jueves, abril 12, 2007

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38 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola a todos...

alguien me puede contar que hay que leer para la clase que viene y de paso (y esto es un plus enorme que no tiene obligacion de compra!!) qué lectura hicieron hoy de los textos trabajados??

Gracias!

pd: estaba pensado este espacio para poder incorporar comentarios sobre demanda de info...?? o en realidad buscaban algun tipo de reflexión un poco más abstracta?

Anónimo dijo...

Lo que sentí con la mirada de mi compañera clavada en mi mirada no fue una sensación sino un conjunto de sensaciones. Apenas abrí los ojos las miradas se encontraron y, obviamente, nació la risa nerviosa porque fue como que me estaban invadiendo, es una sensación parecida a cuando alguien se acerca demasiado a uno sin ningún motivo, te pone incomodo. A pesar de eso las dos mantuvimos la mirada, yo percibía que los ojos de una tercera persona estaban mirándome pero no atiné a desviar la mirada, sentí que no tenía derecho a romper la conexión con mi compañera inicial.
Después de unos segundos la sensación se volvió placentera, estábamos compartiendo algo, me concentré tanto en uno de sus ojos en particular que el resto del aula e incluso el resto de su cara se volvieron borrosa.
Nos quedamos todo el tiempo mirándonos fijos sin desviar la mirada ni por un instante hasta que el profesor dijo que el ejercicio había terminado. En ese momento la sensación, que hasta ahí era de placer, se transformó en vergüenza, no puedo explicar bien por qué pero eso es lo que sentí.
Tal vez no entable nunca una charla con mi compañera y probablemente no lleguemos a ser grandes amigas pero creo que su mirada para mí no va a ser igual a la de cualquier otro compañero de la Facu.

Nicolás Bassani dijo...

Las sensaciones ayer fueron encontradas, al principio esceptico con el ejercicio, pero despues me llegue a relajar al punto de poder escuchar e incorporar las indicaciones. Cuando abri los ojos inmediatemente emepecé a busar la mirada de mi compañera de enfrente, pero ella estaba mirando a otro lado, busque otras miradas pero estaban todas ocupadas!!! Hasta que encontré la mirada de una persona, la conexión no duró mucho, nos reimos al toque, sentí la demasiado la presencia del entorno. Pero después cambié de posición y miré a otra compañera, al principio casi nos reimos, pero luego nos pusimos serios y estuvo bueno, quede hipnotizado pensando en nada, sintiendo la fuerte presencia de la otra persona, tan fuerte que en un punto me llegué a ver a mi mismo, no lo puedo explicar muy bien. Pero estuvo muy bueno.
Buen finde.

Anónimo dijo...

lo q senti fue lo mismo q natalia, una incomodidad repentina y me invadió la risa. Luego pense, vamos a hacer el esfuerzo, vamos a ponernos abiertos a una conexión, y empezé a mirar, a construir algo, Es raro lo q voy a decir pero era como si las miradas construyeran una linea. Y empezé a quedarme estatica, solo mirando, y se me borro la vista, solo eran sensaciones, de q?, no sé, osea como un relax. Y empeze a focalizar de nuevo, tratar de no borrar mi vision, y bueno me encontre con la mirada de mi compañera, y esos ojos q parecian hablar, q se yo, como le habia ido en la facu, como le va en su casa.
Es muy bolazo lo q digo, o muy tirado de los pelos. Pero para mi resulto asi. No podia desviar la mirada, porq sentia q si lo hacia era una falta de respeto o mejor dicho como romper con un hilo.
Y cuando termino el ejercicio fue mas incomodo q al principio, nos saludamos con mi compañera y nos fuimos. juas, medio loco. Pero debe haber algo teorico q explique mejor
Un beso a todos
((ahhh para MANULANDIA: VIMOS LOS TEXT DEL ZEN, Y PARA LA PROX HAY Q LEER EL TXT Q ESTA EN LA PAG 63)
BESOS
LAU

Anónimo dijo...

