miércoles, junio 21, 2006

Y además...

... lo prometido. A sugerencia de varios alumnos, dejo habilitado este post como un lugar para que cada quien y cada cual decida si desea compartir los fragmentos poéticos (u otros, que la libertad es libre) que hayan incluido en el último parcial. Del para qué se pidieron estos fragmentos hablaremos en clase, que todo tiene su sentido, tengan paciencia. Y hablando de paciencia, el jueves, en un nuevo post, comenzaré a colgar las notas de los parciales que vaya corrigiendo. Por el momento, la palabra la tienen ustedes.

51 comentarios:

Anónimo dijo...

Esto no es poesía, es un insulto.
Es insolencia derramada en una hoja.
Es un pedido de ayuda.

Esto no es poesía, es un epitafio.
Es el final de un trayecto, un ocaso.
Es una desgracia.

Esto no es poesía, es un manifiesto.
Es el grito agónico
De un espíritu devastado.

Anónimo dijo...

I try hard not to make a sound
but my breathe spins like a thousand hurricanes
and devours it all
right in front of me.

I try hard not to make a sound
but the proportion of silence is too desperate.
And even when I open my bright eyes
I melt into this infinitely black canvas.

And oh, there´s such a rhythm…

Anónimo dijo...

Porque ya no tenés gracia,
Te voy a liquidar, poeta.
Voy a confinarte para siempre
En una oficina chiquita y oscura,
Sin magia y sin hechizos.
Te voy a liquidar, poeta.
Y porque el cura de Beruti y Larrea
Cobra un peso para ir al baño,
Me declaro en desacato.
Te voy a liquidar, poeta.

Anónimo dijo...

Como hormigas.
Como hormigas que van y vienen
Y hacen de este mundo un hervidero.
De idas y venidas ciegas,
De relojes agitados,
De corridas, de desencuentros.
Como hormigas,
De derecha a izquierda,
De arriba a abajo.
Van y vienen como hormigas
Que se cruzan,
Se tropiezan, caen y levantan.
Y otra vez la carga al hombro
Y otra vez arriba.
Y de izquierda a derecha.
Y de lado a lado,
Siempre como hormigas.

Anónimo dijo...

La incansable caravana
Marcha, y marcha, y marcha...
Se estira y se contrae,
Se acelera, se hace masa,
Se enrosca, frena y avanza.
Vuelan bajito, corren, se arrastran.
La incansable caravana
Se hace carne en mis huesos,
Me absorbe, me licua.
¿Les hablé de las hormigas?
Qué pena ver a estos hombres.

Anónimo dijo...

Everyone except to me
Y gracias por la fiebre,
Por el regreso al papel,
Por arrastrarme a tus amores.
Gracias por la lejanía,
Por el destierro, el adiós constante.
Gracias, vida, por la bofetada,
El abrazo, la sonrisa, el llanto.
Gracias por esta locura,
Por el insomnio, mis pesadillas.
Gracias por las palpitaciones
El sudor frío, la mirada fría,
El trago amargo, el beso tibio.
Everyone except to me.
Gracias igual.

Anónimo dijo...

Te sigo buscando,
Y mientras vos iluminás al mundo,
Yo no he podido
Salir de esta zanja.

¿Por qué no volvés
y volamos juntos,
chiquititos e inocentes?

¿Por qué no te acercas
y me devolvés las caricias
que te presté esa tarde?

Te sigo esperando,
Y mientras vos iluninás al mundo,
Yo no he podido
Dejar de ser un sapo.

Anónimo dijo...

Hasta la corbata
Con caballitos me mira
Como burlándose.
“Acá estoy de prestado” pienso,
Como la corbata.
Cuando el gusano finalmente
Me vomita a la superficie,
Me inserto en una tribu
De un autismo calamitoso.
“Estoy de prestado” pienso,
Y los caballitos de la corbata,
Que en otras primaveras
Corrieron desbocados por estas calles
Me miran como diciendo:
”Flaco, vos no estás para estos trotes”
Y el gusano vuelve a devorarme,
Y me vomita mas cerquita de mi rancho,
Y me libero de la búsqueda.

Anónimo dijo...

El amanecer es gris,
El día gris, el traje gris,
El humo gris, la humedad gris.
El tango gris, la noche gris,
Tu sonrisa gris, tu cuerpo gris,
El amor es gris.
La vida gris, la muerte gris,
El gris, gris.
Gris es la melancolía.
El destierro es gris,
La lejanía gris,
El abrazo gris.
Gris es la poesía.

Anónimo dijo...

Soy la grotesca caricatura
De la persona que una vez fui.
Un Fausto derrotado y resentido,
Estoico frente al ocaso de su ser.

Soy la palabra que rueda liberada
Por mi boca cuando quedo sólo.
Esa palabra que me abstrae
Del mutismo que me rodea.

Una triste imagen me devuelve el espejo.
Un rostro pálido; ojos vidriosos.
Una postal de caminos pedregosos;
Una pintura de batallas perdidas.

