ACTUALIZACION IMPORTANTE 03/12/14
CONFIRMO MI PRESENCIA PARA LA PRIMERA DE LAS FECHAS DE FINAL, JUEVES 11 DE DICIEMBRE, A PARTIR DE LAS 18:30.
QUIENES NO PUEDAN ASISTIR EN ESTA INSTANCIA SERÁN EVALUADOS POR OTROS DOCENTES DE LA MATERIA, DADO QUE NO PODRE ASISTIR AL SEGUNDO DE LOS LLAMADOS.
Confirmo las fechas de los dos llamados a finales: jueves 11 y 18 de diciembre, a partir de las 18:30.
En los comentarios a esta entrada iré subiendo las calificaciones finales de la cursada.
Espacio on-line de la materia Psicología y Comunicación, Cátedra Lutzky - Facultad de Ciencias Sociales - Universidad Nacional de Buenos Aires - Comisión a cargo de Germán A. Serain
lunes, noviembre 24, 2014
viernes, octubre 31, 2014
Stand up
Hoy me desperté definitivamente ácido. Me lo han dicho. Tengo el ánimo de un limón. Así que aprovecho para dejarles este video, del cual les hablé en la clase de ayer. Jódanse. Los quiero mucho. A casi todos ustedes.
jueves, octubre 30, 2014
Videos varios III: Stanford, La Ola...
En 1967 un profesor de historia de la Universidad de Palo Alto llamado Ron Jones pretendió demostrar las condiciones de creación de un estado fascista a través de un modelo virtual dentro del instituto. Su objetivo era mostrar a sus alumnos las condiciones que favorecían el totalitarismo a través de un sentimiento de pertenencia a un grupo. Puso entonces en marcha un audaz experimento social que muy pronto se le fue de las manos: los estudiantes involucrados pasaron de ser los 30 de su curso a más de 200. Entre ellos se verificaron numerosos usos simbólicos que marcaban pertenencia al grupo (estéticas y saludos específicos), discursos prearmados e incluso llegó a plantearse una red de informantes que actuaban a la manera de un servicio de inteligencia. Este experimento, denominado la Tercera Ola, no fue una simple anécdota, sino que debería servir como un llamado de alerta permanente. Esta prueba sirvió de base para el libro titulado La ola, a partir de la cual se rodó también una película homónima que pone la acción en la Alemania contemporánea. Les dejo dos enlaces: el primero con la película completa y unos alemanes con marcado acento español, para quien tenga ganas de verla. El segundo, un informe documental sobre el experimento, con sus protagonistas refiriendo el suceso varios años más tarde.
Y les dejo además una segunda película, también basada en hechos reales: se trata de El Experimento, que recrea lo sucedido en la Universidad de Palo Alto cuando el Profesor Phillip Zimbardo recreó una situación carcelaria con un grupo de voluntarios. En ambos casos lo que se cuestiona es la cuestión de la propia identidad en relación al contexto. También en este caso les dejo primero la película (si me piden ficción les daré ficción), y más abajo dos documentales sobre el mismo tema. Para complementar esto, les dejo esta página con una síntesis preparada por Phillip Zimbardo (el padre de la criatura) en relación al experimento de la prisión de Stanford. El material, escrito de primera mano, está en español y ofrece un seguimiento bastante pormenorizado de lo que fue ese experimento.
Y estos son los dos documentales sobre el mismo caso.
Y les dejo además una segunda película, también basada en hechos reales: se trata de El Experimento, que recrea lo sucedido en la Universidad de Palo Alto cuando el Profesor Phillip Zimbardo recreó una situación carcelaria con un grupo de voluntarios. En ambos casos lo que se cuestiona es la cuestión de la propia identidad en relación al contexto. También en este caso les dejo primero la película (si me piden ficción les daré ficción), y más abajo dos documentales sobre el mismo tema. Para complementar esto, les dejo esta página con una síntesis preparada por Phillip Zimbardo (el padre de la criatura) en relación al experimento de la prisión de Stanford. El material, escrito de primera mano, está en español y ofrece un seguimiento bastante pormenorizado de lo que fue ese experimento.
Y estos son los dos documentales sobre el mismo caso.
Videos varios II: Milgram
Los dos primeros videos que les dejo aquí abajo son parte de la película I como Icaro, un policial negro que en su desarrollo reproduce, de manera ficcionalizada, el llamado Experimento Milgram. Tiene los correspondientes subtítulos, como para que puedan apreciar convenientemente de qué se trata.
Los otros dos videos que se reproducen más abajo son documentales. Les pido que centren su atención en la actitud de los sujetos del experimento, pues esa actitud es realmente reveladora. En el segundo caso, se trata de un programa completo que mezcla la lógica del Experimento Milgram con la de un reality show televisivo. Las preguntas que se plantean es quién determina, en un contexto social, cuáles son las reglas a seguir y, sobre todo, cómo se asignan las responsabilidades relativas a una supuesta autoridad.
Quedan abiertos los comentarios.
Los otros dos videos que se reproducen más abajo son documentales. Les pido que centren su atención en la actitud de los sujetos del experimento, pues esa actitud es realmente reveladora. En el segundo caso, se trata de un programa completo que mezcla la lógica del Experimento Milgram con la de un reality show televisivo. Las preguntas que se plantean es quién determina, en un contexto social, cuáles son las reglas a seguir y, sobre todo, cómo se asignan las responsabilidades relativas a una supuesta autoridad.
Quedan abiertos los comentarios.
Videos varios I: Empatías e identidad
Les dejo varios materiales sobre los cuales estuvimos trabajando la clase pasada. En esta serie, algunos que tienen que ver con las empatías.
Por ejemplo: en este experimento social, un mendigo pide dinero en la calle. Luego, la misma persona, en el mismo lugar, realiza la misma acción, pero esta vez vestido como una persona sin mayores problemas económicos.
En este caso, una misma persona se desmaya en una plaza pública, en un caso vestido como una persona de clase media/alta y en el otro caso disfrazado de mendigo. Adivinen en cuál de los dos casos la gente acude pronta a brindar su ayuda...
He aquí los videos relacionados al experimento de reconocimiento del muñeco bueno/lindo/listo en contraste con el muñeco malo/feo/tonto. A los niños se les da a elegir entre dos muñecos idénticos, cuyo único rasgo distintivo es el color de su piel. El primero de los videos que van a ver está realizado con niños de México. El segundo fue recreado por la CNN con niños británicos. Les ruego que presten especial atención, en este segundo caso, a la reacción de la mamá de la niña. El tercero tiene la particularidad de estar realizado directamente con niños con rasgos afroamericanos.
Un último experimento. La idea sigue siendo indagar sobre parámetros que se relacionan con el comportamiento social. El psicólogo Social Albert Bandura quiso estudiar el aprendizaje social en los niños, es decir la forma en que estos aprenden por imitación. Bandura expuso a un grupo de niños a diferentes patrones de conducta de los adultos, algunas altamente agresivas y otras sin agresividad. Luego buscó estudiar si los niños repetían la conducta vista en el adulto cuando éste no se hallaba presente. Bandura confirmó cuatro hipótesis: 1) Que los niños que habían visto la conducta agresiva del adulto tendían a imitarla. 2) Que los niños que habían visto al adulto no agresivo eran menos agresivos incluso que el grupo control (aquel que no vio ningún modelo de adulto). 3) Que los niños eran más proclives a imitar la conducta del adulto si éste era de su mismo género. 4) Que los varones eran más proclives que las mujeres a exhibir conducta agresiva. Para el experimento, Bandura utilizó un conjunto de 36 niños varones y 36 mujeres. 24 niños fueron expuestos a conductas agresivas, 24 a no agresivas y 24 formaron el grupo control. La exposición a la conducta del adulto se hizo haciendo entrar a cada niño en una sala y se lo sentaba en un rincón rodeado de juguetes. Del otro lado de la sala se situaba el adulto con un muñeco Bobo. Allí los encargados de mostrar conductas agresivas dañaban verbalmente a Bobo y lo agredían físicamente, mientras que el modelo no agresivo jugaba con otros juegos e ignoraba completamente a Bobo. Pasado el momento de exposición al modelo adulto, los niños volvían a entrar en la salita. Los investigadores estudiaban la conducta de los niños midiendo la agresión que ahora ellos presentaban hacia Bobo. No parece demasiado difícil extender lo que se ve en esta experiencia a nuestro ámbito social cotidiano...
Por ejemplo: en este experimento social, un mendigo pide dinero en la calle. Luego, la misma persona, en el mismo lugar, realiza la misma acción, pero esta vez vestido como una persona sin mayores problemas económicos.
En este caso, una misma persona se desmaya en una plaza pública, en un caso vestido como una persona de clase media/alta y en el otro caso disfrazado de mendigo. Adivinen en cuál de los dos casos la gente acude pronta a brindar su ayuda...
He aquí los videos relacionados al experimento de reconocimiento del muñeco bueno/lindo/listo en contraste con el muñeco malo/feo/tonto. A los niños se les da a elegir entre dos muñecos idénticos, cuyo único rasgo distintivo es el color de su piel. El primero de los videos que van a ver está realizado con niños de México. El segundo fue recreado por la CNN con niños británicos. Les ruego que presten especial atención, en este segundo caso, a la reacción de la mamá de la niña. El tercero tiene la particularidad de estar realizado directamente con niños con rasgos afroamericanos.
Un último experimento. La idea sigue siendo indagar sobre parámetros que se relacionan con el comportamiento social. El psicólogo Social Albert Bandura quiso estudiar el aprendizaje social en los niños, es decir la forma en que estos aprenden por imitación. Bandura expuso a un grupo de niños a diferentes patrones de conducta de los adultos, algunas altamente agresivas y otras sin agresividad. Luego buscó estudiar si los niños repetían la conducta vista en el adulto cuando éste no se hallaba presente. Bandura confirmó cuatro hipótesis: 1) Que los niños que habían visto la conducta agresiva del adulto tendían a imitarla. 2) Que los niños que habían visto al adulto no agresivo eran menos agresivos incluso que el grupo control (aquel que no vio ningún modelo de adulto). 3) Que los niños eran más proclives a imitar la conducta del adulto si éste era de su mismo género. 4) Que los varones eran más proclives que las mujeres a exhibir conducta agresiva. Para el experimento, Bandura utilizó un conjunto de 36 niños varones y 36 mujeres. 24 niños fueron expuestos a conductas agresivas, 24 a no agresivas y 24 formaron el grupo control. La exposición a la conducta del adulto se hizo haciendo entrar a cada niño en una sala y se lo sentaba en un rincón rodeado de juguetes. Del otro lado de la sala se situaba el adulto con un muñeco Bobo. Allí los encargados de mostrar conductas agresivas dañaban verbalmente a Bobo y lo agredían físicamente, mientras que el modelo no agresivo jugaba con otros juegos e ignoraba completamente a Bobo. Pasado el momento de exposición al modelo adulto, los niños volvían a entrar en la salita. Los investigadores estudiaban la conducta de los niños midiendo la agresión que ahora ellos presentaban hacia Bobo. No parece demasiado difícil extender lo que se ve en esta experiencia a nuestro ámbito social cotidiano...
domingo, octubre 26, 2014
Teóricos
Les confirmo que, según lo que se me ha informado, los dos últimos teóricos del cuatrimestre serán dictados los días el 27 de Octubre y el 3 de Noviembre en el horario habitual de las 19:00, en ambos casos a cargo del titular de la materia.
jueves, octubre 16, 2014
Materiales varios
Les dejo varias cosas que tenía pendientes:
1) El enlace al artículo publicado en Clarín, titulado "Soy tímido: mi infierno es tener que hablar con vos", que comentamos la vez pasada en clase.
2) Un artículo con parte de una entrevista a Humberto Maturana en relación a los sentimientos.
3) Un video donde el mismo Maturana nos habla de la competencia y la otredad:
4) Y en relación al avance de las tecnologías, algunos videos que dan cuenta de cómo sigue avanzando el desarrollo, con las reacciones de niños actuales a VIEJAS tecnologías de hace algunos cuantos años atrás...
Niños que reaccionan a un teléfono de disco:
O a una vieja computadora:
O a un walkman:
1) El enlace al artículo publicado en Clarín, titulado "Soy tímido: mi infierno es tener que hablar con vos", que comentamos la vez pasada en clase.
2) Un artículo con parte de una entrevista a Humberto Maturana en relación a los sentimientos.
3) Un video donde el mismo Maturana nos habla de la competencia y la otredad:
4) Y en relación al avance de las tecnologías, algunos videos que dan cuenta de cómo sigue avanzando el desarrollo, con las reacciones de niños actuales a VIEJAS tecnologías de hace algunos cuantos años atrás...