Ni bien abrí los ojos, no me fue tan fácil encontrar la mirada de otra persona, ya que algunos estaban mirando hacia el piso u otro lado. Después de unos instantes logré la conexión con una compañera y al principio parecía una mirada tensa, pero luego con los segundos, esa mirada se fue ablandando y podríamos decir relajándose más hasta que llegamos a reírnos, tratamos de mantener un poco más las miradas pero luego cortamos la conexión. Intenté buscar otra mirada pero la duración fue muy fugaz, parecía una vista tímida y creo que eso fue lo que influyó. Por último con una tercer compañera mantuve la mirada sostenida,y ya parecia mas relajada y no tan tensa, supongo porque ya habia pasado el momento del inicio del ejercicio, donde parecía todo ser nuevo.
Me sentí observada, invadida como cuando en el subte te aplastan y no tenés tu espacio. Pero luego, la situción perdió esa tensión.
Saludos.

Anónimo dijo...

Al comienzo la esperiencia fue parecida a lo que ya describieron. Pero luego puedo decir que lo que note en la mirada de mi compañera fue una incomodidad o algun tipo de molestia, pero en ningun momento pense que era conmigo. Cuando termino el ejercicio hablamos y resulta que le dolia la cabeza.
Sera que si uno presta mas antecion que de costumbre, nos damos cuenta de como se siente el otro?

Anónimo dijo...

Bueno, para empezar... quiero "pedir disculpas o pedírmelas" (en todo caso) pues no pude concurrir a la clase sobre pens. cartesiano y percibo que fue muy fecunda y promovió el debate... así que me las arreglaré para conseguir material al respecto.
En relación a la dinámica al finalizar la clase sobre filosofía zen... seré honesta... me pareció "medio tirada de los pelos" pero también admito que prevaleció sobre mí la mirada occidental y para ahondar en "lo otro" primero hay que librarse de prejuicios...
Me gustó mucho, el abrir los ojos y "reconocer al otro", estudiar sus gestos, su mirada, su proxémica y todo lo que el otro estaba poniendo en juego no con palabras sino con su cuerpo. En las dos personas con las que interactué percibí perplejidad, asombro y una sonrisa cómplice que "confirmaba" (creo yo) qué cosas raras hacemos acá... pero bueh!! habrá que desestructurarse y estar abierto a lo desconocido...
Volviendo a la clase sobre filosofía ZEN o para la vida misma, sugiero lectura sobre un sacerdote hindú: Anthony De Mello, el libro que más me gustó: "Cómo alcanzar la libertad interior"... aquí se habla de iluminación... y la tendencia del autor o su formación en sí, es una hibridación entre el dogma cristiano y la filosofía oriental, propia del contexto en el que vive o vivía (no recuerdo si ya murió)
Un abrazo, y hasta la próxima, Andrea

Anónimo dijo...

Encontré algo q pude entender porq me senti de la manera en q relate cuando mi mirada se encontró con mi compañera. Esta en el texto de Finkielkraut. Paso a trasncribir:
"(...)percibido por una miarda extraña, tengo una naturaleza que no me pertenece, está enredado en otro ser. Dicho de otra manera, la aparición del otro en mi ambiente suscita un doble malestar: SU MIRADA ME REDUCE AL ESTADO DE OBJETO Y ESE OBJETO SE ME ESCAPA PUESTO Q ES PARA OTRO".

En conclusión, si bien al principio me rei con mi compañera es porq pensabamos "a ver este ejercicio, me siento tonta, mirando a no sé quien, blablabal". Dps el paso siguiente era SOSTENER LA MIRADA, Q TENSIÓN!. Decia yo al postear antes: por q me senti con presion? porq me miraban???, mhhh debe haber algo. La cuestión es q no era porq yo miraba q no podia sostener la mirada, sino q todo tiene q ver en "ME MIRABA". Y q pasa con eso?, me miraba yq?, bueno esa mirada me pone en un estado de "ser observada". Ser observada como cosa, como objeto, y si soy objeto no soy de mi, osea un objeto no es dueño de si mismo sino q pertenece a alguien externo a él. Por lo tanto llego a lo q el autor dice: " ...el otro es para mí a la vez quien me robó mi ser y lo que hace que haya un ser que es mi ser".
Entonces se puede decir q lo q hicimos en la clase fue robarnos mutuamente y cosificarnos.
Q se yo, basta de fenomenología por hoy. Espero q alguien lea esto, bueno q no se aburran, pero vi esto en el texto y pude encontrar algo teorico a las sensaciones vividas.
Un beso y q pasen un buen fin de semana.
María Laura

Anónimo dijo...

Yo lo lei

Anónimo dijo...

