jueves, abril 18, 2013

Lo que el otro ve en mí...

En esta entrada comenten qué les sucedió durante el ejercicio de mirar y ser mirados por el otro, describir y ser descriptos por el otro, tener que escribir lo que vieron en el otro... y leer más tarde eso que el otro descubrió o inventó sobre ustedes.



Al margen de la consigna, aunque todo tiene que ver con todo, les dejo estos dos videos, como aporte adicional al tema de la mirada del otro:



19 comentarios:

Richard dijo...

Bueno primeramente el ejercicio me resultó incómodo en tanto que la exposición supone el doble juego de mostrarte y esconderte en la mirada del Otro . Finalmente creo que pude sacar en limpio que solemos hacer un mapeo respecto del Otro en funcion de lo somos. Particularmente creo que terminé haciendo una descripción de esta otra persona en relación a mis representaciones respecto de lo significa para mi "llevar una vida vertiginosa" y que por ahi poco tenía que ver con lo que la otra persona era. Y lo mismno me pasó al leer la descripción que habían hecho de mi.
Debo confesar que me resulta problemático, paradójico y novedoso, nunca detuve a pensar en estos términos. Que suelo andar por el mundo siendo lo que que los demás dicen y/o piensan que soy...Y viceversa.

Unknown dijo...

Buenas noches.

La verdad que la experiencia fue algo muy nuevo para mi. Me resulto mas interesante que el ejercicio de la clase anterior. Confieso que me resulto complicado definir a una persona sin siquiera escucharla hablar, por eso tuve que valerme de mis prejuicios y la capacidad analitica y la escala de valores que la sociedad me ha impuesto en mis 25 años de vida; construcciones que me han sido impuestas y que hasta ayer pensaba que eran confiables, pero me di cuenta que son erroneos totalmente. Es por eso que trate de describir a mi compañera, en un principio de manera superficial, pero luego intente ir mas alla. El resultado: fracase rotundamente. Todo lo que ella genero en mi percepcion fue totalmente falso.

Con respecto a lo que yo genere en ella, tengo que decir que fue algo descriptivo y mas que nada superficial, pero acerto en varias cosas, pero pensandolo bien son coaas que no son originalmente parte de mi escencia, sino construcciones que ella hizo sobre mi persona, por que no me conoce, y aunque asi fuese, tampoco serian verdaderas sus percepciones. Esto me lleva a la conclusion que ni siquiera nosotros mismos nos conocemos, ya que somos todo el tiempo como el otro espera que seamos, y aun asi tampoco nos podemos identificar. ¿como se consigue esa libertad? no creo que se pueda.

Un saludo a todos!

Ariel Capriglione dijo...

Con respecto al ejercicio de la última clase tengo q decir q me resultó bastante difícil definir a un compañero q no conocía valiéndome sólo de la mirada, y a veces ni siquiera creía mucho en lo que yo mismo escribía.

Por otra parte, al leer la descripción de mi compañero me vi identificado con varias (la mayoría) de las cosas que escribió sobre mí, y me di cuenta que había utilizado para describirme ciertos parámetros diferentes que a mí no se me había ocurrido analizar. Después de eso noté q podría haber escrito más cosas y arriesgado algún otro comentario.

Saludos!

Guillermo Prati dijo...

Supongo que el ejercicio que hicimos es el que realizamos cada vez que vemos a una persona desconocida o por primera vez en nuestras vidas, lo mismo le sucede al otro cada vez que nos cruza. Trazamos cientos de hipótesis, de pensamientos, los cruzamos con nuestra experiencia previa, y tendemos a sacar conclusiones. Aún así, bajarlo a papel y tratar de "objetivizarlo", no resulta sencillo.

Saludos!

Guillermo Prati dijo...

Por cierto, sigo sin encontrar el programa de la materia, al menos vía web, no sé si alguno tiene el link a mano!

Germán A. Serain dijo...

