miércoles, agosto 21, 2013

Algunos textos y una pregunta: ¿De qué le sirve a un cientista social estudiar Teología?


Sabido es, por más paradójico que parezca, que el sentido de las obras de arte no le pertenece a los artistas que las crean, sino a quien se apodera del mismo. En el caso de la famosa escultura de León Ferrari, por ejemplo, en la cual aparece un Cristo crucificado en un cazabombardero estadounidense, allí donde algunos se han empeñado en ver blasfemia, yo siempre he visto una imagen profundamente religiosa, feroz crítica a una iglesia y una sociedad que no ha terminado de entender el sentido del Dios del catolicismo. Ferrari, acaso esté de más decirlo, era un declarado ateo. Pero a mí me gusta imaginarlo ahora mismo discutiendo allá arriba sobre Teología y otras cuestiones relativas al mundo de los hombres y los dioses. En este acto me declaro creyente. No aclararé creyente en qué.



Cosa curiosa: en los comentarios a otra entrada, alguien pregunta: "Hola vos sos Germán Serain (quien diste clase hoy) o no? No se entendió eso, si también te llamás Germán y el titular posta no va a poder dar clase, o si era todo una joda." Mi respuesta: "Estimado anónimo/a: Todas y cada una de las cosas que yo diga en clase podrán ser tenidas como verdades relativas, o como mentiras parciales, como bromas, como alegorías, etcétera, y todo será cierto, lo cual no quiere decir, insisto en esto, que la posición de la cátedra o de la comisión pase por el relativismo. Tal como dije, una misma persona jamás podrá bañarse dos veces en las aguas de un mismo río, porque el río, en el devenir de sus aguas, nunca será el mismo, pero tampoco será igual la persona que se bañe dos veces en esas aguas, en dos diferentes momentos de su existencia. Entonces, por más que mi documento asegure que yo sigo siendo el mismo que dio clases el año pasado, o el anterior, y más allá de que seamos seres históricos, que cargamos inevitablemente con el peso de nuestra experiencia, también es verdad que todos cambiamos constantemente, a veces mucho, de la noche a la mañana, y es en ese sentido que dije que yo ya no era (no soy) el mismo. Espero se haya entendido mejor ahora." Creencias. Especulaciones. Confusiones. Estar desorientado y sin saber qué bondi hay que tomar para seguir. Y esto en el mejor de los casos, que lo peor será creer que se está seguro.

Se me ocurrió una pregunta genial para un final. Anoten: ¿Para qué le puede servirle a un comunicólogo, o a un cientista social en general, tener algún conocimiento relativo a Teología? Les dejo aquí la pregunta, que de hecho es lo que le da sentido a este posteo, como para que la debatan un poco en los comentarios, ya que el texto de René Descartes que hemos de trabajar, sus Meditaciones metafísicas en las que se demuestran la existencia de Dios y la inmortalidad del alma, habla tanto de Dios, y nosotros haremos en alguna medida lo mismo, no porque seamos creyentes (que sí lo somos, de más está decirlo, aunque no vayamos a aclarar en qué, y acaso ni siquiera los sepamos a ciencia cierta), sino como para demostrar que somos una cátedra políticamente incorrecta.

Ah, otra cosa... Les dejo también los enlaces a otros dos textos que vamos a sumar a la bibliografía. El primero de ellos, que es obligatorio, es de un pensador anarquista francés llamado Sébastien Faure (1858-1942) y son sus Doce pruebas de la inexistencia de Dios. El otro, que es de lectura optativa, es el texto más conocido de René Descartes y es su famoso Discurso del método para quien desee repasarlo.

¿El video que aparece debajo? Supongo que tiene que ver con la pregunta que se ha planteado. O por lo menos esa es una de las posibilidades.



7 comentarios:

Alina dijo...

Quizás cambiamos de un día para el otro por necesidad, o más bien por voluntad propia. Seguramente el Germán que dio clases el Jueves, no sea idéntico al que veremos mañana; y lo mismo con cada uno de nosotros.
Necesitamos ese cambio constante, y readaptarnos día a día a nuestra forma de ser, y a la de los demás. Ahí podría tomar importancia la creencia; muchos se arraigan a ella -sin necesidad de afirmar en qué- para poder justificar sus cambios y para irse a dormir y no encontrarse consigo mismos, sino encontrarse con un intermediario, entre el mundo, y ellos. O mejor dicho –quizás- todas las personas creemos en algo para intentar entendernos día a día.

Malena dijo...

Les dejo un fragmento de "Breaking Bad", las experiencias siempre son diferentes y creo que eso las hace interesantes.


http://www.youtube.com/watch?v=x2cSGD4ad0w

Tamar dijo...

Creo que en algún punto, la sociedad misma nos empuja a adaptarnos a las diferentes necesidades que se nos plantean día a día. Así es como nosotros -alumnos- también vamos cambiando día tras día... y así es como yo no voy a ser la misma en la clase de mañana que la que fui la de la semana pasada. Digo, básicamente y tomando un ejemplo reciente, no soy la misma hace dos semanas (cuando no había arrancado la cursada de este segundo cuatrimestre) que mañana, que ya se van a cumplir dos semanas del inicio. No soy la misma hoy que antes de cursar por primera vez una clase de Seminario de Cultura, de Psicología y Comunicación o una de Economía. Tengo conceptos nuevos, ideas nuevas, hay cambios más "internos". Creo que somos una adaptación constante a lo diario. Somos cambios permanentes.

(Germán, el link de "Doce pruebas de la inexistencia de Dios" no funciona... al menos para mi).

Germán A. Serain dijo...

Gracias, Tamar. Ya está solucionado.

Sol Cialdella dijo...

Hola, ya que estamos con un texto del marximo, les recomiendo muy fuertemente que vayan a ver "Marx en el Soho" no sólo por la excelente interpretación de Carlos Weber como Carlos Marx, sino porque el tema pasa por un Marx que despierta un día y dice no ser marxista. Creo que es una obra de que todos lo estudiantes de ciencias sociales no deberíamos de dejar de ver.

Sol Cialdella dijo...

http://www.plateanet.com/Obras/marx-en-el-soho ahi va el link

Ramiro dijo...

Amé a la que puso el link de BB.. Juro pensé en la misma escena al leer este posteo. MUCHA coincidencia.