miércoles, octubre 22, 2008

Otra vez, de nuevo...

Amdré Guide decía que como solemos no escuchar, no nos queda más remedio que repetir las cosas una y otra vez. Por eso no tengo demasiado prurito a la hora de repetirme, o de repetir un texto ya propuesto en anteriores ocasiones.

Me parece que este texto de Alejandro Dolina ofrece algunas pautas, a quien tal cosa pueda interesarle, respecto de cómo veo yo la docencia.

Y en relación a la devolución de los parciales: Yo no sé cómo habrán hecho los parciales ustedes. Sí sé cómo los corrijo yo. Me tomo mi tiempo. Los leo una y otra vez, para estar seguro. Es el respeto que quienes hicieron su trabajo a conciencia se merecen de mi parte. Del otro lado está el respeto que merezco yo por dedicar un tiempo de mi vida a leerlos con detenimiento. A buen entendedor, sobran más palabras.

Punto final a esta cuestión.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno el artículo de Dolina... confieso que me siento muy identificada con esa forma de pensar. Siempre pienso en que no concibo la vida sin "obstáculos" (y va entre comillas porque a veces, ciertamente, no son sino una construcción del impaciente). Además, cuanta más oferta por menos tiempo, creo que lleva a pensar en el futuro más que en el presente, por ende, no lo disfrutamos por pensar en lo que vendrá. Creo yo. Es una permanente tensión. Y hoy en día, con la vorágine de ofertas incesantes de todo rubro, casi que no existe el disfrute por el hacer las cosas, sino desesperación por resultados ¿No?

Hombre polietileno dijo...

Estoy volviéndome loca, tratando de encontrar un programa del Gourmet en youtube, pero no está por ningún lado!jaja En fin, hay un programa que conduce Sumito Estevez (un chef venezolano, creo...) que se llama Gourmet India. El tipo estuvo no sé cuánto tiempo en la India, y en cada programa te muestran una parte diferente. El otro día, Sumito estaba en el desierto (no me pregunten cuál, obvio) y mostraba cómo vive la gente de ahí, le explicaba a la cámara que cocinan con leche o yoghurt porque no hay agua, y que las viviendas son muy rústicas, etc. etc. En un momento, llega a la puerta de una casa y le pide a un indio (con un gesto tocándose la panza, como cuando queremos decir que tenemos hambre o algo está rico) que le muestre la cocina o lo haga pasar a la casa. Mientras, habla a cámara, dice que se hizo entender y ahora iba a conocer una cocina y que le iban a cocinar, y estaba ansioso por probar la comida que preparan en el desierto. Entra a la casa, que era una cueva, literalmente, llega a la cocina, una india con un velo que le tapaba la cara, estaba sentada junto a lo que se podría llamar un "hornito". Empieza a cocinar- mientras, Sumito explicaba qué ingredientes estaba poniendo esta persona en la cacerola- y ni bien termina, Sumito dice a cámara que iba a probar el plato que le estaba haciendo la india, que estaba muy emocionado, porque era una experiencia diferente, blabla. Cuestión que la india le pasa el plato al marido y Sumito se queda re pagando. Yo me moría de risa mientras lo miraba. Aparte, el chef pone una cara terrible de que no entendía ni medio de lo que estaba pasando, y la india se queda sentadita, sin dar ningún indicio de nada. Después Sumito se da cuenta que es otra cultura y que la autoridad del marido es muy fuerte. Entonces le pide autorización al tipo para que la esposa le de un poco de lo que había cocinado (para eso tuvo que entrar un traductor en escena, que hablaba inglés, y se lo tradujo al marido).
Me pareció una escena muy ejemplificadora de lo que venimos hablando las últimas clases.
Espero que lo puedan ver en el gourmet, a mí me dio mucha risa.
Saludos!!
Sole

Anónimo dijo...

"punto final a esta cuestion!", muy bien el democrático Serain!!!
Eliminando "entradas" a su blog y firmando una carta en apoyo a Schuster por la "comunidad educativa"!!!
Por un lado rompiendo-huelgas y difundiendo posturas anti-docentes en lucha y por otro adhiriendo a una MARCHA!
Marcha que antes defenestraba.

