jueves, agosto 31, 2006

Espacio para las palabras

Hubo un espacio de silencio, y dentro de él un poco de introspección y luego otro tanto de contacto. Ahora llega el momento de las palabras. Y la idea es que describan (esto es, que representen en palabras) las sensaciones que tuvieron durante el ejercicio que realizamos en clase.

46 comentarios:

Anónimo dijo...

No pude ir a clase, de lo que se desprende que no sé qué hay que hacer. De todas maneras, lo que más me interesa es saber qué hay que leer para la próxima.

Anónimo dijo...

Antes que nada, como comentario al pasar….como sera que quise entender la filosofia Zen despojandome de mi cultura, que hasta intente ponerla en practica…como me fue? Primero aclaro que use lo que tenia a mano, por lo tanto supuse que mi hermano era el maestro. Le pregunte quien era yo. Me contesto: “el boludo que le toca lavar”. Y cuando creia que estaba viendo la luz, el maestro (mi hermano) me dijo que eso, era LA CUENTA de luz…..y ahí senti eso inexplicable que debe ser lo que se describe en el texto…..

En cuanto al ejercicio, primero quejarme de que nadie me quiso mirar!!!! Creo……asique tuve que ver a una mujer de perfil. Era rubia y no le quite un segundo la mirada (le dije a mi novia que no lea esto….), es mas senti como que eramos los unicos quietos y los demas se movian, pero en silencio. Y lo llamativo es que en lo unico que pensaba era en eso, en ella. No creo por atraccion, sino lo cuento como sorprendiendome de mi mismo que nunca puedo dejar de pensar, y que en ese momento lo logre….En cuanto al momento de luz apagada, primero senti miedo….despues una mano…(no, mentira…)Hablando en serio, pude relajar la respiracion. Es mas cuando volvia caminando a casa me sentia mas despierto (dicen oxigenado…)
Que feo ser el primero.....

Anónimo dijo...

la clase de hoy estuvo interesante, a pesar de lo abstracto del pensamiento zen, hay algo mistico en el pensamiento de oriente que me atrae.

en cuanto al ejercicio, pude con mucho exfuerzo concentrarme en mi respiracion e intentar relajarme, tanto que pude escuchar los latidos de mi corazon. en cuanto se encendieron las luces mis ojos se cruzaron con los de una chica de pelo negro y mirada incandecente llena de vivacidad, ambos fijamos la mirada, tendimos a una mueca de sonrisa pero seguimos, su mirada estaba llena de brullo y me agrado, ambos amagamosa abandonar y lo hicimos al hacerlo y a la distancia me cruce con otra mirada, no tan vivaz pero serena, llena de paz y tranquilidad, no era mejor o peor solo diferente, a los pocos segundos el ejercicio culmino.
en lapso que este ejercicio duro, pase por algunas sensaciones, como vivacidad, incandececia y un brillo especial de la primer chica y una paz y serenidad de la segunda, creo que sus ojos reflejan en parte su alma, su forma de ser en la vida

Anónimo dijo...

Lo que me pasó a mí, que tengo risa fácil, es que justo intercambié la mirada con una chica que estaba tentada y me hacía reir a mí, y eso que éramos del mismo sexo, pero no sé, sentía como una verguenza por no poder controlar la risa y a la vez porque sentía que violaba su espacio al escudriñarla con mi mirada insistente. Asi que intenté una y otra vez hasta que temía seguir riendo, despertar a todos de su trance y que el profesor con una frase que me la imagino en su boca, me dijera "bueno muy lindo el ejercicio, pero por culpa de la alumna que no para de reir a inmensas carcajadas tendremos que suspenderlo", por lo tanto decidí agarrar a otra víctima, asi que miré fijo a otra, pero como estaba de perfil, no se daba cuenta que la miraba, asi que todos contentos, no me reí, no se percató.
Lo raro de todo esto, es que cuando me estaba por ir, me dió ganas de hablarle a mi primera mirada complice, como si después de las miradas ya fueramos amigas, sentí como si despues de "esa invación" de espacio físico, debería haberle hecho algún comentario, como por ejemplo Che cómo nos tentamos!!! me sentía como en conexión cómplice.

Anónimo dijo...

Admito que me encanta la dea de conocer nuevas filosofias y nuevas experiencias sobre todo aquellas que tienen que ver con el conocerse mejor a uno mismo y conectarse con cada parte de su cuerpo.
el momento de relajación fue agradable y logro desconectarme del dia pesado que venia trayendo sobre mis hombros, senti mi cuerpo relajado y flojo.
cuando la luz se encedio me costo mucho enfocar mis ojos pero logre una conexion con una chica que poseia una mirada inocente y demostrada mucha tranquilidad. sentia como que el resto de las personas eran objetos inmoviles y logre una buena conexion con esa persona. luego la persona desvio sus ojos y yo quede relajada en busca de otra mirada que no encontre. creo que tampoco quise buscarla.

