domingo, abril 22, 2007

Material de lectura II + consigna

Quiero que lean el capítulo completo de "La inmortalidad" de Milan Kundera que comencé a presentar este jueves en la clase (está en la fotocopiadora de frente a los baños de PB, junto con otros materiales). Y quiero que luego digan, en los comentarios de esta anotación, en qué medida se sienten identificados con lo allí descripto o ajenos a ello.

¡Ojo, que hay otras dos anotaciones más para ver más abajo!...


Otro material de lectura... ¿interesante?: BM - Perfiles agresivos.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Me pareció interesante la idea que presenta Kundera, la de que sin la fe en que nuestro rostro expresa nuestro yo los seres humanos no podríamos vivir. Nuestro rostro garantiza que dentro de la variante del prototipo humano somos seres con esencia irremplazable.
Acierta luego el autor, a mi entender, en que en definitiva tu rostro no sos vos, porque se parece al de otros; ni mucho menos sos tu nombre. Dónde radica entonces nuestra esencia? Según Kundera hay dos métodos “para cultivar la unicidad del yo” el de la suma que laura practica, y el de la resta utilizado por Agnes. La primera pretende que su yo se haga visible, añadiéndole atributos y procurando identificarse con ellos. Creo que somos lauras porque exponemos nuestros yo todo el tiempo, llenándonos de características y haciendo lo posible para unir a la mayor cantidad de gente posible con ellas. Y Ahí es donde nuestra unicidad comienza a desaparecer, como explica el autor. Nuestra esencia permanece oculta bajo el rostro que nos representa.
Tendríamos que probar el método de Agnes, tal vez, quien en cambio le quita a su yo todo lo “externo y prestado” para aproximarse a su pura esencia. Ella no es rostro ni nombre ni cuerpo. Aunque es difícil imaginarse despojado de todo lo que creemos que somos,creo que vale la pena intentarlo. Tal vez asi, aunque sea por unos segundos, logremos conocernos en serio.

Anónimo dijo...

bueno yo vos a transcribir las frases q me quedaron grabadas, y si esas frases me quedaron grabadas es q siento o veo inconscientemente q hay un punto q me une con ellas:
1- El número de fabricación del ejemplar humano es el rostro, esa agrupación casual e irrepetible de rasgos.
2- El peligro del odio consisten en q nos ata al adversario..


bueno la 1 creo q me une o me identifico xel hecho de q mas halla de esos rasgos, valoro mucho el rostro de una persona, más halla de su sonriza o su nariz, o pera, ocejas. sino en la mirada, y esos ojos o mejor dicho cómo hablan esos ojos te llevan a la escencia de la persona (esa parte del yo, q no tiene nada q ver con la realidad concreta de ese ser ..."trabajo/estudio"...sino lo q verdaderamente es)

2 lo segundo q me engancho del texto es ese sentmiento q es el odio, como al envidia es estar pendiente de una persona mientras q nuestra existencia pasa de largo.

y no hay 2sin 3, la tercera frase es: En todas partes hay un ojo
Siempresomos examinados, juzgados, criticados, para bien o mal, y NOSOTROS DEPENDEMOS DE ESO, NOS CONSTRUIMOS EN BASE A ESO, A ESA IMAGEN EXTERNA DE NUESTRA ESENCIA, DELO Q GUARDAN NUESTRA MIRADA. Y ESE OTROS Q ME DEFINE, ME CONSTRUYE MI IMAGEN Y LUEGO YO DELANTE DE LOS OJOS DE OTROS SOLO ME VEO A MI.
Una vez escuche algo asi: estar enamorado es estar enamorado de uno mismo, xq en la mirada del otro nos encontramos a nosotros.
TEORICAMENTE PUEDO DECIR "TIENE RELACIÓN CON EL TEMA Q TRATAMOS"
Pero si me preguntanm si creo en eso mhhh SOLO DIGO UNA PALABRA:
arschloch!!!!!

Anónimo dijo...

Bueno, como primera medida el texto me gusto, esta bueno, dan ganas de seguir leyendo para ver que más piensa.
En segundo lugar las reflexiones que se plantean son todas muy interesantes, lo que me sorprende es el modo de exponerlas, a través de un personaje común, como cualquiera de nosotros ¿la gente común se hace este tipo de cuestionamientos? Yo, personalmente no lo hago, solo puedo hacerlo luego de leer este tipo de textos.

Saludos

Anónimo dijo...

Todo aporte que supere los límites de lo pedido por el docente es bien considerado. Pero tengan en cuenta que la consigna habla del capítulo que yo comencé a leer en clase, y acá hay comentarios que se refieren a otras partes del libro.

Anónimo dijo...