Niños que reaccionan a un teléfono de disco:
O a una vieja computadora:
O a un walkman:
sábado, septiembre 20, 2014
Desnudeces
Más de una vez les habrá pasado de soñar que andan desnudos por el mundo, y es probable que hayan sentido vergüenza por eso... (en realidad no estoy desnudo, diría Descartes, pues se trata sólo de un sueño; pero la vergüenza que siento, curiosamente, ella sí existe y es legítima, e incluso me demuestra que existo). En el análisis psicoanalítico, esto suele ser interpretado como la expresión de un sentimiento de indefensión, de saberse expuesto y desarmado. Porque la desnudez es eso: estar desarmado ante la mirada del otro. Pero no en todos los casos funciona así. Hay personas para las cuales estar desnudo puede ser una especie de reafirmación, ante la indefensión de un otro que ante esa misma desnudez se sintiese cohibido. Algo así como decir: "yo me animo a algo a lo cual vos no te animás".
Spencer Tunick es un fotógrafo. En mi opinión, y la de muchos otros, también es un artista. Pero fundamentalmente, para muchísimas personas, es el nombre de una excusa. Tunick fotografía personas desnudas. Por lo general, multitudes desnudas, en contextos urbanos en los cuales un desnudo es algo que escapa de lo normal. Si buscan el nombre de este fotógrafo en internet, en la opción de buscar imágenes de Google o Yahoo, podrán ver algunos de sus trabajos. También pueden visitar su página web a través de este vínculo. Miren sus fotos.
También pueden ver estos videos, que comentan la experiencia realizada en México. Presten atención, sobre todo, a las declaraciones de los participantes.
Video 1 - Video 2 - Video 3 - Video 4
Alguna vez Tunick también estuvo en Buenos Aires. Pero al parecer la cobertura de los medios mexicanos fue mejor. Por eso los videos que propuse.
La desnudez claramente guarda una íntima relación con el tema de la mirada de los demás. En un mundo donde todos fuésemos ciegos, la desnudez tendría un significado muy diferente. Podríamos pensarlo también en función de la cosmogonía cristiana y el hecho de que el pecado original guarde una relación directa con la desobediencia, atada al conocimiento (esto es, en ambos casos: con la pérdida de la inocencia) del saberse desnudos ante la mirada de el Gran Otro. Curiosamente, una vez perdida la inocencia, la rebelión pasa a estar representada, en la misma cultura, ya no por el cubrirse, sino por el exhibirse sin pudor. Tal vez, porque del mismo modo que en su momento el conocimiento fue poder (conozco que estoy desnudo), también la superación del pudor es una demostración de fuerza (poder imponerse ante la mirada del otro). Dejen los comentarios que les parezcan convenientes, en cualquier caso. Yo voy a vestirme.
Spencer Tunick es un fotógrafo. En mi opinión, y la de muchos otros, también es un artista. Pero fundamentalmente, para muchísimas personas, es el nombre de una excusa. Tunick fotografía personas desnudas. Por lo general, multitudes desnudas, en contextos urbanos en los cuales un desnudo es algo que escapa de lo normal. Si buscan el nombre de este fotógrafo en internet, en la opción de buscar imágenes de Google o Yahoo, podrán ver algunos de sus trabajos. También pueden visitar su página web a través de este vínculo. Miren sus fotos.
También pueden ver estos videos, que comentan la experiencia realizada en México. Presten atención, sobre todo, a las declaraciones de los participantes.
Video 1 - Video 2 - Video 3 - Video 4
Alguna vez Tunick también estuvo en Buenos Aires. Pero al parecer la cobertura de los medios mexicanos fue mejor. Por eso los videos que propuse.
La desnudez claramente guarda una íntima relación con el tema de la mirada de los demás. En un mundo donde todos fuésemos ciegos, la desnudez tendría un significado muy diferente. Podríamos pensarlo también en función de la cosmogonía cristiana y el hecho de que el pecado original guarde una relación directa con la desobediencia, atada al conocimiento (esto es, en ambos casos: con la pérdida de la inocencia) del saberse desnudos ante la mirada de el Gran Otro. Curiosamente, una vez perdida la inocencia, la rebelión pasa a estar representada, en la misma cultura, ya no por el cubrirse, sino por el exhibirse sin pudor. Tal vez, porque del mismo modo que en su momento el conocimiento fue poder (conozco que estoy desnudo), también la superación del pudor es una demostración de fuerza (poder imponerse ante la mirada del otro). Dejen los comentarios que les parezcan convenientes, en cualquier caso. Yo voy a vestirme.
jueves, septiembre 18, 2014
Mirarse (segunda parte)
En esta entrada les pido que comenten qué les sucedió durante el ejercicio que realizamos de mirar y ser mirados, describir y ser descriptos por el otro, tener que escribir lo que vieron en el otro... y leer además eso que el otro ¿descubrió o inventó? sobre ustedes, y confrontarlo con la propia realidad.
Al margen de la consigna, aunque todo tiene que ver con todo, les dejo dos videos para que vean después de dejar sus comentarios, como un aporte adicional al tema de la mirada del otro:
Al margen de la consigna, aunque todo tiene que ver con todo, les dejo dos videos para que vean después de dejar sus comentarios, como un aporte adicional al tema de la mirada del otro:
lunes, septiembre 15, 2014
Kundera y otras cosas
Les dejo el texto prometido de Milan Kundera, que complementa el de Alain Finkielkraut que deben leer para la próxima clase (claramente, pueden bajar el texto en cuestión a través del mero artilugio de hacer click en el enlace correspondiente).
Además, un video, sobre cosas que tienen que ver con la cultura afectiva:
Y finalmente un segundo enlace a un fragmento de entrevista a Humberto Maturana que compartió en estos días Daniel Lutzky con nosotros, y que yo comparto con ustedes.
Además, un video, sobre cosas que tienen que ver con la cultura afectiva:
Y finalmente un segundo enlace a un fragmento de entrevista a Humberto Maturana que compartió en estos días Daniel Lutzky con nosotros, y que yo comparto con ustedes.
viernes, septiembre 12, 2014
En este lugar...
En los comentarios a esta entrada, dejen sus impresiones sobre el ejercicio que hicimos al final de la última clase. Qué les provocó, qué sintieron, qué pensaron. Después charlaremos sobre el asunto.
Para la clase que viene les recuerdo que deben traer leídos el texto de Alain Finkielkraut "La sabiduría del amor".
Espero en mi casilla de mail (dosmundosmail@yahoo.com.ar) los avances y propuestas para el trabajo práctico.
Para la clase que viene les recuerdo que deben traer leídos el texto de Alain Finkielkraut "La sabiduría del amor".
Espero en mi casilla de mail (dosmundosmail@yahoo.com.ar) los avances y propuestas para el trabajo práctico.
martes, septiembre 09, 2014
Acerca de la estética zen
Daniel Lutzky tiene una teoría: dice que las ideologías nos agradan o desagradan por una cuestión estética. Quiero entonces presentarles un fragmento del film "Sueños", de Akira Kurosawa, una película bellísima, con la intención de ilustrar la cuestión de las filosofías orientales. El primer fragmento se titula "El jardín de los duraznos" y considero que dice mucho, tanto desde lo narrativo y lo simbólico como desde la mera estética, acerca de cómo se piensa en oriente. Y en efecto, la estética funciona a la manera de un espejo en cuyo reflejo una mirada más o menos atenta puede descubrir mucho. Comentario necesario: este primer video no tiene subtítulos ni está doblado. Supongo que la mayoría de ustedes comprende el idioma japonés, pero para quienes no lo dominen hago una reseña de lo que sucede: en el principio del video, el chico le lleva unas vituallas a su hermana, que está reunida con unas amigas, pero al parecer ha contado mal, y sobra una porción. El pequeño está seguro de haber contado a una niña más, y por eso protesta. Después ve a esta niña de nuevo, y decide seguirla, y así llega hasta donde estaba el jardín de los durazneros. En este lugar se pondrá a llorar, porque los espíritus de los durazneros lo acusan de haber contribuido a su feroz tala. Sin embargo, uno de ellos lo defiende: dice que el niño ha sido el único que intentó defender a los árboles cuando sus padres mandaron cortarlos. Entonces, le regalan una última danza: la danza de los durazneros en flor. En cuanto a los otros dos videos, les ruego sepan disculpar el espanto, y me refiero al doblaje al español (y cuando digo "español" me refiero a acento y todo incluido). No he logrado encontrar otra cosa y no tengo maña suficiente como para subir los videos con los subtítulos incluidos. Quien se interese, vale la pena ver la película completa y como Kurosawa la ideó (o sea: en japonés).
Pueden dejar los comentarios que les parezcan pertinentes.
Pueden dejar los comentarios que les parezcan pertinentes.
lunes, septiembre 08, 2014
Para favorecer la constitución de los equipos...
Como les comenté, para hacer el trabajo de investigación de la materia, relativo a las culturas afectivas, es necesario que conformen equipos de entre tres y cinco personas. Les dejo esta entrada para que ustedes puedan, en los comentarios, hacer propuestas temáticas y comenzar a acordar grupos en función de los intereses comunes que eventualmente se vayan planteando.
miércoles, agosto 27, 2014
Un poco de Teología para comenzar
Estos dos videos me parecieron divertidos como para comenzar a pensar en algunas cosas. El primero tiene escenas de un clásico de Woody Allen (Hanna y sus hermanas) y nos lleva a preguntarnos si acaso es posible ELEGIR creer en algo, como resultado de un acto de voluntad. El segundo, nos remite un poco a los dioses de la antigüedad clásica, que se caracterizan por ser poderosos, pero también pasibles de verse dominados por todas las miserias propias de lo humano, las pasiones sobre todo (exacerbadas, por supuesto, por el hecho mismo de tener mucho poder), pero también las contradicciones e incluso la posibilidad del error. También podríamos pensar en aquel texto de Mario Benedetti que se compadecía por la soledad de Dios... Los dioses en teoría no se psicoanalizan, pero mal no les vendría.
Les dejo una pregunta para que respondan en los comentarios de esta entrada, después de la lectura de las Meditaciones metafísicas de René Descartes. Digamos que todos creemos en algo. No me quiero meter en la concepción que cada uno de ustedes tenga de eso que algunos llaman Dios. Pero la pregunta es: ¿Qué pasa si en realidad Dios fuese algo diferente de lo que vos creés que es? La pregunta aplica también al caso de que digas que no creés en Dios, puesto que también allí hay en definitiva una creencia, por más que se resuelva en sentido negativo. ¿Qué pasa si creés que no hay, y resulta que sí?... "Me persigno por si acaso, no sea que Dios exista", cantaba el Chacho Echenique, y lo podremos acusar de cualquier cosa, menos de no ser prudente.
Como sea, comenten qué ideas les surgen como corolario de esta breve introducción. Y recuerden que además del texto de Descartes, como material bibliográfico adicional a lo publicado tienen este otro que aquí les dejo: las Doce pruebas de la inexistencia de Dios del pensador anarquista francés Sébastien Faure, del año 1926.
Acerca del paro de mañana
Como hay versiones de lo más variopintas en relación a los alcances del paro nacional convocado para este jueves, hemos coincidido con el titular de la cátedra que lo mejor será suspender la clase de mañana para comenzar a dar los contenidos de la materia correspondientes a los textos recién a partir de la semana que viene. Sepan disculpar el contratiempo, pero no podemos arrancar con el desarrollo del primer texto con el riesgo de tener la mitad de la clase ausente.
En breve estaré subiendo los textos comprometidos.
Saludos,
Germán
miércoles, julio 09, 2014
Informaciones varias, mesas de finales y libres
Las fechas de las mesas de finales y libres, que también servirán para firma de libretas de quienes promocionen la materia, han sido fijadas para los días jueves 31 de julio y jueves 7 de agosto, en ambos casos a partir de las 19:00 horas.
Como saben, este cuatrimestre la promoción de la asignatura ha sido supeditada a la asistencia que hayan tenido a las clases teóricas, por lo cual, quienes no hayan cumplido con el 75% de asistencia a dichas clases deberán rendir una última examinación oral, que tendrá lugar en las referidas fechas. Por supuesto, y tal como lo hemos aclarado oportunamente, la calificación del parcial será determinante del nivel de exigencia de esta última evaluación, durante la cual se cerrará la nota definitiva de la cursada. En esta oportunidad he decidido enviar las calificaciones parciales de cada uno en forma privada por correo electrónico. Les ruego me hagan llegar al efecto un mail con el asunto "Psicología y Comunicación" a mi correo personal: dosmundosmail@yahoo.com.ar
Como también les comenté, estoy publicando una entrada, que se encuentra inmediatamente debajo de la presente, para que ustedes puedan dejar en los comentarios correspondientes su evaluación respecto de la materia y la cursada. Lo pueden hacer con su nombre o en forma anónima, según prefieran. Desde ya les agradezco la participación.
