miércoles, mayo 01, 2013

Materiales existencialistas

Bueno, ustedes ya saben que hay que leer el texto "La sabiduría del amor" (título cursi, de acuerdo, pero no se dejen guiar por las apariencias) de Alain Finkielkraut. No pude encontrar una versión digitalizada del texto (no es culpa mía) y ni siquiera estoy seguro de que ya haya sido publicado al momento de escribir estas líneas. No es lo mismo, ya lo sé, pero hasta tanto aparezca Finkielkraut les dejo una selección de cosas que tienen algo que ver. Por ejemplo, unos fragmentos del escritor checo Milan Kundera, cuyas ficciones tienen mucho del espíritu de esta corriente filosófica. Estos fragmentos son parte del libro "La inmortalidad" y pueden descargarse aquí.

Además les dejo un video con la voz de mi buen amigo Julio Cortázar. En cierto modo habla de eso que dice Sartre, que el amor no es sino una forma de la violencia, presupuesto que me gustaría que discutiéramos. Seguramente alguna vez lo habrán leído o escuchado, "Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja. Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua."



También se me ocurrió dejarles estos tres videos de Woody Allen. No es que tengan que ver necesariamente con Cortazar o la poética del sexo o el texto de Finkielkraut o Kundera, pero mi intuición me dice que algún tipo de relación existe entre algunas de las ideas aquí vertidas y el drama de ser uno mismo del cual nos habla la fenomenología, drama que se pone en juego, además, cada vez que nos topamos con alguien más, que nos descubre y convierte a esto que somos, vale decir el "nosotros mismos".

En todo caso, como un juego absolutamente libre de competencias, les propongo que dejen sus ideas en los comentarios a esta entrada. Lo que sea que se les ocurra en relación a estas cuestiones. Brain Storming que le dicen. Sólo que en este caso no aplicado al markting, sino a la sensibilidad y la existencia.





13 comentarios:

Mercedes Guallart dijo...

Qué casualidad! Nuestro grupo eligió el tema de la muerte. Y acá el amigo Woody se desespera con la idea de que le llegue ese momento, momento biológico que nos iguala a todos los seres humanos, seamos de la religión que seamos, del color que tengamos, del poder adquisitivo que tengamos. Nos toca a todos. Sin embargo, cada cultura, cada persona, le asigna uno o varios valores diferentes a ese momento. Creo que el temor que puede producirnos la idea de muerte, es temor de NO SABER. No saber cómo se siente, no saber qué pasa o que hay después de eso. Y saber que no podemos averiguarlo, eso es lo que nos angustia. Nos angustia NO SABER, como a Fausto. Y por eso el discurso de cada religión. Las religiones le son útiles al hombre, porque les permite poner una respuesta donde hay una pregunta difícil de contestar. La religión alivia un poco esa angustia de no saber. Por eso Woody se busca una religión que le alivie un poco su malestar. Aunque, sabiamente al final termina pensando, que nunca podrá saber si hay o no un Dios, entonces, para qué perder tiempo en pensar en eso? Mejor vivir la vida que nos toca, de la mejor manera que podamos. Y lo que pase o no después, que pase! Nunca lo sabremos en esta vida.

Carla Constantino dijo...

Me encanta Woody Allen. Es muy buena la escena en la que manifiesta su intención de cambiar de religión porque necesita creer en algo. En vez de ingresar a una religión porque cree en ella, al revés, quiere entrar para creer ("haré todo lo que sea necesario", dice, obligándose a sí mismo a creer...¿se puede creer sólo con querer?), para resolver las dudas de la existencia, para terminar con la desesperación de no saber. Es un ejemplo exagerado de por qué mucha gente se aferra a la religión buscando respuestas que tranquilicen conciencias. Pero nadie tiene la respuesta sobre el sentido de la vida. Por eso, lo mejor que podemos hacer para no amargarnos es vivir el momento sin pensar tanto. Ojalá podamos.

Agustin Bustos dijo...