Antes que nada me quiero decir que el texto me pareció muy interesante!!!, en la medida que lo fui leyendo, me “compenetraba” con la psicología de la protagonista (AGNES) parecía que me anticipaba a sus razonamientos. Sin embargo, con respecto al capítulo que referís comentario, me siento en parte identificado y en parte no. Debido a mi trabajo me veo obligado a trabajar en la calle y aproveché esto para ir perfeccionando con el tiempo a poner atención a lo que sucede a nuestro alrededor, no sólo por el hecho de mirar y observar situaciones en general, sino para analizar diversos conceptos de la carrera que me parecen útiles.
Para mí es muy común tal como hace Agnes caminar y observar esos rostros que nos resultan tan ajenos y que nos pueden llegar a generar rechazo o no, así como de los escenarios que nos desplazamos (me ha tocado estar en lugares que me preguntaba ¿qué hago acá?). Sucede que gran parte de aquello que nos causa repulsión está condicionado por el hecho de que nosotros nos colocamos como parámetro para decir qué es lindo o feo. Lo diferente nos produce éste tipo de sensaciones que nos obliga a enfrentarnos o recluirnos en nosotros mismos, pero en mi caso, no he llegado a sentir esa sensación de odio que sí tiene Agnes.
Sí puedo notar en general un clima bastante exacerbado y de completa intolerancia con el otro, las personas se encuentran bastante susceptibles y entran en cólera rápidamente. Es díficil de explicar para mi.

Anónimo dijo...

Coincido con Adrián q nota "un clima bastante exacerbado y de completa intolerancia con el otro, las personas se encuentran bastante susceptibles y entran en cólera rápidamente"; Creo q cualquier persona q camina por una calle transitada, q toma medios de transporte público, o realiza cualquier tipo de transacción económica puede ver este clima de intolerancia q señala Adrián. No sé si el odio q siente Agnes sería el sentimiento q inunda a estas personas, pero creo q todos (todos) en algún punto sentimos ganas de regalar insultos a ese q nos empujó y no nos pidió disculpas, o a ese tachero q no nos dio el paso, siendo peatones y teniendo prioridad. ¿Vieron el capítulo de los Simpsons, en el q Flanders desata toda su ira desenfrenada contra todos y cada uno de sus vecinos? Todos alguna vez pasamos x ese estado, como Flanders o Agnes. Y creo q ese sentimiento q nos inunda, y nos sobrepasa x completo habla mucho más de nosotros de lo q pensamos.

Anónimo dijo...

Acerca del texto de Kundera lo que puedo comentar varias cuestiones:
·Veo una relacion con el pensamiento de Sartre (lo poco que leí sobre él): ambos usan palabras como "proyecto", "escencia".
·También encuentro curioso la comparación Dios/Computadora del creador.
·Hay una cuestión fundamental que se ve representada en la situación vivida de Agnes: como uno se para frente al otro, Con odio? Con indiferencia?.
·Otra cuestión es el cómo uno se muestra al otro, esto está representado en el caso de la chica del sauna que odia la modestia.
·Se encuentra presente el tema de la unicidad, del rostro único, de si uno es diferente o no al resto delos seres humanos. El rostro es uno?
·Se habla del futuro, de la muerte, de que el hombre está condenado a la guerra,
Todos temas que creo, el existencialismo aborda. Y está aquí mi duda: a Kundera se lo inscribe dentro de la corriente de la fenomenología o del existencialismo? Porque cuando busqué información acerca de él lo encontré relacionado con el existencialismo. Sartre estaría dentro de ésta corriente corriente, la cual fue influenciada por la primera. Y por lo que estuve investigando, Levinas también se lo puede adscribir dentro del existencialismo.
Por lo que ven, tengo todo mezclado existencialismo/fenomenología, Sartre, Heidegger, Kundera, etc. Espero que alguno de mis compañeros o el profesor pueda aclarame un poco la cuestión por este medio o en clase.

Anónimo dijo...

En clase, Paola, pero te ruego me hagas acordar del tema.

Eso sí: yo tengo en casa un libro de arquitectura que usa la frase "la esencia del proyecto". ¿Debería por esto reacionarse con Sartre?

Anónimo dijo...

Primero quiero decir que me senti muy identificacada con el texto. No sólo por ese observar obsesivo de Agnes sino también por su desprecio hacia los fast food.

Personalemente me pasa algo muy contadictorio: por un lado, y a pesar de que siempre pareciera estar "colgada", soy muy observadora, me gusta estar pendiente de los detalles, especialmente si tienen que ver con la personalidad de las personas. Pero, por el otro, no soporto que me observen, no es porque me sienta invadida, creo que pasa más por sentirme descubierta. Por esta razón es que "sufrí" mucho el ejercicio de las miradas...

Y creo que a Agnes le pasa lo mismo. Ella observa todo minuciosamente: en el gimnasio, en el fast food, en la calle, en la revista. Pero, cuando descubre que asi como ella mira lo que la rodea es ella mirada se horroriza. "En todas partes hay un ojo". Esa sensación es angustiante, saber que a uno lo observan tanto como uno observa... es absolutamente contradicotorio también. Pero creo que no hay nada más contradictorio que el ser humano...

Anónimo dijo...

No es en absoluto contradictorio lo tuyo, Cecilia, sino todo lo contrario: porque sabés el peso que podés poner en el momento de observar a una persona, es que te molesta que te observen. Si tu mirada fuese leve, inconsecuente, te daría lo mismo que te miraran o no. Muchas veces uno proyecta en el otro lo que uno es en relación con el mundo.