Anónimo dijo...

El espacio de silencio fue verdaderamente relajante. No fue la primera vez que hice ese ejercicio, solía hacerlo seguido cuando hacía artes marciales, siempre al final de la clase después de elongar, pero acostado.

Estaba demasiado dentro mío como para concentrarme en las miradas de los demás. Simplemente vi gente que me miraba pero tampoco busqué la mirada de nadie. Me concentré en mí y estaba muy perdido en mis sentidos.

Anónimo dijo...

Piedra libre para Splushita, sí carito, soy yo la que se cruzó con tu mirada y no reimos. Hubo coindicenciaaaaaa.(veo que voy a tener cambiar de "anónimo", o mejor debo "hacer desaparecer" a la evidencia, que parezca un accidente, jajajajaja)

Anónimo dijo...

Al principio me sentí rara…. digamos que un ejercicio de relajación en la facultad no es algo de todos los días… pero me dije: “vamos a ver que pasa”. Cuando se apagó la luz, al principio seguía tensa, pero después, a medida que escuchaba la voz del profesor, pude concentrarme y sentí el peso de los brazos, de las piernas y sorprendentemente, conseguí no pensar en nada, o al menos tenía la sensación de no pensar en nada…
Hasta acá todo bien…. al prenderse la luz, vaya problema! Suelo tentarme mucho, quizás demasiado…. Al principio, y me hago eco de las palabras de Lucas... nadie me miraba! =0( hice un recorrido visual por todo el aula buscando miradas… cuando la encontré, no duró mucho porque obviamente, me reí… pero esos instantes que logré posar mis ojos sobre los de este chico, sentí que no pensaba en nada… solo nos mirábamos, quizás esperando algo o simplemente que el tiempo transcurra.
Volví a buscar miradas, pero me reía seguido…. aliviada de ver a otros tantos que estaban en mi misma situación: tentados….
Entonces decidí mirar cómo se encontraban otras miradas entre sí y yo como tercer espectadora, desde afuera… cual experiencia sociológica…. como una voyeur o algo así.
Pensaba y trataba de descubrir que estaría pasando por la cabeza de cada uno de ellos en ese momento, que estarían imaginando, que les estaría pasando. Me gustó mucho esa experiencia, es como si intentara ponerme en el lugar de ellos.
Al salir de la clase, una vez finalizado el ejercicio…. las cuadras que separan la facultad de la parada del bondi, me sentí rara… como abstraída del mundo… cosa que no me sucede muy a menudo…. Y me sirvió mucho porque no había tenido un buen día…..

Anónimo dijo...

Cuando abri los ojos descubri que ya me habian elegido como "compañero de mirada", sin que yo me diera por aludido.
Este ejercicio me hizo sentir incomodo, porque mi proxemia estaba siendo descaradamente
invadida... por alguien a quien no conozco!!!.

Anónimo dijo...

La idea me gustó..cerre los ojos y mi respiración se hizo cada vez más profunda. Hacía mucho calor ahi adentro..y después la luz, molestó un poco al principio..apenas abri los ojos vi a una chica sentada contra la pared y las dos mantuvimos la mirada durante un rato. Me resultó una mirada conocida. Despues encontré la mirada de un chico y su mirada era muucho más "precisa"..no sabría como definirla, la mirada anterior (de la chica) era más amistosa y relajada. Me dieron ganas de hablar con ella, preguntarle como se llamaba.
Cuando le hablo a alguien soy de esas personas que miran fijo a los ojos, pero en el ejercicio por momentos costaba mantener la mirada fija en la mirada del otro (desconocido) sin decir nada.

Anónimo dijo...

Fue raro hacerlo en una clase de la facu…pero estuvo bueno!
Al principio pensé que alguien iba a tentarse riéndose inclusive yo…pero no, todo lo contrario…logré relajarme aún en una de las sillas que detesto por lo incómodas que son.
Cuando abrí los ojos y comencé a buscar una mirada me sentí un poco intimidada pero poco a poco esa sensación se alejo y fue transformándose en un juego.

Anónimo dijo...