Saludos cordiales a todos.
Germán
Como saben, este cuatrimestre la promoción de la asignatura ha sido supeditada a la asistencia que hayan tenido a las clases teóricas, por lo cual, quienes no hayan cumplido con el 75% de asistencia a dichas clases deberán rendir una última examinación oral, que tendrá lugar en las referidas fechas. Por supuesto, y tal como lo hemos aclarado oportunamente, la calificación del parcial será determinante del nivel de exigencia de esta última evaluación, durante la cual se cerrará la nota definitiva de la cursada. En esta oportunidad he decidido enviar las calificaciones parciales de cada uno en forma privada por correo electrónico. Les ruego me hagan llegar al efecto un mail con el asunto "Psicología y Comunicación" a mi correo personal: dosmundosmail@yahoo.com.ar
Como también les comenté, estoy publicando una entrada, que se encuentra inmediatamente debajo de la presente, para que ustedes puedan dejar en los comentarios correspondientes su evaluación respecto de la materia y la cursada. Lo pueden hacer con su nombre o en forma anónima, según prefieran. Desde ya les agradezco la participación.
Saludos cordiales a todos.
Germán
Penúltima entrada y pedido de evaluación
En nuestro último encuentro compartí con ustedes un texto, que deseo dejarles aquí, como corolario de todo lo visto en nuestra materia. Les quiero pedir además, como ya se los había anticipado, que me dejen su apreciación acerca de la materia y de la cursada. Pueden hacerlo, ya sea con sus nombres o de manera anónima, en los comentarios de la presente entrada. Es para mí un elemento valioso, que me permite ajustar el modo de encarar la asignatura conforme va pasando el tiempo. Desde ya muchas gracias a todos y cada uno de ustedes.
Entre las tribus del norte de Natal, en Sudáfrica, el saludo más común, equivalente a nuestro “hola”, es la expresión "sawu bona", que literalmente significa “te veo”. Los miembros de la tribu responden diciendo "sikkhona", vale decir “estoy aquí”. El orden del diálogo es importante: mientras no me hayas visto, no existo y no puedo responderte. Es como si al verme me dieras la existencia. Este sentido, implícito en el idioma, forma parte del espíritu del ubuntu, una actitud mental prevaleciente entre los nativos africanos que viven al sur de Sahara. La palabra ubuntu surge de un dicho popular zulú que asegura: “Una persona es una persona a causa de los demás”. Si alguien se educa con esta perspectiva, su identidad se basa en el hecho de ser visto, de que la gente lo respete y lo reconozca como persona. Durante los últimos años, en Sudáfrica, muchas empresas han contratado gerentes que se criaron en regiones tribales. La ética ubuntu a menudo choca con las costumbres de esas empresas. En una oficina, por ejemplo, es muy normal cruzarse con alguien en el pasillo y no saludarlo. En la ética ubuntu esto es peor que una falta de respeto, pues implica que no se reconoce la existencia de esa persona.
(“La Quinta Disciplina en la Práctica”, Peter Senge)
Desde pequeños sabemos que no es lo mismo oír que escuchar. Tampoco es lo mismo mirar que ver. Muchas veces pasamos junto a otras personas sin verlas y las oímos sin escucharlas. Suele pasar que no reparamos en cómo está esa persona que tenemos enfrente, porque ni siquiera la miramos a la cara. Hay quien se escuda diciendo que no mira a los ojos para no invadir la intimidad del otro, pero eso suele ser una excusa para no implicarnos, para no vernos afectados por ese otro, para no dejarnos tocar por su humanidad, ni permitirle entrar en la nuestra. Un tal Rubem Alves, haciendo referencia a la educación, escribió en cierta ocasión: “La primera tarea de la educación es enseñar a ver. (…) Sin la educación de las sensibilidades, todas las habilidades se tornan sin sentido. (…) Cuando la gente abre los ojos, se abren las ventanas de su cuerpo, y el mundo aparece reflejado dentro de la gente”. Nacemos con ojos y oídos, pero los actos de ver y escuchar no son naturales: hay que aprenderlos."
Entre las tribus del norte de Natal, en Sudáfrica, el saludo más común, equivalente a nuestro “hola”, es la expresión "sawu bona", que literalmente significa “te veo”. Los miembros de la tribu responden diciendo "sikkhona", vale decir “estoy aquí”. El orden del diálogo es importante: mientras no me hayas visto, no existo y no puedo responderte. Es como si al verme me dieras la existencia. Este sentido, implícito en el idioma, forma parte del espíritu del ubuntu, una actitud mental prevaleciente entre los nativos africanos que viven al sur de Sahara. La palabra ubuntu surge de un dicho popular zulú que asegura: “Una persona es una persona a causa de los demás”. Si alguien se educa con esta perspectiva, su identidad se basa en el hecho de ser visto, de que la gente lo respete y lo reconozca como persona. Durante los últimos años, en Sudáfrica, muchas empresas han contratado gerentes que se criaron en regiones tribales. La ética ubuntu a menudo choca con las costumbres de esas empresas. En una oficina, por ejemplo, es muy normal cruzarse con alguien en el pasillo y no saludarlo. En la ética ubuntu esto es peor que una falta de respeto, pues implica que no se reconoce la existencia de esa persona.
(“La Quinta Disciplina en la Práctica”, Peter Senge)
Desde pequeños sabemos que no es lo mismo oír que escuchar. Tampoco es lo mismo mirar que ver. Muchas veces pasamos junto a otras personas sin verlas y las oímos sin escucharlas. Suele pasar que no reparamos en cómo está esa persona que tenemos enfrente, porque ni siquiera la miramos a la cara. Hay quien se escuda diciendo que no mira a los ojos para no invadir la intimidad del otro, pero eso suele ser una excusa para no implicarnos, para no vernos afectados por ese otro, para no dejarnos tocar por su humanidad, ni permitirle entrar en la nuestra. Un tal Rubem Alves, haciendo referencia a la educación, escribió en cierta ocasión: “La primera tarea de la educación es enseñar a ver. (…) Sin la educación de las sensibilidades, todas las habilidades se tornan sin sentido. (…) Cuando la gente abre los ojos, se abren las ventanas de su cuerpo, y el mundo aparece reflejado dentro de la gente”. Nacemos con ojos y oídos, pero los actos de ver y escuchar no son naturales: hay que aprenderlos."
jueves, junio 19, 2014
Experimentos sociales III: Muñeco bueno, muñeco malo...
Para complementar las dos entradas previas, les dejo esta página con una síntesis preparada por Phillip Zimbardo (el padre de la criatura) en relación al experimento de la prisión de Stanford. El material, escrito de primera mano, está en español y ofrece un seguimiento bastante pormenorizado de lo que fue ese experimento. Lo dejo como material de estudio. Tengan a bien repasarlo.
Hay muchos otros experimentos tendientes a mostrar parámetros en relación al comportamiento social. El psicólogo Social Albert Bandura, por ejemplo, realizó un experimento clásico para estudiar el aprendizaje social en los niños, es decir la forma en que estos aprenden por imitación. Bandura expuso a un grupo de niños a diferentes patrones de conducta de los adultos, algunas altamente agresivas y otras sin agresividad. Luego buscó estudiar si los niños repetían la conducta vista en el adulto cuando éste no se hallaba presente. Bandura confirmó cuatro hipótesis a partir de los resultados del experimento: 1- Que los niños que habían visto la conducta agresiva del adulto tendían a imitarla. 2- Que los niños que habían visto al adulto no agresivo eran menos agresivos incluso que el grupo control (aquel que no vio ningún modelo de adulto). 3- Que los niños eran más proclives a imitar la conducta del adulto si éste era de su mismo género. 4- Que los varones eran más proclives que las mujeres a exhibir conducta agresiva. Para el experimento, Bandura utilizó un conjunto de 36 niños varones y 36 mujeres. 24 niños fueron expuestos a conductas agresivas, 24 a no agresivas y 24 formaron el grupo control. La exposición a la conducta del adulto se hizo de la siguiente forma: cada niño entraba en una sala y se sentaba en un rincón rodeado de atractivos juguetes. Del otro lado de la sala se situaba el adulto con un muñeco Bobo. Allí los encargados de mostrar conductas agresivas dañaban verbalmente a Bobo y lo agredían físicamente. El modelo no agresivo jugaba con otros juegos e ignoraba completamente a Bobo. Pasado el momento de exposición al modelo adulto, los niños volvían a entrar en la salita rodeados de juguetes, entre ellos Bobo. Los investigadores estudiaban la conducta de los niños midiendo la agresión que ahora ellos presentaban a Bobo.
Otro experimento, ligado seguramente al anterior, es el del reconocimiento del muñeco bueno/lindo/listo en contraste con el muñeco malo/feo/tonto, realizado con niños a los cuales se les da a elegir entre dos muñecos idénticos, cuyo único rasgo distintivo es el color de su piel. El primero de los videos que van a ver está realizado con niños de México. El segundo fue recreado por la CNN con niños británicos. Les ruego que presten especial atención, en este segundo caso, a la reacción de la mamá de la niña. El tercero tiene la particularidad de estar realizado directamente con niños con rasgos afroamericanos.
Hay muchos otros experimentos tendientes a mostrar parámetros en relación al comportamiento social. El psicólogo Social Albert Bandura, por ejemplo, realizó un experimento clásico para estudiar el aprendizaje social en los niños, es decir la forma en que estos aprenden por imitación. Bandura expuso a un grupo de niños a diferentes patrones de conducta de los adultos, algunas altamente agresivas y otras sin agresividad. Luego buscó estudiar si los niños repetían la conducta vista en el adulto cuando éste no se hallaba presente. Bandura confirmó cuatro hipótesis a partir de los resultados del experimento: 1- Que los niños que habían visto la conducta agresiva del adulto tendían a imitarla. 2- Que los niños que habían visto al adulto no agresivo eran menos agresivos incluso que el grupo control (aquel que no vio ningún modelo de adulto). 3- Que los niños eran más proclives a imitar la conducta del adulto si éste era de su mismo género. 4- Que los varones eran más proclives que las mujeres a exhibir conducta agresiva. Para el experimento, Bandura utilizó un conjunto de 36 niños varones y 36 mujeres. 24 niños fueron expuestos a conductas agresivas, 24 a no agresivas y 24 formaron el grupo control. La exposición a la conducta del adulto se hizo de la siguiente forma: cada niño entraba en una sala y se sentaba en un rincón rodeado de atractivos juguetes. Del otro lado de la sala se situaba el adulto con un muñeco Bobo. Allí los encargados de mostrar conductas agresivas dañaban verbalmente a Bobo y lo agredían físicamente. El modelo no agresivo jugaba con otros juegos e ignoraba completamente a Bobo. Pasado el momento de exposición al modelo adulto, los niños volvían a entrar en la salita rodeados de juguetes, entre ellos Bobo. Los investigadores estudiaban la conducta de los niños midiendo la agresión que ahora ellos presentaban a Bobo.
Otro experimento, ligado seguramente al anterior, es el del reconocimiento del muñeco bueno/lindo/listo en contraste con el muñeco malo/feo/tonto, realizado con niños a los cuales se les da a elegir entre dos muñecos idénticos, cuyo único rasgo distintivo es el color de su piel. El primero de los videos que van a ver está realizado con niños de México. El segundo fue recreado por la CNN con niños británicos. Les ruego que presten especial atención, en este segundo caso, a la reacción de la mamá de la niña. El tercero tiene la particularidad de estar realizado directamente con niños con rasgos afroamericanos.
Experimentos sociales II - La ola y la Cárcel de Stansford
En 1967 un profesor de historia de la Universidad de Palo Alto llamado Ron Jones pretendió demostrar las condiciones de creación de un estado fascista a través de un modelo virtual dentro del instituto. Su objetivo era mostrar a sus alumnos las condiciones que favorecían el totalitarismo a través de un sentimiento de pertenencia a un grupo. Puso entonces en marcha un audaz experimento social que muy pronto se le fue de las manos: los estudiantes involucrados pasaron de ser los 30 de su curso a más de 200. Entre ellos se verificaron numerosos usos simbólicos que marcaban pertenencia al grupo (estéticas y saludos específicos), discursos prearmados e incluso llegó a plantearse una red de informantes que actuaban a la manera de un servicio de inteligencia. Este experimento, denominado la Tercera Ola, no fue una simple anécdota, sino que debería servir como un llamado de alerta permanente. Esta prueba sirvió de base para el libro titulado La ola, a partir de la cual se rodó también una película homónima que pone la acción en la Alemania contemporánea. Les dejo dos enlaces: el primero con la película completa y unos alemanes con marcado acento español, para quien tenga ganas de verla. El segundo, un informe documental sobre el experimento, con sus protagonistas refiriendo el suceso varios años más tarde.
