domingo, octubre 26, 2008

Nombres, sobrenombres, nicks, palabras, reconocimiento

Leyendo parciales, Carolina me hace acordar de una anotación de hace un par de cuatrimestres, que tiene que ver precisamente con lo que estamos viendo ahora.

Decido rescatarlo, no copiando el contenido aquí, sino enviando directamente a aquella anotación. Circularidad, que le dicen. Y que se mezclen los comentarios de entonces con los comentarios nuevos.

Al post en cuestión se accede haciendo click aquí.

Y vos... ¿Qué onda con tu/s nombre/s?

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creo que el nombre nos identifica socialmente, por decirlo de alguna manera. Cualquier trámite exige que uno ponga su nombre, ése que figura en el DNI. Pero a veces pasa que se identifica con el segundo, porque siempre lo llaman así o con apodos. En el nick, uno tiene la oportunidad de jugar a ser otro, o de poner algo que lo identifica más que el nombre que le pusieron en el Registro Civil, o que lo identifica en ese momento particular (léase fragmento de una canción, por ejemplo). Me pongo a pensar también que desde el nombre uno está identificado por el otro, los padres, que son generalmente los que eligen cómo llamarnos, o en el caso de Trademark/ Trademar en el que también hubo opinión del juez. Incluso la legislación influye en los nombres. Ahora no recuerdo en qué obra las mujeres se llamaban Martirio, Angustia o nombres similares, y yo cuando la leía pensaba qué feo que te marquen de esa manera. Y sin embargo, la intención tal vez no es ponerle "Desgracia" porque fue una desgracia tener esa hija, sino porque al padre le gusta un personaje. A mí no me gusta mi segundo nombre, de hecho trato de no usarlo, pero antes de cambiármelo pensé lo mismo que dijo alguien en la nota del link, si me pusieron ese nombre ¿por qué cambiarlo? Aunque afortunadamente, no me llamo "Hitler". Andrea G.

Anónimo dijo...

- ¿Quién fue el bol**o que tiró la coca en el piso del estudio de TV?
- Fue Andrés!


Ok. El primer hecho de que yo haya tirado la coca y el segundo hecho de que yo sea un boludo no tienen nada que ver con el tema. Pero el posterior "ir a buscar un trapo de piso para limpiar el kilombo que hice" si. ¿y por qué? Porque si no fuera por la agradable aclaración de mi compañera de Taller III capaz que me hubiera podido hacer más el boludo y no me hubiese comido el garrón de tener que buscar un trapo (que no hay en toda la facu) y limpiar eso que hice.

¿A qué iba con esto?
Que feos los nombres!! Porque NO SÓLO te podés indentificar con ellos (como nos aclararon las dos notas y el post de Germán) sino que TE IDENTIFICAN con ellos.

Y a veces no es bueno eso...

Chusmeando en los archivos de la policía (?) uno puede encontrar prontuarios como "Jorge Sanchez. 32 años. Alias 'Matambre'"; "Rodolfo Quinteros. 28 años. Alias 'Pity'";"Andrés Santos. 21 años. Alias 'El Indio'".

Preguntan por ahí "¿Cuál es la razón para esta discrepancia? (entre el nombre "real" y el apodo)". Y yo pregunto ¿por qué tienen que ser opuestos?. Ok, si: son diferentes. No es lo mismo "El Pity" que Jorge. Pero la mayoría de los nicks/apodos/como-sea se nos dan por alguna situación en particular que hayamos vivido o que nos identifica.

El Pity se lo eligió porque le gusta el cantante. A Matambre se lo pusimos nosotros porque se nos hizo el "pillo", no nos compartió su fernet y buen... lo tuvimos que combatir... Así quedó: cosido como un matambre...
Yo en cambió lo tengo por una situación. Me dió gracia y lo adopté.

Capaz que cuando estamos en una situación fea (como limpiar la coca o dar la cara a la hora de escribir en un blog después de todas las boludeces que decimos) tratamos de ocultar nuestro nombre; pero estoy seguro que cuando estamos a punto de recibir algún premio o algo bueno, somos los primeros en responder a nuestro nombre.

En ese caso soy como mi perra: que cuando le voy a dar comida responde a Pechocha (nombre ridículo si los hay); pero cuando se manda una cagada (literalmente) no aparece por un bueeen rato.

