viernes, abril 22, 2016

La mirada del otro

En los comentarios a este posteo escriban qué les pasó en el marco del ejercicio de observar y ser observados por el otro, de describir y ser descriptos por el otro, y sobre todo qué les pasó al leer lo que el otro descubrió o inventó respecto de ustedes.

Y al margen de la consigna, aunque todo tiene que ver con todo, les dejo estos dos videos, como un aporte adicional al tema de la mirada del otro:



14 comentarios:

Naara dijo...

En mi caso, me tocó intercambiar descripciones con Ivi, a quien le puse como nombre Josefina (o Carla) sólo porque consideré que le sentaba bien. Desde un principio, el escribir no fue un problema. No sentí ningún tipo de limitación en expresarme sobre la imagen que percibía de Ivi, por lo que escribí cosas que seguramente a ella le causaron la misma reacción que a mi al leer su descripción: risas. Voy a confesar que para leer la hoja no esperé a llegar a casa y la abrí en el bondi de vuelta. Durante el recorrido, me reí de cada coincidencia que tuvimos. Creo yo que, desde un principio, sentimos una cierta identificación una con la otra. Es más, Ivi especificó esa identificación al contar que a ella le sucede lo mismo que a mi (ponerse colorada sin sentirse nerviosa como dije en clase, lo que considero fue un papelón jaja). Parece que las dos nos percibimos de forma similar, y algo muy interesante fue que ambas coincidimos en que nos caíamos bien. Las coincidencias que más me sorprendieron (y más gracia me causaron) fue que las dos pensamos que cada una tenía mascotas y hermanos menores (por cierto Ivi, no tengo mascotas, aunque me gustaría, y tengo un hermano 3 años mayor, con el que me llevo muy bien). Lo que más me gustó fue que me describió de una forma en la que me veo reflejada, y que consciente o inconscientemente es la imagen que construyo para presentarme a los demás. Espero que a ella le haya sucedido lo mismo. Estuvo bueno el ejercicio: interesante y divertido. Saludos.

Unknown dijo...

Debería haber anticipado la movida del docente, pero no lo hice. Me gusta mucho escribir y soy una persona muy cínica cuando quiero, así que le inventé a mi compañero un personaje muy extraño y obsesivo basándome en dos o tres accesorios y prendas que tenía puesto. Aproveché para hacer chistes sobre Dios, macrismo y amor propio; me quise matar al tener que entregar mi nota. "¡Te juro que algo buena persona tengo! ¡Trato esto en terapia con frecuencia!" Ni me voy a gastar. Nicolás, estás habilitado a odiarme para siempre.
Lo curioso es que esa maldad y frialdad que yo autopercibo en el personaje que creo de mí misma a la hora de vincularme en un espacio público con unx desconocidx, no está presente en ninguna de las líneas de Nicolás. Él describió a una persona amable, nerviosa, copada y centrada. Me llamó la atención.
Del ejercicio que hicimos aprendí que A) ni parezco ni soy tan badass como yo pienso B) no debo confiar en las consignas de German Serain C) debo ejercitar mi capacidad de no decir brutalidades cuando se me ocurre y donde se me ocurre, a menos que esté dispuesta a aceptar las consecuencias.

Melody dijo...

Superado el enojo con el Profe por este ejercicio, comparto mis sensaciones.
Me tocó describir a (ahora sé) Rodrigo, no lo conocía en absoluto ni siquiera de haber compartido alguna cursada anterior, así que deje que mi imaginación, y prejuicio se liberaran, y un poquito mi bi-polaridad, ya que me tomé el atrevimiento de suponer que no trabajaba puesto que estaba vestido de forma "informal" pero luego (párrafos a parte) aclaré que quizás vivía cerca de la facultad y se cambiaba al volver del trabajo(Un poco raro que venga de mí esa idea cuando yo siempre me visto de forma informal para ir a trabajar y de hecho voy de la facultad al trabajo....).
Lo que más me llamo la atención fue que en gran parte de la descripción que él hizo de mí, me encontré en gran parte identificada. No se si se lo inventó, pero es increíble como efectivamente siempre estamos comunicando, y decimos muchas cosas de nosotros mismos sin "expresarlas".
Y ya que la descripción que hizo de mí me gusto mucho, perdón Rodrigo si mi descripción no fue la mejor, pero quiero que sepas me sentí con bastante culpa (¡Cosa que trato en terapia, lo juro!).