Y les dejo además una segunda película, también basada en hechos reales: se trata de El Experimento, que recrea lo sucedido en la Universidad de Palo Alto cuando el Profesor Phillip Zimbardo recreó una situación carcelaria con un grupo de voluntarios, que fueron divididos en dos categorísa, para cumplir los roles de carceleros y detenidos respectivamente. En ambos experimentos lo que se cuestiona es lo relativo a la identidad en relación al contexto. También en este caso les dejo primero la película (si me piden ficción les daré ficción), y más abajo dos documentales sobre el mismo tema.
Y estos son los dos documentales sobre el mismo caso.
Y les dejo además una segunda película, también basada en hechos reales: se trata de El Experimento, que recrea lo sucedido en la Universidad de Palo Alto cuando el Profesor Phillip Zimbardo recreó una situación carcelaria con un grupo de voluntarios, que fueron divididos en dos categorísa, para cumplir los roles de carceleros y detenidos respectivamente. En ambos experimentos lo que se cuestiona es lo relativo a la identidad en relación al contexto. También en este caso les dejo primero la película (si me piden ficción les daré ficción), y más abajo dos documentales sobre el mismo tema.
Y estos son los dos documentales sobre el mismo caso.
jueves, junio 12, 2014
Experimentos sociales I. Milgram
Los dos primeros videos que les dejo aquí abajo son parte de la película I como Icaro, un policial negro que en su desarrollo reproduce, de manera ficcionalizada, el llamado Experimento Milgram. Tiene los correspondientes subtítulos, como para que puedan apreciar convenientemente de qué se trata.
Los otros dos videos que se reproducen más abajo son documentales. Les pido que centren su atención en la actitud de los sujetos del experimento, pues esa actitud es realmente reveladora. En el segundo caso, se trata de un programa completo que mezcla la lógica del Experimento Milgram con la de un reality show televisivo. Las preguntas que se plantean es quién determina, en un contexto social, cuáles son las reglas a seguir y, sobre todo, cómo se asignan las responsabilidades relativas a una supuesta autoridad.
Quedan abiertos los comentarios.
Los otros dos videos que se reproducen más abajo son documentales. Les pido que centren su atención en la actitud de los sujetos del experimento, pues esa actitud es realmente reveladora. En el segundo caso, se trata de un programa completo que mezcla la lógica del Experimento Milgram con la de un reality show televisivo. Las preguntas que se plantean es quién determina, en un contexto social, cuáles son las reglas a seguir y, sobre todo, cómo se asignan las responsabilidades relativas a una supuesta autoridad.
Quedan abiertos los comentarios.
lunes, junio 09, 2014
Entrevista a Giles Lipovetsky
“El consumo te brinda pequeñas felicidades. Claro que no duran.”
Entrevista a Giles Lipovetsky, filósofo y sociólogo francés
Por Patricia Kolesnicov
Artículo aparecido en el diario Clarín, 08-06-2014.
-¿Entonces ahora somos menos felices?
-Esa será la pregunta que cierre esta entrevista. Hoy, con todo lo que tenemos, ¿somos menos felices? Es que el filósofo Gilles Lipovetsky tiene mucho que decir sobre estas cosas. De hecho, vino al país a hablar de consumo y felicidad. Pero eso será al final. Para empezar, hay que saber que este señor que ahora gesticula enfático y que pronto aconsejará cierta moderación en el consumo es el mismo que hace algo más de tres décadas empezó a hablar de la posmodernidad, una nueva forma de ser en el mundo en que nada –ni el amor, ni el trabajo, ni el género– es fijo, el hedonismo manda y el consumo es el acceso al bienestar. Este filósofo que fue leído en todo el mundo y que ahora va a decir que hay que estudiar con rigor y, sí, sufrir un poco para aprender, en su libro La era del vacío, de 1983, describía el nuevo mundo de una manera que explicó muy bien el sociólogo Marcelo Pisarro: “El capitalismo moderno había provocado una complicada ruptura en el mundo occidental y había conducido a una sociedad individualista, risueña, cool, respetuosa de las diferencias e irrespetuosa de las jerarquías, ávida de identidad, apática y narcisista, escéptica de los grandes relatos y de los corsés ideológicos, emancipada de los centros y de las represiones, desenfadada, irónica, nostálgica, consumista, ligera, en fin, posmoderna. (...) Si el embajador de la modernidad era Conan el Destructor, el representante de la posmodernidad era Forrest Gump .” Después, Lipovetsky reemplazó el término de “posmodernidad” por el de “hipermodernidad”, donde la cultura es inseparable de la industria y vivimos un hiperindividualismo. Así es que Lipovetsky estuvo en la Argentina hace unos días, invitado por la Fundación Osde para hablar sobre “La sociedad del hiperconsumo. ¿Somos más felices?”
-¿Por qué vincula consumo con felicidad. ¿Qué tienen que ver?
-Tienen mucho que ver. El consumo tiene un objetivo y es el de incrementar el bienestar. Eso no es la felicidad pero son momentitos de felicidad. Si te comprás una casa, si hacés un viaje, es porque esperás de eso algún bienestar. La dinámica del consumo se legitima en nombre de la felicidad privada. ¿Vas al cine? ¿Qué te venden? Dos horas de felicidad. Todos los productos de consumo se venden por ese artilugio.
-Cualquier adulto sabe que eso no funciona, no hace falta ser Gilles Lipovetsky...
-¡Seguro! Eso es la retórica de la felicidad.
-Hay una distancia entre la retórica de la felicidad y la felicidad.
-Cierto. Pero no se trata de una ilusión total. El consumo te brinda pequeñas felicidades. Llevás a tus hijos a Disney; ellos están felices y vos también. Te compraste el último celular inteligente… estás contenta. Claro que no dura, son felicidades pequeñas.
-¿Y qué es la felicidad?
-¿La felicidad? Es una relación de uno con uno mismo y de uno con los demás. El consumo, en cambio, es una relación de vos con una cosa.
-¿Un ejemplo?
-De uno mismo con uno mismo: podrás tener la tablet, el teléfono, la casa, lo que se te ocurra, pero si tu trabajo no te gusta, si hay aspectos de tu vida que no te gustan, todo el resto no vale. Con lo cual hay felicidad solamente cuando hay paz interior. Los filósofos siempre lo plantearon de esa manera: los epicúreos, los estoicos, las escuelas cínicas, todos muestran que la sabiduría es la serenidad. Si estás en conflicto con vos misma, porque el modo de vida que tenés no te gusta, porque tenés que estar a las corridas, entonces podés ir a comprar, a consumir, al cine y eso te va a dar pinceladas de felicidad pero en el fondo sos una desgraciada.
-¿Y en el vínculo con los demás?
-Mal podés ser feliz si estás en tensión con los demás. Si tenés un conflicto grave, si tu jefe te está hostigando, tu vida es espantosa. Podrás comprarte lo que se te ocurra y vas a estar traumatizada. La idea de que el consumo puede darte la felicidad es una estupidez.
-Ya las abuelas decían que la plata no hace la felicidad...
-Mmm... Se hicieron estudios con cifras y se vio que la fórmula “La plata no hace la felicidad” es verdadera y falsa. En las encuestas sobre felicidad, los que se declaran menos felices son los más pobres. Si no tenés techo y además podés estar enfermo, tener frío, es imposible ser feliz. El peso de las cosas es tan enorme que torna imposible la felicidad. A ese nivel, la plata contribuye a la felicidad. Pero también se pudo demostrar que llega un momento en que ganás más, más plata y no te da más felicidad. Hay un umbral.
-¿Esta aceleración del consumo no tiene que ver con modelos económicos basados en su estímulo? Si el consumo mueve la economía, hace falta consumo
-Como sabés, en las economías hiperdesarrolladas hoy el motor del crecimiento es el consumo de los hogares. En Estados Unidos, el 70 por ciento del PBI viene de allí. Si la gente no compra, se desmorona la economía. En Francia es el 60 por ciento. En la sociedad de hiperconsumo, el consumo pasó a ser el motor de la economía.
-En este contexto nosotros, cada uno, ¿tenía alguna alternativa a convertirse en un hiperconsumidor? ¿O fue la máquina económica del mundo la que nos inventó como consumidores?
-Esencialmente, es así, nos inventaron. Fijate: hace poco la tablet no la deseaba nadie, ¡no existía! Y ahora quiero la mía. Claro que es el sistema: Marx ya lo dijo: es la producción lo que genera el deseo. Ahora bien: hoy el sistema es tan potente que no deja de inventar nuevas necesidades. Y generó la hiperelección. Es decir: dentro de la hiperelección volvés a tener un margen de autonomía. Vos tenés un teléfono inteligente y mirá, yo tengo un teléfono viejo. No es una cuestión de plata: no me lo compré por elección. Tenés una autonomía individual que no te obliga a consumir.
-Usted se preguntó si había sido bueno darle tanta importancia al hedonismo y si es hora de cuestionarnos qué es una buena vida.
-Epicuro decía que se hace algo porque se espera sacar de eso un placer y que escapamos de aquello que nos puede generar dolor. El capitalismo de hiperconsumo hizo reventar eso, el hedonismo está difundido, sacralizado y en todos lados. Los conservadores denuncian eso. Dicen que el sistema es hedonista y que hace que la gente sea egoísta, que arruina el futuro porque la gente está mirando la tele, son tarados, miran pornografía en vez de cosas de calidad, los turistas son vulgares, comen sándwiches en los museos. Con lo que surge la idea de que en se trata de un sistema democrático, sí, pero de una democracia que corrompe los verdaderos valores. Yo no sería tan estricto. Pienso que el hedonismo ha hecho mucho bien. Que el hecho de que la gente viaje, que escuche música con facilidad, que todo el mundo se pueda vestir más o menos a la moda, que se pueda llamar por teléfono a todos lados, que uno pueda cuidarse —el hedonismo son también los medicamentos que uno consume— todo eso es positivo. El problema es que este sistema transformó el hedonismo en un absoluto: no propone ninguna otra cosa, no hay otra finalidad de existencia. Y eso no está bien.
-¿Por qué?
-El placer como medio, bárbaro. Si es como fin, es pobre. Un ser humano no es sólo una máquina de placer. A menudo lo que te da placer no te lo da de inmediato, hay que sufrir un poco para conseguir un placer.
-¿Cómo es eso?
-Mientas escribo un libro no tengo un orgasmo cada quince minutos, es algo difícil. Pero luego vendrá el placer. Es una visión muy pobre del ser humano el reducirlo al consumo. El ser humano piensa, trabaja, ama… Si hablamos de educación, eso no es hedonismo, es trabajo. Si sos madre y sólo das educación de placer, tus hijos no van a crecer. En algún momento vas a tener que apretar las clavijas. De lo contrario. La escuela no está para dar felicidad, está para enseñar. Hay que aprender.
-En este país resulta paradójico hablar de hiperconsumo. No hay veinte tipos de queso en el supermercado y hay miles de personas durmiendo en la calle y comiendo de la basura.
-Hay una brecha enorme de desigualdades y el drama es que aún esos pobres de los que hablás son hiperconsumidores… en su cabeza. Ellos también ven la tablet, la quieren, porque saben que existe. Antes los pobres vivían en el campo, no viajaban, vivían pobres, no hablaban por teléfono, no había moda. Hoy es más difícil ser pobre porque en la cabeza hay una contradicción. “Yo también tengo derecho al consumo”, se dicen. Y es insoportable, porque tiene que ver con la dignidad.
-¿Entonces ahora somos menos felices?
-Hace un siglo Freud se ocupaba de burguesas histéricas, frígidas; tampoco eran felices. No dramaticemos. Ahora las mujeres no son frígidas, tienen otros problemas. La felicidad y la infelicidad son muy complejas, no son fáciles de medir. Creo que con la excepción de momentos de dramas espantosos, la sumatoria de felicidades y desgracias no debe haber cambiado mucho en la historia de la humanidad.
Artículo aparecido en el diario Clarín, 08-06-2014.
-¿Entonces ahora somos menos felices?