Tengo que dejar las drogas (?)
Guau!

Gente Reversible dijo...

Yo opino que el nombre, en relación con su persona portadora, tiene un fundamento que es metonímico; es decir, se toma al nombre como equivalente de la persona (relación de contigüididad, parte por el todo). Así, y por la propia tendencia del lenguaje a su economía, solemos decir "yo soy fulanito de tal" y no "yo soy un conglomerado de materia orgánica, objetivada en el lenguaje, que responde dentro de una sociedad establecida al nombre de fulanito de tal".
Y he aquí lo fundamental, que tiene que ver con lo que mencionaba Andrés: que uno debe responder por su nombre. El nombre es un símbolo legitimado dentro de un sistema social dado, que permite referirse a esos accidentes biológicos que son los hombres y mujeres, devenidos en personas una vez que poseen su nombre y su número de documento.
Los nicks y apodos no dejan de serlo tampoco, sólo que son símbolos no oficiales, no reconocidos por el estado y por la ley. Si yo tengo que ir a la corte a declarar porque se me acusa de malversación de fondos no puedo presentarme ni esperar que se me mencione como "cumbiero-85" o "el pipa". Voy a ser Nicolás Canedo, porque eso soy para la ley y para el estado.
Dentro de alguna mini comunidad o grupo social podemos responder por nuestros seudónimos, siempre y cuando los miembros restantes sean patícipes de su sentido y de la persona a la que aluden. No como suele pasar en internet, donde alguien comenta algo y firma con un apodo x dejando en la incógnita quién ha sido su autor.
Sé que mi idea del nombre puede haber parecido muy funcionalista, y que dejo de lado la proyección afectiva que uno tiene para con el mismo, en tanto parte de una construcción identitaria. Pero creo que, socialmente, tal es el fundamento del nombre. En la práctica cotidiana del día a día, terminamos creyendo que somos nuestros nombres. Es parte de la naturalización.

Anónimo dijo...

Coincido con Nicolas. El apodo como simbolo no oficial me parece una buena descripción.
Me acordé de la última clase, su parte psicocología... el apodo será parte de aquello que queremos ser?digo, como cuando hablabamos de los disfraces, que no es lo mismo un disfraz de cenicienta que uno de gatubela, creo que esto es igual. Aunque a veces los apodos van mas alla de uno y tiene que ver con rasgos físicos: pelado, colo", lungo etc. en fin, el nombre nos identifica, es nuestro "rotulo" para presentarnos al mundo.
y no deje de sonreir al acordarme de las veces que confunden mi nombre por otro o lo escriben mal. en fin.
justina

yo tb tengo problemas para postear con mi nombre!

Anónimo dijo...

Que los padres nos pongan un nombre y ellos elijan como nos van a llamar por el resto de nuestras vidas es un poco demasiado.
Creo que tendría que salir una ley que diga que a los bebes que nacen solo se les puede poner un nombre y que haya un segundo renglon para que ese bebe, a los 16 años, pueda ponerse el nombre que le guste como segundo nombre, es mas justo!
Yo me llamaría Trademar, sin ninguna duda!

Lucas Trademar (El que no...)

Anónimo dijo...

Con mi primer nombre todo bien, pero con el segundo todo mal...
Es feo llamarse como uno no quiere, opino como el chico de arriba que habría que elegirse el nombre...igual animal de costumbre, no se como me llamaría si lo tuviera que elegir yo, ya tengo internalizados mis nombres...no me imagino con otros
La clave no está en el nombre, está en el perfil bajo...a mi en el colegio me tenían re junada...y eso fue un garrón...había autoridades que sabían mi nombre pero no me tenían de vista...loquisimo.
Es medio difícil contestar si me identifico o no con mi nombre después de 24 años de responder a el...si contesto cuando escucho que me llaman Meli, será que me identifico entonces?

Meli
( El blog no deja que ponga mi nombre, no le gustara che?)

Carmen Ledesma dijo...