Ah! También soy muy ansiosa, a penas me subí al colectivo tuve que leer la hoja, mientras volvía a casa.

Ivana dijo...

Bueno, la descripción que hice de mi compañera se basó, claramente, en su apariencia física y en lo que me transmitía su rostro. Tuve que mirarla varias veces antes de escribir la primera línea. Debo confesar que consideré la posibilidad de que ella finalmente leyera lo que escribí y, supongo, esto pudo condicionar mi texto. Sin embargo, esto no quiere decir que mi descripción no coincidiera con lo que en ese momento realmente me suscitó su imagen. En cuanto a lo que mi compañera escribió de mi, me sorprendió y me dio gracia. Sobre todo porque imaginó aspectos de mi vida que no coinciden con la realidad (viviendo con mis padres y sin novio, por ejemplo).Otra cosa que me llamó la atención es que pensara que mi hobby es bailar (es dormir en verdad), que me gustan los cantantes latinos (?) y que soy dulce. Este ejercicio, a diferencia del anterior, me gustó un poco más.


P/D: Profe, quisiera saber si Sergio Com, de los teóricos de los martes, adhiere al paro. No sé cómo contactarlo para preguntarle... Gracias!!

Germán A. Serain dijo...

Ivana: Oficialmente la cátedra adhiere al paro, pero de todos modos se darán la clases en los horarios ya convenidos, en modalidad a confirmar según las circunstancias. (?)

Melody: ¿Enojada?... ¿No será mucho?

Lucía: :)

Naara: Me alegro que te haya gustado el ejercicio.

Unknown dijo...

Nara! Cómo estás?
Lo que nos pasó creo que no el pasó a muchos! Las dos nos describimos muy bien y como si fuera poco terminamos por darnos cuenta lo parecidas que somos jaja al menos a primera impresión!
Me pasó lo mismo que a vos! Salí y lo leí antes de llegar a casa, me reía sola y acompañada.. porque lo empecé a contar a todos! jaja
Así soy, creo que como me describiste así me siento! Solo que amo los gatos más que a los perros jajaj Pero fue muy divertido!

Salgamos a tomar algo! jajaj

Besos!

Ivi

Camila dijo...

Mi situación fue un poco distinta. Todos estaban ansiosos por leer que habían escrito de ellos, yo estaba ansiosa por hablar con mi compañera y ver si había acertado en algo de lo que yo había puesto. Me dediqué más a inventarle una historia de vida, que a describir su aspecto o su personalidad. A su vez me daba mucho miedo leer qué había puesto sobre mí porque soy muy insegura y siempre pienso lo peor.
Flor definitivamente le acertó con todo, me diagnosticó el terrible dolor de cabeza que estaba sintiendo en ese momento, el cansancio y la ansiedad, hasta hizo que me diera cuenta de que cuando me pongo nerviosa no puedo dejar de mover el pie. No me sentía cómoda con su mirada y eso también lo vio. Me restó edad lo cual me levantó mucho el autoestima.
Ahora vamos a ser compañeras de grupo así que vamos a tener más tiempo de conocernos más.

Unknown dijo...