-Esa será la pregunta que cierre esta entrevista. Hoy, con todo lo que tenemos, ¿somos menos felices? Es que el filósofo Gilles Lipovetsky tiene mucho que decir sobre estas cosas. De hecho, vino al país a hablar de consumo y felicidad. Pero eso será al final. Para empezar, hay que saber que este señor que ahora gesticula enfático y que pronto aconsejará cierta moderación en el consumo es el mismo que hace algo más de tres décadas empezó a hablar de la posmodernidad, una nueva forma de ser en el mundo en que nada –ni el amor, ni el trabajo, ni el género– es fijo, el hedonismo manda y el consumo es el acceso al bienestar. Este filósofo que fue leído en todo el mundo y que ahora va a decir que hay que estudiar con rigor y, sí, sufrir un poco para aprender, en su libro La era del vacío, de 1983, describía el nuevo mundo de una manera que explicó muy bien el sociólogo Marcelo Pisarro: “El capitalismo moderno había provocado una complicada ruptura en el mundo occidental y había conducido a una sociedad individualista, risueña, cool, respetuosa de las diferencias e irrespetuosa de las jerarquías, ávida de identidad, apática y narcisista, escéptica de los grandes relatos y de los corsés ideológicos, emancipada de los centros y de las represiones, desenfadada, irónica, nostálgica, consumista, ligera, en fin, posmoderna. (...) Si el embajador de la modernidad era Conan el Destructor, el representante de la posmodernidad era Forrest Gump .” Después, Lipovetsky reemplazó el término de “posmodernidad” por el de “hipermodernidad”, donde la cultura es inseparable de la industria y vivimos un hiperindividualismo. Así es que Lipovetsky estuvo en la Argentina hace unos días, invitado por la Fundación Osde para hablar sobre “La sociedad del hiperconsumo. ¿Somos más felices?”
-¿Por qué vincula consumo con felicidad. ¿Qué tienen que ver?
-Tienen mucho que ver. El consumo tiene un objetivo y es el de incrementar el bienestar. Eso no es la felicidad pero son momentitos de felicidad. Si te comprás una casa, si hacés un viaje, es porque esperás de eso algún bienestar. La dinámica del consumo se legitima en nombre de la felicidad privada. ¿Vas al cine? ¿Qué te venden? Dos horas de felicidad. Todos los productos de consumo se venden por ese artilugio.
-Cualquier adulto sabe que eso no funciona, no hace falta ser Gilles Lipovetsky...
-¡Seguro! Eso es la retórica de la felicidad.
-Hay una distancia entre la retórica de la felicidad y la felicidad.
-Cierto. Pero no se trata de una ilusión total. El consumo te brinda pequeñas felicidades. Llevás a tus hijos a Disney; ellos están felices y vos también. Te compraste el último celular inteligente… estás contenta. Claro que no dura, son felicidades pequeñas.
-¿Y qué es la felicidad?
-¿La felicidad? Es una relación de uno con uno mismo y de uno con los demás. El consumo, en cambio, es una relación de vos con una cosa.
-¿Un ejemplo?
-De uno mismo con uno mismo: podrás tener la tablet, el teléfono, la casa, lo que se te ocurra, pero si tu trabajo no te gusta, si hay aspectos de tu vida que no te gustan, todo el resto no vale. Con lo cual hay felicidad solamente cuando hay paz interior. Los filósofos siempre lo plantearon de esa manera: los epicúreos, los estoicos, las escuelas cínicas, todos muestran que la sabiduría es la serenidad. Si estás en conflicto con vos misma, porque el modo de vida que tenés no te gusta, porque tenés que estar a las corridas, entonces podés ir a comprar, a consumir, al cine y eso te va a dar pinceladas de felicidad pero en el fondo sos una desgraciada.
-¿Y en el vínculo con los demás?
-Mal podés ser feliz si estás en tensión con los demás. Si tenés un conflicto grave, si tu jefe te está hostigando, tu vida es espantosa. Podrás comprarte lo que se te ocurra y vas a estar traumatizada. La idea de que el consumo puede darte la felicidad es una estupidez.
-Ya las abuelas decían que la plata no hace la felicidad...
-Mmm... Se hicieron estudios con cifras y se vio que la fórmula “La plata no hace la felicidad” es verdadera y falsa. En las encuestas sobre felicidad, los que se declaran menos felices son los más pobres. Si no tenés techo y además podés estar enfermo, tener frío, es imposible ser feliz. El peso de las cosas es tan enorme que torna imposible la felicidad. A ese nivel, la plata contribuye a la felicidad. Pero también se pudo demostrar que llega un momento en que ganás más, más plata y no te da más felicidad. Hay un umbral.
-¿Esta aceleración del consumo no tiene que ver con modelos económicos basados en su estímulo? Si el consumo mueve la economía, hace falta consumo
-Como sabés, en las economías hiperdesarrolladas hoy el motor del crecimiento es el consumo de los hogares. En Estados Unidos, el 70 por ciento del PBI viene de allí. Si la gente no compra, se desmorona la economía. En Francia es el 60 por ciento. En la sociedad de hiperconsumo, el consumo pasó a ser el motor de la economía.
-En este contexto nosotros, cada uno, ¿tenía alguna alternativa a convertirse en un hiperconsumidor? ¿O fue la máquina económica del mundo la que nos inventó como consumidores?
-Esencialmente, es así, nos inventaron. Fijate: hace poco la tablet no la deseaba nadie, ¡no existía! Y ahora quiero la mía. Claro que es el sistema: Marx ya lo dijo: es la producción lo que genera el deseo. Ahora bien: hoy el sistema es tan potente que no deja de inventar nuevas necesidades. Y generó la hiperelección. Es decir: dentro de la hiperelección volvés a tener un margen de autonomía. Vos tenés un teléfono inteligente y mirá, yo tengo un teléfono viejo. No es una cuestión de plata: no me lo compré por elección. Tenés una autonomía individual que no te obliga a consumir.
-Usted se preguntó si había sido bueno darle tanta importancia al hedonismo y si es hora de cuestionarnos qué es una buena vida.
-Epicuro decía que se hace algo porque se espera sacar de eso un placer y que escapamos de aquello que nos puede generar dolor. El capitalismo de hiperconsumo hizo reventar eso, el hedonismo está difundido, sacralizado y en todos lados. Los conservadores denuncian eso. Dicen que el sistema es hedonista y que hace que la gente sea egoísta, que arruina el futuro porque la gente está mirando la tele, son tarados, miran pornografía en vez de cosas de calidad, los turistas son vulgares, comen sándwiches en los museos. Con lo que surge la idea de que en se trata de un sistema democrático, sí, pero de una democracia que corrompe los verdaderos valores. Yo no sería tan estricto. Pienso que el hedonismo ha hecho mucho bien. Que el hecho de que la gente viaje, que escuche música con facilidad, que todo el mundo se pueda vestir más o menos a la moda, que se pueda llamar por teléfono a todos lados, que uno pueda cuidarse —el hedonismo son también los medicamentos que uno consume— todo eso es positivo. El problema es que este sistema transformó el hedonismo en un absoluto: no propone ninguna otra cosa, no hay otra finalidad de existencia. Y eso no está bien.
-¿Por qué?
-El placer como medio, bárbaro. Si es como fin, es pobre. Un ser humano no es sólo una máquina de placer. A menudo lo que te da placer no te lo da de inmediato, hay que sufrir un poco para conseguir un placer.
-¿Cómo es eso?
-Mientas escribo un libro no tengo un orgasmo cada quince minutos, es algo difícil. Pero luego vendrá el placer. Es una visión muy pobre del ser humano el reducirlo al consumo. El ser humano piensa, trabaja, ama… Si hablamos de educación, eso no es hedonismo, es trabajo. Si sos madre y sólo das educación de placer, tus hijos no van a crecer. En algún momento vas a tener que apretar las clavijas. De lo contrario. La escuela no está para dar felicidad, está para enseñar. Hay que aprender.
-En este país resulta paradójico hablar de hiperconsumo. No hay veinte tipos de queso en el supermercado y hay miles de personas durmiendo en la calle y comiendo de la basura.
-Hay una brecha enorme de desigualdades y el drama es que aún esos pobres de los que hablás son hiperconsumidores… en su cabeza. Ellos también ven la tablet, la quieren, porque saben que existe. Antes los pobres vivían en el campo, no viajaban, vivían pobres, no hablaban por teléfono, no había moda. Hoy es más difícil ser pobre porque en la cabeza hay una contradicción. “Yo también tengo derecho al consumo”, se dicen. Y es insoportable, porque tiene que ver con la dignidad.
-¿Entonces ahora somos menos felices?
-Hace un siglo Freud se ocupaba de burguesas histéricas, frígidas; tampoco eran felices. No dramaticemos. Ahora las mujeres no son frígidas, tienen otros problemas. La felicidad y la infelicidad son muy complejas, no son fáciles de medir. Creo que con la excepción de momentos de dramas espantosos, la sumatoria de felicidades y desgracias no debe haber cambiado mucho en la historia de la humanidad.
sábado, junio 07, 2014
Parcial domiciliario
La consigna del parcial domiciliario individual, con fecha de entrega 19 de junio, es la siguiente (y queda especificado que debe responderse a la pregunta en cuestión dando cuenta de los contenidos trabajados en la materia, tanto en los teóricos como en los prácticos):
"Quién soy, quién es el otro, cómo me relaciono con ese otro y con la realidad."
Se evaluará la pertinencia de la respuesta, su originalidad, los aportes personales, su comunicatividad y su extensión, que debe ser la suficiente como para dar respuesta a la consigna, pero sin incurrir en lo que en la jerga docente se conoce como "guitarreo".
"Quién soy, quién es el otro, cómo me relaciono con ese otro y con la realidad."
Se evaluará la pertinencia de la respuesta, su originalidad, los aportes personales, su comunicatividad y su extensión, que debe ser la suficiente como para dar respuesta a la consigna, pero sin incurrir en lo que en la jerga docente se conoce como "guitarreo".
viernes, junio 06, 2014
Algunos enlaces acerca de las relaciones
Barbara Mattei compartió el enlace a un artículo publicado en Página 12, firmado por Silvia Ons, titulado "Medias naranjas no me quedan".
Allí, entre otras cuestiones, se trabaja la idea del otro a nivel de la sexualidad entre el hombre y la mujer, a partir del mito del andrógino, que habla mucho del concepto mismo del otro. Y hay también sentencias muy interesantes, como la de Jacques-Alain Miller, al afirmar que "amamos a aquel o a aquella que podría responder a la pregunta acerca de quiénes somos". O ya sobre el final, luego de relacionar las temáticas del amor y la muerte: "Los amores imposibles son los que aspiran a una eternidad en cuanto no se realizan, pero al mismo tiempo son amores muertos, coagulados en un eterno presente, fijos en lo que podría haber sido".>.
En fin, les dejo el enlace y ustedes vean si les sirve, en qué, en dónde. Y de paso un par de videítos, como para matar el rato.
Allí, entre otras cuestiones, se trabaja la idea del otro a nivel de la sexualidad entre el hombre y la mujer, a partir del mito del andrógino, que habla mucho del concepto mismo del otro. Y hay también sentencias muy interesantes, como la de Jacques-Alain Miller, al afirmar que "amamos a aquel o a aquella que podría responder a la pregunta acerca de quiénes somos". O ya sobre el final, luego de relacionar las temáticas del amor y la muerte: "Los amores imposibles son los que aspiran a una eternidad en cuanto no se realizan, pero al mismo tiempo son amores muertos, coagulados en un eterno presente, fijos en lo que podría haber sido".>.
En fin, les dejo el enlace y ustedes vean si les sirve, en qué, en dónde. Y de paso un par de videítos, como para matar el rato.
lunes, junio 02, 2014
jueves, mayo 22, 2014
Para tener presente
No importa quién lo dice, sino lo que se dice. Bueno, por lo menos en este caso en particular, y en lo que hace a las ideas expuestas en este video. En todo caso, lo que quiero destacar es que no se trata solamente de qué somos, sino además de precisar quiénes somos. Parte de esta constitución identitaria deriva directamente de aquello que los demás ponen en nosotros, en tanto individuos con cierta autonomía, a través de su juicio crítico, a través de su mirada... Pero otra parte se deriva directamente de aquello que nosotros mismos hacemos, a través del ejercicio de nuestra libertad. Somos quienes decidimos ser y hacer; y somos también aquello que los demás fijan en nosotros a través de sus juicios. "Somos -dice Jean Paul Sartre- aquello que hacemos con lo que los demás hacen de nosotros."
miércoles, mayo 21, 2014
Para el debate y/o la reflexión
La cuestión de las redes nos es relevante. En los últimos días, este video se volvió viral:
Tal vez estés de acuerdo con algunas de las cosas que se dicen allí. Pero te invito a que también leas este artículo firmado por Ariel Torres para el diario La Nación, y que después saques tus propias conclusiones.