Que buena que estuvo esta clase!!! Realmento no sé si es que me interesa la filosofía zen o era justo lo que necesitaba leer y reflexionar a esta altura de mi vida y del año...
En cuanto al espacio de silencio debo reconoce que me costó muchísimo concentrarme en mí misma, nunca escuché mi repiración y fui incapaz de sentir el latido de mi corazón pero sí cumplí con la parte de relajar mi cuerpo y sentir su peso, por un segundo logré olvidarme de mi "terralidad" y abstraerme, aunque considero que mi iluminación deberá esperar unos cuantos años...
En cuanto al contacto, qué jodido que resulta mirar a alguien a los ojos!!! En ese momento te das cuenta de la mochila de prejuicios que uno trae cargada!!! Al principio me sentí completamente expuesta, sin escapatoria, apresada por el otro pero después conseguí concentrarme en esos ojos negros que me miraban como diciendo, quién sos?? qué estás pensando en este momento?? preguntas que yo también me hacía...

Anónimo dijo...

Primero quería decir que la experiencia me gustó. El cerrar los ojos y tratar de relajarme debo decir que no me fue muy fácil, pero con el paso de esos minutos pude sentir un poco mas mi cuerpo, sobre todo los brazos y las piernas... creo que me relajé.
Una vez abiertos los ojos comencé a buscar alguna mirada que se corresponda con la mía y al no lograrlo comencé amirar a una chica que tenía muy cerca mio. No se si por insistencia o incomodidad pero logré que ella me mire. EStuvimos mirandonos unos segundos, quizás un minuto, la verdad no me daba cuenta mucho del tiempo, mi concentración estaba puesta en lograr sostener esa mirada. Hubo una pequeña sonrisa complice, pero enseguida la seriedad nuevamente. Cada vez me costaba mas mantener la mirada, no se por qué (y eso que me gustaba la idea de mirarla), pero una distracción me hizo girar brevemente la cabeza (milesimas de segundo) y cuando volví a mirarla ya no estaba, se fué... No se si fue un escape o un acuerdo de que una mínima distracción no se perdona... Cuando buscaba otra mirada complice (sin resultados)pensaba "cómo me puedo haber distraído, que gil..."

Anónimo dijo...

La verdad es que me sorprendió tener que realizar este tipo de ejercicios en la facultad. Creo que está bueno hacer de vez en cuando algo distinto en las clases, ya que después de tantos años de carrera estoy bastante cansada de tener tantas clases teóricas y de tener que estar constantemente tomando apuntes de los textos.

Este no fue mi primer ejercicio de relajación pero lo curioso es que, en todos los casos, siempre terminé haciendo ejercicios de relajación de prepo (como en este caso). Pero en esta oportunidad me resultó complicado relajarme, probablemente por la posición, dado que mi cuello estaba hiper tenso y no lo podía aflojar.

Cuando escuché la consigna de cruzar mi mirada con otra, traté de recordar a quién había visto antes de que se apague la luz, para localizarla y no quedar colgada sin encontrar ninguna mirada. Recordé quién estaba frente a mí, así que ni bien abrí los ojos la miré a ella. Por suerte ella también me miró inmediatamente (pero no sé si lo pre-meditó como yo). Creí que me iba a reír, pero no… lo único que me preguntaba es cómo me estará viendo ella y que estará pensando de mí. Mantuve un buen rato la mirada, más de lo que imaginé que podría (dada la incomodidad que me generaba la situación), y recién cuando ella desvió su mirada, intenté buscar a otra persona pero no conseguí conectarme con nadie más. Cuando comencé a mirar a todos, y vi que muchos se estaban riendo, ahí sí me surgió la risa.

Anónimo dijo...

tengo que decir que me senti comodo con el silencio del aula pero que me costo mantener la seriedad al momento de abrir los ojos .Me costo mantener la mirada en alto creo que por verguenza y porque no me gusta que me miren , por eso trataba de cambiar la direccion de la mirada cuando sentia que alguien me miraba a mi .Me parece mas comodo mirar a los que no me miran ,quizas porque las miradas obligadas me parecen invasivas .Tambien tengo que ser franco y decir que no pude evitar la risa en ese momento

Anónimo dijo...

Incomodidad básicamente. Me incomoda que las niñas me miren a los ojos.

Anónimo dijo...

A mí me resultó una experiencia muy interesante, sólo me pareció un poco corta, el tiempo quizá no me alcanzó para concentrarme lo suficiente en lo que estábamos haciendo. El momento de la relajación estuvo bueno, pero cuando Germán empezó a explicar qué era lo que íbamos a hacer, inmediatamente me puse a pensar en cómo sería esa situación. Al principio me costó bastante encontrar alguien que me devolviera la mirada, cuando así pasó comencé a pensar en lo que el otro vería en mis ojos, pero aún así mantuve la mirada (soy más cabeza dura que tímida, evidentemente), hasta que me cansé y elegí a otro, pero enseguida me corrió los ojos. Luego elegí a una chica que estaba sentada enfrente mío, estaba claramente tentada, pero yo no, así que no me miró muy fijamente. Como el ejercicio iba terminando y buscaba miradas, pero no encontraba, me dediqué a mirar como se miraban los demás y me sorprendió ver otra chica en la pared opuesta del aula que, a mi parecer, mantuvo la mirada siempre hacia la misma persona, porque no cambió de dirección, aunque no logré descifrar a quién observaba.