Y tu cuerpo me busca y no me encuentra.
Y mi cuerpo se desgarra,
Y tu imagen me convierte.
Y la vida pasa igual, flotando.

Anónimo dijo...

Tres cuerpos yacen en la estación
Mientras alguien espera a un dúo.
Los tres cuerpos apenas hablan
Mientras alguien calla su frío.

Cinco cuerpos merodean los rieles
Y un sexto se adhiere a la masa.
Seis cuerpos beben arena
Mientras alguien se pierde.

Entrecortadas noches y tardes
Y una melodía cremando al tiempo
Acompañan a un cuerpo que habla
Y a un cuerpo que ya no escucha.

Los cuerpos beben arena y hablan,
Los cuerpos no escuchan y esperan.
Alguien espera a un dúo
Y todos se unen a la masa.

Anónimo dijo...

Es un sueño del que no quiero despertar
Y una bruma que envuelve mis pasados.
Una fábula interminable de rosas
Y papeles con garabatos sin razones.

Es un sueño de recorridos circulares
Por la circunferencia de tu memoria
Y lo afilado de tu recuerdo insulso.
Las mañanas sin tu beso y tu llamado.

Es un despertar entre sabanas y espinas
Y rosas blancas de puntas florecidas,
Marchitas de amores irreconciliables
Y de búsquedas inoportunas y forzadas.

Es un despertar de ensueño, de insomnio.
Es un dormir entre savias y néctares,
Entre labios y piernas que se cruzan
Y corazones que no laten con el mío.

Anónimo dijo...

Y de repente...
El hombre que siempre iba a sonreír
Dejo de hacerlo.
Sin aviso alguno
Borro de su cara su sonrisa
Y opaco el brillo en sus ojos.
El hombre que todo lo podía
Cayo rendido, agotado.
Casi de manera inentendible
Dejo de luchar
Y se dedico a pintar sombras
Sobre sus espaldas.
Él, que nunca iba a detenerse,
Empezó a bajar su marcha,
Lenta y progresivamente,
Como quien aun resiste.
Y luego, (inevitable)
Se sentó a descansar.
Soñó solo poesías de antaño
Y canto clásicos de ayeres.
Recorrió una y otra vez
Cada letra de sus versos
Y reescribio su historia paso a paso.
El hombre que siempre iba a sonreír,
Dejo de hacerlo,
Sin aviso alguno.
¿Será por eso
Que aun no lo notaron?

Anónimo dijo...

Este es un mundo de princesas y cenicientas
Y otro cierto tipo de mujeres
A las que les presto solo una mirada
Para regresar, una y otra vez, a tus ojos.

Es porque tus ojos no me dicen nada
Que la propuesta es un eterno
Ir y venir de intentos vanos
Por lograr una palabra, un guiño...

Una y otra vez, regreso a tus ojos
Y recorro sus contornos y colores,
Respiro el aire que peina tus pestañas
Y despeino la idea de ese guiño,
esa palabra.

Este es un mundo de princesas y cenicientas
Y de miradas inesperadas que se imprimen
Apiladas, superpuestas, con herrores,
Que nada dicen, como las tuyas.

Anónimo dijo...

Las lluvias de Buenos Aires
Están llenas de recuerdos
Y de animas que sobrevuelan arrepentidas
Por el teatro de sus ventanales.

Algunas con singular comicidad,
Otras denigradas por la gripe
Esperan descolgar una neurona
Y enloquecer en pedacitos.

Con un clavo en cada mano
Y tres rosales a sus pies
Una novia lee el libro de los abrazos
Mientras aguarda la reencarnación.

Las lluvias de Buenos Aires
Están llenas de recuerdos
Y de animas con ataques de insomnio
Que vuelan y nos saludan.

Anónimo dijo...

A palabra rebuscada oído astuto
Dijo un zorro, ¿sordo? Sacate la milanesa.
En esta mesa comen tres
Y yo estoy pasando hambre.

Cuanto cuesta decir te quiero estando solo
Que para no decirlo lo grito y basta.
Pero lo grito bajito y solo
Por las dudas que me escuches.

Así de complicado es reconocer errores
Uno aprende de ellos pero no los enseña.
Lo de arriba lo dijo otro
Yo no tengo ningún problema.

“Hola” y me miro feo el tero
Vos no sos ningún ganso, pajarito.
Yo quise volar bajito
Y me bajaste de un pestañazo.

Anónimo dijo...