Me tomé mi tiempo y lo admito, tuve la virtud o la dificultad, ayudada por mi apretado calendario laboral; de esperar hasta recién 25/04 a las 20hs para leer la descripción de un posible "reflejo" de mi personalidad según las palabras de Lucía. Lo cierto es que no sentía ansiedad y tampoco necesidad inmediata por saber que escribieron acerca de mí. Al principio uno puede sentir un impulso para querer conocer lo que otro puede pensar, ver o describir, pero al verlo con mayor frialdad, ¿qué tan acertado puede estar la descripción de otra persona con la que nunca hablaste antes? Uno puede jugar a ser Dios en su casa y el Diablo en su trabajo o viceversa. Es algo como cuando en la calle un desconocido te grita HDP o algo así, a uno le puede dar bronca y contestar con otra grosería, pero al seguir cada uno con su camino, ese grito pierde efecto. Me parece que los escenarios o los contextos donde nos ubicamos son como el motor primordial para que cada uno desempeñe de sí mismo la faceta que según el lugar corresponde y que quizás cada uno actúa en piloto automático o inconscientemente.
A Lucía le puse otro nombre. Para mí tenía cara de Laura, no se por cuál motivo pero en mi máquina de reconocimiento facial había un cartel que decía que el suyo era Laura. Hice una obvia descripción de ella referido a su vestimenta, pelo, rasgos y percepción de posible carácter. Me dejé llevar y opine sobre su pelo sin importar quién fuera la víctima que tuviera que leer mi cursiva gigantesca. Así como creo que ella pudo haber acertado algunas cosas de mí supongo que pude haber acertado algunas cosas de ella. Es cierto que a veces podemos mostrar a los demás cosas de las que nosotros no somos conscientes que mostramos. Sin embargo, creo que las palabras que escribe una persona que nos conoce poco pesan nada a lo que puedan llegar a escribir aquellos que nos conocen con mayor precisión. Muy banal mi último frase pero bueno eso es todo.
PD: Lu sin resentimiento, esto solamente es un ejercicio.
PD1: Profe excelente sus experiencias con los alumnos.
PD2: perdón por este largo delirio! Saludos

Nori dijo...

La consigna de entrada me pareció entretenida e interesante, sentí que por un rato podía jugar a ser Sherlock Holmes y poner en práctica esa agudeza en la observación que tanto leí en sus historias. Pero (siempre hay un pero) las cosas resultaron distintas: tras observar a mi compañero me di cuenta que me costaba inferir algo profundo sobre su vida... Quizás mi poca imaginación se redujo todavía más en el momento o el cansancio me jugaba en contra. La realidad es que terminé haciendo una descripción muy superficial de su persona, casi material, y le flashee un par de ideas como para seguir jugando un rato, pero no porque estuviera realmente convencida de ello.
Por supuesto, cuando mi compañero me entregó su hoja, me entró la curiosidad. Y en el colectivo, casi llegando a casa, la leí. Me sorprendí; en serio, me sorprendí.
El compañero Luis (si estás leyendo esto quiero que lo sepas) es muy muy buen observador, o es brujo, mi segunda hipótesis. Me encontré con una descripción muy sencilla pero muy acertada de mí misma. Tomó en cuenta detalles que hablaron de mí más de lo que creía. Tanto que terminé compartiendo la experiencia con amistades y preguntándoles luego "será que soy así de transparente??"
Todo esto me hizo pensar cómo uno habla mucho de sí mismo sin siquiera pronunciar palabras. Buen tema de tesis. No me lo roben (?) jaja.

Brenda Magide dijo...

A mi me dio vergüenza ser la observadora. En vez de darme vergüenza ser observada, me pasó que no podía mirarla durante mucho tiempo. No sé si me sentía acosadora o ridícula, pero me costó. Además, buscaba cosas reales de las cuales aferrarme para describirla. No quería inventarle una historia o imaginarme lo que podía llegar a ser. Quería ver/sentir algo que me dijera cómo era. No sé si lo logré: Guiliana lo dirá.
En la descripción de ella me di cuenta que realmente estaba transmitiendo, sin darme cuenta, mi nerviosismo e incomodidad frente al ejercicio, ya que ella lo explicitó. Me identifico bastante con su descripción (tranquila, sencilla, pacífica, amante de la música, responsable, noña en el estudio). Como dijo Naara más arriba, consciente o inconscientemente es la imagen que construyo para presentarme a los demás.
Lo único, me sentí un poco ofendida cuando dijo "seguro no va a la cancha pero mira el mundial". En mi interpretación, me acusó de las cholulas que están todo el partido esperando que el Pocho se saque la remera. Y no, eso no pasa. Yo soy del team de Pipita.

Florencia dijo...