Anónimo dijo...

Creo que, como a la mayoría, la parte de la relajación me resultó bastante productiva. Aunque debo reconocer que me cuesta mucho relajarme: pude aflojar los brazos y las piernas ("sentir el peso del cuerpo"), pero lo que más me costó fue lo "mental". Es decir, nunca pude dejar de pensar; cuando Germán sugería olvidarse de los problemas del día, lo único que podía hacer era justamente pensar en ellos y tampoco dejaba de pensar en cómo sería cuando abriéramos los ojos.
En la segunda parte las cosas fueron distintas. Apenas abrí los ojos, no tuve muchas opciones para elegir una mirada, ya que estaba sentada exactamente enfrente de un chico, que ya había fijado sus ojos en mí. Estuvimos bastante tiempo sosteniendo la mirada (más de lo que yo hubiera pensado) y luego, cuando tendí a mirar para abajo, decidí que era el momento de buscar otros ojos. Encontré los de otro chico, en la otra punta del aula. Estábamos bastante alejados pero, entre las cabezas que había en el medio, nuestras miradas se encontraron; así estuvimos poco tiempo. Después me costó un poco más encontrar otra mirada, hasta que vi la de una chica, sentada cerca mio, que me miraba y parecía muy concentrada. Luego fue el fin de la actividad.
A diferencia de lo que le pasó a algunos, yo no me tenté de risa (aunque por un momento creí que no aguantaría) y lo que me sorprendió fue que todos estuvieran tan concentrados (al menos eso parecía en los que pude ver). Por lo demás, creo que fue una experiencia extraña pero interesante.

Anónimo dijo...

Al principio m resultó bastante difícil entender de que se trataba la filosofía Zen, pero por momentos me vienen ráfagas de lucidez y creo entender algo más. Pero cuado trato de razonarlo, se me pierde la idea que había formado en me cabeza. Es difícil de explicarlos, es como si por momentos logro comprenderlo, pero enseguida experimento una sensación de desentendimiento y vuelvo al casillero anterior. Respecto al ejercicio: No conseguí encontrar ni una mirada dirigida a mi!!! El momento de relajación fue muy bueno... pero la parte finar de la dinámica fue desesperante!!! Sentía que todos estaban intercambiando algo... y que yo era la única que no tenía mirada en donde fijar la mía. Por momentos pensé... “y bueno... tal vez seamos impares...”

Anónimo dijo...

Germán, ¿dónde se puede leer lo que comentaste el otro día en clase sobre esa ópera?

Anónimo dijo...

Leo: Hay que leer el texto de Finkielkraut titulado “La sabiduría del amor”.

Sobre los demás comentarios, todavía no voy a decir nada. Vamos a trabajarlo en el práctico.

Al usuario anónimo: tanto lo de la ópera La Bohème que comenté el otro día en clase como lo de las fotografías del esloveno Evgen Bavčar (el fotógrafo no vidente) puede verse, junto con algunas de sus imágenes, en http://bitacoramundi.blogspot.com

Están invitados.

Anónimo dijo...

Un dato con respecto a las respiracion y la relajación: para los yoguis la edad se "mide" según la cantidad de respiraciones que hacemos durante nuestra vida. Por eso cuanto mas serenos estamos, y cuanto mas profundo y lento respiramos...más jóvenes somos. O algo asi..

Anónimo dijo...

Me pareció muy buena la experiencia. Desde el principio trate de compenetrarme con el ejercicio, es por eso que me meti bastante en el tema de la relajación y cuando tuvimos que abrir los ojos sentí una sensacion de estremecimiento a la que también creo que contribuyó mi cansancio después de un día de trabajo. Intenté buscar alguna mirada pero curiosamente la mayoría por la dirección en la que estaban sentados obligadamente dirigian su mirada hacia otra persona. Sentía que no tenia que hacer ningun movimiento brusco por lo cual empece a buscar de a poco alguna mirada. De repente me encontre con la de la unica chica que estaba enfrentada a mi, ella tenia una mirada muy fija y la mantenia de esa manera, debo confesar que siempre me costo mantener las miradas fijas con alguien con quien no tengo mucha confianza. No se porque. Intenté cambiar de mirada ya que me costaba mantenerla pero no encontraba ninguna otra. Siempre me volvía a encontrar con la de ella. Cada contacto sentia otra vez una sensación que perturbaba la relajación que habia conseguido anteriormente. Fue raro. Interesante.

Anónimo dijo...

