jueves, mayo 24, 2012

De sombreros, confusiones y materiales digitales


Paul Watzlawick propone, en su libro "Es real la ralidad", que el concepto de CONFUSION es crucial para comprender el modo en que se construye la realidad (no ontológica, sino imaginaria, simbólica, social) y por ende también los vínculos comunicacionales con el otro.

El Dr. Oliver Sacks escribió, por su parte, un libro cuyo título habla, precisamente, de una confusión: El hombre que confundió a su mujer con un sombrero. Se trata de una compilación de casos clínicos, uno de los cuales narra el caso de un señor que, por causa de un padecimiento neurológico bastante raro, no era capaz de reconocer rostros, aunque sí formas. Motivo por el cual su señora, para que el tipo no se fuera con cualquier otra pensando que se trataba de ella, se ponía sombreros absurdos, que el hombre sí era capaz de distinguir y reconocer. En casi todos los casos tratados en este libro hay construcciones de la realidad alternativas. Y me parece que resulta interesante ver cómo a partir de cada una de ellas es posible establecer conexiones comunicacionales alternativas. Y vislumbrar además cómo, incluso en ausencia de patologías severas, nosotros mismos funcionamos un poco de la misma manera. Por supuesto, ahí tienen el enlace para descargar el libro en cuestión si no pueden conseguirlo para comprar.

En cuanto a los teóricos, hay una selección de desgrabados de otros cuatrimestres que pueden ser descargados desde el blog de la cátedra.

7 comentarios:

Federico Álvarez dijo...

¡Hola!

Gracias por el material, Germán. Siempre es interesante tener un relevamiento de casos empíricos de modo que la teoría baje un poco a la tierra.
Sobre la producción de sentido: si consideramos que la construcción de cada realidad simbólica e imaginaria particular permite entablar vínculos socio-comunicacionales también particulares con los demás, acá juega un papel muy importante el tema de las apariencias con las que es posible contactarse (en tanto estas son las que circulan en los discursos sociales).
Sus percepciones relativas son resultado de todo el proceso de codificación-comunicación-mediatización-decodificación-interpretación en el que aparecen los famosos ruidos. Ante estos, intentamos cerrar el sentido de acuerdo con nuestra propia lógica, lo que da cuenta, a mi entender, de por qué empezamos a tratar a alguien en función de cierta ética recién cuando lo reconocemos como una alteridad (en la que uno mismo puede reconocerse). De aquí el conflicto que surge cuando la realidad “real”, por llamarla de algún modo, pasa a ser palpable sobre las proyecciones imaginarias, pues los individuos pierden identidad. Las realidades construidas discursivamente, entonces, implican la organización de las presencias en estas (y, por lo tanto, de la comunicación establecida con estas) a imagen y semejanza de las propias ideas que uno elucubra sobre la estabilidad de su propio esquema identitario.
Quizás los esquemas alternativos de percepción sean más atruistas que los “normales” porque, aun cuando siga siendo necesario hacer inteligible a los demás, admiten el reconocimiento de más individualidades. Son tan abiertos y simples, en un sentido elogioso distinto de la perspectiva racional, que el mero hecho de usar sombreros absurdos es suficiente con el objetivo de ser reconocido como par digno de ser tratado éticamente.

Saludos, Federico

un ser común. dijo...

Tal vez un punto nodal para entender la teoría de Watzlawick sea comprender que la realidad construida actúa a modo de pupila en nuestro despliegue experiencial.
En este sentido, me parece que una pregunta interesante puede vincularse a la posibilidad o imposibilidad de constituir un metalenguaje: ¿sólo podemos dar cuenta de nuestra mirada o también podemos construir una visión externa -en un nivel meta- de nuestra percepción?
El enfoque que creo más significativo para abrir nuevas reflexiones sobre esta pregunta es buscar una posición sintética. Es cierto que al percibir otros marcos de referencia, dislocamos el propio, pero la mayor parte del tiempo no vivimos en esta actitud de autoextrañamiento. Ahí se condensa una clave fundamental: es justamente esa postura de descentramiento la que constituye un acto imprescindible para construir enlace con un Otro.
El mayor fracaso de la
comunicación es la ilusión de haberla logrado.

(Gastón Tourn)

Florencia Drucker dijo...

"El mayor fracaso de la
comunicación es la ilusión de haberla logrado" me quedo con la frase de Gastón, y se abren muchos interrogantes de solo intentar pensar qué pudo haber pensado ese hombre que "confundía" y no solo veía formas, y qué puedo mirar/ver yo de esa imágen. Creo que vivimos confundidos, cada cual funde las imágenes que en su pupila se proyectan y filtra acorde a su historia, experiencia, sentimientos, cultura, en fin... un red de infinitas confusiones y multiplicidades de sentidos.

Agustina Caparé dijo...

Hola a todos!
Leyendo este post recordé un cuento brasilero muy breve que leí hace poco, que cuenta sobre un hombre que sólo registra la mitad de su cuerpo. El protagonista es un pobre jubilado que solamente puede ver la mitad de su cuerpo. Se peina a medias, se alimenta a medias...
El cuento se llama "Francisco no se da cuenta" y su autora, Andrea Del Fuego. Estoy intentando conseguirlo en formato online para uds! sino, lo lleva mañana a clase.

Saludos,
Agustina

Germán A. Serain dijo...

Buscando en la web, no encontré el cuento todavía, pero saldrá publicado en la revista Orsai en castellano, si es que ya no salió.

Daniela Novick dijo...

Me pasó que la primera vez que leí esto, pensé: qué locura! Después, me puse a pensar en cuantas cosas que me parecen normales de mi vida pueden ser locuras para otros. Es difícil pero necesario, a veces, entender lo de las realidades alternativas. Y muchas veces aquello que tildamos de patológico es simplemente porque es algo que nosotros no podemos concebir porque no está en nuestros propios parámetros.

Ines Vasquez dijo...

Es interesante esto de las construcciones de la realidad alternativa, y se me ocurre pensar cómo nosotros mismos, en nuestra cotidianeidad, hacemos lo mismo, sin padecer patologías severas. Creo que en todo momento lo estamos haciendo; por ejemplo, cuando se dice que alguien está intentando “no ver la realidad”, y de algo que a simple vista es “obvio”, construye otra cosa totalmente distinta. Tanto hablar del tema de la afectividad, ahora sólo se me ocurren ejemplos relacionados con ese tema… y va… Visualicemos una pareja, es el cumpleaños de ella. El marido en todo el día no le dijo feliz cumpleaños, no le dio un regalo, nada! Ella, cuando normalmente podría pensar que se olvidó, piensa “Ah, se está haciendo para sorprenderme más tarde”. Creo que todo el tiempo hacemos diferentes construcciones de la realidad como esta, más o menos “frívolas”, para tapar algo o convencernos de algo.