Como dije, puedo pasar por alto todas estas cosas. Son un clásico del género. Ahora, lo que no puedo admitir es que la historia que se relata en el video caiga en esa falacia que Stanislav Lem visita con maestría en su libro Vacío perfecto. El razonamiento de que si el muchacho nunca hubiera levantado la vista del smartphone, entonces nunca habría conocido a su futura esposa es por completo inválido. Para el caso, no sólo hizo falta que levantara la vista. También fue necesario que naciera. Para llegar a nacer sus padres debieron conocerse. Para que eso ocurriera tuvieron que nacer (y conocerse y enamorarse) sus abuelos. Lo mismo todos sus antepasados hasta llegar al primer homínido, que nunca habría existido si los dinosaurios no se hubieran extinguido, dejando libre el ecosistema terrestre a los mamíferos. Así que el protagonista del video también le debe el amor de su vida a la caída de un asteroide 65 millones de años atrás. No me extenderé en esto. El delicioso texto de Lem, llamado De Impossibilitate Vitae / De Impossibilitate Prognoscendi, demuestra de forma implacable por qué esta clase de argumentos sólo tienen un barniz de verdad. Les recomiendo leerlo, sobre todo si el video los emocionó. La estadística no trata sobre la singularidad de los individuos. De eso se ocupa, acaso, el destino.
Hay otro planteo todavía más serio en este y otros videos. Es decir que el pasado, despojado de tecnología, era una maravilla. Viví muchos años en ese mundo ido y, de corazón, no volvería a aquella época ni por todo el oro del mundo. Además, la comparación es imposible. Por dos motivos. Porque no hay puntos de contacto y porque, siguiendo ese razonamiento, el siglo XVIII debió ser mejor que el XX, puesto que había mucha menos tecnología. Un lindo mundo sin vacunas ni refrigeradores. Sobre todo me preocupa la insistencia con que se retratan los buenos viejos tiempos previos a la digitalización como una época en la que había más contacto humano. Sé de sobra y por experiencia que las pantallas no pueden reemplazar la presencia, y lo he dicho con todas las letras. Pero pintar de dorado las décadas que van entre, digamos, mediados del siglo XX y la aparición de las computadoras personales, a fines de la década del '70, es una patraña. No porque tenías que caminar 20 kilómetros, con suerte, para pedir auxilio si se te quedaba el auto en la ruta. Tampoco porque los teléfonos no permitían mandar mensajes de texto. Ni porque sacar una foto era un experimento químico que tardaba no menos de una semana en revelar sus resultados. Es fácil desacreditar aquellos tiempos basándose en las virtudes de nuestros dispositivos digitales, tanto como lo es desacreditar la hora actual basándose en individuos disfuncionales que usan la tecnología para agredir o desacreditar. El problema es mucho más serio: hace 40 o 50 años las personas no tenían más vida social que la que tienen ahora. Por el contrario. Tenían menos.
Salvo excepciones, la cantidad de vida social de las personas ha sido más o menos constante durante toda su historia. Es una función del tiempo disponible y las distancias, y no se basa en elecciones personales. Es un rasgo genético de la especie. Por eso, para el prisionero existe todavía un castigo peor: el aislamiento.
Una encuesta reciente que cita Roxana Morduchowicz en su libro Los chicos y las pantallas, muestra que los adolescentes de hoy, esos a los que se pinta como enfrascados en sus smartphones y alienados por los jueguitos, prefieren antes que nada salir con sus amigos. Obvio. Además de adolescentes son homo sapiens. Lo que ocurre en la actualidad, de hecho, es casi es lo opuesto a lo que se retrata en el video. Las telecomunicaciones digitales, omnipresentes, económicas y trasnacionales, han agregado una capa de socialización que antes no existía. No vino a reemplazar, como machacan los nostálgicos, el cafecito cara a cara, sino que nos proporcionó una nueva dimensión de encuentro. Es la primera vez, desde que éramos pequeños asentamientos donde todo intercambio se daba cara a cara, que tenemos la posibilidad de conectar con otro a cualquier hora, en cualquier lugar. Lo hacemos porque estamos socializando, porque la pulsión social es una de las más poderosas de nuestra naturaleza. Quizá por primera vez estamos socializando tanto como cuando no existían estas urbes inmensas. Mirar la pantalla es, muchas veces, levantar la mirada cuando no hay nadie alrededor. Algo que ronda lo discriminatorio en este video es que pasa por alto el hecho de que las nuevas tecnologías de telecomunicaciones les han permitido socializar mucho más a las personas que tienen sus capacidades físicas limitadas. Lo de tomar un cafecito está muy bien, siempre y cuando puedas salir fácilmente de tu casa. Que familias, parejas y amigos se la pasen enfrascados en sus teléfonos sin hablarse puede ser cultural, pero es sobre todo una exageración. Basta salir un poco para ver que muchas parejas, grupos de amigos y familias siguen charlando como en los buenos viejos tiempos. En el mismo tono está el asunto de las plazas vacías de niños. ¿Realmente es así? ¿Dónde? El video no lo dice, y esa generalización parece más bien algo del orden del prejuicio contra la tecnología.
Hace poco, frente a una escena donde el papá estaba mirando su tablet, mamá la suya y los dos chicos jugueteaban con sus smartphones, alguien me hizo el típico comentario indignado sobre la falta de diálogo que causan las nuevas tecnologías. Así que me levanté, caminé unos pasos, y rápidamente observé lo que cada uno estaba haciendo con sus pantallas. Papá estaba leyendo una nota sobre un partido de fútbol, mamá estaba ojeando la cartelera de cine, la niña estaba con un jueguito y el más pequeño con una app para colorear. Así que, de regreso a la mesa, pregunté: ¿qué pasaría si papá estuviera mirando la sección Deportes del diario; mamá, la cartelera en la sección Espectáculos, y los chicos mirando libros de cuentos bellamente ilustrados? Nos parecería una escena de la vida cotidiana, y la falta de diálogo sería idéntica. Por supuesto, hay quienes se exceden con la tecnología. No son diferentes de los que se exceden con el alcohol y se diploman de aguafiestas. Pero hoy hay más vida social que cuando todo lo que tenías en tu casa era un televisor en blanco y negro, un teléfono de baquelita y ninguno de tus amigos respondía las llamadas. Hoy, en esa circunstancia, te vas a Facebook o a Twitter o algo por el estilo. Hace 50 años no te ibas a un cafecito y te sentabas a charlar con desconocidos. Hace 50 años estábamos mucho más solos que ahora.
Tal vez estés de acuerdo con algunas de las cosas que se dicen allí. Pero te invito a que también leas este artículo firmado por Ariel Torres para el diario La Nación, y que después saques tus propias conclusiones.
Hace 50 años estábamos mucho más solos que ahora
Más o menos regularmente aparece un video que pontifica sobre lo mala que es la tecnología digital para las relaciones humanas. En general, se vuelven virales. La semana última, uno titulado Levanta la mirada no sólo superó los 37 millones de vistas en YouTube -aunque con proporcionalmente escasos 300.000 me gusta-, sino que, al menos, reconoció, sobre el final de sus 5 minutos de duración, que para ver el mencionado corto hacía falta estar mirando la pantalla. Pero bueno, todo bien, se lo perdonamos.Tampoco le criticaré demasiado su planteo de que tiene 422 amigos y sin embargo se siente solo. Le diría que elija mejor a sus amistades, incluso en Facebook. O que revise el tema de la soledad con su analista; suena a síntoma. Dejaré asimismo de lado la afirmación de que somos esclavos de estos dispositivos. También somos esclavos del cuchillo y el tenedor en una comida social, favor de notar. Y la escena de la cita romántica en la que él mira su celular y ella se siente ignorada, bueno, acá va un consejo: nunca seas el plan B de nadie.Otra cosita: Gary Turk, el autor del video, dice que vivimos en un mundo de teléfonos inteligentes y personas tontas. ¿Es entonces una buena noticia que haya tenido 37 millones de vistas en YouTube? Te deja pensando.
Como dije, puedo pasar por alto todas estas cosas. Son un clásico del género. Ahora, lo que no puedo admitir es que la historia que se relata en el video caiga en esa falacia que Stanislav Lem visita con maestría en su libro Vacío perfecto. El razonamiento de que si el muchacho nunca hubiera levantado la vista del smartphone, entonces nunca habría conocido a su futura esposa es por completo inválido. Para el caso, no sólo hizo falta que levantara la vista. También fue necesario que naciera. Para llegar a nacer sus padres debieron conocerse. Para que eso ocurriera tuvieron que nacer (y conocerse y enamorarse) sus abuelos. Lo mismo todos sus antepasados hasta llegar al primer homínido, que nunca habría existido si los dinosaurios no se hubieran extinguido, dejando libre el ecosistema terrestre a los mamíferos. Así que el protagonista del video también le debe el amor de su vida a la caída de un asteroide 65 millones de años atrás. No me extenderé en esto. El delicioso texto de Lem, llamado De Impossibilitate Vitae / De Impossibilitate Prognoscendi, demuestra de forma implacable por qué esta clase de argumentos sólo tienen un barniz de verdad. Les recomiendo leerlo, sobre todo si el video los emocionó. La estadística no trata sobre la singularidad de los individuos. De eso se ocupa, acaso, el destino.
Hay otro planteo todavía más serio en este y otros videos. Es decir que el pasado, despojado de tecnología, era una maravilla. Viví muchos años en ese mundo ido y, de corazón, no volvería a aquella época ni por todo el oro del mundo. Además, la comparación es imposible. Por dos motivos. Porque no hay puntos de contacto y porque, siguiendo ese razonamiento, el siglo XVIII debió ser mejor que el XX, puesto que había mucha menos tecnología. Un lindo mundo sin vacunas ni refrigeradores. Sobre todo me preocupa la insistencia con que se retratan los buenos viejos tiempos previos a la digitalización como una época en la que había más contacto humano. Sé de sobra y por experiencia que las pantallas no pueden reemplazar la presencia, y lo he dicho con todas las letras. Pero pintar de dorado las décadas que van entre, digamos, mediados del siglo XX y la aparición de las computadoras personales, a fines de la década del '70, es una patraña. No porque tenías que caminar 20 kilómetros, con suerte, para pedir auxilio si se te quedaba el auto en la ruta. Tampoco porque los teléfonos no permitían mandar mensajes de texto. Ni porque sacar una foto era un experimento químico que tardaba no menos de una semana en revelar sus resultados. Es fácil desacreditar aquellos tiempos basándose en las virtudes de nuestros dispositivos digitales, tanto como lo es desacreditar la hora actual basándose en individuos disfuncionales que usan la tecnología para agredir o desacreditar. El problema es mucho más serio: hace 40 o 50 años las personas no tenían más vida social que la que tienen ahora. Por el contrario. Tenían menos.
Salvo excepciones, la cantidad de vida social de las personas ha sido más o menos constante durante toda su historia. Es una función del tiempo disponible y las distancias, y no se basa en elecciones personales. Es un rasgo genético de la especie. Por eso, para el prisionero existe todavía un castigo peor: el aislamiento.
Una encuesta reciente que cita Roxana Morduchowicz en su libro Los chicos y las pantallas, muestra que los adolescentes de hoy, esos a los que se pinta como enfrascados en sus smartphones y alienados por los jueguitos, prefieren antes que nada salir con sus amigos. Obvio. Además de adolescentes son homo sapiens. Lo que ocurre en la actualidad, de hecho, es casi es lo opuesto a lo que se retrata en el video. Las telecomunicaciones digitales, omnipresentes, económicas y trasnacionales, han agregado una capa de socialización que antes no existía. No vino a reemplazar, como machacan los nostálgicos, el cafecito cara a cara, sino que nos proporcionó una nueva dimensión de encuentro. Es la primera vez, desde que éramos pequeños asentamientos donde todo intercambio se daba cara a cara, que tenemos la posibilidad de conectar con otro a cualquier hora, en cualquier lugar. Lo hacemos porque estamos socializando, porque la pulsión social es una de las más poderosas de nuestra naturaleza. Quizá por primera vez estamos socializando tanto como cuando no existían estas urbes inmensas. Mirar la pantalla es, muchas veces, levantar la mirada cuando no hay nadie alrededor. Algo que ronda lo discriminatorio en este video es que pasa por alto el hecho de que las nuevas tecnologías de telecomunicaciones les han permitido socializar mucho más a las personas que tienen sus capacidades físicas limitadas. Lo de tomar un cafecito está muy bien, siempre y cuando puedas salir fácilmente de tu casa. Que familias, parejas y amigos se la pasen enfrascados en sus teléfonos sin hablarse puede ser cultural, pero es sobre todo una exageración. Basta salir un poco para ver que muchas parejas, grupos de amigos y familias siguen charlando como en los buenos viejos tiempos. En el mismo tono está el asunto de las plazas vacías de niños. ¿Realmente es así? ¿Dónde? El video no lo dice, y esa generalización parece más bien algo del orden del prejuicio contra la tecnología.