Yo pienso que el nombre es lo que nos permite poder identificarnos y manejarnos socialmente. Cuando era adolescente nunca me gusto mi nombre, después con el paso del tiempo me di cuenta que muy poca gente de mi edad se llama como yo, “Carmen”, así que me empezó a gustar mucho más por tal motivo. Como dije en el parcial que si bien Carmen, Gisela Ledesma es mi nombre propio que me identifica, es a su vez lo más impropio que tengo porque, me lo otorgo un otro, porque le gustó o por varios otros motivos, así que al igual que las otras personas, no tuve la posibilidad de elegirlo, salvo decidir que me llamaran por primer nombre o mi segundo nombre “Gisela”. Como dice Kundera, Milán “No sabemos cuándo surgió y cómo lo adquirió algún antepasado lejano. No entendemos en absoluto nuestro nombre, no sabemos su historia y sin embargo lo llevamos con exaltada fidelidad, nos confundimos con él, nos gusta, estamos ridículamente orgullosos de él, como si lo hubiéramos inventado en un momento genial de inspiración”. A partir de que tuve uso de razón decidí que me llamaran por mi primer nombre, ya que desde un comienzo, mi identidad, en la Partida de Nacimiento, DNI, fue Carmen, Gisela Ledesma, no tenía motivo alguno de invertir los nombres, ya que desde mi nacimiento, fui llamada así. Por otro lado, considero que yo hago al nombre y no el nombre a mí, ya que pienso que tengo una determinada personalidad y rasgos, que me distinguen.Saludos, y por si no les quedo claro mi nombre, je, Carmen, Gisela Ledesma.

Anónimo dijo...

Considero que el nombre propio se nos adjudica arbitrariamente para brindarnos legibilidad social, ubicuidad y vigilancia dentro de un sistema complejo (ejemplo, el D.N.I). Coincido con la idea de que los nicks, apodos, sobrenombres, remiten a aquello (que sentimos o que nos adjudican como "propio") que se encuentra por fuera de esos parámetros "oficiales".
Los nombres que figuran en mi D.N.I., fueron elegidos por mi madre. "Giselle", por la obra de ballet que así se denomina; "Eliana" porque no le permitieron anotarme como "Elian", destinado "oficialmente" al género masculino.
Cuando mi grupo de pares, en la más temprana adolescencia comenzó a llamarme "Giyo", accionó efectivamente en detrimento de los pretendidos aires afrancesados que mi madre otorgó en un principio . "Giyo"...un apodo con el que siento sumamente cómoda, por su escasa cantidad de sílabas, por cómo resuena fonéticamente, que se yo, ya es algo tan vivenciado como propio, que deviene en dasafio poder dar cuenta del por qué me gusta mi apodo...
Sólo se que en este mundo todo reclama denomincación,orden y explicación lógica. Todo enmarcado dentro de un constructo que reconocemos y trazamos como realidad. Por ello mismo, nada más arbitrario y naturalizado que el nombre propio y el apodo. Estos se perciben en una relación de contigüidad con la persona misma. ...

Esto último me hizo recordar una publicidad muy reciente de una gaseosa...no muy buena, pero relacionada con la temática.. http://www.youtube.com/watch?v=H6n4L_q-t00
Saludos!!!
Giselle Solari o Giyo

Anónimo dijo...

En mi caso, me identifico plenamente con mi nombre, aunque en este blog se haya develado cierto mito alrededor del personaje del santoral al que responde (la santa de la musica que no refería a instrumentos de musica sino de flagelación). Creo que en ese sentido no me identifico, pero mi nombre no me genera problemas identitarios. Salvo si me llaman por el primer componente "María" ahi no respondo porque Marías hay muchas y sólo en mi flia somos 4 con el mismo apellido...
Con relación a los nicks, creo que son instancias de producción, de crear un otro posible con mi propio yo, aunque sea sólo en el fuero interno, es creación, el fantasía. Y en eso también inevitablemente hablamos de lo que somos, es parte de ese gesto de fundar mi propio yo para el otro, de poner la lente a través de la cual esperamos que el otro vea lo que queremos mostrar...
Como dije en palabras fugaces, mi propio nick es un deseo, tal vez con la idea infantil de que si lo repito incansablemente se hará realidad... algun día, supongo que sí. Saludos!!
Digame Licenciada

Anónimo dijo...

