reciclaje de palabras...

A mis 12 años de edad estuve a punto de ser atropellado por una bicicleta. Un señor cura que pasaba me salvó con un grito: «¡Cuidado!» El ciclista cayó a tierra. El señor cura, sin detenerse, me dijo: «¿Ya vio lo que es el poder de la palabra?» Ese día lo supe.

(Gabriel García Márquez)


-------------------
No es que no quiera escribir. Estoy corrigiendo parciales. Por eso es que no me he tomado tiempo para generar todavía una nueva entrada acerca de los nuevos temas que estamos viendo.

No obstante ello, quise aprovechar algunas cosas que estaban escritas ya desde antes, como para proponer como material de lectura acerca de las palabras.

Por ejemplo esto, acerca de la curiosa idea de que un auto deba parecer agresivo.

-------------------
“Las palabras se esfuerzan,
se resquebrajan y a veces se rompen,
bajo la carga,
bajo la tensión, resbalan,
se deslizan, sucumben,
se pudren con su imprecisión,
no se quedan en su sitio,
no se quedan quietas.”

(T.S. Eliot)


-------------------
También está esto otro, aunque no estoy seguro acerca de qué...

-------------------
Se preguntaba alguna vez Julio Cortázar
por qué razón habríamos de seguir
escribiendo o diciendo cosas,
siendo que ya todo ha sido dicho,
de una u otra manera,
en algún otro momento.

A Cortázar le contesta André Guide:
Como no escuchamos,
no queda entonces más remedio
que volver a decirlo
todo de nuevo.

G.S.

-------------------

Y fundamentalmente tenemos este texto, acaso un tanto largo para anotación del blog. Pero creo que vale la pena leerlo...

...Tan enorme era aquella cara, que con facilidad habría podido llevar su nombre escrito sobre ella un centenar de veces. Humpty Dumpty estaba sentado con las piernas cruzadas, como si fuera un turco, en lo alto de una pared. Pero era tan estrecha que Alicia se asombró de que pudiese mantener el equilibrio sobre ella. Y como tenía los ojos fijos, mirando en dirección contraria a Alicia, y como estaba ahí sin hacerle el menor caso, pensó que después de todo podía no tratarse más que de un muñeco.

--¡Es la mismísima imagen de un huevo --dijo Alicia en voz alta, de pie delante de él y con los brazos preparados para cogerlo en el aire, tan segura estaba de que se iba a caer de un momento a otro.
--¡No te fastidia...! --dijo Humpty Dumpty después de un largo silencio y cuidando de mirar hacia otro lado mientras hablaba-- ¡qué lo llamen a uno un huevo...! ¡Es el colmo!
--Sólo dije, señor mío, que usted se parece a un huevo --explicó Alicia muy amablemente-- y ya sabe usted que hay huevos que son muy bonitos –añadió esperando que la inconveniencia que había dicho pudiera pasar incluso por un cumplido.
--¡Hay gente-- sentenció Humpty Dumpty mirando hacia otro lado, como de costumbre-- que no tiene más sentido que una criatura!

Alicia no supo qué contestar a esto: no se parecía en absoluto a una conversación, pensó, pues no le estaba diciendo nada a ella; de hecho, este último comentario iba evidentemente dirigido a un árbol... así que quedándose donde estaba, recitó suavemente para sí:

Tronaba Humpty Dumpty
desde su alto muro;
mas cayóse un día,
¡y sufrió un gran apuro!
Todos los caballos del Rey,
todos los hombres del Rey,
¡ya nunca más pudieron
a Humpty Dumpty sobre su alto muro
tronando ponerle otra vez!