Que triste la generacion precedente a la nuestra, que como Serain desconoce el valor de las luchas y encima lo transmite como un VALOR POSITIVO!

Germán A. Serain dijo...

1) Firmo lo que me parece justo y pertinente, a diferencia de lo que de hecho hacés vos acá mismo. Eso es parte del juego democrático, aunque a vos no te guste.

2) Para mí es evidente que vos, en cambio, no tenés la menor idea de lo que significa el concepto de "democracia". O no querés tenerlo, que no es lo mismo pero es igual.

3) Nadie te obliga a visitar este blog si no te gusta el modo que tengo de administrarlo. Así de simple.

4) Una marcha y una huelga no son lo mismo. Y yo soy libre de marchar detrás de las banderas que considere adecuadas, y también de rechazar las que me parezcan falaces y perniciosas.

5) Hay luchas positivas, hay otras que son vanas, y hay otras que son nefastas. Saber diferenciar unas de otras es algo fundamental, que acaso esté más allá de tu voluntad y/o capacidad de entendimiento.

6) Punto final también para esta discusión. Este blog tiene otros objetivos, que vos al parecer no alcanzás a comprender. De manera que doy por cerrada la discusión.

Anónimo dijo...

arrrggg!!
no me deja escribirrr!!

probando-probando

Anónimo dijo...

Qué paradoja que haya escrito "no me deja escribir" y justo se haya escrito!

cuac!
y salió sola! xD

Anónimo dijo...

Vinieron las lluvias

Cuando uno tiene un problema que le cuesta resolver, nunca falta la típica puteada, o la tradicional frase “¡Justo a mí me tenía que pasar!”. Hay muchas cosas que son inevitables en la vida: dormir o los impuestos, por ejemplo. Buda decía que “las cosas inevitables de la vida son: el nacimiento, la muerte y los sufrimientos de diversas clases (…)”.

Tener problemas es otra de las cosas inevitables. Simplemente, uno no puede evitarlos. Y son tan seguros e inexorables como el tsunami que algún día nos arrollará a todos como sigamos contaminando el mundo de esta forma. Los problemas siempre están ahí: grandes o pequeños, pero se conservan, y siempre reencarnan en las formas más diversas.

Tan comunes son, que fueron pensados por incontables filósofos y escritos por innumerables poetas. Se los comparó con tormentas. Si nos dicen “Se asoman nubes negras en estos tiempos”, es que algo malo va a pasar.

Sin embargo, no se puede disfrutar del espectáculo de la lluvia sin mojarse. Esas mismas nubes negras, causantes de tantos conflictos, nunca pasan por los desiertos. En el Atacama hay zonas que llevan 400 años sin llover; el año pasado salió en el diario que en una de esas regiones hubo una tormenta luego de 200 años. Los pocos habitantes ni siquiera sabían qué pasaba: no conocían ese fenómeno.

Por el contrario, el lugar más lluvioso del planeta es Lloró, en la zona selvática de Colombia, con más de 12.500 litros de agua anuales. Evidentemente, las nubes sí transitan por las selvas.

Se calcula que en una hectárea de la selva colombiana hay más seres vivos y más diversidad que en toda Inglaterra, además de las mejores drogas.

Entonces, como dijeron tantos poetas, los problemas son nubes negras cargadas de lluvia, y nosotros somos quienes decidimos cómo aprovechar ese agua. Podemos ser áridos desiertos, sometidos a una eternidad de nada. O podemos ser selvas y bosques, llenos de vida y sacarles provecho a nuestros problemas.

By "El Indio (en el Amazonas)"

Anónimo dijo...

En la vida, dice el tango, hay que saber sufrir, después amar, después partir, y al fin andar sin pensamiento.

No creo que haya mejor y mas sintético consejo que este. Quizás no es para tomar como un camino inevitable, sino más bien un recordatorio para aquellos que a veces nos queremos saltear el primer paso o vamos directo al último.

By "La vida (...)"

Anónimo dijo...