Va de nuevo, Guillermo (ya lo había posteado en respuesta a otro pedido): http://psicoycom.blogspot.com.ar/2010/08/desarrollo-del-programa.html

Anónimo dijo...

Para mí también fue difícil describir a alguien sin siquiera hablarle. Pero no es que sea algo extraño a lo que hacemos todos los días con muchas de las personas con las que nos cruzamos. Tal vez no somos muy concientes de eso, pero nos la pasamos etiquetando gente por su apariencia, por su forma de vestirse, por lo que hacen o dejan de hacer.
Cuando leí lo que mi compañero escribió sobre mí (al principio no quería hacerlo) me encontré con cosas superficiales (similares parámetros a los que yo había usado) que, en los que casos en que acertó, sólo me identificaban parcialmente. Y aunque nos conociéramos, y algunas de esas cosas cambiarían y otras se sumarían, la mirada del otro sobre mí y la mía sobre el otro, seguiría siendo parcial. Como dijo un compañero, ni nosotros nos conocemos.

Carla Constantino

Anónimo dijo...

También me pareció un ejercicio más interesante que el de la clase anterior. Supongo que el mapeo que hice de mi compañero - que realmente era la primera vez que lo veía- se basó en la intuición, prejuicios y preconceptos. No se si él se habrá sentido identificado con lo que yo supuse que podría ser una descripción suya. Lo que si me llamó la atención fue lo que escribió de mi y lo que más rescato del ejercicio. Durante todo el ejercicio pensé que mi compañero iba a hacer una descripción terrible de mi. Cuando llegó el momento de entregarle al otro la descripción me dijo (con mucha vergüenza): “nunca pensé que esto iba a pasar”. Eso parecía confirmar que iba a leer eso que siempre pienso que las personas que no me conocen piensan -erróneamente- sobre mi. Y que había sido 100% sincero. Tomé coraje y leí (a la defensiva). Para mi sorpresa, me encontré con un mapeo para nada basado en los estereotipos. No se cómo, pero logró hacer una descripción bastante acertada y sincera. Me quedo con que mis prejuicios son solo míos.

Yolanda Butler

Ana M. Pereyra dijo...

El ejercicio de la última clase me causó cierta incomodidad, como el primero. Todo lo que yo podía escribir sobre esa persona, creo, hizo un mapa de mí misma para es otro extraño que luego leyó el intento de descripción que hice sobre su persona (aunque no fue sólo eso lo que hice al escribir esas líneas).Y aplico lo mismo a aquello que él escribió sobre mí. Me hice un mapa del compañero al verlo sentado frente a mí, y luego me hice otro mapa al leer lo que escribió sobre mí. Nos pasamos de representación en representación. Siempre se dice nunca llegamos a conocer nada porque sólo accedemos a nuestras ideas y no a eso real que pretendemos estar conociendo. Yo creo que justamente conocer es eso, crear mapas sobre aquello que tenemos frente a nosotros (por decirlo de algún modo). ¿O a caso conocer es acceder a algo sin ideas intermedias, sin significación?

Ana M. Pereyra dijo...

Perdón, profesor, ¿me recuerda los autores para la clase próxima?

Gracias y disculpe las molestias.

Cristian Boviez dijo...

El ejercicio en un principio me resulto "gracioso", hasta el momento en que tuve que describirlo.. En ese entonces se me crearon dudas sobre el prejuicio que yo podía estar creando del otro y ansiedad por saber lo que él pensara.. Me dieron ganas de primero leer lo que el otro escribiría, pues eso también lo definía, como también me definía a mi lo que escribía. La descripción que arme de esa persona no fue la misma después de leer mi descripción.
Muchas veces que veo a alguien surgen hipotesis sobre su personalidad, y que siempre se crean en mi mente. Sin embargo, el hecho de contarsela genera una sensación de incomodidad que en el momento de ponernos cara a cara era más agradable.

Romina D'Amico dijo...