En mi caso, noté muchas diferencias entre la descripción que hizo mi compañera y la que yo hice de ella. Me parecía un tanto "arriesgado" inventarle una historia de vida porque pensé que lo más probable era que terminara en un delirio que poco tuviera que ver con su realidad, entonces me limité a describir sus acciones en ese momento. Lo que hacía cada vez que la miraba, las caras que ponía cuando escribía, si notaba que se ponía nerviosa o no, fueron el eje de mi descripción. Sin embargo, su devolución era todo lo que yo había tratado de evitar; no sólo habló de mi familia, mi trabajo y mi situación actual, sino que cuando lo leí sentí que estaba escrito con la seguridad de quien podría conocerme hace años. Me llamó la atención la exactitud con la que presentó algunos datos y más aún que la mayoría fueran correctos.
Con respecto a la actividad en sí, me pasó algo parecido a lo que me había pasado con la actividad anterior en la que había que mantener la mirada fija en los ojos de otra persona (cosa que no pude lograr sin reírme). Me resultó un poco incómodo sentirme observada, al igual que me incomodaba mirarla a ella; por momentos da la sensación (si bien sabemos que es parte de un ejercicio y que no es así) de que recorrer a otra persona con la mirada para describirla resulta sumamente invasivo. Como si tanta observación fuera el medio para realizar algún tipo de juicio. Finalmente, y como el control de la ansiedad no es uno de mis fuertes, me dio mucha curiosidad leer lo que mi compañera había escrito.. tanto que, debo confesar, ni llegué a subirme al bondi y lo leí antes.

Florencia Tezari dijo...

Mi caso fue así: me tocó describir a (ahora sé) Rocio. Nunca la había visto más que en esta materia y nunca le había hablado. El único contacto previo que había tenido fue su rápida respuesta negativa a mi ejemplo malo sobre la ropa en las fiestas electrónicas, justo antes de que el profe diera la actividad.
La describí por lo que veía y por lo que quise ver, no me limité a lo que veían mis ojos sino que quise imaginarla. Ahora me doy cuenta que capaz me acostumbré a eso por viajar tanto en transporte público y hacer que pase el tiempo imaginándole historias a las personas (o durmiendo... o leyendo para la facu)
En cuanto a su descripción, pensé que iba a ser más dura. Le pegó a casi todo pero también me sorprendió saber cuánto transmito sin quererlo.
En lo que escribió me nombró "Lucia", describió cómo estaba vestida y qué significaba eso (tener pulseras con cruces=católica, eso fue raro porque, a pesar de que soy católica, también llevaba un collar con una mini "Estrella de David" -la cruz judía- no se por qué, modas). Entre otras cosas, supo que venía del trabajo por mi bolso deportivo y por mi ropa formal.
La mejor frase fue "tiene los dientes muy ordenados" jaja, sí, usé ortodoncia.

Me gustó la actividad, a veces con un ejercicio simple podemos encontrarle sentido y significado a cosas que a simple vista no vemos.

Espero que sigamos haciéndolas.
Saludos

Flor

Germán dijo...

En mi experiencia, me sentí muy identificado con la descripción que hizo el compañero con el que me toco hacer el ejercicio. A medida que lo iba leyendo, coincidía en todo (hasta se lo mostré a mi novia y se reía de que fuera tal cual me habían descripto).
Por mi lado, me hubiese gustado explayarme un poco más, pero creo que la espontaneidad del ejercicio y un bloqueo temporal de expresión, no pude escribir más de 5 líneas.

Rodrigo dijo...

Bueno, en mi caso me tocó describir a Melody; que como bien dijo no nos habíamos visto nunca -al menos no lo recordamos-. Primera aclaración para resolver el dilema: sí trabajo jajaj llego a casa justo para cambiarme y voy a la facu un poco más cómodo (y no trabajo en oficina sino como profe en secu jaja). Me sorprendí al ver que en general los aspectos de mi personalidad eran ciertos; me reí bastante al leerlo (obviamente ni bien me subí al colectivo y me senté abrí el papel de la descripción jajaj).
Simplemente miré a mi compañera por completo a ver qué transmitía y parece que tan desacertado no estuve. También después me dio algo de culpa por si ella malinterpretaba algún tramo de la descripción que hice.

La verdad que disfruté de la actividad.

Saludos!