Hace poco, frente a una escena donde el papá estaba mirando su tablet, mamá la suya y los dos chicos jugueteaban con sus smartphones, alguien me hizo el típico comentario indignado sobre la falta de diálogo que causan las nuevas tecnologías. Así que me levanté, caminé unos pasos, y rápidamente observé lo que cada uno estaba haciendo con sus pantallas. Papá estaba leyendo una nota sobre un partido de fútbol, mamá estaba ojeando la cartelera de cine, la niña estaba con un jueguito y el más pequeño con una app para colorear. Así que, de regreso a la mesa, pregunté: ¿qué pasaría si papá estuviera mirando la sección Deportes del diario; mamá, la cartelera en la sección Espectáculos, y los chicos mirando libros de cuentos bellamente ilustrados? Nos parecería una escena de la vida cotidiana, y la falta de diálogo sería idéntica. Por supuesto, hay quienes se exceden con la tecnología. No son diferentes de los que se exceden con el alcohol y se diploman de aguafiestas. Pero hoy hay más vida social que cuando todo lo que tenías en tu casa era un televisor en blanco y negro, un teléfono de baquelita y ninguno de tus amigos respondía las llamadas. Hoy, en esa circunstancia, te vas a Facebook o a Twitter o algo por el estilo. Hace 50 años no te ibas a un cafecito y te sentabas a charlar con desconocidos. Hace 50 años estábamos mucho más solos que ahora.
domingo, mayo 18, 2014
Curiosidad
Lo anoto acá porque si no me voy a olvidar. Estoy pasando la lista del teórico... Noto (de casualidad) que Matías Britez firma consignando que cursa en la comisión de las 17 en lugar de las 19 (o sea: ésta comisión). Sigo adelante pensando en que casi le pongo ausente debido a su error... Pero resulta que también Mattei, Sammartino, Eva González y Juan Calabozo consignan el mismo error.
Che, si se quieren cambiar a la comisión anterior avisen.
Che, si se quieren cambiar a la comisión anterior avisen.
jueves, mayo 08, 2014
6. Lugar para responder la consigna...
Bueno... Ya habrán leído lo que ese otro vio en ustedes... Y ese otro habrá hecho otro tanto con lo que ustedes escribieron sobre él / ella.
Comenten en este espacio lo que sacan en limpio de este juego de descripciones.
miércoles, mayo 07, 2014
Encuesta de Consumos Culturales
Les dejo información relativa a la Primera Encuesta Nacional de Consumos Culturales y Entorno Digital, relevamiento que fue realizado durante el primer semestre de 2013 por la Universidad Nacional de San Martín, en colaboración con el Centro de Investigaciones en Estadística Aplicada de la Universidad Nacional de Tres de Febrero. Se consultó a mayores de 12 años en localidades de más de 30 mil habitantes de todo el país, con una muestra de 3574 casos efectivos con representación de las seis regiones de la Argentina (AMBA, NOA, NEA, Centro, Cuyo y Patagonia). No es que sea material de evaluación de nuestra materia, pero de todos modos me parece oportuno facilitarles estos datos.
lunes, mayo 05, 2014
Texto de Milan Kundera
Gracias a Bárbara Mattei, que me sacó por un momento de mi ostracismo para recordarme que yo había prometido subir aquí un texto de Milan Kundera, que a partir de este momento claramente puede bajarse y leerse a través del mero artilugio de hace click en el enlace correspondiente.
martes, abril 29, 2014
Acerca de las Cuatro Nobles Verdades
A la manera de una síntesis de lo visto al final de la última clase:
1. El sufrimiento es propio de la condición humana.
2. El sufrimiento está ocasionado por el deseo insatisfecho.
3. Si se suprime el deseo, desaparece el sufrimiento.
4. Es posible suprimir el deseo.
"¿Cómo podríamos ser felices, con todo lo que nos falta saber del mundo?", podría preguntarse Fausto. Y seguramente él hablaría de conocimientos, pero para el caso también podríamos estar hablando de dinero, de otros bienes materiales, o simbólicos, de un título universitario, de experiencias sensuales, de pasiones diversas. Fausto es el arquetipo. Pero también podríamos hablar de Mick Jagger, de Don Juan, del muchacho que quiere una guitarra eléctrica, hasta el momento en que la tiene y pasa a desear otra cosa, o de cualquiera de nosotros. A todos nos pasa más o menos lo mismo, al fin y al cabo.
Don Juan es hermano de Fausto en la frustración. La vida no le alcanzará a ninguno de los dos para completar el objetivo que se han impuesto: en el caso de Fausto siempre habrá más cosas para saber; para Don Juan, siempre habrá una mujer más por conquistar. Don Juan lucha con las pasiones que son propias de la incompletud humana. Fausto, en su afán por comprenderlo todo, pretende parecerse a Dios, casi como el legendario bello ángel caído. La referencia bíblica no es gratuita: en las cosmogonías es posible encontrar cosas de lo más interesantes, que siempre nos conectan con nuestras realidades. De hecho, es en el fruto prohibido de la sabiduría, del árbol del bien y del mal, donde el hombre encuentra fatalmente la condena derivada del pecado originario. Mala prensa para el positivismo.
Oswald Spengler, en su libro La decadencia de occidente, habla del hombre fáustico como modelo del hombre occidental: se trata de un hombre permanentemente insatisfecho, tanto da que se llame Fausto, Don Juan, que tenga tu nombre o el mío. Siempre le faltará algo para sentirse completo, con lo cual vivirá en un estado de tensión permanente, que se parecerá mucho al sufrimiento, a la frustración, a la insatisfacción, a la angustia de saber que hagamos lo que hagamos nunca será suficiente.
"So many books, so little time", dice la remera que luce Rodrigo Fresán en la fotografía de la solapa de uno de los libros que guardo en mi biblioteca. Cosa curiosa: no recuerdo el contenido del libro, pero la leyenda de la remera quedó marcada en mi cabeza. "So many women, so little time", se lamenta Don Juan. Y en definitiva es lo mismo. También Cortázar se angustiaba, en algún pasaje de Rayuela, ante la evidencia de una vida tan corta para tantas bibliotecas. Una psicóloga muy bien preparada, con la cual alguna vez me traté, declaraba no saber nada de zen, pero como terapeuta me recomendaba focalizar siempre en las cosas de manera tal que lo mucho que falta no impida ver lo mucho que se tiene. Mi maestro de tai chi zen, en cambio, probablemente diría que para que algo nos falte tenemos primero que creer la falacia de que somos algo separado del resto del mundo. Yo los escucho a los dos, pero Fausto y Don Juan siguen allí, parados ante mis ojos. Fausto tiene puesta una remera que ya he visto en alguna otra parte, y Don Juan trae de la mano a una señorita de la cual sería muy difícil evitar enamorarse; sería una pena morir sin haber gozado antes de sus encantos. Entonces me despierto... pero no estoy seguro de que no siga soñando.
Pregunta no inocente: ¿Dirías que esta sociedad, que nos ofrece y muestra cientos y miles de placeres posibles, que nos estimula, que nos enciende, determina una cultura del hedonismo o más bien del displacer?
1. El sufrimiento es propio de la condición humana.
2. El sufrimiento está ocasionado por el deseo insatisfecho.
3. Si se suprime el deseo, desaparece el sufrimiento.
4. Es posible suprimir el deseo.
"¿Cómo podríamos ser felices, con todo lo que nos falta saber del mundo?", podría preguntarse Fausto. Y seguramente él hablaría de conocimientos, pero para el caso también podríamos estar hablando de dinero, de otros bienes materiales, o simbólicos, de un título universitario, de experiencias sensuales, de pasiones diversas. Fausto es el arquetipo. Pero también podríamos hablar de Mick Jagger, de Don Juan, del muchacho que quiere una guitarra eléctrica, hasta el momento en que la tiene y pasa a desear otra cosa, o de cualquiera de nosotros. A todos nos pasa más o menos lo mismo, al fin y al cabo.
Don Juan es hermano de Fausto en la frustración. La vida no le alcanzará a ninguno de los dos para completar el objetivo que se han impuesto: en el caso de Fausto siempre habrá más cosas para saber; para Don Juan, siempre habrá una mujer más por conquistar. Don Juan lucha con las pasiones que son propias de la incompletud humana. Fausto, en su afán por comprenderlo todo, pretende parecerse a Dios, casi como el legendario bello ángel caído. La referencia bíblica no es gratuita: en las cosmogonías es posible encontrar cosas de lo más interesantes, que siempre nos conectan con nuestras realidades. De hecho, es en el fruto prohibido de la sabiduría, del árbol del bien y del mal, donde el hombre encuentra fatalmente la condena derivada del pecado originario. Mala prensa para el positivismo.
Oswald Spengler, en su libro La decadencia de occidente, habla del hombre fáustico como modelo del hombre occidental: se trata de un hombre permanentemente insatisfecho, tanto da que se llame Fausto, Don Juan, que tenga tu nombre o el mío. Siempre le faltará algo para sentirse completo, con lo cual vivirá en un estado de tensión permanente, que se parecerá mucho al sufrimiento, a la frustración, a la insatisfacción, a la angustia de saber que hagamos lo que hagamos nunca será suficiente.
"So many books, so little time", dice la remera que luce Rodrigo Fresán en la fotografía de la solapa de uno de los libros que guardo en mi biblioteca. Cosa curiosa: no recuerdo el contenido del libro, pero la leyenda de la remera quedó marcada en mi cabeza. "So many women, so little time", se lamenta Don Juan. Y en definitiva es lo mismo. También Cortázar se angustiaba, en algún pasaje de Rayuela, ante la evidencia de una vida tan corta para tantas bibliotecas. Una psicóloga muy bien preparada, con la cual alguna vez me traté, declaraba no saber nada de zen, pero como terapeuta me recomendaba focalizar siempre en las cosas de manera tal que lo mucho que falta no impida ver lo mucho que se tiene. Mi maestro de tai chi zen, en cambio, probablemente diría que para que algo nos falte tenemos primero que creer la falacia de que somos algo separado del resto del mundo. Yo los escucho a los dos, pero Fausto y Don Juan siguen allí, parados ante mis ojos. Fausto tiene puesta una remera que ya he visto en alguna otra parte, y Don Juan trae de la mano a una señorita de la cual sería muy difícil evitar enamorarse; sería una pena morir sin haber gozado antes de sus encantos. Entonces me despierto... pero no estoy seguro de que no siga soñando.
Pregunta no inocente: ¿Dirías que esta sociedad, que nos ofrece y muestra cientos y miles de placeres posibles, que nos estimula, que nos enciende, determina una cultura del hedonismo o más bien del displacer?
viernes, abril 25, 2014
TRABAJO PRACTICO
Como me doy cuenta de que las inquietudes de algunos pueden llegar a ser las inquietudes de otros, les propongo que socialicemos todo lo relativo al Trabajo de Investigación a través de los comentarios de este blog. Quienes tengan grupos de tres y puedan y deseen incorporar a un cuarto integrante, por ejemplo, o quienes estén sin grupo, pueden usar los comentarios de esta entrada para ponerse en contacto.
jueves, abril 24, 2014
5. Acá...
...en los comentarios a esta entrada, dejen sus impresiones sobre el ejercicio que hicimos al final de la última clase. Qué les provocó, qué sintieron, qué pensaron. Después charlaremos sobre el asunto.
Para la clase que viene les recuerdo que deben traer leídos el texto de Alain Finkielkraut "La sabiduría del amor" y el texto "Forma, sustancia y diferencia" de Gregory Bateson.
Espero en mi casilla de mail (dosmundosmail@yahoo.com.ar) los avances y propuestas para el trabajo práctico. Saludos!
Para la clase que viene les recuerdo que deben traer leídos el texto de Alain Finkielkraut "La sabiduría del amor" y el texto "Forma, sustancia y diferencia" de Gregory Bateson.
Espero en mi casilla de mail (dosmundosmail@yahoo.com.ar) los avances y propuestas para el trabajo práctico. Saludos!
miércoles, abril 23, 2014
TED: Los videojuegos enseñan mejor que la escuela.