--Esa última estrofa es demasiado larga para la rima --añadió, casi en voz alta, olvidando que Humpty Dumpty podía oírla.
--No te quedes ahí charloteando contigo misma --recriminó Humpty Dumpty, mirándola por primera vez. Dime más bien tu nombre y profesión.
--Mi nombre es Alicia, pero...
--¡Vaya nombre más estúpido! --interrumpió Humpty Dumpty con impaciencia. ¿Qué es lo que quiere decir?
--¿Es que acaso un nombre tiene que significar necesariamente algo? -–preguntó Alicia, nada convencida.
--¡Pues claro que sí! --replicó Humpty Dumpty soltando una risotada. El mío significa la forma que tengo. ¡Y una forma bien hermosa que es! Pero con ese nombre que tienes, ¡podrías tener prácticamente cualquier forma!
--¿Por qué está usted sentado aquí fuera tan solo? --dijo Alicia que no quería meterse en discusiones.
--¡Pues porque no hay nadie que esté conmigo! --exclamó Humpty Dumpty. ¿Te creíste que no iba a saber responder a eso? Pregunta otra cosa.
--¿No cree usted que estaría más seguro aquí abajo, con los pies sobre la tierra? --continuó Alicia, no por inventar otra adivinanza sino simplemente porque estaba de verdad preocupada por la extraña criatura. ¡Ese muro es tan estrecho!
--¡Pero qué adivinanzas tan tremendamente fáciles que me estás proponiendo! --gruñó Humpty Dumpty. ¡Pues claro que no lo creo! Has de saber que si alguna vez me llegara a caer... lo que no podría en modo alguno suceder... pero en caso de que ocurriese... --y al llegar a este punto frunció la boca en un gesto tan solemne y fatuo que Alicia casi no pudo contener la risa. Pues suponiendo que yo llegara a caer --continuó-- el Rey me ha prometido... ¡ah! ¡Puedes palidecer si quieres! ¿A que no esperabas que fuera a decir una cosa así, eh? Pues el Rey me ha prometido... por su propia boca... que... que...
--Que enviará a todos sus caballos y a todos sus hombres --interrumpió Alicia, muy poco oportuna.
--¡Vaya! ¡No me faltaba más que esto! --gritó Humpty Dumpty súbitamente muy enfadado. ¡Has estado escuchando tras las puertas, escondida detrás de los árboles, por las chimeneas... o no lo podrías haber sabido!
--¡Desde luego que no! --protestó Alicia, con suavidad. Es que está escrito en un libro.
--¡Ah, bueno! Es muy posible que estas cosas estén escritas en algún libro --concedió Humpty Dumpty, ya bastante sosegado. Eso es lo que se llama una Historia de Inglaterra. Ahora, ¡mírame bien! Contempla a quien ha hablado con un Rey: yo mismo. Bien pudiera ocurrir que nunca vieras a otro como yo; y para que veas que a pesar de eso no se me ha subido a la cabeza, ¡te permito que me estreches la mano!

Y en efecto, se inclinó hacia adelante (y por poco no se cae del muro al hacerlo) y le ofreció a Alicia su mano, mientras la boca se le ensanchaba en una amplia sonrisa que le recorríó la cara de oreja a oreja. Alicia le tomó la mano, pero observándolo todo con mucho cuidado: --Si sonriera un poco más pudiera ocurrir que los lados de la boca acabasen uniéndose por detrás –pensó-- y entonces, ¡qué no le sucedería a la cabeza! ¡Mucho me temo que se le desprendería!
--Pues sí señor, todos sus caballos y todos sus hombres --continuó impertérrito Humpty Dumpty --me recogerían en un periquete y me volverían aquí de nuevo, ¡así no más! Pero... esta conversación está discurriendo con excesiva rapidez: volvamos a lo penúltimo que dijimos.
--Me temo que ya no recuerdo exactamente de qué se trataba --señaló Alicia, muy cortésmente.
--En ese caso, cortemos por lo sano y a empezar de nuevo --zanjó la cuestión Humpty Dumpty. Y ahora me toca a mí escoger el tema...
(--Habla como si se tratase de un juego-- pensó Alicia.)

--Así que he aquí una pregunta para ti: ¿qué edad me dijiste que tenías?
Alicia hizo un pequeño cálculo y contestó: --Siete años y seis meses.

--¡Te equivocaste! --exclamó Humpty Dumpty, muy ufano. ¡Nunca me dijiste nada semejante!
--Pensé que lo que usted quería preguntarme era más bien «¿qué edad tiene?» --explicó Alicia.
--Si hubiera querido decir eso, lo habría dicho --replicó Humpty Dumpty.

Alicia no quiso ponerse a discutir de nuevo, de manera que no respondió nada.

--Siete años y seis meses... --repetía Humpty Dumpty, cavilando. Una edad bien incómoda. Si quisieras seguir mi consejo te diría: «deja de crecer a los siete»... Pero ya es demasiado tarde.
--Nunca se me ha ocurrido pedir consejos sobre la manera de crecer –respondió Alicia, indignada.
--¿Demasiado orgullosa, eh? --se interesó el otro.
Alicia se sintió aun más ofendida por esta insinuación.
--Quiero decir --replicó-- que una no puede evitar el ir haciéndose más vieja.
--Puede que una no pueda --le respondió Humpty Dumpty-- pero dos ya podrían. Con los auxilios necesarios podrías haberte quedado para siempre en los siete años.

