viernes, agosto 13, 2010

Entre la razón, los amores, las creencias y lo pólíticamente incorrecto

Muchas veces somos políticamente incorrectos, y es claro que en ocasiones lo somos a sabiendas y otras veces sin que querramos serlo. Por ejemplo: hablar del amor o de religión en el marco de una universidad pública podría parecer, al menos en una primera aproximación, algo desencajado respecto de su contexto. Y sin embargo, el hombre, tantas veces definido como un ser caracterizado por su racionalidad, también tiene una faceta sensible que le es propia, capaz de incurrir en esa extraña dimensión que es lo amoroso, y también podría ser definido como la única especie biológica capaz de detentar creencias. De allí en más, la pregunta por quién o qué es la persona, el individuo, el sujeto, el ser humano, ese protagonista fundamental de la comunicación, eso es algo que queda abierto. Tal como dijimos en el práctico, según cómo definamos a este protagonista de la comunicación, modificaremos asimismo la definición de cómo ese protagonista lleva adelante sus interrelaciones comunicacionales.

Ya hablaremos más extensamente del amor. Por ahora quiero comenzar hablando de la religión, y para eso, además de Descartes, que bastantes cosas dice respecto de Dios, quiero recuperar algunos textos que ya han sido citados en algún otro momento en este mismo blog. Por ejemplo esta oración, que fue pronunciada en la madrugada de un 6 de agosto de 1945 por un pastor luterano llamado William B. Downey, según consigna Tomás Eloy Martínez en su libro "Lugar común: la muerte". El tal Downey era capellán del ejército de los EE.UU., y su oración decía:

"Oh, Padre Todopoderoso que escuchas las súplicas de los que te aman: te rogamos que ayudes a quienes desafiarán las alturas de tus cielos y llevarán el combate a tierras enemigas. Guárdalos y protégelos mientras cumplen el vuelo que se les ha ordenado. Armalos con tu poder para que puedan poner rápido fin a la guerra y para que conozcamos nuevamente la paz. Hazlos volver sanos y salvos. Esperaremos el porvenir confiando en Tí y colocándonos bajo tu protección ahora y siempre. Amén."

Horas más tarde, la tripulación del avión bendecido, el Enola Gay, dejaba caer sobre la ciudad de Hiroshima la primera bomba atómica utilizada en una guerra. Al menos 75.000 personas murieron de inmediato. Más de 163.000 seres humanos más quedaron seriamente heridos. Los bosques de Onagacho y Futabano-sato, ubicados a tres kilómetros del epicentro, se perdieron por completo. Unos 63.000 edificios, incluidas viviendas, hospitales y escuelas, fueron arrasados, ya sea por el fuego o por el vendaval atómico. ¿Es que ninguna de entre las miles de víctimas de Hiroshima amaba a Dios, que por ese motivo se olvidó de proteger a toda esa gente? ¿O acaso sucedió que a ninguno de ellos se le ocurrió suplicar por sus vidas y las de los suyos esa mañana o durante la noche anterior?

Como sea, les dejo también otros dos textos, para que vayan leyendo. Por una parte, un escrito de un anarquista francés llamado Sébastien Faure, titulado "Doce pruebas de la inexistencia de Dios", que pueden comprar o bien leer en línea a través de este enlace, pues es muy interesante su cotejo con el material de Descartes. Por el otro, un breve ensayo de Mario Benedetti, sobre casi el mismo particular.

La pregunta que surge, a la luz de todos estos textos, y a la que pido que respondan con lo que se les venga a la cabeza, es qué sucedería si Dios, para el caso de existir, fuese en realidad algo diferente de lo que nosotros pensamos que es.

Aguardamos sus respuestas.
Y por cierto, bienvenidos a este espacio.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que el interrogante pone en jaque a la concepción de que Dios creo al hombre a su imagen y semejanza. Pero no solo la cuestiona, si no que invierte la ecuación y dirige la mirada al hecho de que fue el hombre el que creó a Dios a su imagen y semejanza.
Al preguntarme sobre el motivo de la construcción de este tipo de imagen para representar a la divinidad, volvió a mi mente la frase de Hobbes que mencionamos en clase: “El hombre es el lobo del hombre”. Considero que realmente en muchas ocasiones el lobo, la amenaza del hombre, es otro hombre. Pero el término amenazante no es el hombre si no el otro. La amenaza es el otro, lo otro, lo distinto. Lo amenazante es la diferencia, se trate tanto de otro hombre, otra especie, etc.
Desde mi opinión la construcción de la imagen de la divinidad parece imbricada en este proceso de identificación y diferenciación.
Y al mismo tiempo muestra una tendencia antropocéntrica, en la que el hombre es una especie superior al resto, y su Dios, elevado por sobre los hombres, de ningún modo puede tener una imagen que remita a un ser inferior.
En esa dirección la consigna disparó mis pensamientos.
Saludos Cecilia.
Y como escuche una vez: ¡Gracias Dios por hacerme atea!