Prosigo con mi bombardeo de cosas. Dar teóricos me produce esto: genero enlaces, en el sentido más amplio de la expresión, que incluye links (en el sentido tradicional) que deseo compartir con ustedes. En este caso se trata de una conferencia TED Uruguay, brindada por Gonzalo Frasca, diseñador de videojuegos y catedrático, que en este caso habla del sentido de la educación. Ojo: no estoy de acuerdo con todo lo que dice: me parece que la simulación, incluso siendo una herramienta efectiva para algunas cosas, tiene incidencias negativas en el universo imaginario de nuestra sociedad. Si en algo se diferencia la vida de los videojuegos, es que en la primera no existe nada parecido a un Game Over - Insert a Coin for a New Game. Y muchas veces perdemos la conciencia de este detalle. Do not forget: El medio es el mensaje. O en otros términos: Los medios determinan una cultura, que al mismo tiempo determina una conciencia. Pero fuera de este pequeño detalle, creo que muchas de las ideas que vierte Frasca en relación al aprendizaje son interesantísimas, en especial en lo que se refiere al absurdo de pretender que la mera acumulación de informaciones pueda tener todavía hoy algún sentido, desvinculada de la realidad. Seguir pensando en una comunicación despegada de la idea de lo que significa ser realmente humano, de las preguntas relativas al qué soy y/o al quién soy, es tan absurdo como pretender a armar un mueble sin tener las piezas correspondientes a mano.
martes, abril 22, 2014
Cuestiones al margen...
La clase teórica de ayer me dejó algunas cosas picando en la mente, por ejemplo en relación a la cuestión del conocimiento. Hay cosas que conocemos sin saber qué son exactamente o cómo es que las conocemos. De hecho no podríamos explicarlas, si nos lo propusiéramos, por más que las conozcamos. Y del mismo modo hay cosas que desconocemos, pero que además desconocemos exactamente de qué manera o en qué medida las desconocemos. Pongo un ejemplo, para que se comprenda mejor esto que estoy intentando decir: hoy en el trabajo me crucé con la historia de Nobuyuki Tsujii, un muchacho que nació en Japón en 1988, completamente ciego. Nobuyuki no sabe que en el video que ustedes pueden ver arriba de estas líneas él aparece vestido con un saco celeste. No sabe, por ende, si le queda bien o le queda mal. No sabe tampoco qué significa esto de lucir bien o mal. Y lo más curioso es que si sabe que es ciego, es porque se lo han dicho. Si se hubiese criado como Tarzán, o como George de la Selva, en medio de una jungla en la que no hubiese habido otros seres humanos, de hecho tampoco vería, el hecho concreto de su ceguera no se habría modificado... Pero él no sabría que es ciego. Es más: siendo Nobuyuki ciego (insisto: de nacimiento), se da la paradoja de que él no tiene manera de saber, exactamente, qué significa eso de ser ciego. Nosotros, que vemos este video, que leemos estas líneas, no sabemos en verdad cómo se siente la experiencia de ser ciegos, porque no lo somos; pero él, en cambio, no sabe lo que es ser ciego porque siempre lo ha sido. "Ciego es la persona que no ve", podría decirse a sí mismo. Pero al no saber él qué cosa puede llegar a ser ese "ver", la expresión carece para él por completo de sentido. Sabe que tiene cierta carencia, pero desconoce cuál es el sentido y la forma de esa carencia. Tampoco sabe qué aspecto tuvo ese hombre que se llamó Claude Debussy. Pero sabe en cambio interpretarlo de otra manera, a través de los sonidos.
Noticias: Cosas que pasan...
Cuenta la noticia que Vineet Singh, un joven de 22 años de la India, asesinó a tiros a su novia virtual cuando descubrió que en realidad era una mujer casada de mediana edad. Según el periódico Times of India, la víctima es Jyoti Kori, de 45 años y madre de tres hijos. El joven Vineet venía manteniendo con la mujer una relación a distancia en Facebook durante tres años. La pareja había decidido conocerse en persona y en esa ocasión fue que Kori se presentó y le dijo la verdad: las fotografías que le había enviado eran falsas y pertenecían a otra persona. De acuerdo con los testigos, el encuentro se convirtió en un baño de sangre. El joven desenfundó un arma y atacó a su pareja virtual, ahora devenida en real. La policía llegó minutos después de que Singh intentara suicidarse. La mujer murió en el acto; él, en un hospital cercano. Singh estaba desempleado, y los investigadores consideran que el asesinato se debió al estado de frustración, violencia y enojo en el que se encontraba el joven. Los paramédicos que lo trasladaron al hospital relataron que repetía una y otra vez: "Está casada. Me lo ocultó durante todo este tiempo". La familia de Kori, de Jabalpur, no sabía nada de su doble vida, ni que había viajado para encontrarse con un extraño. La mujer sólo les había dicho que se iba a la casa de su madre por dos días.
lunes, abril 21, 2014
Noticias: Un invento japonés...
En un portal de noticias hoy aparece esta curiosa información (sigue el enlace...): Un japonés llamado Hirotaka Osawa inventó unos anteojos con dos pantallas led en sus cristales, que permiten ver a través, como en un par de lentes común, pero le muestran a quien mira "desde afuera" una proyección inteligente de los ojos del usuario. ¿El objetivo? Ocultar de quien nos mire la verdadera expresión de nuestros ojos, ya sea que estemos mirando o no, que estemos durmiendo o no, o que no se adivinen nuestras emociones. Maravilloso, ¿verdad?... Comenten si quieren. Vamos a estar hablando de estas cuestiones en las próximas clases. Por cierto, en la cultura oriental no está bien visto mostrar los sentimientos a la gente.
domingo, abril 20, 2014
Recomendaciones: El guerrero pacífico
En otra de las comisiones de la cátedra están trabajando con esta película para ver un pensamiento alternativo al occidental. No es propiamente zen, y como película por momentos me pareció algo a medio camino entre Karate Kid y Mary Poppins... Pero tiene lo suyo, si lo saben aprovechar. Por eso se las dejo. (Click en este enlace.)
4. Vergüenza.
A todos nos pasaron -y nos pasan- este tipo de cosas. Si querés podés escribir de manera anónima, pero te pido que nos cuentes, en los comentarios de esta entrada, la historia de aquella vez que pasaste mucha vergüenza. Y mientras que contamos y vamos leyendo lo que los demás nos cuentan, vayamos reflexionando en silencio acerca de qué significa esto del sentir vergüenza. Qué cosas nos revela este curioso sentimiento, que según dicen, al menos en la cosmogonía cristiana, sintieron por primera vez en la historia Adán y Eva, al saberse desnudos después de haber comido el fruto del árbol prohibido. El jueves en realidad nos estaremos dedicando al tema del zen, pero mientras tanto, y tanto como para divertirnos, vayamos adelantando también este otro aspecto.
domingo, abril 06, 2014
3. Para acercarse a la estética del zen
Daniel Lutzky tiene una teoría: dice que las ideologías nos agradan o desagradan por una cuestión estética. Quiero entonces presentarles un fragmento del film "Sueños", de Akira Kurosawa, una película bellísima, con la intención de ilustrar la cuestión de las filosofías orientales. El primer fragmento se titula "El jardín de los duraznos" y considero que dice mucho, tanto desde lo narrativo y lo simbólico como desde la mera estética, acerca de cómo se piensa en oriente. Y en efecto, la estética funciona a la manera de un espejo en cuyo reflejo una mirada más o menos atenta puede descubrir mucho. Comentario necesario: este primer video no tiene subtítulos ni está doblado. Supongo que la mayoría de ustedes comprende el idioma japonés, pero para quienes no lo dominen hago una reseña de lo que sucede: en el principio del video, el chico le lleva unas vituallas a su hermana, que está reunida con unas amigas, pero al parecer ha contado mal, y sobra una porción. El pequeño está seguro de haber contado a una niña más, y por eso protesta. Después ve a esta niña de nuevo, y decide seguirla, y así llega hasta donde estaba el jardín de los durazneros. En este lugar se pondrá a llorar, porque los espíritus de los durazneros lo acusan de haber contribuido a su feroz tala. Sin embargo, uno de ellos lo defiende: dice que el niño ha sido el único que intentó defender a los árboles cuando sus padres mandaron cortarlos. Entonces, le regalan una última danza: la danza de los durazneros en flor. En cuanto a los otros dos videos, les ruego sepan disculpar el espanto, y me refiero al doblaje al español (y cuando digo "español" me refiero a acento y todo incluido). No he logrado encontrar otra cosa y no tengo maña suficiente como para subir los videos con los subtítulos incluidos. Quien se interese, vale la pena ver la película completa y como Kurosawa la ideó (o sea: en japonés).
Pueden dejar los comentarios que les parezcan pertinentes.
Pueden dejar los comentarios que les parezcan pertinentes.
viernes, marzo 28, 2014
2. Dios
Este video siempre me divirtió mucho. Remite además un poco a los dioses de la antigüedad clásica, que se caracterizan por ser poderosos (obvio: para algo son dioses, al fin y al cabo) pero también es posible encontrar en ellos todas las miserias propias de lo humano, sus pasiones sobre todo, exacerbadas por el hecho mismo del poder, las contradicciones, y también la posibilidad del error. Los antiguos dioses clásicos no se psicoanalizaban, pero mal no les hubiese venido.
Les dejo una pregunta para que respondan en los comentarios de esta entrada, después de la lectura de las Meditaciones metafísicas de René Descartes. Digamos que todos creemos en algo. No me quiero meter en la concepción que cada uno de ustedes tenga de eso que algunos llaman Dios. Pero la pregunta es ésta: si sos creyente, qué sucedería si en realidad Dios fuese algo diferente de lo que vos creés que es. Pregunta que, en realidad, aplica también al caso en que me digas que no creés en Dios, puesto que también allí hay en definitiva una creencia, por más que se resuelva en sentido negativo.
Contame. Contanos. Te estamos leyendo.
P.S.1: Como material bibliográfico alternativo (obligatorio), les dejo las Doce pruebas de la inexistencia de Dios del pensador anarquista francés Sébastien Faure, publicado en 1926.
P.S. 2: Por cierto: En estos enlaces van a poder encontrar el programa oficial de la materia actualizado, las catorce clases teóricas desgrabadas que les comenté y una guía para la realización del trabajo práctico de investigación.
P.S. 3: Estuve respondiendo a los comentarios hechos en esta entrada. Aprovecho y les dejo este otro video:
http://youtu.be/4zACkL7QiM0?t=2m55s
jueves, marzo 13, 2014
1. Bienvenidos...
Varios días antes de que comience la nueva cursada, en realidad, hago mi primer posteo en el blog para este primer cuatrimestre de la materia en el año 2014...
Les dejo ante todo de regalo un video de TED, protagonizado por la cantante Amanda Palmer, a quien hasta esta mañana yo no conocía ni de nombre. Pero me interesan algunas de las cosas que dice; lo planteo así, en general, sin entrar en nada específico. Pero lo planteo sobre todo en relación con lo relacional, por supuesto, que es el objetivo de esta materia.
En realidad no es un regalo, es cierto. Porque el que regala no pide nada a cambio, y yo en cambio quiero que dejen dicho, en los comentarios a esta entrada, lo que les deje esta charla de TED. Quiero simplemente que comenten qué ideas despertó en ustedes el video, qué les pareció importante, qué rescatan, qué descartan, qué les sucede.
Y para agradecerle a Amanda Palmer, les dejo además una canción; esta sí va de regalo, para que podamos ver qué onda esta muchacha cantando. (Y sí, me gustó la onda de un dúo de canto y piano y batería, así de despojado el asunto, y sin embargo con su fuerza.) Además, hoy de pronto me parece que las canciones acaso se cuenten entre las cosas que realmente importan.
Bienvenidos. Este es el inicio de la cursada. O tal vez debería decir... ¿un nuevo inicio?...
Les dejo ante todo de regalo un video de TED, protagonizado por la cantante Amanda Palmer, a quien hasta esta mañana yo no conocía ni de nombre. Pero me interesan algunas de las cosas que dice; lo planteo así, en general, sin entrar en nada específico. Pero lo planteo sobre todo en relación con lo relacional, por supuesto, que es el objetivo de esta materia.
En realidad no es un regalo, es cierto. Porque el que regala no pide nada a cambio, y yo en cambio quiero que dejen dicho, en los comentarios a esta entrada, lo que les deje esta charla de TED. Quiero simplemente que comenten qué ideas despertó en ustedes el video, qué les pareció importante, qué rescatan, qué descartan, qué les sucede.
Y para agradecerle a Amanda Palmer, les dejo además una canción; esta sí va de regalo, para que podamos ver qué onda esta muchacha cantando. (Y sí, me gustó la onda de un dúo de canto y piano y batería, así de despojado el asunto, y sin embargo con su fuerza.) Además, hoy de pronto me parece que las canciones acaso se cuenten entre las cosas que realmente importan.
Bienvenidos. Este es el inicio de la cursada. O tal vez debería decir... ¿un nuevo inicio?...
martes, enero 07, 2014
Regalo porque sí, por si alguien pasa por aquí en estos meses...
Es nada más un link... a una generosa biblioteca virtual llamada Biblioteca de Genio Maligno (y sí, la referencia cartesiana no deja de tener también su encanto).
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