Alcahuetas, prostitutas, mendigos
Y el trazo manchado de un poeta alcohólico.
Riñas de gallo, truco y superclásico.
Una ruta con cerros nevados y lagos.
Arena, carpetas y lágrimas sinceras.
Año nuevo y fin de curso
Y 13 de Enero y 14 y sucesivos.
Accidentes, incidentes y etc.
Medicina (no convencional pero efectiva)
Aciertos de 2 y 3, (y tiro libre)
Faltas morales y a la escuela
Y diploma que no es mío.
La muerte de paseo con la parturienta
Y la cabeza por la ventanilla.
El primer beso y el desengaño.
El campamento, la fogata, el anzuelo.
También una guitarra y un cigarro.
La partida y la llegada
Y nuevamente y viceversa.
Los olores, la cocina y una almohada.
El mate con medialunas
Y una noche estrellada, y tormentas.
Las charlas del subsuelo y sindicato.
El desafío contrabarrio, la foto del equipo.
El bautismo, la hostia y los anillos.
El billete falso y el kiosco de la esquina,
Sin faltar la vuelta ´el perro
Los sueños y la madrugada,
Un abrazo, el asado y el tomá.
Y para qué hacerlo más largo si ya entendiste.

Anónimo dijo...

Quizás porque hoy no es lunes
Las palabras caen mas pesadas
Y las letras planean en mi frente
Como las gaviotas en tu pecho.

Quizás porque soy mal arquitecto
No me atrevo a edificar poemas
Sobre basamentos de sales marinas
Y frágiles castillos de arena.

Su domingo me ha mareado en demasía
Como a los colores del batik en mi cabeza
Y el reloj que traigo como guía
Tiene las manecillas reviradas.

Quizás porque hoy no es lunes
Es que no te pienso ni te escucho
Y un poco por casualidad y no,
Se hace tarde y me marcho y hasta luego.

Anónimo dijo...

Comúnmente la gente te dice lo que querés oír
Y vos escuchas solo lo que te conviene.
Las baldosas flojas te salpican los zapatos
Por ahí paso un perro y pasaste vos también.

Hay luces y una estrella, una iglesia y tarot.
El ida y vuelta de miradas se escabulle,
El teléfono te espera y vos ahí sentado
Y la música es silencio y otros ruidos.

Una bicicleta, un avión, peatones,
El timbre y un ladrido, el vapor de tu boca.
Las chicas van de la mano de la luna
Y el resfrío propone un descanso y sigo.

Tus ojos me cautivan y tus pasos se alejan
Y me escondo en otra que ya se fue
Y otro ladrido me despierta y veo...
Por ahí paso un perro y pasaste vos también.

Anónimo dijo...

Si su alteza lo permite
Este corazón de plebeyo
Quisiera tomarse el atrevimiento
De robarle por un segundo su sonrisa.

Es que en ella surgen las palabras
Para sentir las canciones que le escribo
Y en ella mueren las lágrimas
Que alguna vez otra me regaló.

Si me disculpa, deje que me anime
Y que entre las caras de las gentes
Le dibuje mil caricias en su rostro
Y le pinte un beso ente sus labios.

Si es que aún hay tiempo
Deje destronar mi corazón y entregarlo
Y enterrarlo si su alteza lo desea
Pero no deje de sonreírme.

Anónimo dijo...

Luego de tanto caminar descalzo
Entre nubes y piedras afiladas
El pastor llego a la cima de la colina
Y se dedico a pensar en ella.

Durante su travesía hacia la tranquilidad
Naufrago en lagrimas y se ahogo en risas.
Grito para no callar su canto
Y bailo sobre la tumba de sus muertes.

Luego del baile se aferró a la vida
Y volvió a ser tinta blanca y fluida.
Luego de tanto pesar y alivianarse
Se sentó a pensar en la colina.

Desde lo mas alto desnudo sus bajezas,
Lavo sus pies y vistió su alma.
Y una vez decidido a volver al prado
Podo las rosas y se quedo con las espinas.

Anónimo dijo...

Quisiera acariciar mis pupilas con tu figura,
Pero te encuentro como eclipsada,
Como oculta en tus secretos
Y la imagen se distorsiona y se pierde.

Quisiera danzar en tus mejillas
Y repiquetear como una llovizna
En tu sonrisa exquisita, fresca,
Como los besos de los mares.

Pero el consuelo de tus manos
Es inútil ahora que te has ido.
Igual, siénteme, tócame,
Que el rencor es solo para los valientes.

Anónimo dijo...

Eso es lo bueno de la locura,
Cada camino lleva a ningún lado
Y los pájaros vuelan al revés.
Un abrazo te abriga el alma
Cuando con los ojos cerrados
La vida te acompaña hacia el todo.
La cordura está hecha de cemento
Y el barro la desgrana y deshoja
Como amando en margaritas.
Las princesas gastan zapatillas
Recorriendo tus anhelos
Y una sonrisa es lagrima difunta.
Eso es lo bueno de la locura,
El desquicio del profeta
No se limita a las jaulas
Ni es devorado por los gatos.
Se tutea con el tu y con el vos,
Y vos, sos un desconocido
Que ayer lo bautizaste.
Eso es lo bueno de la locura,
La luna es el plato vacío
Que el huérfano espera
Para saciar sus penas...
Mientras muere...tan solo.

Anónimo dijo...