Una humilde analogía entre la iluminación en la filosofía Zen y las relaciones sexuales.
En clase mencionábamos que el momento de iluminación, eso tan buscado según la filosofía Zen, dura poco tiempo en relación a lo que lleva su búsqueda. También decíamos que se sabe con antelación que eso es así, pero sin embargo, se sigue trabajando para alcanzarlo una y otra vez. ¿Qué pasa en una relación sexual?. En este caso, el momento de iluminación podría compararse con el orgasmo, eso tan buscado –entre otras cosas- en cada acto sexual. También se sabe con antelación que ese momento durará poco, pero sin embargo, al igual que con la iluminación, se sigue “trabajando” para alcanzarlo una y otra vez. Evidentemente, el placer y el aprendizaje está, en ambos casos, no sólo en el momento de "iluminación / orgasmo", sino principalmente en esa constante búsqueda.

Anónimo dijo...

La experiencia me pareció exótica, por muchas razones. La primera porque creo que cuando ingresamos a cursar a la UBA, entramos con ciertos prejuicios, infundados por otros o experimnetados por nosotros, que nos revelan una forma particular de ser por parte de las instituciones estatales. Así que lo de anoche me pareció exótico porque rompió con una tradición de la universidad pública.
Además creo que pocos estudiantes habrán podido presenciar una clase igual, tanto en dinámica como en la actividad posterior. Por eso me sentí yo, exótico, distinto.
Y recalco también una sensación de exotismo al abrir los ojos y sentirme otro, no ser quien había cerrado los ojos hacía un rato. Debe ser que el tomarse 5 minutos para sentir cada parte de su cuerpo, para snetir que respiramos, para ver a los ojos a otra persona, por el sólo hecho de ser otro, ayuda a continuar.
Me fui relajado, y a la vez sintiendo que era otro. Un otro que no conocía.

Anónimo dijo...

Creo que me perdi de algo muy interesante...

Gracias Maria Laura por la data.

Saludos!

Anónimo dijo...

Manulandia, para ser más precisos hay q leer para la prox el texto de Finkielkraut. suerte!

Anónimo dijo...

Una piedrita que choca contra una caña de bambú al ser barrida, el contemplar emotivo de un amanecer lo que provoca un estremecimiento, los ojos de la compañera…
En sí comenzar a hablar de los sentimientos y sensaciones que sentimos, valga la redundancia, es un tanto paradójico, pues aquello a lo cual intentamos aludir remite a ser de una naturaleza o nivel, para decirlo de alguna manera, totalmente diferente de lo que representa el lenguaje, como construcción que deriva de un proceso racional. Pero asumiendo de que no somos como las viejitas en cuclillas citadas en la clase, y, que, además, esto es un blog (válgame obviedad) usaré el lenguaje…
Fue sorpresivo apreciar el proceso que significó observar los ojos de una persona cuando detrás teníamos tantos conceptos apoyándonos. Uno tiende a hacerlo en el tránsito cotidiano, sólo en situaciones excepcionales se experimentan otras cosas. Hete aquí una situación excepcional, una de ellas que implica que al cabo de finalizado el proceso, algo en la mente nos quede perturbando, como una pelotita que repiquea sin cesar. Así me sentí una vez finalizada la clase, ya que pude descubrir que a través de la mirada de mis compañeros, en realidad fue una mirada fija en particular, con la cual sentía sentir lo que esa persona sentía. Digo sentía, y es un complicado encontrar una palabra que cuaje a la perfección con aquel “sentimiento”. Estábamos intimidados, la situación intimidaba, y esa intimidación del otro la sentí vívida, mía propia, confusa, como que se podía develar a través de esa mirada algo más que la mirada: complicado de explicar.
Y vaya cuantas conclusiones podemos sacar de esto, de la clase, del texto. Ojalá los “voceros del mal”, aquellos que creen haber nacido bajo la situación privilegiada y una sangre que palpita el occidentalismo a cada latido, hubiesen sido, ahora sí, privilegiados de haber leído y comprendido, que es lo fundamental, la filosofía Zen. Ojalá George W. Bush fuera un partidario de esta concepción, ó Hitler en su momento lo hubiese sido, ojalá…
Pero no, desgraciadamente nos tocó estar del lado del racionalimo. Nos tocó estar sólo en una cara del Ying y el Yang, y tomar una concepción puramente instrumental a través de la razón, lo que cosechó a lo largo de los años un nuevo dogma, uno que al parecer y parece serlo: es maligno. Parece que el mismo Descartes tuvo un presagio y dio fruto a la concepción de un Dios maligno, uno que nos engaña como él temía que lo engañase, y que mediante el cerebro nos aleja cada vez más de la verdad en el acto de pensar… pienso, luego existo… ¿Pero dónde existo?
Una piedrita que choca contra una caña de bambú al ser barrida, el contemplar emotivo de un amanecer lo que provoca un estremecimiento, los ojos de la compañera…

Anónimo dijo...