--¡Qué hermoso cinturón tiene usted! --observo Alicia súbitamente (pues pensó que ya habían hablado más que suficientemente del tema de la edad; y además, si de verdad iban a turnarse escogiendo temas, ahora le tocaba a ella). Digo más bien... --se corrigió pensándolo mejor-- qué hermosa corbata, eso es lo que quise decir... No, un cinturón, me parece... ¡Ay, mil perdones, no sé lo que estoy diciendo! --añadió muy apurada al ver que a Humpty Dumpty le estaba dando un ataque irremediable de indignación, y empezó a desear nunca haber escogido ese tema. --¡Si solamente supiera --concluyó para sí misma-- cual es su cuello y cuál su cintura!

Evidentemente, Humpty Dumpty estaba enfadadísimo, aunque no dijo nada durante un minuto o dos. Pero cuando volvió a abrir la boca fue para lanzar un bronco gruñido.
--¡Es... el colmo... del fastidio --pudo decir al fin-- esto de que la gente no sepa distinguir una corbata de un cinturón!
--Sé que revela una gran ignorancia por mi parte --confesó Alicia con un tono de voz tan humilde que Humpty Dumpty se apiadó.
--Es una corbata, niña; y bien bonita que es, como tú has dicho. Es un regalo del Rey y de la Reina. ¿Qué te parece eso?
--¿De veras? --dijo Alicia encantada de ver que había escogido después de todo un buen tema.
--Me la dieron --continuó diciendo Humpty Dumpty con mucha prosopopeya, cruzando un pierna sobre la otra y luego ambas manos por encima de una rodilla-- me la dieron... como regalo de incumpleaños.
--¿Perdón? --le preguntó Alicia con un aire muy intrigado.
--No estoy ofendido --le aseguró Humpty Dumpty.
--Quiero decir... ¿qué es un regalo de incumpleaños?
--Pues un regalo que se hace en un día que no es de cumpleaños, naturalmente.

Alicia se quedó considerando la idea un poco, pero al fin dijo:
--Prefiero los regalos de cumpleaños.
--¡No sabes lo que estás diciendo! --gritó Humpty Dumpty. A ver: ¿cuántos días tiene el año?
--Trescientos sesenta y cinco --respondió Alicia.
--¿Y cuántos días de cumpleaños tienes tú?
--Uno.
--Bueno, pues si le restas uno a esos trescientos sesenta y cinco días, ¿cuántos te quedan?
--Trescientos sesenta y cuatro, naturalmente.

Humpty Dumpty no parecía estar muy convencido con este cálculo.
-–Me gustaría ver eso por escrito --dijo.
Alicia no pudo menos de sonreír mientras sacaba su cuaderno de notas y escribía en él la operación aritmética en cuestión: 365 - 1 = 364.

Humpty Dumpty tomó el cuaderno y lo consideró con atención.
--Sí, me parece que está bien... --empezó a decir.
--Pero, ¡si lo está leyendo al revés! --interrumpió Alicia.
--¡Anda! Pues es verdad, ¿quién lo habría dicho? --admitió Humpty Dumpty con jovial ligereza mientras Alicia le daba vuelta el cuaderno. Ya decía yo que me parecía que tenía un aspecto algo rarillo. Pero en fin, como estaba diciendo, me parece que está bien hecha la resta... aunque, por supuesto no he tenido tiempo de examinarla debidamente... Pero, en todo caso, lo que demuestra es que hay trescientos sesenta y cuatro días para recibir regalos de incumpleaños...
--Desde luego --asintió Alicia.
--¡Y sólo uno para regalos de cumpleaños! Ya ves... ¡He aquí un glorioso para ti!
--No sé qué es lo que quiere decir con eso de «glorioso» --observó Alicia.