Se abrazaron sin palabras,
Bajo el goteo del tejado.
Se besaron sin besarse, y se amaron.
Bajo el goteo del tejado
No hicieron inútiles juramentos,
No firmaron pactos o contratos.
No ahí, ni en otro lado.
Bajo el goteo del tejado
Amaron en presente y en pasado.
Amaron en futuro y en todo tiempo.
Tiempo que corrió como un goteo
Que decía lo que les gustaba,
Ahí, bajo el tejado.
Y amaron lo extraño y lo pagano,
La distancia y lo lejano.
No amaron nada, y sin embargo,
Lo único no amado no existió.
Y el goteo fue incesante.
Y todo, todo, bajo el tejado.
Entre palabras mudas,
Se confesaron, se contaron, se dijeron,
Amar, amor, amado.
Entre palabras mudas,
Se oyó todo, se oyó nada,
Bajo el goteo del tejado.
Ella se quedó sola,
En una soledad solitaria
Que solo ella entendía.
Y la soledad fue eco,
Y fue compañía callada.
Ella, el goteo, el tejado, nada.
El se cubrió de mundo,
Viajó en un sueño multitudinario.
Su voz fue canto y sus letras poesía.
Y su alma, su alma,
Soledad, melancolía.
Una gota golpeó sus frentes.
La luna y las estrellas no importaron,
El romanticismo no es romántico.
Abrieron sus ojos por instinto
Y por instinto fue que despertaron,
Bajo el goteo del tejado.

Anónimo dijo...

MI MADRE NUNCA SE QUEJÓ

Cuando lo conocí a Raúl me costo mucho aceptarlo. Yo barría la vereda cuando lo ví por primera vez. Recuerdo cuando bajo de la camioneta, millones de calcomanías a medio despegar me impedían identificarlo, hasta que logré ver su mameluco de trabajo. Él venía a desinfectar.
Lo dejé pasar entusiasmada, él estaba afeitado con el pelo corto, dientes limpios, rico perfume y las uñas recién cortadas. Se acercaba al modelo de pulcritud que yo exigía. Comenzó su trabajo enseguida de arribar. Al terminar me pidió el teléfono para anotarlo en el listado de clientes y noté que titubeó.
Siendo una experta en desinfecciones, le hubiera hecho algunas observaciones, ya que había olvidado ciertas artimañas de la profesión. Teniendo en cuenta las disputas con otros profesionales y los consejos de mi terapeuta, enmudecí. Lo despedí y se retiró, me hallaba sola con mamá en medio de un mundo exento de mugre.
El lunes siguiente recibí un ramo de jazmines con una nota “Te invito una copa, Raúl Gómez”. Me llamó esa misma tarde para que saliera con él y dejó un mensaje en el contestador. Yo no estaba para nada interesada, esas cosas de pareja llevan mucha dedicación. Fue mi madre la que me convenció, me repetía lo importante que era estar en pareja, sobretodo para una mujer. Ella decía, que iba a necesitar un compañero para envejecer a su lado y éste candidato parecía higiénico.
Salimos; gracias a Dios conservaba las características que anteriormente nombré y la pasamos bien. Al poco tiempo Raúl pasó a ser mi esposo y logré tener al desinfectador en casa.
La convivencia no fue óptima. Raúl no comprendía mi necesidad por mantener todo limpio. Mamá nunca antes se había quejado por utilizar vajilla descartable. A él le molestaba que yo baldeara, “tanto” el piso, que le impusiera el uso de patines para caminar por el living y que no sacara las fundas plásticas de los sillones.
Tuvimos muchas peleas porque él no se higienizaba de la manera correcta. Lo que más me molestaba eran sus uñas, a pesar de estar cortas siempre estaban negras. No podía soportar verlo comer con esas manos mugrientas. Él comía microbios, junto a ellos futuras enfermedades e infecciones y después pretendía dormir a mi lado.
Así fue como dejamos de vivir juntos. Se mudó a una casita en la misma cuadra, nos hablábamos mucho por teléfono. Era lindo, su voz era clara y no discutíamos por la limpieza.

Hace un rato, invadió mi cuarto, con los zapatos sucios, una camisa transpirada, el pelo y la barba crecida. El olor que tenía era insoportable. En lo único que podía pensar era en sus manos sucias agarrando mi cuerpo. Me agarró de los brazos y dijo que no podía vivir sin mi… después... no recuerdo bien que sucedió.
No se como me encontré en la cocina tomando un cuchillo, cortando todas las partes de su cuerpo que no estaban limpias, pero si recuerdo que lo único que logré fue ensuciar más. Rasgué sus músculos, vi sus órganos, la sangre corría por las ranuras del piso de madera. En el centro del living, un cuerpo hediondo amenazaba mi conducta impecable. Lo miré y era desagradablemente lindo, era Raúl.
La sangre manchó todo, lo hubiera pensado mejor. Tal vez me mude con mamá otra vez.