Dejando de lado la puja política, me gustó mucho el artículo de Dolina.
Creo que el tema de la aceleración con la que vivimos tiene que ver con que sabemos que nuestro tiempo por estos pagos es limitado y la oferta de cosas para hacer es tan amplia que jamás llegaríamos a hacer todo.
Los medios nos bombardean de información diciendo que si, que hay que hacer todo ya, ahora mismo.
Y así generan sus millones, vendiendonos ilusiones de felicidad instantanea a través de algún bien o servicio.
Vayamos a comer comida ràpida...

LUCAS (el que no...)

Gente Reversible dijo...

Las conclusiones del texto se pueden relacionar un poco con lo que pasa en nuestra carrera. Algunos dicen que es excesivamente larga, y quizás lo sea. Sobre todo para los compañeros cuyos trabajos no les permiten cursar más de una o dos materias por cuatimestre, y ni hablar los que casi no pueden estudiar y terminan venciéndosele finales, recursando varias veces, y cosas así.
Generalmente los tiempos de trabajo no suelen yuxtaponerse a los tiempos de estudio amablemente.
En este contexto no falta nunca alguien que diga que la carrera es larga al pedo y que su exceso de teoría, como dicen algunos, la hace más larga y tediosa aún. Yo esto no lo comparto, y siento en esa actitud algo muy similar a lo que describe Dolina de los que acuden a los cursos acelerados.
De todos modos, sí es para lamentar que el mercado laboral y sus tiempos suelen se hostiles para con los estudios, sobre todo con los nuestros que no están valorados socialmente como la informática o la ingeniería, que son cosas útiles, claro.
Bah, más que lamentar, la idea es intentar revertir las cosas. Para eso hace falta mucho, mucho tiempo.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con Nicolás con respecto a lo que opina acerca de la carrera. Lo cierto es que esto se vive todos los días, en los demás aspectos de la vida. Por supuesto que, como dice Dolina, uno de pronto es el único que puede decidir parar un minuto y pensar, ya que la "realidad", el sistema en el que vivimos te lleva a hacer todo a una velocidad que terminás siendo "algo infrahumano" que no sé qué razón de ser tiene. Todo el mundo pretende hacer y hacer y no parar de hacer porque hay que seguir, porque no se puede parar. ¿Pero qué sentido tiene esto? Y si seguís por ese camino un día te vas a parar y vas a decir "¿Qué estuve haciendo todo este tiempo? ¿Qué logré?... ¿Qué era lo que quería lograr?". (Y si lo hacés espero que no te preguntes eso o si sí te lo preguntás espero que estés conforme con tus propias respuestas. Y si no pasa ninguna de las dos cosas... qué feo).
Creo que no nos podemos simplemente salir del sistema, pero que tenemos que usarlo a nuestro favor y tratar de evitar que nos termine tragando y ya no podamos salir. Es decir, si hacemos todo lo que el sistema nos dicta, la mayoría vamos a terminar siendo MUY mediocres (salvo algunos que tengan mucha suerte o qué se yo qué). No es fácil asumir una posición así y cumplirla, hacerla efectiva. Pero sería bueno replanteárselo constantemente para corroborar que no nos estamos alejando tanto de lo que queríamos hacer. Para no decir algún día "¿Y qué estuve haciendo?"... Antonela.-

Anónimo dijo...

Sí, creo que vivir a mil sin detenerse un momento a pensar termina siendo una masa de gente que corre y en donde es muy difícil distinguirnos y reflexionar qué lugar queremos (dentro de lo que hay, o cambiarlo). Un ejercicio complicado porque creo que tantas veces uno lo podría hacer pero supone que es más fácil seguir la corriente y en todo caso, después lamentarse. La carrera me hizo parar muchas veces y pensar adónde estoy parada, claro que por momentos eso me decepciona si no le encuentro la vuelta.
Con respecto a la docencia, hay un texto de Ranciere, "El maestro ignorante", que algunos ya deben conocer. Es interesante el punto de vista de Jacotot, aunque no tan sencillo para ponerlo en práctica. Si lo encuentro en línea, lo subo. Andrea G.

Germán A. Serain dijo...

No. No lo encontré completo.

Pero sí las primeras 30 páginas, como para tener al menos una idea.

Las encontré acá.