Antes que nada debo confesar que ya me habían hablado de esta cursada y que sabia lo que sucedería cuando el profesor dijo que apagaría las luces. Lo aclaro por que en la primer mirada que encontré sentí incomodidad con el ejercicio. Quizás si yo no hubiese sabido lo que estaba por suceder, mi mirada hubiese expresado lo mismo que la otra. Apenas nos encontramos mantuvimos las mirada solo unos segundos. La persona a la que miraba corrió la vista, sonrió, miró a otra persona que no la miro, corrió la vista hacia abajo y volvió a mí. En ese momento seguía sonriendo. Nuevamente miro hacia un costado, dejo de sonreír y volvió. Nos conectamos por unos 30 segundos o quizás más. Sin embargo, durante ese momento creo que hubo solo unos pocos segundos en los que pudimos realizar el ejercicio. Hubo solo un instante en el que creo que ambos intentamos descifrarnos, intentamos sentir lo que el otro sentía o lo que uno quería decirle al otro. Por mi parte y creo que por la de mi compañera también, si bien mateniamos la mirada ninguno de los dos fuimos tan fuertes como para mantener la concentración por un periodo mas largo, a eso abra distintas razones. Lo que quiero decir es que de esos 30 segundos hubo momentos que fueron como si no estuviese viendo nada, me olvide de la otra persona, miraba sin mirar o simplemente mantenía la mirada pero no pensaba en nada. No lo se.. quizás tener la mente en blanco era uno de los objetivos del ejercicio.
Durante los segundos que me surgió inspeccionar a la otra persona tuve distintas sensaciones acerca de lo que ella era; llegue a preguntarme que veía en ella . Percibí que a mi compañera le gustaba lo que estaba haciendo; quiero decir, le gustaba tener la oportunidad de vivir lo que estaba viviendo. Sentí que la persona en ese momento estaba cómoda, que estaba donde quería estar, que tenia una gran inquietud por lo que estaba haciendo y que estaba segura de seguir con ello. Esta sensación me abrió el camino para descubrir otras cosas. Creo que en ese momento la persona se develo ante mi, comencé juzgarla y llegue a distintas conjeturas. Por suerte lo que sentí fue agradable, la persona me gustó y creo que por eso mantuve la conexión. En caso contrario la hubiese roto.
Eso fue lo que sentí. Si bien no tengo duda de que esa personalidad puede no tener nada de parecido a lo que yo creí que era, en ese momento sentí eso y alguna razón debe haber..

Anónimo dijo...

Que sentí? En realidad creo q la primera sensación fue incomodidad, porque me siento observada, y porque sé que estoy incomodando a otra persona con mi mirada. Por otra parte, creo q las dos pensabamos “bueno, después de todo, es una ‘tarea’, y hay q hacerla”.
Tampoco me fue posible evitar pensar en la mirada del otro, q estará pensando ella ahora, mi gesto será muy hosco? Notará mis ojeras? Porque no me delinee los ojos hoy? Y otras cosas tan banales como estas. Por otro lado, y por suerte, esta primera incomodidad la pudimos superar, al quebrar ese silencio tan rutilante, y fundirnos en una risa tímida pero descontracturante al fin.

Anónimo dijo...

¿Cómo describir lo que sentí?...Fue algo más o menos así: quería decir que fue una experiencia de lo más original que no pensaba hacer en la facu, parecía una clase de yoga jaja o algo así. Al principio me costó entrar en clima, pero después me relajé y me dejé llevar digamos. Hasta acá estaba todo bien, el "problema" surgió en la segunda parte del ejercicio porque fue difícil fijar la mirada en otro compañero, resultaba un tanto tímida y esquiva. Pero después me concentré en el ejercicio me olvidé del hecho que también me estarían observando a mí y mirando fijo a los ojos a otro compañero pensaba cosas como ¿quién será? ¿ que hará de su vida? y cosas por el estilo.
Nos vemos. Germán !!¿qué buscabas? eh?