Anónimo dijo...

Sabrina, disculpame el abuso.
Espero les guste, sino igual es...

Anónimo dijo...

Tu voz se oía suave y lejana hoy.
Me resultó difícil escucharte.
Te oí llorar a lo lejos
y se me llenó el alma de lágrimas.
Un sentimiento de impotencia me cubrió entera
y no supe qué decirte, ni cómo contenerte.
No supe qué hacer y me desesperé.
Mis ganas de cuidarte surgieron de pronto
y quise abrazarte, pero no pude.
Quise llegar a vos de alguna forma,
agarrarte, matar tu soledad, pero no supe cómo.
Y luego me sentí tan sola devuelta.
Sola, sin poder hacer nada.
Y me puse a pensar en cuánto te extraño,
y que supuestamente la vida nos lleva a todos
a tomar caminos diferentes.
Sólo que no creí que te quitaría tan pronto de mi lado.
Traté de pensar en lo que era mejor para vos,
pero ni siquiera eso logró calmar la agobiante congoja de mi pecho.
Y seguías allá, lejos.
Y yo seguía acá, más lejos todavía.
Y lo único que nos unía era el dolor,
el dolor de la distancia.

Anónimo dijo...

Las vías torcidas del ferrocarril revelan de manera silenciosa el dolor y la angustia del trauma que significa la pérdida de centenares de vidas. Reflejan la impotencia que el hombre nunca se perdonará. Es en ese momento en el cual el ego infinito que siempre manifestó el ser humano ante la naturaleza se vuelve insignificante y el sentimiento de vergüenza a causa de la falta de respuestas a preguntas existenciales se apodera de él. Al igual que esas vías, usualmente el curso de la vida también se ve truncado por una fuerza externa que implica un desvío, una crisis que requiere de reflexión y meditación para poder superar la recaída.
La pesadilla se reproduce como un recuerdo que no logra morir con el paso del tiempo y aunque un profundo sentimiento que agoniza en el pecho exprese el dolor que implican las consecuencias del desastre, los rayos dorados vuelven a iluminar la superficie. “Y se construye entonces la claridad de nuevo: obedecen las cosas al viento de la vida y el orden establece su pan y su paloma” .
Dando la espalda al pasado, el hombre regresa inevitablemente a su camino dejando atrás los vestigios de la catástrofe. Ello no implica que olvide el dolor y la pena que pudo haberle causado la pérdida de su ser querido o simplemente la conmoción que le haya generado el temblor. Indistintamente a esto, el reordenamiento se torna ineludible; el equilibrio se restablece convirtiendo al hecho devastador en crónica del pasado. La dificultad atravesada queda atrás cediendo su lugar nuevamente a la rutina, la cual, luego de haber sufrido diversas criticas, retorna como deseo añorado para calmar las penurias.

Anónimo dijo...

buena gente... aqui les envio mi fragmento, espero que puedan disfrutarlo tanto como yo he disfrutado cada uno de los que han publicado... saludos

Paula

No digo Adios

Les dejo lo que fui en lo que son.
No abandono mi rol de madre que predica con el ejemplo y enseña constantemente..y hoy les dejo un gran ultimo legado...
Luchar! Con fé, con entereza; aferrarse a la vida; aun cuando la muerte sea inevitable, segura y un sabido cercano final. Por mi dignidad de humana; por mi orgullo de madre que son ustedes, mis hijos.
Les dejo una parte de mi ser en cada uno y todo el amor en imagenes, sonidos, aromas, caricias..dentro de sus corazones.
Y si cabe, mis amores, les pido perdon, pero me llevo un poquito del brillo de sus miradas, para que sea la luz que me guie en este nuevo camino.
No se las quito para siempre, se las devuelvo en cuanto el dolor pase y se den cuenta de que todavia y para siempre voy a estar ahi; porque este brillo que me llevo hoy lo voy a usar mañana para iluminarlos desde arriba y seguir guiandolos cuando me necesiten.
No digo Adios, y no me despidan; ya van a entender de que les hablo, creanme, no me fui, en cada uno de ustedes sempre voy a vivir.
Los amo
Mamá

Anónimo dijo...

Qué hermoso Paula... me hizo llorar...

Anónimo dijo...

El jamás volvió a saber nada de ella.
Esta frase debería estar al final del poema,
pero aquí resulta ser su principio.
Así son las cosas a veces:
los comienzos anticipan finales,
y los finales son nuevos inicios.
Claro que esto sólo sucede a veces,
y en otras tantas ocasiones
los finales son sólo finales
y nada más que eso.

El jamás volvió a saber nada de ella
–decíamos. Y el tiempo, ese implacable,
acaso ya ha transcurrido veloz
y hoy es un mañana aún lejano,
tarde lluviosa o de sol,
melancólica de cualquier modo,
que sólo para eso ha de servirnos
esa gloriosa inmortalidad de
veinte o treinta años por vivir
que nos queda en algún
momento de nuestras vidas.
Sólo para que el mañana llegue puntal
y a su hora nos obligue a mirar atrás.