Humpty Dumpty sonrió despectivamente.
--Pues claro que no... y no lo sabrás hasta que te lo diga yo. Quiere decir que «ahí te he dado con un argumento que te ha dejado bien aplastada».
--Pero «glorioso» no significa «un argumento que te deja bien aplastado» --objetó Alicia.
--Cuando yo uso una palabra --insistió Humpty Dumpty con un tono de voz más bien desdeñoso-- quiere decir exactamente lo que yo quiero que diga... ni más ni menos.
--La cuestión --insistió Alicia-- es si se puede hacer que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes.
--La cuestión --zanjó Humpty Dumpty-- es saber quién es el que manda... eso es todo.

Alicia se quedó demasiado desconcertada con todo esto para decir nada; de forma que tras un minuto Humpty Dumpty empezó a hablar de nuevo:
--Algunas palabras tienen su genio... particularmente los verbos... son los más creídos. Con los adjetivos se puede hacer lo que se quiera, pero no con los verbos. Sin embargo, ¡yo me las arreglo para tenerlos controlados a todos ellos! ¡Impenetrabilidad! Eso es lo que yo siempre digo.
--¿Querría decirme, por favor --rogó Alicia-- qué es lo que quiere decir con "impenetrabilidad"?
--Ahora sí que estás hablando como una niña sensata --aprobó Humpty Dumpty, muy orondo. Por «impenetrabilidad» quiero decir que ya basta de hablar de este tema y que más te valdría que me dijeras de una vez qué es lo que vas a hacer ahora pues supongo que no vas a estar ahí parada para el resto de tu vida.
--¡Pues no es poco significado para una sola palabra! --comentó pensativamente Alicia.
--Cuando hago que una palabra trabaje tanto como esa --explicó Humpty Dumpty--siempre le doy una paga extraordinaria.
--¡Oh! Dijo Alicia. Y estaba demasiado desconcertada con todo esto como para hacer cualquier otro comentario.
--¡Ah, deberías verlas cuando vienen los sábados por la noche! --continuó Humpty Dumpty. Vienen por su paga, ya sabes...

(Alicia no se atrevió a preguntar con qué les pagaba, de manera que menos podría decíroslo yo a vosotros.)...

(Humpty Dumpty (fragmento), de Alicia al otro lado del espejo, de Lewis Carroll)

23 comentarios:

Anónimo dijo...

CUANDO VEAN GENTE A LA INTEMPERIE, LLAMEN A ESTE TELÉFONO... LOS PASAN A BUSCAR, LOS BAÑAN, LES DAN DE COMER Y UNA CAMA LIMPIA.

0800-777-6242

Gobierno de la Cdad. de Bs. As.
Línea 108 de atención social

HOGAR: PASEO COLÓN 1366

Anónimo dijo...

suele suceder que en los cuentos infaniles, cuanto as antiguos mejor, se encuentan muchos ejemplos de como la accion se mueve solo por el accionar del lenguaje. sea una maldicion pronnciada en el debido momento o un mal entendido que desemboca en ciertos hechos.
Ademas leyendo versiones originales de cuentos clasicos de grande, me impresiono mucho como su narracion es mas dura y directa. Y como eso no me impresionaba en mi tierna infancia.

Germán A. Serain dijo...

Vanesa, esto sucede no sólo en los cuentos infantiles: Dicen que Dios creó el universo a través del uso de la palabra. Basta que te bendigan o maldigan, para que de hecho te hayan bendito o maldito. Los políticos juran por Dios y por la patria... Y ni qué hablar de la fatídica sentencia "los declaro marido y mujer" (como si la mujer no fuese tal cosa antes de ser declarada tal...), que no son sino palabras, y sin embargo.

Hágase la luz...
Abrete sésamo...
Etcétera.

Así nos va.

Anónimo dijo...

mmm, nunca me habia dado cuenta que era "marido y mujer" y no "marido y esposa".
Parece como si se le asignase un poder a la palabra (sin importar mucho quien lo diga), es como si la palabra por si misma estuviera dotada de autoridad.
Pero... no creen q hoy un poco se esta perdiendo eso? Me puse a pensar en la "palabra de honor" o cosas similares y creo q hoy por hoy ese "poder" que tienen las palabras se esta perdiendo.
Queria comentar dos anecdotas que no me atrevi a decir en clase el jueves pasado: 1) cuando yo estaba en el primario (colegio catolico de monjas) era el furor del tamagochi. en una semana casi todo el alumnado tenia su juguete. de repente por las aulas comenzaron a pasar las monjas con una caja. nos obligaron a depositar nuestros tamagochis ahi y nos controlaban en los recreos que no tuvieramos uno. Mandaron notas a las casas prohibiendo su uso y argumentaron q el unico q podia resucitar era jesus.
2) mis sobrinos hablan en neutro porque miran todo el dia discovery kids!

