sábado, septiembre 03, 2011

Consigna de trabajo: "Tragame tierra..."


A todos nos sucedió algo alguna vez... que nos hizo morir de vergüenza. Les propongo que más allá de lo académico hagamos en este lugar algo para divertirnos. Quiero que me cuentes una anécdota, esa situación en la cual lo único que pudiste pensar y sentir fue ese terrible "tragame tierra" con el cual todos tuvimos que enfrentarnos alguna vez.

Y en cuanto a la parte académica, resultará por demás evidente que detrás de cada situación en la que se haya planteado tal sentimiento, seguramente aparecerá siempre como una constante la mirada, real o potencial, de algún otro, invariablemente presente, juzgando, objetivizando, diciendo o, lo que a veces es peor, callando...

P.S.: En otro sentido, no deja de ser llamativo a que una persona sinvergüenza se le diga que tiene la cara de piedra o que es un caradura. En estas expresiones, de uso cotidiano, también puede leerse en definitiva la cuestión fenomenológica que atraviesa el tema de la vergüenza en el texto de Finkielkraut.

17 comentarios:

MaruM dijo...

¡Hola a todos!

Soy una persona muy tímida y no me gusta llamar la atención así que el destino - siempre que puede- me enfrenta a situaciones en las que no puedo pasar inadvertida.

Haciendo memoria, recordé que tuve varios papelones: desde caerme sin motivo aparente en medio de Cabildo y Juramento (se me aflojaron las piernas y caí en cámara lenta) hasta perderme en la inauguración del supermercado Carrefour de Avellaneda y hacer que llamen a mi viejo desde el micrófono ese que se escucha por toooodo el súper (esto lo hice a los 14 años aprox y mi viejo no lo podía creer... ahora que lo cuento, yo tampoco jajajaja).

Como tengo un historial importante de papelones sólo voy a nombrar 2 más (para que se entretengan un rato jaja):

+ Hace 2 años aprox. tuve una entrevista laboral en Puerto Madero, por lo que tuve que salir corriendo de mi trabajo para no llegar tarde. El tema es que iba caminando muy rápido y había una una zanja enorrrrme. Yo, desplegando la Eleonora Cassano que llevo adentro, pegué un salto que creí espectacular...El resultado: al aterrizar, pisé el borde de la zanja que tenía verdillo, me patiné, quedé como suspendida y caí de espaldas sobre la zanja. Un muchacho de Gendarmería (aguantando la risa) me tuvo que ayudar a levantarme. Obviamente, esto pasó en la puerta del edificio de mi primo y tuve que entrar toda llena de zanja - desde el pelo hasta los pies - dejando un olor a zanja a mi paso...una experiencia hermosaaaa


+ Cuando tenía como 12 años, se usaban unos perfumes de varios aromas que venían en un frasco chiquito y se aplicaban a bolilla (sí, hablo de dos mil años atrás). El tema fue que un día, en un campamento, una compañera me muestra un frasquito similar y me dice: "sabés qué es esto?" y, para no parecer una tonta dije: "Por supuesto!" e inmediatamente me puse el "perfume" detrás de cada oreja, en el cuello y en las muñecas. Cuando terminé, todas se quedaron asombradas y me dijeron: "es brillo para los labios sabor frutilla"...De más está decir que terminé el día con rayas rojas en la piel (muy difíciles de sacar). Era como una especie de india listo para la guerra...

Mariposa dijo...

Bueno leer a la compañera me hizo sentir un poco mejor, supongo que tiene que ver con sentirse acompañado en la vergüenza.
Cuento un par mías.

La primera: Baile de 7mo grado. Me estoy haciendo la linda con 3 compañeras subidas a las gradas (de unos 3 mts de altura), piso mal y me voy de trompa al piso en pleno meneadito. Paran la música, prenden las luces y vienen a preguntarme todos: ¿estás bien? Era obvio que no, me estaba muriendo de vergüenza!!

La segunda:Post cena romántica con mi (ahora ex) novio. Velas, música y ambiente de seducción. Voy al baño, me produzco y salgo haciéndome la sexy. Mi novio me dice: amor, tenés papel higiénico enredado en el taco. Obviamente yo no sabía donde meterme pero él se mataba de la risa.