Quién ha de ser aquel que escriba
la historia de las cosas que nunca pasaron,
se preguntó alguna vez el poeta.
Quién sería capaz de hacerlo aquí,
si acaso ni ellos mismos sospechen
lo que podría haber sido el destino
de haber sucumbido ambos a la
maravillosa locura de pasar
de amor una noche juntos,
los hombros desnudos de ella,
la joven vergüenza de él,
los pies fríos de ambos
jugando bajo las sábanas.

Ya no han de saberlo ahora,
cuando es demasiado tarde.
La piel de ella no es la de antaño,
su cabello se ha vuelto opaco
y la otrora grácil curva de su cuerpo
hoy es la comba de una espalda
vencida por el peso de los años.

Tampoco él es el mismo.
Sus ojos ya no ven a dos palmos,
su memoria a veces divaga
y sus manos, que ayer hubiesen
podido atraparla y retenerla,
hoy apenas sostienen el peso de una
solitaria y eterna plegaria.

Ambos recuerdan, sin embargo,
e incluso a pesar de los años
es como si hubiese sucedido ayer,
el arrebato de aquellos labios
prometedores y sedientos
–los de ella y los de él–
robándose promesas imposibles
una tranquila tarde de sol bajo
la sombra de aquél árbol que
–quién sabe– acaso siga estando
todavía allí, imperturbable
y silencioso testigo de un pasado
entonces prohibido y hoy
irrecuperable.

Es curioso; en este mismo instante,
cada uno por su lado,
los dos se preguntan
por la suerte de aquel árbol.
Se preguntan ambos también
qué habrá sido de aquel otro.
Si seguirá vivo o si habrá muerto.
Y si vive, si acaso alguna tarde
melancólica como ésta
si acaso él se acordará de ella,
si acaso ella lo recuerda a él.

O si el olvido habrá arrasado asimismo
con la magia de aquel beso inconcebible,
con el vano ensueño de aquellos
amores truncos que hoy quisieran revivir
por un instante, a través del tiempo,
los mustios labios de ambos,
la quimérica pretensión nostálgica,
tan cerca pero tan lejos,
como un bello y triste recuerdo,
y tal vez sea esta tarde,
o esta soledad,
o acaso algo como el reproche
de lo que podría haber sido
y nunca fue ni será.

El jamás volvió a saber nada de ella.
Nunca volvió a ver sus ojos ni a escuchar su voz.
Y jamás contempló el espectáculo
de sus cabellos desordenados
una mañana cualquiera sobre su almohada.

Quién será quien escriba la historia
de las cosas que nunca pasaron entre ellos.
Seguramente no ha de hacerlo él,
ni tampoco ella,
que de poetas sólo tuvieron,
quizás sin siquiera saberlo,
apenas el desafío de aventurarse
a estar el uno junto al otro.

Y eso sucedió hace ya tanto tiempo,
y duró además tan poco...

Anónimo dijo...

Amantes

Las manos entrelazadas,
los dedos apretados
dejando que el amor
los convierta en llamas.
La casa del aliento
los despoja de suaves palabras,
los invita a cantar
una melodía de ángeles.
Almas atrapadas
en un océano de sueños.
La manzana del pecho
palpita como un mar enfurecido.

Cuerpos que se dejan llevar...
Amantes de un solo amor...
La espada de su boca
junto a sus frías manos los atrapó...
Amantes volando
en la inmensidad de la noche.
Brillantes estrellas
observando su lecho.
Cuerpos embalsamados
como un solo piso de tormentas.
El amor fundido,
el calor ardiente...
Espíritus besándose
en una sábana candente
Cuerpos unidos en un solo ser
junto al rocío del muerto

Anónimo dijo...

Usuario Anónimo:
Perdóneme Ud. por haberlo interrumpido, por haberme incrustado.

Anónimo dijo...

Acá Anónimo.
Sabrina, lo que pasa es que nunca había tenido la oportunidad de compartir lo que en algún momento me había generado tanta alegría escribir (bueno... una vez hice un librito, 40 copias para ser preciso, pero de ese antecedente poco levanté en este blog)
Espero te haya gustado y te hayas reconocido en alguno de ellos, esa es la idea. A mi por ejemplo me resultó que el que levantó el "docente" podría ser una continuación de la historia de los amantes del poema del tejado.
Perdón nuevamente por el abuso.

Anónimo dijo...

Niet, Anónimo. Lo que escribí viene de antes y de otras cosas. Supongo que me dejé llevar por el impulso de incluir también yo un... acto de catarsis, traducido en unas cuantas líneas y palabras.