"cada hombre es lo que hace con lo que hicieron de el", que frase excelente, me dejó pensando mucho.
Por otra parte, la actividad de la clase pasada me pareció muy buena y divertida. Uno inconscientemente hace evaluaciones del otro a partir de lo que vemos de él, de sus características visibles. Esta vez lo hicimos como un ejercicio y conscientes de que lo estábamos haciendo.
Por mi parte según lo que conversamos con la compañera que hizo el ejericio conmigo y con amigos que nos conocen y con los que intercambiamos las devoluciones ambas interpretamos de forma "correcta" en referenci a las características del otro sólo por sus rasgos visibles. Por otro lado, noté que las dos intentábamos mirar a la otra cuando veíamos que no cruzábamos las miradas. Ella escribía, yo la miraba. Yo escribía, ella me miraba. Masomenos así funcionó el ejercicio.
Me pareció muy divertido y un excelente ejercicio para hacer cosncientes cosas que hacemos a diario sin darnos cuenta y para relacionarnos con gente nueva de una forma distinta.

Karen Benitez dijo...

El ejercicio me pareció interesante, porque si bien a se me ocurrían cosas por escribir; a la vez tuve que buscar la forma adecuada, para que lo que imaginara no cayera mal (sobre todo porque el hecho de opinar sobre otro sin conocerlo; tenerlo a pocos metros y sentir de a ratos su mirada, no resulta fácil. Hubiese sido más difícil transmitirlo sin que mediara un papel. Porque lo cierto es que del otro lado, hay una persona con sensibilidades que fácilmente pueden alterarse, con solo destacar una característica física; por ejemplo.
En mi caso, me generó algo de ansiedad saber cómo me veía alguien que no conocía. Fue una descripción general; pero bastante medida y atinada.
Buen ejercicio para saber que mapeo hacen los demás sobre uno.

Anónimo dijo...

Volví a sentir incomodidad como en el ejercicio pasado. Con el compañero que lo hice, no nos miramos fijamente, sino que cada uno fue recopilando información a modo de barrido, creo yo. Personalmente, trate de hacer una recorrida centrándome bastante en la vestimenta para sacar algunas conclusiones. Es difícil interpretar como es una persona a partir de una simple mirada. Yo, y supongo que todos, tratamos de destacar los mejores rasgos, aún sin saber que el compañero se iba a llevar lo que escribíamos. Marcar rasgos negativos no sería políticamente correcto, y en mi caso, no los encontré, y si los hubiera encontrado, tampoco los habría explicitado. Por eso no me importó que él tenga que llevarse lo que escribí, no había escrito nada de lo que me tuviera que arrepentir. También me intrigó lo que escribió sobre mí el compañero, aunque me había aclarado que no me había "matado". En casa tranquilo lo leí, y llegué a la conclusión que hicimos prácticamente lo mismo, resaltar rasgos positivos, y dejar de lado aspectos negativos.

Matías Berges

Agustin Bustos dijo...

Buen día,
El ejercicio de la clase pasada en principio lo que me generó fue una clara incomodidad, que si bien mi compañera de ejercicio no expresó en su hoja, yo la sentía internamente.
Lo que me pasó fue que me vi tratando de describir a una persona a la que no conocía pero si había escuchado algunos de sus comentarios en clase, entonces eso me funcionó como condicionante junto con mis prejuicios y mis cosmovisiones para formar alguna clase de opinión/descripción de mi compañera. Si bien intenté descifrar algo que me diera una pista de los rasgos de la personalidad de mi compañera, creo que no llegué a buen puerto, ya que para esto si es necesario conocer a la persona en algún aspecto por lo menos.
Con respecto a la descripción de mi compañera entiendo un poco como uno puede ser visto y como se pueden sacar conclusiones con datos como la vestimenta por ejemplo. Y también en su descripción puedo ver como tratamos de conocer al otro o también a cosas, etc desde lo que ya conocemos, desde lo que traemos con nosotros.

María Sol García Núñez dijo...