Germán A. Serain dijo...

¡FELICITACIONES, CECILIA!... POR HABER SIDO LA PRIMERA PERSONA EN PARTICIPAR DEL BLOG DE LA COMISIÓN TE HICISTE ACREEDORA DEL PLATINUM BONUS POINT. EL MISMO TE SERÁ ACREDITADO EN LA CALIFICACION GLOBAL DE LA MATERIA.

¡Y TODOS LOS DEMAS SIGAN PARTICIPANDO, QUE HAY MUCHOS OTROS FABULOSOS PREMIOS ESPECIALES!...

(Mierda... Te juro que cuando Radio TKM era Amadeus, yo no escribía cosas como éstas...)

Anónimo dijo...

Me quedo pensando en que dios sea otra cosa…otra cosa como qué? Uno mosquito? Una cucarachas?
Y pienso…importa que forma se le ha dado? Desde mi humilde opinión creo que es llamativa la “teoría” que se a creado a su alrededor. Y digo teoría que en lo personal encuentro absurda, y contradictoria.

Muy bien ejemplificada en las plegarias del tal Downey. Los tipos tiran una bomba matan, destruyen todo, pero ojo están protegidos por la divinidad, actúan por la voluntad divina.

Siempre me pregunte porque las varias iglesias están cubiertas en oro…y tenemos que rezar por que se termine el hambre y la miseria del mundo?

Concuerdo con Cecilia, en la tendencia antropocéntrica del hombre. Él mismo crea una figura, superior y perfecto…con su propia imagen!

“El hombre ombligo del hombre”.

Emilia

Camila C. dijo...

Lo primero que se me viene a la mente son dos cosas.

Primero, cómo el insistente Pascal en su ensayo "Infinito-nada" casi me hizo apostar por algo cuya existencia y naturaleza nunca conoceremos certeramente.

Luego, cómo una película fue más fuerte. En "Before Sunrise", Céline (Julie Delpy) dice -más o menos- que si hay alguna clase de Dios, alguna clase de magia, ésto estaría en el pequeño espacio que existe entre dos personas, en el intento de entender al otro y de compartir nuestro tiempo con alguien. http://www.youtube.com/watch?v=QF8wY9X7sMw (min. 06:00)
Esta idea es, hasta ahora, la que más me ha convencido.


Por último, me parece que no podemos dejar de nombrar el politeísmo de los imperios precolombinos. Siempre me resultó interesante que carezcan de la idea de una deidad única y todopoderosa, y siempre me atrajo la riqueza simbólica de la representación de cada una de sus divinidades, en su mayor parte ligadas a la naturaleza. Por dar un ejemplo: Coatlicue, diosa de la vida y de la muerte. http://www.calstatela.edu/orgs/mecha/gallery_2/coatlicue.jpg

Matias Orellano dijo...

Cuando pienso en dios, no lo hago pensando en una forma. De chico en la escuela a la que fui desde chico, en jardin las maestras lo figuraban como un abuelo bueno que todo lo perdona, mientras que las cosas malas que podriamos hacer (con cuatro años) la vendria a castigar el diablo. Será por eso que nunca pense en la forma la acepte humana, porque era lo que tenia mas a mano para imaginarmelo. Más grande, ya fascinado por la biologia, al terminar la primaria tenía la idea de que al fin y al cabo somos todos iguales, y nuestras diferencias de especie de raza son producto de convinaciones de variables con una constante y que esa constante que compartimos todos los seres vivos es eso que llamamos dios, algo que nos conecta, que nos une. Leyendo un texto de Engels para comunicación, encontré la etimología de "religión" que significa justamente unión. Por último ya cercano a esta época, un poco tarde tal vez, comencé a leer a Herman Hesse, en DEMIAN resume en parte lo que yo pienso de dios a traves del concepto de ABRAXAS que atraviesa todo el libro, ese todo que abarca los extremos y nos atraviesa.
Tal vez dios tenga la forma de una celula, o mejor un atomo, despues de todo es la unidad de la cual todos estamos hechos.
Este es mi breve resumen de mi desarrollo del concepto de dios en mi vida.

