jueves, junio 13, 2013

Algunos materiales sobre patologías de memoria, perceptuales e identitarias



Quisiera invitarlos a que lean el libro "El hombre que confundió su mujer con un sombrero", de Oliver Sacks... Una compilación de casos clínicos que dan cuenta, desde diversas patologías, de la relación que existe entre el sistema cerebral, entendido desde una perspectiva amplia, y la construcción identitaria. Son distintos lugares desde los cuales puede plantearse un "quiénes somos". Pueden bajar el libro desde ESTE ENLACE. Y va también un enlace alternativo, por las dudas.

También les dejo un par de videos acerca del curioso caso de un músico que pierde la capacidad de almacenar nuevos recuerdos. El punto, al igual que en cada uno de los casos que describe el libro de Sacks, es reflexionar acerca de qué sucede con la identidad del individuo a partir de su patología. Y luego intentar relacionar esto mismo con nuestra condición de normalidad.


Este es el enlace a la segunda parte del video.
Este es el enlace a la tercera parte.
Y este el enlace a la cuarta y última parte.

También es interesante el clásico caso de Phineas Gage, que demostró la relación directa que existe entre la anatomía cerebral y la personalidad. El punto sigue siendo el mismo: por qué somos quienes somos.


Y no estoy seguro de por qué, pero en un papel tengo indicado que debo escribir además aquí esto que sigue: "Si desean ampliar la cuestión de la identidad del individuo en relación a su psiquis y su contexto, les sugiero que vean la película Memento. Da para pensar en quién es el sujeto identitario."

7 comentarios:

Gretel_War dijo...

Es interesante, a mi siempre me ha parecido que la identidad es un proceso, que avanza como el tiempo y por las experiencias del tiempo. Algo que sí se puede ver en memento, digo, hay veces en las que uno se hace una idea de uno mismo y del otro, pero con el pasar del tiempo va cambiando de parecer, uno ya no es el mismo y el otro tampoco. Por eso, estas patologías me generan más dudas que certezas, aunque sin duda sirven para seguir analizando e investigando la cuestión de ¿quien soy yo y como me me puedo definir? Obviamente me parece interesante la cuestión de las destrezas, a las que nos referimos todo el tiempo, pasa en las personas que hicieron deporte, puede que no hayan agarrado un balón de baaket en mucho tiempo, pero cuando se paran frente al aro con el balón sus musculos recuerdan como moverse para poder encestar. O la frase de lo que pasa con la bicicleta.
Todo esto me recordó una película reciente, que tambíen es de estas románticas empalagosa y se llama 'votos de amor'. Trata sobre una mujer que estuvo en una accidente de auto con su marido y pierde la memoria. Lo último que recuerda es dos o tres años atrás donde estaba comprometida con otra persona, estudiando otra cosa. Y su esposo no la reconoce, porque ella aparentemente había cambiado. Ese cambio precisamente me hace pensar en que no somos los mismos, a veces porque queremos cambiar, y otras veces porque cambiamos sin darnos cuenta y hay un nuevo yo que se manifiesta (que es el mismo yo de siempre) donde, tal vez, son las convicciones mas profundas las que cambian.

Jimena Guerra Santander.

Tamara Lipera dijo...

En algununos momentos me hizo emocionar un poco, sobre todo cuando el no recuerda lo de sus libros, y la gran historia de amor que tiene con la mujer. Tambien Como la familia se mueve con èl, y como lo sufren. Saben que cualqueir cosa que hagan, el luego no la va a recordar.
Se puede ver la cara de angustiado que tiene a lo largo de los videos, cuando le preguntan o cuentan algo de su pasado. A la vez esta como desorientado todo el tiempo. Se debe construir la identidad cada 7 segundos, y no sabe quien es el otro, porque cada 7 segundos, no sabe si hay un otro. Creo que tambien se debe destacar como el sigue tocando el piano, y alucinando musica, aunque no lo recuerde.

Agostina Grossi dijo...