Anónimo dijo...

Dolores dice: Me sentí muy identificada con el texto de Kundera en relación a la mirada “psicológica” de su personaje hacia los demás. En mi vida cotidiana suelo dedicar gran parte de mi tiempo a observar actitudes, formas de hablar y gestos de las personas hasta darles un sentido o, por lo menos, reflexionar sobre los mismos. Y creo que Kundera logra descripciones que nos hacen estar ahí, con la persona descripta, como si fuéramos parte de su narrativa. Además, me llevó a pensar cuántas veces uno mismo es objeto de esas observaciones, y cuántas observaciones en forma simultánea puede haber y si pueden afectarse y/o determinarse unas a otras.

Anónimo dijo...

Comparto con "anónimo" que el texto de Kundera nos hace reflexionar acerca de que muchas veces uno mismo es objeto observado. Yo siempre veo y pienso desde el colectivo uno ve a una persona y por un instante ve como una pequeña secuencia de ese momento determinado de esa persona.
También me hizo pensar el tema del rostro que aparece en el texto, y si bien los rostros de las personas se pueden parecer (vamos al caso extremo de los mellizos o gemelos)son únicos. Uno reconoce a una persona por su rostro (no le esta mirando las huellas digitales) para saber si es Pedro o Pablo, observa el rostro.
Eso nos hace particulares.

Anónimo dijo...

Agnes se siente perseguida, se siente observada y, a la vez, asustada por el odio que comienza a sentir a cada paso, con cada mirada, con cada ojo que no deja de mirarla.
El texto de Kundera me impacta por la cercania con nuestra realidad.
Hay una frase que me parece bueno recordar: "Inmediatamente se asustó de su odio y dijo; el mundo ha llegado al límite de una frontera, si la cruza todo puede convertirse en una locura: la gente andará por la calle con un nomeolvides en la mano y se matará a primera vista".
Es increible leer estas frases y no dejar de pensar en la cantidad de gente inocente que murió víctima de la masacre en la universidad.

Vickita dijo...

Aca estoy yo de vuelta...
Primero:ambos textos de Kundera me encantaron...también me sorprendí a mi misma inmersa en el texto y hasta con ganas de seguir leyendo...describe tan bien la situaciones y el comportamiento humano que es imposible no trasladarse a la historia de Agnes por algunos minutos...
OK...como muchos, yo también me sentí identificada con esa actitud observadora y analítica que tiene el personaje ...también hago eso todo el tiempo, subte, colectivo, en la calle. Pero creo que es eso mismo; el analizar tanto al otro, lo que a veces nos lleva a ser tan destructivos y crueles con la crítica...Uno va por la vida juzgando a los demás, diciendo lo que los demás no son, deberían ser o dejar de ser...Ponemos al otro en el banquito de acusados y nos creemos excentos de todo defecto o debilidad, nos creemos con derecho a opinar sobre el otro sin siquiera conocerlo. No conocemos a las personas solo por mirar como actúan en público.
Agnes se enfurece tanto con el hombre que le hace el gesto de "estas loca" porque lo siente como un golpe a su ego,a su yo...quien es este tipo para decirme que soy o dejo de ser????? quien él para juzgarme si ni siquiera me conoce??? que necesidad tiene de hacerlo??? La opinión del desconocido la enoja, le afecta ya hi es cuando se vislumbra que ella esta atada a la mirada del hombre... "El peligro del odio consiste en que nos ata al adversario en un trecho abrazo".
Paradójicamente lo que tanto le molesta a Agnes del desconocido, es igual a lo que hace ella misma con los otros, aunque en silencio. Cuando describe tan arrogantemente a la mujer del sauna, las personas del fast food, o la chica de la moto...es igual de despectiva....
Por otro lado, su ira se ve exacerbada por el amontonamiento, el ruido, el malestar de la ciudad...y eso tambien es algo que nos sucede a diario...cuantas veces tuve ganas de matarrrrr a varios que me aplastaban, empujaban en subtes y colectivo, lo que suele conocerse como"viajar como ganado". El estar todos comprimidos, apretados, nos vuelve suceptibles, irritables...y ahi perdemos toda empatía con el otro, ya no lo vemos como una persona semejante sino como un enemigo que me empuja...
En la sociedad masiva en la que vivimos la relación con los demás se hace más compleja porque el Otro esta siempre presente. No podemos escaparnos, el otro esta ahi siempre presente, en el subte en las horas pico, en la playa cuando es enero, en plazas y parques los fines de semana... estamos todos condicionados por un mismo reloj que hace movernos en bloque y ahi es cuando perdemos la tolerancia... es el roce constante, la invasión del propio espacio lo que nos agobia y satura y, en algunos casos, hasta hace explotar... Cuando estamos en masa olvidamos lo que nos une al otro, perdemos nuestro aspecto solidario y nos volvemos individualistas, egoístas, intolerantes...solo queremos diferenciarnos o alejarnos. Pero, cuando por fin quedamos solos, nos damos cuenta que necesitamos del contacto con el otro y ahi el círculo vuelve a comenzar...y ahi volvemos a su encuentro...