Anónimo dijo...

Se me ocurre pensar, aunque no es una idea tan propia sino que es más bien una conclusión que viene de cosas leídas, escuchadas, vividas, instruidas y sentidas, retomo, pensar entonces que Dios pueda ser, de no ser lo que se supone que es, creo que sería energía. La que motoriza la vida, la que se intercambia en la conexión de dos personas o justamente la que por alguna razón, nos inhibe a ese encuentro. La energía por la que somos, es decir por la que estamos vivos, la que nos define, la que nos abre a conocer qué es lo que podemos aprender del otro, por qué estamos en ese lugar, en ese momento, con ese otro. No tengo una idea acabada pero calculo que Dios es eso, vida, vitalidad, contacto, ganas, alegría, intercambio, eternidad,agudizar la mirada, la energía entendida como una parte del alma. Así lo pensaría si tuviera que mirarlo de una manera alternativa.
Karina Teruel

Mapa Bianchi dijo...

Es increíble esa obra. Siempre me molestó que la hayan quitado de exhibición o que se produjera un problema, porque consideré y considero que no es más que una forma de ver al mundo. Esto de las representaciones Germán si que me cambió mi concepción sobre algunas cosas de la vida...
Como siempre un placer entrar en el blog. Y felicitaciones por el nueva plantilla muy lindo nuevo diseño.
Te sirvió lo que te pasé?
Saludos y buena cursada! (no digo besos porque lo interpretás mal jajaja)

Bahía Morel Puigrredón dijo...

Creo que la reflexión sobre Dios, sobre la religión es algo eterno. Y ésta reflexión no sólo muta a través de los tiempos de la humanidad, sino que lo hace en muchos de nosotros a través del corto periodo en que se desarrolla nuestra vida.El comentario del día de hoy me nace a partir de la última vez que pensé en Dios, este fin de semana subiendo al Monte Calvario (Tandil). En esa ocasión otra vez me encontré hablando de Dios y de la iglesia como dos cosas distintas, dos términos que van por caminos muy distintos. Y creo que esos caminos van tomando diferentes recorridos a la par de nuestro crecimiento. Cuando eramos chicos, en la mayoría de los casos Dios= iglesia y a medida que vamos teniendo un pensamiento más autónomo esta igualdad se va deformando. Yo en lo personal hace tiempo que deje de lado esa gran parte de la religión que es la institución y también mi concepto de Dios a mutado. Primero fue el Dios de la biblia, ese Dios cristiano. Más entrada en mi adolescencia empezaron a aparecer multiplicidad de dioses y comencé a pensar que en verdad, sin importar de qué Dios se hable, desde las diferentes religiones todos le llamamos a la misma "cosa" de diversas formas. Un poco más crecida mi capacidad de abstracción estaba más desarrollada y comencé a pensar a Dios como algo totalmente inmaterial, pude dejar casi de lado las representaciones existentes. Hoy en día pienso a Dios como algo completamente amorfo, sí mantengo la fe en que hay algo más que nos trasciende, que hay energías que todos los días se mueven entre nosotros, que hay fuerzas que actúan y que a veces estas tienen poder de generar (Señores, ¡Creo en los milagros!jaja). Hoy en día además de las religiones con sus divinidades, surgen nuevos conceptos para referirse a las cosas inexplicables (ej. fuerza de atracción). Algunos no tienen Dios, pero de repente los encontras en la cancha con la camiseta sucia del partido anterior por cabala. Queriendo o sin querer creo que todos tenemos la tendencia a superar lo material, que lo conocible nos nos alcance y apoyarnos en algún tipo de espiritualidad.
Hace tiempo hablando con un Sufi justamente sobre "Dios" y sobre los distintos "Dios" según quien invoque la palabra en un momento de la conversación me dijo.."¿y el amor?" esa sensación, esa energía que recorre a todo ser humano, "¿cómo se explica el amor?"¿Y si Dios en verdad fuese el amor?"