En el momento de las miradas no sentí nada especial, quiza un poco raro por el método del trabajo.
Ahora, en el trayecto al colectivo me sentí distinto a otros días. Me sentía como abstraido de todo lo que sucedia alrededor, casi que apenas escuchaba los ruidos, o los escuchaba con la misma intensidad que siempre pero no tenían efecto en mi (será por eso que el 24 casi me pasa por encima). Me sentía como más liviano, más aliviado, más tranquilo.

Anónimo dijo...

yo cuando por fin pude fijar lamirada con alguien q tb me quedó mirando empecé a sentir sensaciones que no son comunes, me costó mucho asi que para no correr la mirada empezé a "desenfocar" para que yo no viera realmente a donde estaba mirando, y así me quedé un largo probando cada tanto que pasaba si volvía a enfocar en los ojos de esa persona, pero cuando lo hacía me empezaban a temblar los labios y no podía seguir... en ningún momento me sentí relajado ni nada de eso, debe ser pq no creo mucho enestas cosas, lo que si puedo decir es que con los ojos cerrados quise concentrarme en el lugar de mi cuerpo donde sentia mas tension y note q me latia muy rapido el corazon, y al toque de advertirlo se normalizo todo...

Anónimo dijo...

Hola Profe!
Me quede tan copada con la materia que tengo que hacer un ensayo para otra que estoy cursando ahora y necesito, si por favor, me puede pasar el nombre del texto que leyo en clase de que se matan a los indios sin ningun tipo de remordimiento porque no se los consideraba un OTRO. Por favor tb necesito el autor.

Muchas gracias y perdon x interrumpir.

Anónimo dijo...

Hola, alumna (¿sin nombre?...) del cuatri anterior. La verdad es que recuerdo perfectamente la cuestión, pero no así haber leído un texto determinado al efecto. Presumo que se trató de una elaboración mía, del momento... Con lo cual tenemos al autor, pero nos falta el texto. Tal vez haya llegado el momento de escribirlo. ¿Lo necesitás con urgencia?

Anónimo dijo...

Los ojos son la ventana del alma y el miedo o la verguenza que nos produce a los seres humanos "mirarnos a los ojos" ocurre porque nos "desnudamos" (no literalmente, como tu alumna, pero casi)a nosotros mismos y al otro, que se nos muestra revelado. Fue un buen ejercicio: la tensión inicial dio paso a la relajación (comparto con bouzas en ese aspecto, fundamentalmente después de un día agotador).

Anónimo dijo...

Creo que alguna vez había hecho un ejercicio así pero nunca había sentido lo que esta vez sentí, quizás por el contexto. Tuve una sensación muy particular, paso a detallarla. Cuando fui cerrando mis ojos, distendiendo mi cuerpo, cuando se fue agudizando el silencio en el exterior más próximo, comencé a sentir más cercano el murmullo de los pasillos y con ellos comencé a sentir mi interior cada vez más fuerte, mas presente. El exterior más próximo se desvaneció y solo en presencia de mi propio yo, podía sentir los murmullos lejanos que siempre estuvieron ahí y que antes por algún motivo no percibía con tanta claridad. Quizás porque ya son parte del escenario más común auditivamente hablando. Pues bien, en ese momento ahí estaban ellos y ahí estaba mi cuerpo cuasi inmóvil… por un momento me sentí un objeto, un objeto que tenía sensaciones pero un objeto inmóvil. De repente casi pude comprender lo que sería ser una pared de ésta facultad o cuántas historias ocultaban. Era un testigo inmóvil del transcurrir del tiempo ajeno a mi propio ser. De pronto, una voz hizo que me concentrara en ella y en mi misma y todo exterior se desvaneció para ser puramente interioridad. Casualmente esa voz me guiaba a conectarme con la presencia del otro y abrir el mundo exterior… en sus ojos sentí complicidad y vergüenza.

Anónimo dijo...

No me cuesta relajarme. Hace unos años comencé un curso de danza que se llama Contactc...ojala alguien lo conozca. Más allá de ser una danza, se trata de un entrenamiento muy profundo de la percepción, de la conciencia sobre el propio cuerpo, de la relación con el espacio, con el otro, del fluir. Después de bailar durante dos años tuve que dejar hace uno, por cuestiones de tiempos. Tener ese momento de introspección fue como una puntita de aquello. Al día siguiente volví a la clase de contact. No fue debido a esa clase. Pero la clase fue como una aprobación, un "te acordas? esto está bueno"...
Con las miradas no fue tan fácil. Nunca me es tan fácil. La primer chica a la que miré me trasmitió tranquilidad y quiero mantener la ilusión de que ella no estaba haciendo ningun esfuerzo. En los momentos en los que yo sonreía, ella pestañeaba muuuuy lento, como diciendome "tranquiiiila, no pasa nada". Por momentos me encontré haciendo fuerza, queriendo mantener la mirada y queriendo cerrar los ojos para siempre. Comprobé una vez más que la risa viene cuando no podes olvidarte que esa es otra persona que te está mirando y está pensando como vos. Si te olvidas de eso, y lo único que existe son esos ojos, y no hay reflexión...ahi conectas, y no hay nada de que reirse.