Germán A. Serain dijo...

"...y argumentaron que el único que podía resucitar era Jesús", dice Nadia que dijeron las monjas.

¡¡¡Con lo cual admitieron, de hecho, que los tamagochis eran seres vivos!!!
-------------

Otra cuestión al margen: Siempre me llamó poderosamente la actitud de quienes escriben "D**s" en lugar de "Dios". Digo: Entiendo el argumento de que la deidad no deba ser suplantada por una imagen o una palabra, cuestión que algunas religiones llevaron al extremo de prohibir, directamente, a ese de quien se dice que es el creador de las cosas. Pero digo también: ¿No son acaso igualmente representativas las grafías "D**s" y "Dios"? ¿Por qué diablos sería (perdón...) más irrespetuosa una forma que la otra? Si alguien no quiere escribir la palabra "Dios", debería ingeniarse para no tener que aludir a El, directamente.
--------------

Otra más, también al margen, pero me acordé ahora: Dicen que el Gólem era un autómata creado con barro por un rabino que manejaba los secretos de la Cábala. La criatura cobraba vida cuando se colocaba sobre su frente un pergamino con la palabra hebrea "emeth" (verdad). Y cuando la criatura se volvió inmanejable (algo de esto me recuerda a Frankenstein...) se lo detuvo borrando la primera letra de aquella palabra (pues "meth" en hebreo sinifica muerte).

Anónimo dijo...

Y pensar que en algún momento me dijeron (y creí) que a las palabras se las llevaba el viento...

Germán A. Serain dijo...

Es que eso también es cierto, Geraldine. Por eso lo de Cortázar y Guide de la anotación principal.

Anónimo dijo...

Sí, totalmente de acuerdo. Quizás sea el mismo viento el que las lleva y las trae.

Una cosita más, sobre los temas que planteás “al margen”. El idioma hebreo tiene mucho de estas cuestiones con las palabras como las que comentás. Me acuerdo que en una de las primeras clases mencionabas que uno de los nombres con los que se “nombra” a Dios (y lo escribo con todas las letras y con la primera en mayúscula) es “Elohim”. Las palabras que terminan en “im” implican el plural. No me parece casual que justamente sea el nombre de Dios, aunque se hable de un Dios único y en singular (por lo menos en la biblia), el que sea plural. Tampoco creo que sea casual que la palabra “vida”, en hebreo “jaim”, también lo sea. ¿Será que las palabras quedan chicas para significados tan grandes?

Anónimo dijo...

"Aquí me pongo a cantar
al compás de la vigüela,
que el hombre que lo desvela
una pena estrordinaria,
como la ave solitaria,
con el cantar se consuela. (...)"

Cientos de palabras dichas en el momenton menos indicado... pareciera que nunca lo fuera... ellas se me escapan... ellas toman todos y ningún significado... pero muy pocas veces... son interpretadas con el verdadero sentido... pero cuál es el verdadero sentido? Ese que le doy o el que le da el otro... quién tiene el poder de decidir esto?
Según lo leido, parece que ni la etimología puede salvarnos de tantas confusiones...

No se por qué salté con Martin Fierro... quizás porque hablaba de mas...

no?

Manulandia...

Anónimo dijo...

Otra cosa que me olvidé...

Hace poco me llegó un ppt. en donde contaba que unos japoneses habían hecho una investigación sobre las reacciones que sufría el agua ante determinadas palabras/oraciones...
Con un super-mega-archi-mil-microscopio sacaron fotos de los comportamientos y los resultados fueron que ante palabras "buena onda" (te quiero, lindo... etc etc) se formaban formas "guau" y ante palabras mala onda obviamente que cosas feas... en fin.. el mensaje era, si el cuerpo es 70 %, por que no empezamos a decirnos cosas más lindas para que tengamos mejor energía y cambie nuestro humor???

Ahora todo bien con este mensaje... pero era necesario hacer todo este despelote para llegar a una conclusión, al menos para mi, obvia...?!?!?!

Pongámoslo en práctica... evitemos abrir la boca o tipear palabras sólo para tirar mala onda...

Qué tengan un feliz jueves!!!

Anónimo dijo...

