sábado, abril 18, 2009

Reminiscencia publicitaria

Walter, con su comentario en la entrada del tema de las miradas, me hizo recordar esta publicidad...

6 comentarios:

Gisela D. dijo...

Fue muy graciosa en el momento que salio esta publicidad, ahi esta la debilidad de la persona que no sostiene la mirada (en el caso del chico). Pero cuando en el caso contrario esa mirada no baja o no se desvia, es realmente violenta, mas o menos dependiendo tambien de quien sea el que interpela. Pasa todo el tiempo y mas que nada en la calle. Ja Ja, lo que son los publicitas...

Verónica Di Ciano dijo...

Sí, pegó mucho esa publicidad, creo que a partir de que salió y en adelante vamos a seguir refiriéndonos a ella en varios ámbitos. La mirada está presente en muchos aspectos de la vida. La mirada dice mucho.

Gabriela P. dijo...

Comparto la opinion de mis compañeras diciendo que la mirada esta presente en muchos aspectos de la vida. La mirada dice mucho. En este momento estoy en mi trabajo, y debido a una situacion que pase hace unos minutos estoy escribiendo esto. A traves de miradas, en una reunion, con mi jefa me decia mucho!! jajaja... Y recorde una publicidad que me dio gracia y la comparto con ustedes...

http://www.youtube.com/watch?v=oHx9IMhTPqY

No se si dice mucho, pero me acorde..

Termino mi comentario diciendo lo que muchos, tal vez, dicen... "una mirada vale mas que mil palabras", o no??

Germán A. Serain dijo...

Gabriela, no nos jodas: contá lo que acaba de pasar con tu jefe, que eso es lo que nos importa a todos. ;-)

Mercedes Aranciva dijo...

Creo que esta clase me está traumando... si bien siempre creí que la mirada es muy importante, desde hace una semana que no hago más que prestar atención en las miradas... estoy en clase y en vez de prestar atencion a la profesora me cuelgo viendo sus diferentes miradas...
Y justamente con respecto a las miradas y a la irrupción de un otro, el otro dia me paso algo que queria comentar, aunque no me sienta del todo cómoda haciéndolo.
Bueno, resulta que el martes me encontraba realmente muy triste porque mi tia esta muy enferma, y me fui a mi cuarto me tire en la cama y me puse a llorar. En eso irrumpió en "mi" cuarto mi hermana (que también es el de ella, pero que en ese momento era "mi" espacio y "mi" cuarto)y creo que nunca la odie tanto como ese dia. Me tape hasta arriba de la cabeza con las sabanas para que no me mire, sin dejar de repetirme por dentro, o más bien gritarle con mis pensamientos "andate, andate, andate". Ella se puso a buscar algo en el placard y ni siquiera me dijo nada, pero realmente fue muy molesto, tenia ganas de saltar de la cama y sacarla afuera de los pelos... pero me contuve, y mientras apretaba fuerte los dientes me acordé de la clase de psicología. Y me puse a pensar... ¿qué es realmente lo que me molesta?
Primero lo asocié con el estado de “libertad pura” en el que me encontraba hasta que vino mi hermana y me robó mi espacio, me vio al descubierto, desnuda de alma. Seguidamente me pregunté qué ganaba escondiéndome bajo las sábanas... como si no me fuera a descubrir ahí ¿no?
Y fue así cuando me di cuenta que de lo que me escondía era de su rostro, o de su rostro en el mío (“el rostro del otro me prohíbe la indiferencia respecto de él”). Y si bien mi hermana ya me había robado mi libertad, todavía yo conservaba algo: mi rostro, oculto bajo las sábanas.

Lorena B. dijo...

Me acuerdo de esta publicidad! Muy buena por cierto, muestra un poco como somos socialmente ante la mirada del otro y la dificultad de sostenerla.
Me sentí identificada con Mercedes y lo que le pasó, la entiendo porque yo compartía hasta hace poco el cuarto con mi hermana (por suerte ya se fue!!!) y por lo general me sentía invadida por más que fuera su cuarto también, ya sea cuando estudiaba y ella quería dormir, cuando estaba mal o hasta cuando me quería cambiar... es distinto ahora la comodidad y libertad que siento al no estar ella.
La presencia y la mirada son dos cosas interesantes para prestar atención y también lo que generan en uno según el ámbito y el estado personal de cada uno.