Anónimo dijo...

Tenía una duda, en realidad dos.
La primera: ¿Los textos que tenemos que leer para la próxima clase en qué unidad se encuentran y cuales son? Llegué un tanto tarde y me perdí esa parte...
La segunda: Germán, imagino que no será la primera vez que hiciste este tipo de "ejecicio" con tus alumnos, en base a ese supuesto, quería saber si hubo alguna anécdota para destacar. Quizás existió uno que otro depravado que gesticuló algo cuando se estaban mirando, o tal vez se dio en alguna de esas la regla del "de cada 10 hombres 1..." La imaginación da para volar, y es buena tomarla para el lado del humor. Nos vemos.

Germán A. Serain dijo...

Adrián: De momento lo importante no es lo que yo buscaba, sino lo que ustedes pudieran encontrar. Por ahora lo dejo en este comentario, y ojalá todo termine cerrando, finalmente (veremos si lo logramos).

Luis: En 15 años de docencia he visto pasar muchas cosas. También algunas "depravaciones", aunque no de el orden que vos sugerís ni con este ejercicio. ¡Pero no son cosas para ventilar en un blog! ;-)

Anónimo dijo...

/Que me pasó al mirarnos mutuamente con mi compañero /
Sus ojos al principio no me molestaban, pero despues los vi tan fijos y oscuros que me incomodaban. Como cuesta sostener la mirada con un extraño! No pude dejar de pensar que estaría pensando él. Será los mismo que yo? osea...que piensa el otro, si en realidad no piensa nada y deja su mente en blanco para no reirse de la situación algo incomoda. Cuando me mira, no puedo dejar de tomar conciencia de la situación. Pienso "me esta mirando, a mi, a mi persona" y asi pienso en mi, en mi cuerpo, ahi expuesto a su mirada. Somos dos personas mirandonos,pero que miramos? los ojos nada mas? o podemos ver algo mas? y ese algo más...que será para él? para mi es pensar y sentir que somos un pedazo de carne con ojos que si no queremos demostrar nada con la mirada, no lo hacemos. y viceversa.

Anónimo dijo...

creo en principio que hubo un sentinimiento (compartido en la mayoría de los comentarios) de inhibición, cuando Germán dijo que nos desestructuremosen los que estábamos màs cerca formos una especie de círculo (pienso que estructurados por los tipos de laburo que siempre se proponen en las cátedras), entonces lo primero que busqué es establecer un contacto dentro de mi "círculo" y en quien tenía enfrente, pero esta compañera miró en forma permanente hacia abajo, por lo que busqué otra mirada, la de un compañero que duró breves segundos ya que los dos sonreímos nerviosos y no me permití reir x lo q busqué otras dos miradas que no pude sostener, lo que me llevó a un sentimiento de vergûenza por dejar colgadas a dos compañeras, pero inevitablemente volvía la mirada a quien no estaba mirando a nadie y creo que miré a esta compañera mucho màs tiempo que a otras, pienso en un principio que por curiosidad hacia su actitud y también xq resultaba màs fàcil, o menos comprometido para mí, quizás. Al salir me crucé con quien me tenté y sentí casi la obligación de establecer un diálogo con él, aunque sea como devolución de su mirada xq sentía que le había fallado, y como para que le quede en claro q no fue así, después me sentí mejor. Otra cosa que noté fue que las miradas que traté de establecer pertenecían a mi entorno cercano y fueron las que más me costó mantener y la que establecí con una compañera mucho más alejada en el aula fue la de màs duración. Sería erróneo decir que no establecí ningún contacto xq siento que cada uno en su forma dejó en mí algo y muchos más el cuelgue con la compañera que no miró a nadie ( o que no me miró, si hablo por mí). bueno ya sè GS que esto no es terapia...

Vickita dijo...

HOLAS A TODOS...german no se si tenes un mail o algo, pero no pude ir el jueves pasado y no sabia a donde escribir! queria saber que hicieron en clase y que textos vamos a tratar la clase que viene (la del jueves 19)...
si algun alma caritativa me hace el favor de ponerme al tanto estare mas que agradecida!!!en fin...espero no estar muy colgada con este no-exactamente-comentario-pero si consulta!
los estare leyendo por esta via...
saludos...
Vi

Anónimo dijo...

Bueno...no senti lo mismo que los demas

Anónimo dijo...

