martes, septiembre 18, 2007

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Hablábamos en la clase pasada de máscaras y de disfraces. Respecto de esto les sugiero la lectura de un breve artículo firmado por un tal Germán A. Serain que quizás aporte algún concepto adicional sobre el tema que pueda ser aprovechado por el alumno.

¿Y qué sucede cuando nos despojamos de todo disfraz? ¿Es acaso eso posible? ¿Somos capaces de conocernos como realmente somos? La pretendida ausencia de todo disfraz, ¿no será en sí misma un disfraz?

La fotografía de más arriba es de Spencer Tunick, un artista obsesionado por los cuerpos sin ropas. Deténgase la atención en un individuo cualquiera pero en particular de este cuadro. El que cada uno de ustedes quiera. Intentemos inventarle un nombre, una profesión, una historia, que seguramente los tiene. Sin embargo, el desnudo nos confunde y nos provoca. Lleva a igualarnos en la falta de un disfraz. Salvo que convengamos que el desnudo es disfraz, en sí mismo. Es por lo pronto indefensión y fragilidad (cuando soñamos que estamos desnudos en público, por ejemplo, eso representa la exposición indefensa frente a la mirada del otro), pero hay que ser muy decidido para quitarse las ropas delante de un otro que nos mira. Desnudez, entonces, como señal de fortaleza.

¿Y qué sucede con la desnudez del rostro? ¿Es ella disfraz o revelación? ¿Cómo podríamos estar seguros? ¿Qué podría decirse, por ejemplo, de un sitio de internet basado en una colección de rostros de hombres y mujeres y sus gestos en el momento preciso de tener un orgasmo? ¿Qué se busca en estos rostros? ¿Y qué buscan quienes los ofrecen, primero a una cámara y luego a la mirada de los demás?

¿Por qué la compulsión a mostrarse? ¿Y qué es lo que se muestra, en definitiva? He aquí el enlace a una entrevista (en inglés) realizada al creador del sitio en cuestión, para quien quiera encontrar algunas respuestas posibles.

Disfraces. Exhibicionismos. Mostrarse y ocultarse. ¿Quiénes somos, en definitiva? ¿Y quién es el otro? No, definitivamente esta entrada no está aquí para ofrecer respuestas, sino apenas para generar algunas inquietudes en quien las lea. Los comentarios, por supuesto, están abiertos.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

http://www.dalealplay.com/informaciondecontenido.php?con=42626

http://www.dalealplay.com/informaciondecontenido.php?con=41193

http://www.dalealplay.com/informaciondecontenido.php?con=41902

Germán A. Serain dijo...

Por si no quedó claro, lo que Anónimo quiso decir es que haciendo click aquí, aquí o aquí, se accede a tres ejemplos de la página beautifulagony, referenciada en la entrada. Yo no me animé a poner nada parecido en la entrada principal, lo confieso, pero no veo motivo para no dejar los vínculos en cuestión si es que a alguien le ha parecido ilustrativo.

Anónimo dijo...

El disfraz oculta características y exagera otras. Pero siempre sobre cualidades propias, sobre nuestro cuerpo como soporte de ellas.
La "desnudez del rostro" existe?
Podemos manejar nuestra cara, haciendo que se maraquen más algunos gestos que otros (claro que muchos de esos movimientos pueden no ser conscientes, pero muchos si lo son).
"Desnudez del rostro" porque no está tapado? Creo que consantemente nos ponemos máscaras, que son tales en relación con un otro.
Tampoco creo que si no llevamos ninguna vestimenta estemos realmente desnudos.
Máscaras, poses,disfraces (vestidos o desnudos) como defensa ante la mirada de otro.

Emilia

Anónimo dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=xXJQzsYrIVk

Germán A. Serain dijo...

M.M., no dejás de sorprenderme.