Sinceramente para mi fue muy incómodo tener que describir a una persona que no conozco solamente con mirarla. Traté de ser muy respetuosa con mi descripción, de no dejarme llevar por los prejuicios, de no calificar negativamente sin conocer a quien tenía al lado. Hice muchas comparaciones con mi propia personalidad para encontrar parecidos u opuestos.
Me resultó mucho más incómodo saber que la otra persona estaba haciendo lo mismo conmigo. Saberme mirada me intimidó.
En cuanto a la descripción que hizo ella sobre mi, acertó en lo más superficial, en lo que era obvio a la vista. Cuando intentó hacer inferencias más profundas sobre mi personalidad no coincidió su forma de verme con la forma en que me veo a mi misma (lo cual no significa que no sea válido lo que ella percibió). Hay adjetivos que usó que quizás se utilizaron con cierta intención, pero que al leerlas yo me chocaron un poco porque las tomo bajo otro contexto.
Por otro lado pienso que muchos de las errores que quizás tuvimos al describir al otro desconocido fueron porque confundimos una actitud de la persona con una forma de ser. No siempre una postura o un movimiento o una palabra definen quién o cómo somos. No siempre la primera impresión es la que cuenta.
A pesar de todo, me pareció interesante que podamos averiguar de qué modo nos ve el otro, aunque confieso que recién hoy me animé a leer mi descripción.
Saludos.

Gretel_War dijo...

La incomodidad no creo que era por la vista, en este ejercicio había una práctica social, que usualmente está difuminada, y es la del juicio y prejuicio, a mí, eso fue lo que me incomodó, tener que juzgar y pensar que alguien leería como estoy caracterizando al otro. Como me manejo por una regla digamos 'universal' del espejo como el karma, obviamente no dije nada que no fuera bueno del otro, pero llegué a la conclusión de que no es suficiente con hacerse de una idea imaginaria del otro a partir de la vista únicamente. En mi compañero, que me describió, noté que le pasó lo mismo, por lo que se estaba fijando dentro de mi bolso que estaba abierto para sacar más conclusiones, porque, se le acabaron o no se animaba a aventurarse con hipótesis. En todo caso, no deteste el ejercicio, y está bueno para asociarlo con como reconozco una característica del otro (para mi funciona como un reflejo, que hay en el otro que veo en mí mismo y puedo caracterizar) o si lo hago por estereotipos socialmente aceptados o difundidos.

Jimena Guerra Santander

Anónimo dijo...

Tal vez la incomodidad haya menguado en relación al ejercicio pasado aunque eso fue lo primero que haya escrito al referirme a la compañera con la que compartí el mismo: incomodidad materializada principalmente en la sonrisa cuando cruzábamos la mirada, sintiéndonos observados por el otro. Lo que me resultó más complicado fue realizar el mapeo de una persona que tenía frente a mí por primera vez.
Lo escrito en referencia a mí por parte de mi compañera lo leí unos días más tarde. Hizo una descripción bastante acertada, principalmente basada en mis gustos. Más allá de la incomodidad que inicialmente me generó este tipo de ejercicios veo positivo el hecho de poder trabajar otras dimensiones en una materia de la carrera.

Pablo Arrarás

Profesor, ayer no pude asistir a clase. Quería saber que material trabajaron en clase y que tenemos que leer para el próximo jueves. Muchas gracias

Tamara Lipera dijo...

Yo concuerdo totalmente con Sartre. Somos aquello que intentamos ser con lo que hicieron de nosotros. Y es muy dificil despojarse de eso. Todos llevamos una mochila desde que nacemos, en la que nuestros viejos, la sociedad, el sistema educativo, etc nos pone un monton de condiciones y nos indica como ser. Y no es facil sacarse esa mochila. Muchas veces se cree que en esa mochila llevamos un monton de herramientas sobre como "vivir" y en realidad no es tan así, nos condicionan tanto, que hasta nos dicen como debemos vivir.
Con respecto a la publicidad de Telecom, es muy buena. El juego de miradas, la verguenza, el pensamiento del pibe.