Anónimo dijo...

Me gustaría saber los nombres de las personas con las que cruce miradas y saber que sintieron...me agarró curiosidad

Anónimo dijo...

Sii era de un libro, donde se justificaba la matanza de los indios por no se un otro, por se un animal, o algo asi. Era un texto estoy segura. Estoy usando a Levinas, con el tema del rostro en la afirmacion que dice “El rostro se impone sin que yo pueda permanecer sordo a su llamado u olvidarlo, quiero decir, sin que yo pueda dejar de ser responsable de su miseria”. Lo voy a utilizar en un ensayo donde justifico que autores de libros se terminan "enamorando" de los personajes sobre los que escriben por mas que sean ajenos al mundo del autor. Al describir al otro social, no puede permanecer sordo a su miseria, lo defiende y se "enamora".

Que le parece? Pense que x ahi ese texto de los indios me ayudaba a mostrar que cuando no se ve al otro social como un otro, se lo puede matar de lo contrario uno se "enamora" (concepto que vimos en clase).

Algun texto para recomendar??? SI ES URGENTE Y NOSE QUE MAS APORTAR. Si me ayuda con algunos textos o autores ser mas que agradecido y bienvenido.

GRACIAS, por la disponibilidad

Anónimo dijo...

a mi me dio miedo q nadie me mire asi q al primero q vi perdido me lo puse a mirar. despues queria mirar para otros lados pero me daba cosa dejar de mirar a mi compañero, q lo sintiera como un rechazo. me da lastima no haberlo hecho, pero bueno, esos pensamientos fueron mas fuertes q mi voluntad. q Verguenza.

Anónimo dijo...

Niña del otro cuatrimestre, que persistes en permanecer anónima:

Mirá, yo te diría que una cosa es el Otro, que tanto puede ser reconocido como tal o negado; y que otra muy diferente es un otro ficcional, como en el caso del personaje de una novela. Esto no quiere decir, de ninguna manera, que este personaje no tenga contenidos reales. Pero la distancia que se impone entre el autor (o el lector) y ese personaje es diferente de la que media entre alguien y un otro real.

No sé en qué medida los términos que proponés puedan emparentarse. Desde un punto de vista psicológico, yo veo que un personaje es algo alejado de la alteridad. Lo cual significa decir que, en realidad, jamás puede un personaje estar alejado del mundo íntimo de su autor. Si yo escribo una ficción, mis personajes son una expresión de mí mismo, con lo cual no me resultan ajenos. Incluso cuando invente un asesino serial, hay algo en ese personaje que es mío y me pertenece.

Enamorame de un personaje escrito por mí mismo no es, entonces, sino una de las tantas formas posibles del narcisismo. Y la única vinculación posible que se me ocurre con el caso de un otro social es que vos propongas (que puede ser) que en el reconocimiento del otro lo que opera es en realidad una proyección de nuestra propia identidad.

Sin ir más lejos, fijate que al otro es posible matarlo. Pero no se puede matar a un personaje surgido de nuestra imaginación. En el peor de los casos, ese personaje jamás adviene a nuestra conciencia. En resumen: nunca podemos ser un otro, pero somos todos y cada uno de los personajes que creamos.

¿Recomendaciones? Se me ocurre proponerte "El escritor y sus fantasmas", de Ernesto Sábato, por ejemplo.

Anónimo dijo...

Esta es la primera vez que escribo en el blog. Si no lo hice antes, fue porque no me resulta demasiado facil escribir ciertas declaraciones que propone el profesor... aunque supongo que poco a poco me voy animar.

Creo que el ejercicio de la clase anterior fue interesante y coincido con muchos compañeros en que nos sirvio para relajarnos despues de un dia ajitado... aunque tengo que confesar que me costo demasiado mantener la mirada...Para variar me puse colorada y tuve que comabiar de persona. Me senti rara pero la experiencia me gusto mucho

Anónimo dijo...

Profe, el tema es que el autor escribe sobre cronicas periodisticas y no inventa el personaje. Ve un otro social, distinto a el y dp de investigar y contar su historia se enamora. POr ej, no era peronista y al final del libro es un peronista tremendo.

Gracias por la atencion y las recomendaciones. Acudi a su ayuda xq respeto su opinion y me parecia piola escuchar sus consejos.