En principio al abrir mis ojos me sentí un poco mareado por la luz, luego, cuando busqué algun compañero/a noté que me lloraban los ojos; no a modo de catarata pero si como si me invadiera un poco de sensibilidad que no se de donde asalió... lo importante es que finalmente no miré a nadie a los ojos como quería justamnete porque no podía, en cuanto fijaba los ojos me caian pequeñas lagrimas. No se si eso tuvo que ver con el ejercicio o a una cuestión propia de la luz pero eso es lo que expewrimente. ¿sensaciones? SI! Un profundo silencio, como si lo que me rodeaba no estuviera, como si sólo existía mi mirada (lagrimosa..ja!) buscando alguna otra por ahi...digamos que la unica realidad que percibia en ese momento era la poca que entraba por mis ojos. Sentí un poco de calma, como de tranquilidad pero sólo duro un instante. No se si esto suma o resta, creo q lo mas justo sería decir que ni uno ni otro, pero en fin, es lo que me pasó...

Anónimo dijo...

Vickita... Lo interesante de los blogs es investigarlos un poco. No digo tampoco DEMASIAAAADO... pero a mi mail llegás haciendo click en "Ver todo mi perfil". Y en el primer comentario de esta anotación, Manu también pregunta por lo que se vio y por lo que hay que leer, y más abajo María Laura le contesta...

Lili: ¿Quién dijo que esto no sea una terapia?...

Anónimo dijo...

Incómoda; definitivamente, incómoda. Y tomada a traición, porque si decido participar de una jornada o de un curso de “coaching”, por ejemplo, sé a qué me expongo. No es lo que esperaba. No tuve problema con la primera parte del ejercicio: es más, rápidamente cerré los ojos y seguí las instrucciones para relajarme. No sentí ni vergüenza ni risa, sólo pensé que estábamos tratando de centrarnos, de aquietarnos, para ¡poder hacer un paralelismo entre las dos corrientes (¿se las puede llamar así?) que habíamos visto hasta ahora! Como logré centrarme y entrar dentro de mí con tanta rapidez, me sentí extremadamente vulnerable como para que alguien me mirara. Es como que la “Cris social” ya no estaba y estaba “Cris”, a secas. No tenía ganas de que nadie me viera. No sentí temor de mirar yo a alguien, sino de que me miraran o de que me vieran.

Siempre miro a los ojos cuando hablo con alguien, pero nunca le clavé la mirada a gente que no conozco. ¡Lo que me estaré perdiendo!, dirá más de uno, jaja.

Germán, entiendo que este ejercicio es el enlace con los próximos textos. Pero eso lo entiendo ahora…

Saludos a todos a quienes no miré.

Anónimo dijo...

incomoda. creo que es la unica palabra q puede describir como me senti en ese momento, ah y algo de ansiedad porque solo queria que digas "bueno chicos ya pueden dejar de sufrir e irse a sus casas".

Anónimo dijo...

Estuve leyendo un libro titulado "cuentos del Tibet" y la verdad que no le encuentro nada de la gracia que vi en los pasajes del texto de Itsuzu. Parece pecar de moralista...muy aburrido.

Anónimo dijo...

Me gustó el ejercicio porque permite posicionarse -por obligación- en un lugar poco común al menos para mi, que es el de mirar fijamente a alguien que no conoces.
La experiencia la sentí incómoda pero placentera.
Apenas abrí los ojos no encontré a rápido a quien mirar, hasta que crucé la mirada con una compañera. Me pareció notar hacia fuerzas para mantener la mirada. Cuando dijiste que si se cortaba la conexión podíamos mirar a otro, la chica rapidamente decidió que ya había sido suficiente.. y miró hacia otro lado.
Yo lo acepté, y busqué otra mirada.. Esta vez la encontré en un compañero que tenía una mirada bastante mas desafiante, creo que esta vez fui yo la que decidí buscar a otra compañera..
Finalmente me encontré con una mirada más conocida, hasta que se terminó el ejercicio.
De las tres personas, con la que más me dio vergüenza fue con la mirada conocida.. Miedo a la desaprobación?? Ni idea...

Ringo dijo...