Hay varias más, soy una persona torpe por naturaleza, una vez me caí de culo en Av. Cramer yendo a saludar al pibe que me gustaba cuando tenía unos 14 años. Otra, estaba caminando con mi ex y los zapatos me quedaban grandes, voló un zapato y le pegó en la espalda a una persona, el tipo no lo podía creer!.
En fin, espero que se hayan reido un poco!
Besos,

Flor

romina dijo...

yo, aunque no lo parezca, jaja soy bastante timida, y suelo muchas veces meter la pata mal haciendo comentarios desafortunados. y el famoso tragame tierra es usual en mi. de decir cosas y que me escuchen pasa todos los dias!! y lo ultimo que me paso fue en el colectivo y el tren porque viajo siempre con la misma gente ( dos chicos y el otro dia estaba mirando a uno y me vio que lo observaba con insistencia y me dijo hola!!! me queria enterrar en ese mismo instante y como esa hay miles!!!! besos a todos!!

ANALIA dijo...

Holaaaaaa a todossss!!!!

Tengo que admitir que también soy bastante torpe y suelo meter la pata seguido. Pero creo que hay una situación que siempre que me sucede digo: "tragame tierra" y tengo ganas de desaparecer. Resulta que yo trabajo de recepcionista en la guardia de un sanatorio y la gente no suele venir con mucha paciencia a atenderse. Lo que me pasaba era que a veces entraban los papás con los nenes chiquitos para pediatría y me preguntaban: ¿Hay mucha gente? y tenían tanta mala onda y prepotencia que aunque la guardia estaba repleta para sacármelos de encima les decía: ¡No no, hay pocos nenes!. Pasaban 45 minutos y me venían a preguntar qué pasaba, a la hora otra vez, y yo quería desaparecer porque los padres me miraban desde la sala de espera con una cara de odio y pensaban: ¡como nos mentiste y nos clavaste dos horas acá!.
Y bueno así hasta que los atendían o se terminaban cansando y se iban sin atender a los nenes.

Saludos!!!

Vero dijo...

Hola, el tema es así yo salía con un alguién mayor que yo, y el primer día de la intimidad... ja ja me da verguenza ajena, más que propia pero me animo a contarlo: mi ex estaba todo depilado ahí abajo... si, si y cuando yo lo vi tentada de la risa lew pregunté porque se depilaba ahí en esa zona, y me contestó y aqui chicos y profe , presten atención: para que se destaque más mi miembro.. ( en realidad eran otras palabras.. ja).En realidad yo pienso , que como tenía canas, quizás no quería que se le notaran los pelos blancos de esa zona... ja, ja , mis amigas le habían puesto de apodo el abuelito de heidi, ja, ja.
Espero que se hayan divertido con mi anecdóta. Saludos , espero respuestas..

Vero dijo...

Qué suerte! que no fue censurado, mi comentario, y sabe qué mi ex se llama germán como usted profe..ja, ja.

Pablo dijo...

Paso a comentarles mi situación, que nose si aplica exactamente a la consigna pero creo que vale la pena compartirla.
Entre a este blog hace un rato a leer la consigna del dia y ante la tentación de leer las anecdotas graciosas de otros me meti a los comentarios. Empiezo a leer los primeros comentarios y entre risas iba bajando uno tras otro hasta que llegue al de "Vero". Vale aqui una aclaración. Mi novia se llama Veronica y da la casualidad que cursa con nosotros esta particular materia y además comento otros post con ese nick, por lo cual inferí que el comentario que estaba por leer era el de mi novia. Comienzo a leerlo y mi cara empeoraba a medida que avanzaba la lectura, en pocas palabras me queria matar un poco hasta que leí lo del "abuelito de heidi" y ahi ya me queria matar del todo. Por mi cabeza pasaban imagenes rarisimas que no voy a reproducir en este blog y voces que decian "No es ella, no es ella, es otra veronica" "Pero no seas bola, no te das cuenta que no hay otra vero en el curso?" "No ves que uso el mismo nick que en el post pasado? ES ELLA" "Hay necesidad de subir esto sabiendo que yo lo voy a leer?". Sisi, todo eso me pasaba gente. Seguia yo en mi sillón sentado pensando en que me gustaria estar en algun lugar donde el mundo no sea tan cruel conmigo cuando se conecta mi novia y lo primero que hago es decirle que vi su comentario en el blog, a lo que ella me responde "Si lo vimos juntos, estabas aca cuando comente la semana pasada", le pase el link de los comentarios y despues de haber leido la anecdota de la compañera me dijo que ella no fue la que hizo ese comentario. Fue alli cuando respire y "me volvio el alma al cuerpo" como dicen los mas viejos.
Bueno gente, ahi mi situación, repito que nose si aplica a la consigna pero bueno, queria contarlo asi se rien un poco imaginandome a mi con mi cara de horror en el sillón jaja.
Saludos.

A mí también me pasan cosas dijo...