Al margen de esto, y hablando de catarsis, confieso que me confundí un poco ante tu catarata de mensajes. Se me hizo que era una jodita para Tinelli, un intento por copar el blog a través de un spamer poético no automático, o un acto catárquico de proporciones. Como me quedé con esta última opción, quedó todo como estaba. Pero reconozco también mi curiosidad ante el anonimato. Quiero decir: "Usuarios Anónimos" hay muchos, pero spamers poéticos pocos. Tu librito habrá sido publicado en su momento con un nombre, o al menos un seudónimo, supongo...

Anónimo dijo...

Que lindo que ahora si lo puedas compartir! estuvo bueno leerlo

Anónimo dijo...

(...añadió, en todo caso) ¿Ves lo que te decía, Anónimo I?(hablo del spamer poético, en este caso) Luego salís vos mismo (pero es otro, un Anónimo II supongo, idem de anónimo que vos, pero con el mismo nombre. ¿O estamos ante un típico caso de doble identidad?

Anónimo dijo...

Para EL Anónimo (y para todos los anónimos del mundo; aunque todos somos nónimos o anónimos según la circunstancia). Envío unas palabras que escribí cuando pequeña:

esto duele mas que un avion

y vuela mas que una puerta

y se cierra mas que un pasto

y crece mas que una bolsa

y asfixia mas que una flecha..

Se clava mas que un tobogan

y me desliza mas que un ropero

y me encierra mas que una autopista

y me lleva mas que un cancer de huesos..

Anónimo dijo...

No yo soy un Anonimo II que felicita al Anonimo I. Somos pares de mascaras

Anónimo dijo...

Creo que esta recopilación de vocablos es una buena y gratificante dosis para los lectores ansiosos de renglones, pero sobre todo para aquellos corazones que bucean entre la rutina de la vida.
Felicito a Daniela por proponer esta consigna y también a todos aquellos que pusieron sus palabras para que otros puedan contemplarlas... y Sentirlas.

Anónimo dijo...

A propósito... ¿Alguien la vio a Daniela por aquí?...

Anónimo dijo...

¡Todo bien, Spamer!... (Ups... perdón: Andrés.) Me encanta lo que se generó a partir de la idea de Daniela, en serio. Y eso incluye tu DESTACADA participación. ;-)

P.S.: Adhiero a la pregunta de Sine Nomine: ¿Y Daniela? (Llegué a pensar que por ahí era ella, enmascarada, la de la catarata catárquica.)

Anónimo dijo...

Sine nomine no será Nina Simone???
Porque ella canta muy lindo.

Anónimo dijo...

Consejo amistoso a un montón de jóvenes

Id al Tibet
montad en camello.
leed la Biblia
teñid vuestros zapatos de azul.
dejaos la barba.
dad la vuelta al mundo en una canoa de papel
suscribios al Saturday Evening Post
Masticad sólo por el lado izquierdo de la boca
casaos con una mujer que tenga una sola pierna y afeitaos con navaja

y grabad vuestro nombre en el brazo de ella

lavaos los dientes con gasolina
dormid todo el día y trepad a los árboles por la noche.
sed monjes y bebed perdigones y cerveza.
mantened la cabeza bajo el agua y tocad el violín
bailad la danza del vientre delante de velas rosas
matad a vuestro perro
presentaos al Alcalde
vivid en un barril
partios la cabeza con un hacha
plantad tulipanes bajo la lluvia.

Pero no escribáis poesía.

Anónimo dijo...

Dieciocho años de vida en La Pampa. La llanura interminable. Un monte de caldén cada tanto. El pampero, ese viento macho y altanero soplando fuerte, siempre. Una chata F-100, de las viejas, yéndose del pueblo al campo, levantando polvo. Tierra, mucha tierra. Olor a bosta. Perros callejeros que no dejan dormir la siesta. Asados sin ensalada pero con guitarra y cantores. Una recitada, zambas sin prisa. Y ese cielo nocturno iluminado por las estrellas.

Hoy amanecí pensando en tu grandeza, patria mía, lejana pero mía. Los montes parecen estar más lejanos que nunca. ¡La Pampa!, me has enredado con tu pañuelo y tu silencio. Y yo me he enredado a ti, a tu recuerdo. Un pasado que se cuela entre sueños, rincones degustados en la infancia, el pueblo. Hoy, el destierro, la soledad y el murmullo. Seguramente también un camino.

Partí solo con mi suerte, solo me traje mis sueños. Exilio, ese estar lejos de la propia tierra, esta suerte de expatriación voluntaria que no busco sanar, ni sanará jamás.

No sé con certeza si soy un pampeano de pura cepa. Tampoco si este exilio es temporal o perpetuo. Mientras tanto, seguiré regresando a esos llanos. Entre tanto, seguiré buscando reencuentros.

Al igual que el gran Cortéz, también regresaré a mis estrellas, a contarles ese mismo secreto: que sigo amando a mi tierra... distancia, cuando me marcho tan lejos.

PCR

Anónimo dijo...