Si se le ocurre algun texto mas teorico para relaciones, soy toda oidos.

De nuevo G R A C I A S !!!

Anónimo dijo...

Muy bueno el ejercicio, innovador, desencajante, desectructurante, así se da clase carajo! ¿Qué es eso de andar leyendo y estudiando?
El tema es que yo tengo tanta vergüenza (consigna anterior) que no pude mirar a nadie a los ojos. Mi vista se centró en una linda morocha de adelante, pero como rápidamente me quitó los ojos de encima, lo miré al profe, otro lindo morocho, un buen rato.

Anónimo dijo...

No pude asistir a clase la semana pasada y leyendo los comentarios entiendo que la actividad que realizaron fue más que interesante...ojala se repita!!

Anónimo dijo...

Estimada alumna del otro cuatrimestre, que persistes en permanecer anónima:

Ahora la situación cambia. En el caso que ahora me planteás se produce una cruza de géneros. Quiero decir: inevitablemente hay un aporte de ficción por parte del escritor, como si se tratase de un personaje. Pero por el otro lado existe un referente puntual que existe y al cual el escritor debe remitirse.

El conocimiento del otro siempre conlleva una dosis de identificación, incluso tratándose de un enemigo o contrario. Esta sería para mí la medida aceptable de un "enamoramiento". Y es que incluso los seres más contrarios entre sí tienen también elementos en común. Habitualmente no reconocemos estos elementos, porque nos focalizamos sobre las diferencias. Pero cuando conocemos al otro la situación cambia. Recuerdo al entonces fiscal Moreno Ocampo, en una charla que dio en la facultad, diciendo que muchos jueces preferían el juicio por escrito al oral y público, por más que resultase más farragoso. "Es que una cosa es condenar a una persona a través de un montón de expedientes, y otra muy distinta condenarlo cuando lo tuviste delante, y tal vez te enteraste de que el tipo tiene hijos, una familia, una vida..."

El escritor investiga a su personaje para poder escribir sobre él. Tiene prejuicios que alimentar, pero también descubrirá cosas que no sabía. Si tenía una inclinación positiva hacia su personaje, descubrirá lo que a él le parecerá un lado oscuro. Seguramente podrá perdonarlo. Y si tenía una posición negativa, no digo que se "enamorará" del personaje, pero tendrá una mirada más objetiva, que reconozca en el otro, sin o un igual, alguien con quien a pesar de todo se comparten cosas.

Sigo recomendando (ahora incluso más que antes) el texto de Sábado "El escritor y sus fantasmas", que es de hecho un texto teórico. Y también, dentro del género periodístico, que leas "A sangre fría" de Truman Capote, que es el mejor ejemplo que se me ocurre de identificación con contrarios, tanto de parte del autor como del lector. En el terreno del cine podrías trabajar con el film "La caída", sobre Adolf Hitler, y especialmente con todo el debate que generó la película, material que tenés en abundancia en Internet.
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Igman: Gracias por darte cuenta. ¡Chicas!... ¡Presten atención!... Pero hiciste trampa, Igman, porque la idea era mirar y ser mirado, y no hacer las veces de voyeur, ¡ni tampoco la vista gorda, como hicieron algunos otros!

Macarena (y otros): Difícil hubiese sido que comprendieras el objetivo de la consigna, no habiéndolo yo explicado. Pero te digo que más de uno creyó entenderlo, y estuvieron equivocados. De hecho no había que entender, sólo percibir. Del resto hablamos luego.

c. dijo...

che, leyendolos a ustedes me dieron ganas de hacer esas experiencias de nuevo. Hace varios cuatrimestres, cuando cursé, fueron esos ejercicios un ansiado aire frío en la atmósfera de la fac.

Anónimo dijo...

Hola! tengo entendido que hay paro no doncente, y la verdad no se si continuan el para docente por lo tanto mi consulta se refiere a si hoy se dictan clases normales o no.
GRACIAS!

Anónimo dijo...

:-) Gracias, Caro. (¿Qué más podría decir?... El resto lo digo en tu propio blog, que para eso lo tengo linkeado en el mío...)

Farfalla: Hasta donde sé, se decidió que hoy jueves no hubiese paro docente, para que nosotros pudiésemos tener la clase. Si hay paro no docente no lo sé, pero clases vamos a tener, de una u otra manera.