Este tema de la sensibilidad, dentro de esté el amor, y la existencia me hicieron acordar a unos versos de un escritor que no recuerdo el nombre, pero que decía algo así: Se puede vivir sin sufrir sin sentir, sin amar, aunque eso se parezca más a estar muerto en vida, yo prefiero sentir, amar y hasta sufrir para así afirmar mi vida. (no es textual)

Richard dijo...

Estos fragmentos me remontaron a las ideas de Schopenhauer: el suicidio suele ser una salida a los dolores que nos provoca el mundo. Quizás el saber que en algún momento nos vamos a morir es una cuestión que atormenta a muchos y que provoca infelicidad. "El que intenta suicidarse no renuncia a la vida sino a la vida que le ha tocado vivir". Pero esto es algo irremediable, (estamos destinados al dolor dijo alguien por ahí) así que solo nos queda aliviar ese dolor. Muchos encuentran en la religión una forma de hacerlo, otros tal vez necesiten comprender que la vida y el mundo son una representación y que hace falta voluntad para detenernos en aquellas pequeñas cosas del presente que nos hacen suspender en el tiempo y que permiten que nuestros deseos se suspendan también.

RICHARD

Gretel_War dijo...

El sentir nos hace humanos o la razón nos hace humanos? O podría ser que los que nos hace humanos es el deseo de no morir? de perpetuar nuestra existencia. No lo creo, de ser así por qué hay gente que se suicida? Para apresurar el momento final, o para evitar algo 'peor' que es es sufrimiento. En todo caso, algo más allá de el miedo a la muerte, que tiene Woody Allen es la cuestión del deseo. El deseo nos lleva a querer cosas que no podemos alcanzar, por eso muchas veces el hace loas a la 'mediocridad' de los deseos. Ese deseo de no morir, que le hace imposible ver la satisfacción de vivir el presente, que le hace vivir por la inercia de vivir. Sin duda la impronta de la muerte y la existencia, de Dios o la nada está presente en muchos de los trabajos de Allen y tal vez esa es la razón de que sea, sino uno, el favorito. Aunque para nada pienso como él o esas temáticas me desvelan, me parece sincero y real.
Jimena Guerra Santander

Anónimo dijo...


(Por suerte) la mayor parte de nuestro tiempo no somos conscientes de la muerte. Si no sería insoportable, nada tendría sentido. En la escena en que Mickey vuelve del médico y sabe que no está enfermo, toma consciencia. Y es muy gracioso porque el miedo a la muerte lo resuelve con la muerte: “¿Puedo contarte un secreto?, la semana pasada me compré un rifle, si llegaban a decirme que tenía un tumor, me hubiera suicidado, lo único que quizás me hubiese detenido era el mal rato que le hubiera hecho pasar a mis padres. Hubiera tenido que matarlos a ellos primero”
Me encantó su reflexión final en el cine, de no cuestionarse tanto, y dedicarse a disfrutar la vida mientras dure. Quizás, como un chiste de Quino, la vida debería ser al revés- se debería empezar muriendo-, así superar ese trauma.

Yolanda Butler

Lucila dijo...

Esta paranoia típica de Woddy Allen sobre la muerte, sobre la creencia es muy crítica, materializa momentos de desesperación que quizás a todos nos pasa 2 segs por la cabeza. La muerte que no está presente constantemente, como bien dijeron antes ya que sería insoportable, igualmente se piensa, se presenta. Pero el sentido que le demos a la vida quizás es lo que nos permita seguir, por eso plantea la necesidad de una creencia, quizas asi, el mundo tenga algo de sentido. Y este sentido puede ser el amor.
Lucila

Unknown dijo...

que cosas tan ciertas dicen estos fragmentos. Es muy cierto y me llego de manera muy profunda una de las ultimas frases de Allen cuando se pregunta ¿por qué arruinamos nuestras vidas tratando de responder a cuestiones que nunca descubriremos? ¿por qué no nos ponemos a disfrutar de la vida mientras dure?