...Enfurecida rasgó su vestido…como pequeños balines los botones se desprendían y caían uno a uno al tiempo que se escuchan sus rebotes. No veía, no pensaba, simplemente intentaba salir, escaparse. Una vez más, esa ira incontrolable, abismal… una vez más la imperiosa necesidad de salir de ese papel, de la apabullante tolerancia que tantas veces fue su más fiel compañera. Y después un profundo agotamiento, lágrimas incontrolables que caían una a una, que la alejaban aún más de la paz que tanto ansiaba.
Afuera llovía a raudales. Buenos Aires tiene un toque de encanto y de macabro en esos días, Un sentimiento ambiguo la acompañaba. ¿Se animaría a salir y a sumergirse en esa constante caricia húmeda? El reloj se detuvo por un instante, efímero, eterno. Su tic tac se perdió en el más lejano pensamiento, en un torbellino de colores avasallantes, peligrosos que la excitaban más y más. Y sin darse cuenta se encontró caminando por Defensa. Un solitario auto sobre el empedrado le recordó el reloj que ya no estaba, mientras con su mano derecha secaba su rostro. Había que correr. El río la esperaba, como siempre, apacible, inmenso… hoy no la engullía, hoy no lo veía. El eterno hoy impetuoso… ese hoy punto final. La lluvia se detuvo, y sobre ella reinó el calor humeante porteño. Sus ojos pérfidos por fin se abrieron. La vorágine inacabable azotaba nuevamente la ciudad que somnolienta esperaba un nuevo día.
Jazmines ofrecidos por un dulce niño la devolvieron a la mañana de ese martes 23 de diciembre. Miró al experimentado vendedor con un dejo de impaciencia, el niño, ágil, optó por alejarse, en búsqueda de conductores...

Anónimo dijo...

Me gustó, no mejor dicho, me encantó el poema del docente.. y la frase "Quién ha de ser aquel que escriba la historia de las cosas que nunca pasaron"... no sé si es taaan buena o me pegó tanto por sentirme identificada, solo le quiero decir al autor que me la guardé, la imprimí, y la reenvié.. gracias por el regalo..
Saludos,
Julieta D.

Anónimo dijo...

Hola, me gustaría colgar mi texto, pero no lo encuentro en internet. Para el parcial lo fotocopié. Es el capítulo 8 de El Túnel de Sábato, por si alguien quiere leerlo.
Saludos

Anónimo dijo...

Hola: Haciendo un tp para otra materia encontré esta frase (en una pág. de frases y proverbio):

"Si los hechos no se ajustan a la teoría, deben ser desechados."

Ley de Maier

Hubiese estado bueno encontrarla para el parcial...

Anónimo dijo...

me faltó una s en el comentario anterior.

Anónimo dijo...

Estimada Julieta (un par de comentarios más arriba): Tuve una noche extraña, llena de algo así como oscuros presagios, y para conciliar el sueño me puse a pensar dónde podrían rastrearse las fuentes de la frase que te gustó de mi modesto poema. Y es que no creo en las musas inspiradoras, aunque sepa muy bien que cada tanto ellas asaltan a los hombres, encarnadas en bellas mujeres, dejándolos al irse mucho más vacíos de lo que estaban. En esos momentos el hombre intenta llenar ese vacío cantando si se trataba de Melpómene, componiendo canciones si de Euterpe se tratara, bailando de haber sido Terpsícore quien se apareciera, mirando el cielo en las noches si la responsable fuese Urania, o escribiendo poemas de diverso cariz si Calíope, Clío, Talía o Polimnia fuesen las responsables de sus desvelos. Me queda por citar a Erato, a quien por algún motivo imagino emparentada con Puck, ese diablillo servidor del poderoso Oberon... Pero ya me fui de tema. Te decía que puede ser que como Pierre Menard, el autor del Quijote, uno tome de la biblioteca infinita propuesta por Borges fragmentos muy similares, y hasta incluso iguales, a los que otros ya han tomado accidentalmente con anterioridad. Pero casi siempre hay ideas, gérmenes que quedan en el subconsciente y que en mi caso, luego del ejercicio brutal de introspección en el cual me sumí anoche, nada más que para disipar las sombras, presiento que nacen para el caso de una canción de Serrat que dice “No hay nada más bello que lo que nunca he tenido” (y sigue “nada más amado que lo que perdí, perdoname si hoy busco en la arena una luna llena que arañaba el mar...), y de otra de Abonizio que comienza con aquello de “A veces cuando pienso que todo esta perdido, voy hacia algunas formas de la muerte...” (ya dije que la noche tenía malos presagios). Más adelante la canción habla de un hombre cualquiera, podría ser yo, podrías ser vos, y dice “Este hombre trabajó”, para después preguntarse: “¿quién escribirá su historia?”. Creo que escribir historias es importante. Y escribir las historias de las cosas que nunca sucedieron es el desafío poético por antonomasia. Igual ya me gustaría saber qué responderían Serrat y Abonizio si les preguntaran a ellos de dónde piensan que han sacado las respectivas frases... Me voy a corregir parciales.