Pese a saber con anterioridad de qué se trataba el ejercicio, no pude evitar sentirme incómodo durante todo el tiempo que duró.
Esta situación no me sorprendió, dado que conocía mi incapacidad para mantener la mirada posada en la de otra persona. Les escapo a las miradas en todas las conversaciones.
En este caso en particular, al abrir los ojos me costó incluso establecer el contacto. Huí pavorosamente a la primera mirada que encontré. Busqué otra, cualquiera, no se puede ser tan imbécil, me decía interiormente.
La encontré. Diez segundos. Ciento cuarenta y tres años. O tal vez más. Intenté sin demasiado éxito no reirme, hasta que Germán nos dijo que no tuviésemos miedo de hacerlo. No escarmenté. Seguí esperando instrucciones. Me moría de ganas de romper el contacto y buscar otros ojos. No lo hice sino hasta que el docente lo autorizó.
Volví a buscar la primer mirada. Estaba ocupada. Vi que otras personas tampoco podían cumplir la consigna fácilmente.
Encontré otros ojos. Nos miramos concentrados. Me pareció que nos estabamos estudiando mutuamente. Mantuve fija la mirada, lo más que pude. Otros ciento cuarenta y tres años. Tuve que mirar a la pared, porque en esos diez o quince segundos los años pasaban demasiado rápido, el fin del mundo podía estar por llegar, y yo, como buen ateo, le temo a la ira del Señor.
Primó el instinto de autoconservación. Decidí pasar el último rato mirando a los que estaban como yo, a los que habían desistido.
Terminó. Por fin. Comenté algunas cosas sobre la actividad con un amigo, y me fui a mi casa.
Me senté a cenar y me di cuenta. Todavía me miraban. Un par de ojos. Dos. Tres. ¿Qué les pasa, no tienen nada que hacer? Sí, vieja, la milanesa está rica, pero callate, ¿no ves que nos están mirando?
Un rato más tarde, por fin se fueron. Habrán tenido que irse a estudiar, o a dormir o vaya uno a saber a qué corno. Pero se fueron. Por fin.
P.D: perdón por obligarlos a leer esta kilométrica sarta de barbaridades, pero ustedes empezaron. No me hubiesen mirado mientras los miraba.
Saludos

Vickita dijo...

muy cierto lo que me decís Germán, pasa lo que pasa es que al blog lo exploré tarde, bahh dp de escribir...pero ya lo tendré en cuenta para la próx...igual gracias!
...y Manu coincido con vos! creo que me perdí de una clase muy interesante...
un besote y nos vemos...

VI

Anónimo dijo...

hola queria preguntar acerca del paro de mañana. se dictan clases?
gracias y buen día para todos
(están beunos los posteos!)

Anónimo dijo...

Laura, yo mañana voy a la facultad normalmente. No estoy notificado respecto de ningún paro.

Anónimo dijo...

Pablo...
muy entretenido tu relato...!!

Slds!

Anónimo dijo...

Profe! Hoy y mañana hay paro de la CONADU y de la CONADU histórica. Hoy fui a la facultad y no tuve clases por eso. Saludos!!!

Nay

Anónimo dijo...

jajaj pablo muy buenooooo lo q posteaste, jajja

Anónimo dijo...

Nayla: A ver si nos entendemos: yo no leo los diarios, escucho radios donde no se leen noticias, vivo adentro de un tupperware... Y nadie me notificó nada respecto de ningún paro. ¿Ahora se entendió?

Pablo: ¿Sirven los comentarios en los blogs para impresionar chicas?... (nobleza obliga: muy bueno lo suyo.)

Todos: En español, lo que escribe el administrador de un blog se llama "anotación" y los comentarios de los visitantes se llaman precisamente así: "comentarios". Nunca me quedó claro si los así llamados "post" se corresponden con lo primero o con lo segundo. ¿Alguien me lo aclara? Gracias.

Anónimo dijo...

Me dio mucha bronca haberme perdido esta clase!!!!
Pero puedo hacer mi terapia también????
En el instante en que uds. estaban intentando cruzar miradas con algún compañero, sentir cómo el otro los arrancaba un poco de su ser, yo estaba en el quilmes rock justamente sintiendo que la multitud y yo éramos uno. Sé que el rock está un poco alejado de la filosofía zen, pero a mí me pasa, en estos momentos de comunión, si se quiere, que dejo de ser yo (oh, casualidad), me dejo llevar por el entorno, la música y... juro que soy feliz. No sé si vale la comparación, profe, pero quizá los recitales sean mi propio momento de meditación... humilde, pero meditación al fin...