A pesar de que los complejos de Allen giran en torno a pensar en cosas que no estan a su alcance, son cosas que personalmente pienso todo el tiempo, y me siento identificado con todo. Sera tal vez por que la vida es demasiado corta, o por que nos imponen pensar asi, aunque no creo que nadie nos imponga pensar en estas cosas, seguro es cosa nuestra, que atentamos contra nuestros propios deseos por que tenemos mucho miedo de estar bien, miedo al fracaso y al que diran los demas si todo nos sale mal.

Un abrazo a todos.

Archie Santiago dijo...


con respecto a las pelis de woody allen,
el primer video me hizo a acordar a la frase de socrates (antes de lo que cite woody) de "solo se que no se nada" y también al tema del hombre faustico, que nunca le alcanza lo que conoce.
el segundo me hizo escribir, mientras lo miraba "lo racional al servicio de lo existencial" quiere decir que la búsqueda racional del hombre es lo que lo acerca a un estado existencial.
y el tercero, cuando woody allen entro al cine, me disparó para cualquier lado. me hizo acordar a una cosa que dijo un profesor de la facu de otra materia, algo asi como "que mal que estamos que necesitamos ver tantas peliculas"

Anónimo dijo...

Al ver estos videos de películas de Woody Allen me tiento a pensar que se inspiró en mí, o que yo tranquilamente podría hablar de la misma manera en que lo hacen esos personajes. Es un tema que tendría que hablar con un psicoanalista cuando me decida a hacer terapia, y no voy a explayarme mucho por acá por vergüenza, pero tengo cierto temor por la muerte, que creo resolver de la misma manera que lo resuelve el personaje en el tercer video, por eso mi plena identificación. Me reconfortaron un poco, creo que no estoy tan mal de la cabeza, je (¿O si?). Encima, con mi grupo vamos a tratar el tema de la muerte, creo que hasta podría aportar con estos rayes. En fín, tomé muy al pie de la letra lo del "brain storming" y creo que me fui al carajo.

Matías Berges

Nicolás Eisele dijo...

Luego de ver los fragmentos de Woody Allen creo que con la idea que me siento mas identificado es la expresada en el 3 ejemplo cuando plantea lo irrelevante de preocuparse por cosas sobre las cuales no se obtendrá una respuesta (como si hay vida después de la muerte) y dedicarse realmente a vivir la vida y disfrutar de dicha experiencia.
Coincido con el primer comentario realizado en esta publicación que sostiene que la principal razón generadora del miedo a la muerte es el NO SABER. Como hablamos en la clase de ayer, uno sostiene ciertas "verdades" para poder tener algún tipo de estabilidad, un lugar donde pararse y sentirse seguro; personalmente, la muerte es uno de los temas que me presentan mayor dificultad a la hora de elegir dicha "verdad".
Me gustaría marcar por ultimo una frase del texto de Milan Kundera que realmente me gusto:

¿Estaremos solos o en medio de la multitud? ¡Ay, la soledad es tan poco probable, si ya era tan escasa en vida, peor será después de la muerte! ¡Hay tantos más muertos que vivos! En el mejor de los casos el ser tras la muerte se parecerá a ese momento que ella pasa ahora en la camilla de la sala de reposo: oirá desde todos lados un ininterrumpido parloteo de voces femeninas. La eternidad como un parloteo infinito: francamente, es posible imaginarse cosas mucho peores, pero el simple hecho de tener que oír eternamente voces de mujeres, constantemente, sin parar, es para ella motivo suficiente para aferrarse furiosamente a la vida y hacer todo lo necesario para morir lo más tarde posible.

Leandro Moyano dijo...

No puedo NO dejar de compartir este video, es la entrada Perfecta .
"El mundial de la Filosofía"

http://www.youtube.com/watch?v=xzFniypn2a4

Daro dijo...

Me gusto mucho el segundo video y me quedo grabada la frase del padre cuando la madre le exige que le esplique a su hijo la existencia de los nazis y este les responde: "como voy a saber porque existieron si no se como funciona el abrelatas".
Me queda pensar si fue una salida rapida (al mejor estilo no me jodas) o a una jeraquizacion de conocimientos?

Dario Gomez