Me dieron ganas de orinar. No sabría decir si las ganas venían desde hacía mucho o poco rato, porque uno nunca se da cuenta de cuándo empiezan las ganas de ir al baño. Se da cuenta cuando la sensación ya está instalada allí, dentro de uno. El punto es que me dieron ganas de orinar, pero me aguanté, creo que a propósito. Porque al principio, tener ganas de ir al baño es una sensación que puede llegar a ser en cierto punto placentera. No digo cuando uno ya no da más, y si no vas al baño rápido te cagás o te meás encima, sino cuando recién te diste cuenta de que por ahí tenés ganas de hacer. No sé si me explico.

La cuestión es que al principio no tenía TANTAS ganas, pero después sí. Al rato de estar esquivándole el bulto a la necesidad, comencé a sentir esa característica presión a la altura del bajo vientre que te indica que ya es hora de orinar, pues en algún punto esa sensación que antes era placentera se ha convertido en una molestia. Así que me ocupé de buscar un lugar para descargar la vejiga, que adivinaba llena de líquido caliente y ansioso, ligeramente amarillo, y fue maravilloso encontrar el baño desocupado, incluso templado, como si alguien se hubiese tomado el trabajo de calefaccionarlo, cosa curiosa a esa hora de la madrugada. No recuerdo si era un baño público o el baño de mi casa, y en realidad mucho no importaba, porque lo único importante en ese momento era estar al borde del anhelo, y cuando ya todo estuvo listo, y luego de un último instante de contención... el cálido y cristalino líquido amarillento comenzó a fluir, para enorme satisfacción del cuerpo, que de a poco se relaja, mientras el manantial fluye...

Todo muy gratificante. Pero de pronto, la sensación de humedad. La oscuridad. El desconcierto. Un escalofrío. El colchón, convertido en un océano debajo de las mantas. Y la comprensión atroz, ineludible, de lo que acababa de suceder. Pero además, ya ahora con la luz del velador encendida, la evidencia de que lo peor está todavía por llegar. ¿Cómo despertar a esa mujer, que duerme profundamente justo al lado, al borde del arroyo, el charco, el mar, despertate mi amor, que hay que cambiar las sábanas, mirá lo que pasó... ¡No, mejor no, no mires!... Pero sí levantate, porque... ¿Dónde hay sábanas limpias? ¡Ay!... ¡El colchón!... No sé que decirte... Te juro que nunca me había pasado algo así antes...

Casandra dijo...

3 anécdotas al "tragame tierra":

- 5to año, tarde, salida del colegio, camino junto a una amiga, atrás, el que sería en ese entonces el amor de mi vida junto a un amigo... camino, juego con mi amiga, rió, al estilo cámara lenta de las películas yanquis para "parecer hermosa". Manotazo a mi amiga, me la devuelve, cruzo las piernas mal en un intento por moverme y caigo entera, sin reacción en mis músculos de boca al piso. Lo mas gracioso es que lo que sí amague a hacer fue poner mis manos donde aterrizó mi pera, el resto calló entero horizontalmente... horrible... termine riéndome hasta el día siguiente obviamente para no llorar.

- Situación común en un colectivo cualquiera... subo, camino entre las personas y no se por qué me paro enfrente a una chica y le digo "nati!!"... natalia sería una compañera mia del secundario y estaba casi un 99% segura de que era ella... ante su no reacción vuelvo a decirle "Nati"... la piba me mira y amaga a hacer un pequeño movimiento de cabeza negativamente tratando de que nadie la viera... capto la señal, bajo la mirada y sigo derecho hasta el fondo...

- Cumpleaños de mi mejor amiga, reencuentro grupal, pleno marzo... caminábamos por las calles del barrio parque avellaneda todas felices a comprar helado... yo pollera corta y ojotas.. "crucemos la calle" grita una... amago a pisar el asfalto pero mi pie con la ojota correspondiente pisa en el borde del cordón lleno de agua aparentemente concentrada y con moho... y acto seguido empiezo a patalear en el aire, un pie, otro pie, un pie, otro pie, y me caigo de culo a la zanja...
la decepción fue que nadie de mis queridas amigas fue capaz de tenderme una mano salvadora que me rescatara del bochorno... es más terminé siendo el chiste del día... esa vez me enoje...

BarbaraDiaz dijo...

