domingo, octubre 28, 2007

El enajenado, la víctima y el cobarde

(Y también el ojo que todo lo observa...)

Hace unos días una noticia en los medios de comunicación de todo el mundo daba cuenta de cómo un hombre español había atacado, en un vagón de tren de Barcelona, a una chica ecuatoriana. El ataque había tenido un único justificativo: la chica en cuestión era extranjera.

Un tercer protagonista, un muchacho de quien después se supo que es argentino, es testigo involuntario de la escena. Involuntario y pasivo.

Las cámaras de seguridad del tren registran todo lo sucedido. Y las imágenes dan la vuelta al mundo. Todos pueden ver lo sucedido. Allí están los tres: el enajenado, la víctima y el cobarde. Para el primero, la cámara de video representará el inicio de un no demasiado dramático proceso judicial. Para la segunda, el testimonio de su indefensión. Para el tercero, el oprobio de quienes, sin haber estado allí, fueron testigos de lo sucedido.

Otro argentino, también residente en España, intentó ponerse en la carne de su compatriota. Ese que también estuvo en el momento justo en el lugar equivocado, sin haber sido capaz de hacerse cargo de la situación, y que no imaginó que su imagen sería pública, pues ese es el límite hoy entre lo público y lo privado: somos desconocidos y anónimos, hasta el preciso momento en que algo sucede al lado nuestro, y hay una cámara para registrarlo.

Los comentarios a esta entrada corren ahora, por supuesto, por cuenta de ustedes.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Primero, aplauso para Casciari por favor. Groso.

Segundo, aplauso para el comentario de Bernardo* al post de Casciari:

#143 Bernardo:
Ya no se tiene ni siquiera derecho a una cobardía anónima.

* Bernardo Erlich, http://elerlich.com/

Anónimo dijo...

Juancito

Pareciera que es mas culpable el testigo que el agresor. Siempre es más facil hablar de los demás como si nosotros fueramos el ejemplo. Todos alguna vez vieron algo injusto y no actuaron de la manera que deberiamos. Claro, la cámara nos pone a todos en el lugar de jueces.

Anónimo dijo...

¿Y nadie se puso a pensar que en lugar de ser cobarde o egoista, el argentino simplemente tuvo miedo de ser víctima también? Al fin de cuentas él también es un inmigrante y hermano latinoamericano de la ecuatoriana. Su supuesta cobardía quizás fue un mecanismo de autodefensa, pasar desapercibido, quieto, inmovil, como invisible (como si se encontrara ante un tiranosaurio –todos nos acordamos de eso?-) para que la fiera no detectara su presencia. Es cierto que quizás entre los dos, la ecuatoriana y el argentino, podrían haberlo parado, Pero siempre resulta muy fácil hablar y criticar como espectadores, sin tener en cuenta que uno nunca sabe cómo actuará ante una situación de esas. Situaciones que ahora, además de ser peligrosas, inciertas, terriblemente feas de vivir, ahora también tendremos que pensarlas como observadas por todo el plantea, y actuar en condición de eso. ¿Cada día somos más libres? Sin palabras.

Anónimo dijo...

Lo primero que pensé cuando leí la noticia fue en el texto de Milán Kundera. Ahí se cuenta que en medio de un evento se cae un avión y se prende fuego un montón de gente. De ahí la reflexión de que no somos nadie hasta el preciso momento en que una cámara nos registra.
Con respecto a la noticia, creo que de no haber habido conflicto, el argentino hubiese pasado completamente desapercibido. Ese video, que hoy circula por todos lados, sería uno más del montón. Ahora yo me pregunto ¿Hay alguien mirando lo que registra la cámara o sólo se graba todo el tiempo por seguridad? Porque de ser así, quien estaba mirando lo que registraba la cámara también debería ser juzgado.
Personalmente comparto la actitud del argentino, sólo se dejó llevar por su instinto de supervivencia. Como dijo Clara más arriba, el argentino, al igual que la ecuatoriana también es extranjero y tuvo miedo de ser atacado. ¿Es que acaso ya no se puede ni tener miedo? Poder se puede (o debería poderse), pero ante los ojos de una cámara parece que deberíamos obrar como piensan los demás.

Besitoooo!!!

Anónimo dijo...

¿Y yo? Yo también veo la agresión, pasa ante mis ojos y paso a sumarle al video la visita nº 16.618 (sin contar los otros 13 links que conducen a la misma escena en Youtube). Me siento igual que el compatriota, soy testigo silenciosa, una más de tantos miles, invisibles, limitada... ¿Podría hacer algo? Si pudiera ¿me animaría?

Anónimo dijo...

me pregunto cómo hubiese reaccionado el testigo si hubiese sabido que lo estaban filmando.. jugamos un papel "adaptado" a lo que la gente quiere ver o lo que espero que la gente piense de mi cuando sabemos que estamos observados?? Qué hubiésemos hecho nosotros?? Es tan difícil saber cómo reaccionaríamos en esas situaciones...

Anónimo dijo...

Y......esas son las desventajas del primer mundo che!. Hay camaras por todos lados. Si tan solo nos sacaramos esa idea de "esto en europa no pasa". Bueno, si pasa!
Lo raro es que pasamos por al lado de alguien que duerme en la calle y no se arma semejante quilombo. Y en definitiva es lo mismo, no asumo, ni me hago cargo de determinado acontecimiento o problema.
Y a los que dicen, "capaz tenia miedo de ser victima". ¿No seria acaso una forma romantica de morir?
German, veras que ando comentando mucho....

Anónimo dijo...

Hola, falté a la clase de ayer. ¿Alguien me cuenta que en qué andamos?

Saludos,

Guada.

Anónimo dijo...

Hola Guada!! Ayer, Bibiana y Germán explicaron el texto de Freud "Psicología de las masas". También se habló un poco de la noticia posteada en el Blog. Para la semana que viene Germán tiene pensado hablar sobre estética (¿?)De esto último no estoy muy segura, cualquier cosa no duden en corregirme.
La clase que viene nos van a dar las consignas para el próximo Parcial domiciliario. La fecha de entrega sería el día jueves 15/11. Los textos que entran son los mismos que para el primero, agregándole los textos de Constructivismo, Joel Dor, Freud y Waslavick (seguro está mal escrito).

Eso es toodooo!!! Besossssss!!!


Flori

Anónimo dijo...

Muchas Gracias Flor!!!