Hasta aquí llegué por el día de hoy.

Germán A. Serain dijo...

Antes que ninguna otra cosa: Sta. Mapa Bianchi, usted sabe que es un enorme placer tenerla de visita aquí en el blog, pero le voy a decir que finalmente es cierto eso de que quien aclara oscurece, y a lo de los besos me refiero.

Emilia, Camila, Matías, Karina, Bahía: Tomo debida nota de sus participaciones. Por ahora no estoy inteviniendo para no alterar el orden de las reflexiones que van haciendo. Lo único que voy a decir, aunque sin explicarlo todavía, es que definitivamente no existe un único dios. Lo cual es por demás justo, puesto que tampoco existe un único hombre, ni una única mujer.

Aldo Vietri dijo...

No me había puesto a pensar en la posiblidad de un texto como el de Faure, dando pruebas "fehacientes" de la inexistencia de Dios. Me sorprendió gratamente el aporte...
Si me tuviera que referir a la cuestión caería irremediablemente en el sarcasmo.
Sin embargo, me parece que una concepción politeísta como la de la Grecia clásica es concluyente desde lo cognitivo, con múltiples divinidades y un correlato de contradicciones entre nosotros, seres más contingentes.

Saluti

Germán A. Serain dijo...

No te reprimas, Aldo... No nos dejes sin ese sarcasmo que estuviste a punto de plasmar...

Nadia Orcellet dijo...

¿Y si Dios fuera niño?

No tendría sotana o barba blanca
sino pantalones jardineros
y labios manchados de leche chocolatada

La ceremonia dominguera supondría
varias vueltas en calesita
o un picado en el potrero,
y quizá volveríamos a ver
centenares de barriletes remontados
en respuesta a los milagros concedidos

El Mesías tendría vestimenta de payaso
y los apóstoles escogidos
asumirían el perfil de malabaristas
acróbatas y contorsionistas

Si Dios fuera niño
el Diablo no sería otro
que el hombre de la bolsa

Germán A. Serain dijo...

Muy bonito, Nadia.
Gracias por compartirlo.

Beby dijo...

quiero compartir esta hostoria con ustedes (la conoci gracias a la cátedra Ferrarós Di Stéfano)

"dos bebés están en el útero (...) y mantienen una conversación. les llamaremos Ego y Espíritu.
Espiritu le dice a Ego: Sé que esto va a resultarte difícil de aceptar pero yo creo de verdad que hay vida después del nacimiento.
Ego responde: no seas ridículo, mira a tu alrededor. Esto es lo único que hay. ¿por qué siempre tienes que estar pensando en que hay algo más aparte de esta realidad? Acepta el destino de tu vida.(...)
Espíritu: Ego,no te enfades. pero también creo que hay una Madre.
¡una madre! Exclama Ego ¿cómo puedes ser tan absurdo? Nunca has visto una madre. ¿no puedes aceptar que esto es lo único que hay? la idea de una madre es descabellada. aquí no hay nadie más que tu y yo. esta es la realidad. ahora aférrate a tu cordón (...)
Espíritu: (...)de alguna forma pienso que esas constantes presiones que sufrimos los dos, esos movimientos, esa recolocación y ese estrechamiento del entorno (...) nos prepara para un lugar deslumbrante y lo experimentaremos pronto.
Ego:(..) Nunca has visto luz ¿cómo puedes llegar a tener esa idea semejante?esos movimientos y presiones que sientes son tu realidad. eres un ser individual e independiente. este es tu viaje (...) tendrás que luchar contra eso mientras vivas. ahora aférrate a tu cordón y quédate quieto.
Espíritu: Ego, tengo algo más que decir...creo que todas estas presiones y toda esa incomodidad no sólo van a llevarnos a una nueva luz celestial, sino que cuando eso suceda vamos a encontrarnos con la madre cara a cara y conocer un éxtasis que superará todo lo que hemos experiemntado hasta ahora.
Ego: ¡estás realmente loco! ahora sí que estoy convencido.

Espero que sirva a la reflexión de todos ustedes.Saludos

Aldo Vietri dijo...

Bueno Germán, si Dios realmente existiera le hubieran cobrado a Racing los dos penales contra San Lorenzo, por suerte existe la justicia terrenal. http://www.canchallena.com/1297733