Hola a todos! La verdad es que he tenido muchas situaciones que me han avergonzado, pero creo que afortunadamente las he reprimido lo suficiente como para no recordar ninguna pensandolo rápido...así que luego de mucho recordar, se me cruzaron dos, una donde efectivamente quería que me tragara la tierra o por lo menos ser invisible y la otra donde sufrí más un poco de vergüenza ajena, mezclada con propia, ahí van:
-Hace unos cuantos años, había concluído una relación de larga data y no tenía ni ganas ni intenciones de tener un compromiso formal en ese momento, por lo que entre otras incursiones, comencé un idilio con un sr. casado (no me enorgullece, pero es parte de mi experiencia). Teníamos mucha piel, si bien no era el más agraciado superficialmente tenía un atributo particular que sencillamente...me podía... En fin, el sr. era dueño de un cyber cerca de mi trabajo, y el negocio estaba dispuesto en dos plantas. Era habitual que yo pasara al salir de trabajar día por medio o cada dos días y revisar mails, entre otras cosas. Siempre, me habilitaba un máquina que se encontraba en la planta alta y en determinado momento, cuando ya la clientela era menor, y sólo ocupaba la planta baja, el sr. solía subir a hacerme compañía. Por lo general, un muchacho de su confianza quedaba a cargo del negocio y de controlar que nadie subiera, pero se ve que un día, el muchacho que obraba de "campana" se distrajo jugando. Estábamos bastante concentrados en lo que nos ocupaba, y a punto de comenzar a concretar el acto, cuando escuchamos unos pasos, la escalera no tenía mas de 10, 12 escalones como máximo, y al escuchar algo distinto a nosotros mismos, la desesperación se apoderó de mí, me alejé del sr y traté de cubrir las partes que tenía al descubierto mientras me alejaba hacia la esquina más oscura de la planta alta (afortunadamente las luces de arriba estaban apagadas!) lo peor no fue ese susto, sino que el niño que subió era uno de sus hijos!!! El nene no tendría mas de 7 u 8 años en ese momento, y quisiera creer que no vió demasiado, pero el estaba aburrido y quería buscar a su padre para que lo llevara a la casa. Rápidamente el padre le indicó que ya iban, que bajara, y obedientemente lo hizo. Una vez pasado ese susto, me negué a continuar, había perdido la concentración aunque el sr hubiera podido finalizar lo que empezamos, pero lo comprendió. Mi mayor problema ahora era como bajar y enfrentar la situación....no me daba la cara sinceramente. Lo más honroso que pudimos hacer fue que el campana fallido se llevara al muchachito al kiosco a comprarse golosinas, y apenas se fueron salí corriendo sin mirar atrás.... Lo seguí viendo al sr un tiempo más y continuamos intimando en otros lugares extraños, pero eso será otra anécdota.
-La vez que pasé una especie de vergüenza ajena, fue un jueves que había ido con unos amigos a bailar a Pinar de Rocha, y la estábamos pasando muy bien, hasta que en un momento, nos acercamos a la barra y mientras esperamos que nos atiendan veo a una morocha escultural pasar por delante mío, y detrás, meta chamuyo estaba... mi papá!!!!!!! No se que habrá pensado cuando cruzamos miradas, sólo atinó a saludarme y me aproveché de el y le saqué unos pesos para unas bebidas. Se que disfruta de su soltería pero verlo en esa situación fue bastante vergonzoso!

BarbaraDiaz dijo...