Me parece muy interesante su caso para pensar que al no llegar a reconocerse a sí mismo es que tampoco puede establecer un vínculo con el otro y reconocerlo.
Me llamó la atención la manera en que describe la forma de llevar adelante la enfermedad, nivela la inconsciencia como una forma de estar muerto en vida. Particularmente, al trabajar con el tema de la muerte en el tp grupal, esto podría vincularse con el discurso de los entrevistados que tanto temor tienen al sufrimiento en vida: en cada caso expresan el miedo a padecer alguna enfermedad, sin poder hacer nada al respecto, y manifiestan el deseo de que la muerte sea un paso rápido y no doloroso.
Rescato también el afecto intacto y el vínculo construído con su esposa que, a pesar de lo que produjo la enfermedad y que sólo pueden verse una vez al mes, es a la única persona que conoce. Emociona ver cómo aún en un plano de inconsciencia, al recibir a su mujer lo hace con un beso y no se pone en duda la existencia real de ese vínculo.

Anónimo dijo...

Me parece muy interesante su caso para pensar que al no llegar a reconocerse a sí mismo es que tampoco puede establecer un vínculo con el otro y reconocerlo.
Me llamó la atención la manera en que describe la forma de llevar adelante la enfermedad, nivela la inconsciencia como una forma de estar muerto en vida. Particularmente, al trabajar con el tema de la muerte en el tp grupal, esto podría vincularse con el discurso de los entrevistados que tanto temor tienen al sufrimiento en vida: en cada caso expresan el miedo a padecer alguna enfermedad, sin poder hacer nada al respecto, y manifiestan el deseo de que la muerte sea un paso rápido y no doloroso.
Rescato también el afecto intacto y el vínculo construído con su esposa que, a pesar de lo que produjo la enfermedad y que sólo pueden verse una vez al mes, es a la única persona que conoce. Emociona ver cómo aún en un plano de inconsciencia, al recibir a su mujer lo hace con un beso y no se pone en duda la existencia real de ese vínculo.

Agostina Grossi

Nicolás Eisele dijo...

Me parece una locura la vida de Clive. Realmente nunca pensé que pudiera existir un caso tan extremo por fuera del cine o la literatura.
Lo que mas me impresionó fue la fuerte relación entre memoria, realidad y vida que se plantea a partir de un ejemplo como el del vídeo. Clive se refiere a si mismo como una persona inconsciente (lo dice con una calma y coherencia que me sorprende demasiado) que no escucha una nota o conoce a alguna otra persona en años. Se describe como un muerto en vida y creo que en cierta forma lo es, ya que vivir para un ser humano no es solo respirar y andar, involucra muchas mas cosas que Clive puede experimentar a través de su cuerpo pero no de su mente.
El no poder recordar nada por mas de 7 segundos lo ubica en un estado que no considero consciente pero tampoco inconsciente. Se encuentra como flotando entre los 2 estados. No puedo imaginar lo que debe ser el vivir así.

Nicolás Eisele dijo...

Adendum al comentario anterior:
Releyendo los textos del Zen para el parcial me reencontré con los estadios de la realidad que se plantean. En relación a eso, no pude evitar pensar el segundo estadio del Zen (estado de identificación absoluta, de unificación total, esa experiencia indivisa con el mundo) y lo que le sucede a Clive en general y con la música en particular. Creo que en cierta forma se podría analizar este caso a partir de ésta idea y discutir la noción de que éste paciente vive en un constante estado de inconsciencia y analizar su experiencia con el mundo, en cambio, como un estado de pura conciencia sin sujeto ni objeto (como lo plantea el Zen).

Unknown dijo...

triste pero linda oportubnidad para darse una nueva chance para re construir y re construir su indentidad. Me hizo emocionar pero a la vez entristecer, que feo recordar algo lindo y despues olvidarlo, es como escribir constantemente borradores y tirarlos a la basura. Pero no dejo de recalcar la oportunidad de empezar de nuevo, eso demuestra que el cerebro es un buen aliado para arrancar caminos nuevos, aunque no creo que a proposito nuestro podamos lograrlo.

saludos a todos.