Silvana: En realidad no hicimos nada que no se pueda realizar en un bar, en la misma clase al margen de cualquier consigna, o incluso en un colectivo. Es que estamos tan poco acostumbrados a algunas de las cosas más simples que podamos imaginar (nos miramos unos a otros, te juro que eso fue todo...) que nos parece raro. Claro, fuera del contexto de la consigna por ahí las cosas se pueden complicar un poco... pero no deja de ser una idea interesante. Imaginemos: "¿Qué me estás mirando?", te van a terminar diciendo, una vez que pase un rato y vos sigas con la mirada clavada en esa persona que viaja adelante, y que hace un rato ha descubierto tu mirada, y ya sea que te lo diga en términos de levante o de amenaza. Lo interesante es que ante la repregunta tuya ("¿Qué pasa? ¿Acaso no soy libre de mirar a quien yo quiera?"), la respuesta que siga a continuación medio-como-que-se-complica, ¿no te parece? Imaginate en el lugar del mirado... En el rol de la miradora, podés ponerte cuando vos quieras.

Anónimo dijo...

Es difícil describir exactamente qué me pasó con todo lo que efectivamente pasó en los últimos 15 minutos de clase. En principio había tenido un día de mierda (y perdón por el término pero fue realmente de mierda), decía, de mierda en el laburo y la verdad que fui bastante cansada a clase. Cuando comenzó el ejercicio de relajación me transporté a Melmac automáticamente, vahh, no fue tan instantáneo el viaje pero de a poco me fui concentrando en la voz del profe y seguirle los pasos...luego cuando empezó a contarnos lo que se nos venía se me fue la relajación a la mierda (si, lo dije de nuevo) y ni hablar de los contactos visuales. Primero fue con un chico morocho del fondo que se reía y como yo no estaba cómoda con esa situación también me empecé a reir y ahí desperdicié mi primer intento de cumplir con la consigna, ya desconcentrada y bastante más disconforme hasta con mi postura empecé a buscar miradas perdidas y me encontré que solo podía sostener un vínculo visual casi intermitente con aquellos que por alguna razón estaba en la misma. Fue raro pero estuvo muy bueno, sobre todo para ver que ejercicios tan simples como el que hicimos el jueves nos pueden generar tantas sensaciones diversas: confusión, desconcierto, incomodidad, nerviocismo...
Hoy no puedo ir a clase y me da mucha bronca perderme la explicación y las anécdotas en vivo de la vergüenza...espero que se comente todo en el próximo blog.

Anónimo dijo...

Al principio del ejercicio realmente me costaba seguir las indicaciones del profesor. Tuve que disponerme, preparame para cumplir con el ejercicio. En un momento sentí que lo estaba logrando. Nada estaba pensando, sólo me permitía escuchar la voz del docente. Pero me incomodé cuando el siguiente paso a seguir era "mirar a alguien a los ojos". Comencé a elaborar estrategias para que esa situación no se me hiciera tediosa.
Cuando abrí los ojos, encontré una mirada, y allí me quedé. Pero no miraba algo en particular, simplemente busqué un punto fijo en el cual apoyar mi mirada y trataba de tener todo el tiempo la mente en blanco.
En un momento, mis ojos ya estaban a punto de cerrarse (me molestaba la luz) y busqué otros ojos, pero eran ojos conocidos, por lo tanto me rei. Hice lo mismo que la oportunidad anterior, busqué un punto fijo en el cual apoyar mi mirada, pero esta vez parecía que mis ojos tenían vida propia, porque dirigía la vista hacia otros compañeros.
En un momento sentí que otras sensaciones me dominaban a mi, que estaba dejando fluir algo que no podía controlar.

Anónimo dijo...

Cuando comenzó el ejercicio estaba entusiasmada porque pensé que era para relajarnos. Pero cuando el profe dijo que busquemos una mirada, se acabó la diversión! Será porque soy muy vergonzosa (quedó demostrado por demas en la clase del jueves último) pero me cuesta mucho mirar a un desconocido a los ojos por un largo tiempo. La verdad es que me sentía invadida por la mirada del otro, a pesar de que seguro la otra persona no tenía intenciones de molestarme. Y seguramente yo le debo haber causado la misma sensación. Creo que es algo involuntario, una mirada que te juzga sin querer, por el solo hecho de mirarte.

Anónimo dijo...

Sé que es un poco tarde para escribir esta consigna (ya pasaron dos jueves)pero las semanas se me pasan volando y no consigo un momento para conectarme y tranquila escribir.
Cuando Germán comentó la consigna y pidió que cerremos los ojos, esperé a ver a los demás haciendolo (pensé:"soy la única con los ojos cerrados y todo el mundo haciendo otra cosa")Cuando los cerré, realmente me relajé, seguramente porque era tarde, porque estaba cansada, era jueves y encima el calor de esa aula! Aunque la voz de Germán es muy relajante.
Me costó abrir los ojos, cuando intenté buscar una mirada, estaban todas ocupadas. Por lo que esperé a que alguna se desocupe. Algunas personas me miraron dos segundos pero rapidamente apartaron la vista. Pensé: "tendré algo...??"