Hola a todos! La verdad es que he tenido muchas situaciones que me han avergonzado, pero creo que afortunadamente las he reprimido lo suficiente como para no recordar ninguna pensandolo rápido...así que luego de mucho recordar, se me cruzaron dos, una donde efectivamente quería que me tragara la tierra o por lo menos ser invisible y la otra donde sufrí más un poco de vergüenza ajena, mezclada con propia, ahí van:
-Hace unos cuantos años, había concluído una relación de larga data y no tenía ni ganas ni intenciones de tener un compromiso formal en ese momento, por lo que entre otras incursiones, comencé un idilio con un sr. casado (no me enorgullece, pero es parte de mi experiencia). Teníamos mucha piel, si bien no era el más agraciado superficialmente tenía un atributo particular que sencillamente...me podía... En fin, el sr. era dueño de un cyber cerca de mi trabajo, y el negocio estaba dispuesto en dos plantas. Era habitual que yo pasara al salir de trabajar día por medio o cada dos días y revisar mails, entre otras cosas. Siempre, me habilitaba un máquina que se encontraba en la planta alta y en determinado momento, cuando ya la clientela era menor, y sólo ocupaba la planta baja, el sr. solía subir a hacerme compañía. Por lo general, un muchacho de su confianza quedaba a cargo del negocio y de controlar que nadie subiera, pero se ve que un día, el muchacho que obraba de "campana" se distrajo jugando. Estábamos bastante concentrados en lo que nos ocupaba, y a punto de comenzar a concretar el acto, cuando escuchamos unos pasos, la escalera no tenía mas de 10, 12 escalones como máximo, y al escuchar algo distinto a nosotros mismos, la desesperación se apoderó de mí, me alejé del sr y traté de cubrir las partes que tenía al descubierto mientras me alejaba hacia la esquina más oscura de la planta alta (afortunadamente las luces de arriba estaban apagadas!) lo peor no fue ese susto, sino que el niño que subió era uno de sus hijos!!! El nene no tendría mas de 7 u 8 años en ese momento, y quisiera creer que no vió demasiado, pero el estaba aburrido y quería buscar a su padre para que lo llevara a la casa. Rápidamente el padre le indicó que ya iban, que bajara, y obedientemente lo hizo. Una vez pasado ese susto, me negué a continuar, había perdido la concentración aunque el sr hubiera podido finalizar lo que empezamos, pero lo comprendió. Mi mayor problema ahora era como bajar y enfrentar la situación....no me daba la cara sinceramente. Lo más honroso que pudimos hacer fue que el campana fallido se llevara al muchachito al kiosco a comprarse golosinas, y apenas se fueron salí corriendo sin mirar atrás.... Lo seguí viendo al sr un tiempo más y continuamos intimando en otros lugares extraños, pero eso será otra anécdota.
-La vez que pasé una especie de vergüenza ajena, fue un jueves que había ido con unos amigos a bailar a Pinar de Rocha, y la estábamos pasando muy bien, hasta que en un momento, nos acercamos a la barra y mientras esperamos que nos atiendan veo a una morocha escultural pasar por delante mío, y detrás, meta chamuyo estaba... mi papá!!!!!!! No se que habrá pensado cuando cruzamos miradas, sólo atinó a saludarme y me aproveché de el y le saqué unos pesos para unas bebidas. Se que disfruta de su soltería pero verlo en esa situación fue bastante vergonzoso!

Xoana dijo...

Experimenté el tragame tierra la semana pasada luego del ejercicio de la clase. En un momento espié que escribía mi compañera. Se dió cuenta y me puso en el papel.

Flor del Ceibo dijo...

Hola a todos!!
Soy de las personas que todo le da vergüenza.
No puedo controlarlo, se siente un calor profundo, siento como mi cara se va poniendo colorada y me salen manchas por todo el cuerpo, como si tuviera alergia.
Tengo vergüenza de mi propia vergüenza, cuando hacía terapia lo podía controlar, pero deje de ir y otra vez.
Es un poco paradójico, porque soy muy sociable y me gusta mucho conocer gente y experiencias. No tengo miedo a enfrentarme a diversas situaciones, sino que hay situaciones en donde me pongo muy incomoda y esa incomodidad la canalizo en vergüenza.
Tengo muchas anécdotas, quiero contar una que es muy actual: En mi trabajo, uno de los Gerentes es el hijo del dueño y cada vez que me ve me pregunta ¿ Y como va todo? ¿El sexo? Una boludes, pero el chabon me lo pregunta encerio y ahí es donde me pongo colorada, entonces... Me dice porque te pones colorada? Y ahí es donde no puedo controlar la vergüenza.

Soy de las que suele decir; !No tiene vergüenza! Es un/a cararota!
Otro ejemplo; Soy recepcionista en una empresa, un día llega un cadete que viene siempre y charlando conté que era del signo Leo y el cadete me dice; Dicen que las de Leo son terribles en la cama. Por Diosss, un cararota, sinverguenza. Me hizo poner violeta no colorada.

Saludos,

Flor del Ceibo dijo...

jaja Vero, tu anécdota es genial. Me reí mucho.

Saludos,

Vero..... dijo...

Si Flor del Ceibo, era un abuelito de heidi, pero teníamos una química increible lo quise mucho.Me alegro que te haya gustado la anécdota

MaruM dijo...

Profe!! ¿"A ud también le pasan cosas"? jaja Muy buena anécdota!!!

Julito dijo...

Si, anécdota de más chico, cortita y al pie: Fiesta de cumpleaños, 14 maso menos (grandote boludo ya)
Me pongo a hablar de un compañero, diciendo que era un tarado, que esto que lo otro, contando chistes, todos se reian, me sentía un campeón. De repente me preguntan: "¿Cómo se llama?" - "Juan Gomez" tiro, y una de las presentes dice: "Es mi hermano"
TRAGAME TIERRA
pd: Después de sentirme el más boludo de la Tierra, cambié esa actitud, nunca más hablo mal de nadie delante de extraños :P