Manu: en primer lugar es muy bueno lo q posteaste! voy a intentar llevarlo a la practica.
Por otra parte, creo que con "tus palabras" entreabriste una puerta (o llevado a lo vulgar, prendiste el ventilador) y si fue asi es porque realmente algun posteo te incomodo (no creo q haya sido el mio de manuplanet, no? si fue asi perdon!). Igual creo saber qué te molesto. No te lo guardes, si algo te incomoda decilo o deciselo y fue... pero siempre intentando poner en practica lo q escribiste arriba. no creo q este espacio haya sido creado (mmm si me escuchase la monja del tamagochi me diria q el unico capacitado para crear es Dios) para q nos sintamos incomodos, al contrario!
si necesitas hablar con alguien aca estoy, lo mismo para los demas, siempre es bueno tener un oido q escuche nuestras palabras porque sino q sentido tiene decirlas?

Anónimo dijo...

Este... ¿Me perdí de algo?...

Anónimo dijo...

Nadia,

Primero gracias por tu predisposición...
Volví a leer lo que escribí para descubrir en dónde entreabrí una puerta y/o transmití una molestia... no encontré nada... igualmente, te cuento que no estoy ocultando nada ni mucho menos tuve intenciones de insínuar algo por el estilo...

Qué paradoja! Las palabras se siguen mal interpretando... igual todo bien...

Anónimo dijo...

"Pongámoslo en práctica... evitemos abrir la boca o tipear palabras sólo para tirar mala onda..."
perdon!! pense q en la palabra "tipear" habia encerrado algo mas q "to type" o escribir con cualquier tipo de teclado. en realidad es porque la uni a las palabras "mala onda" y supuse q te estabas refiriendo a alguien q en algun posteo te habia tirado mala onda en relación a lo que tipeo jeje, siempre la misma rebuscada yo... perdon de nuevo por mal interpretar tus palabras. igual hoy antes de clase (si ambas llegamos un po antes te explico bien a lo q me referi), por si no me ubicas soy ehh la chica q curso con vos psicologia en el cbc!

Anónimo dijo...

¡Ah, no!... ¡De ninguna manera!... Haga públicas sus explicaciones, señorita! ¡Habráse visto!...

Anónimo dijo...

prometo hacerlas publicas siempre y cuando manu este de acuerdo, tampoco es cuestion de q yo mal entienda todo y divulgue algo q fue producto de mi imaginacion, no?
primero lo consulto, despues lo comento o acepto mi error, jeje
debo confesar: no lei para hoy pero lei lo de "el cazador de palabras", lo del accidente (no lo habiamos leido ya en otra oportunidad o tuve un deja vu?) lo de Alicia y los posteos.

Anónimo dijo...

de nuevo yo... PERDON!! interprete mal lo escrito por manu, lei entre lineas algo que no existia y que nunca bajo ningun concepto ni circunstancia manu quiso decir o insinuo.
no fue mi intencion, solo un simple mal entendido.
Lo dijo ella: "Las palabras se siguen mal interpretando..."
No hay nada que hacer publico porque no hay nada!

Anónimo dijo...

Nadia,
Tampoco para tanto!!! Según mi moral no has hecho nada tan grave como para pedir perdón...

Felíz día a todos los periodistas y a los que están en vías de serlo...(pregunta express: si sigo otra orientación que no es la de periodismo, cuándo me van a saludar? Igualmente, no me voy a morir si no existe... fue un flash)

Nicolás Bassani dijo...

Germán, te dejo mi mail por la nota del parcial nicobassani@gmail.com.
Por otro lado, como hablamos ayer en clase que lástima que no se pelearon chicas, hubiese sido divertido.
Saludos y buen finde

Anónimo dijo...

Nico si queres podemos hacer lucha en el barro o algo asi, total vos salis a la calle en bolas, jejejeje.

Nicolás Bassani dijo...

jajaja Nadia, en realidad creo que su pelea en el barro sería mucho mas interesante que mi danza nudista. Pero si te parece hagamos una votación que fiscalize Germán.
Saludos y buen finde

Anónimo dijo...

Danza nudista en el barro, entonces. Que se anoten los que quieran participar. (Yo me limito a mirar, aviso... por lo menos hasta que tome confianza.)

Anónimo dijo...

http://www.lanacion.com.ar/Archivo/nota.asp?nota_id=914832

acá va el artículo...