Ayer comenté algo que despues no salió...
Nicolás comentaba algo así "El nombre es un símbolo legitimado dentro de un sistema social dado, que permite referirse a esos accidentes biológicos que son los hombres y mujeres" y yo pensé que esa determinación de los nombres hace también que una mujer no pueda llamarse Nicolás o un varón Susana (al margen de cuestiones de transexualidad o transgénero).
De allí que aún cuando es una limitación, en mi caso me salva, porque de no ser así en lugar de lidiar con que mi novio quiera ponerle a nuestra "hipotética" hija "Mara Donna", tendría que lidiar con que quiera llamarla Diego Armando...!!!

Ceci

Anónimo dijo...

Rodolfo Walsh comenzo escribiendo su biografia con un "Me llaman Rodolfo Walsh".
El nombre es una elección que un ser humano hizo sobre otra por el simple hehco de darle la vida, no considero que este mal porque un ser recien nacido no tiene la scapacidades de darse un nombre y realizar todo el tramiterio consecuente de un nacimiento y necesario por el sitema en el que vivimos. Tampoco creo que cambiaria de persona por tener otro nombre del que tengo, uno se acostumbra a ese nombre y puede gustarle o no. Es como lo llaman, no es lo que esa persona es.
En cambio los nick, los sobrenombre si considero que sean identificaciones de la persona consigo misma o de los otros sobre uno; epro todos deberian conocer el sentido.
Yo tenog una amiga a la que le decimos La Muda, porque siempre que esta en grupo se queda totalmente callada. El tema es que una vez contandole a mi abuela una anecdota diciendo la muda esto, la muda aquello, me dice pobre le dicen la muda, tiene un problema, no puede hablar minimanete diganle con su nombre. A veces identifican los sobrenombres pero tambien confunden...

Julia D´Amore (JDB)

maj dijo...

los nombres sin duda denotan personalidad: hay nombres mas fuertes que otros y recrean el aura de una persona de manera distinta. Yo era de esas que a veces entraba en una libreria a buscar de esos libritos que tenian los significados de los nombres (patetito (¿?)) en fin...
Mi nombre siempre me causó mucha, no sé si decirlo así, verguenza quizá... Mis compañeros de primer grado me decian que iba a ser mamá y papá la vez (sisi la crueldad infantil)...
sin duda la historia de nuestros nombres, sus signifcados, connotaciones, etc nos influyen y moldean nuestra personalidad tanto como otros factores socio cultarales.

Anónimo dijo...

Con mi nombre no tengo problemas ahora, pero sí me molestaba que en la infancia me llamen "Sol", "Nube", "Estrella", "Tierra" o cualquier otra cosa parecida,menos Cielo, que es mi nombre (y no un sobrenombre como más de uno pensó alguna vez).

Muchos le preguntan a mi mamá de dónde, por qué o cómo se le ocurrió ponerme Cielo. La respuesta de ella es que cuando yo nací, sintió que tocaba el "cielo" con las manos, y que por eso me puso Cielo(no se rían,jaja) Algunos se conmueven con esa respuesta y dicen: "que divina tu mamá", pero la verdad que antes me fastidiaba mucho y me daba verguenza porque encima siempre lo decía delante de mis amigos o lo que es peor, delante del chico que me gustaba.Ahora que soy más grande, ya no me molesta su explicación. Sólo me hace un poquito de ruido porque hace 25 años que la vengo escuchando en cada celebración de mi cumple. Igual la entiendo a mi mamá porque se que yo voy a hacer lo mismo cuando tenga mis hijos seguramente.

Por otra parte, les cuento que el deseo de mi mamá de ponerme Cielo se vio medio frustado. Ella quería ponerme simplemente Cielo Sánchez, pero en aquella época cuando me fueron a anotar al registro civil, le dijeron que Cielo se lo permitían como segundo nombre, y siempre que lleve otro nombre delante porque no se identificaba el sexo. (Imaginensé un hombre llamado "Cielo". Menos mal que nací mujer!!!). De ahí que mi nombre para el DNI, para la lista de la facu y para todo tipo de trámites burocráticos es Mariana Cielo Sánchez, pero yo siempre hago que me llamen Cielo,como lo tengo internalizado yo y todos los que me conocen. Me cuesta responder a Mariana.

Muy bueno este post.No suelo opinar mucho en el blog, pero esta vez no me quise quedar afuera de los comentarios.

Cielo