martes, abril 13, 2010

De amores... (para escuchar y comentar)



Julio Cortázar, en su propia voz, y el Capítulo 7 de Rayuela.
Escuchalo/leelo con mucha atención... y después contanos lo que te hagan pensar estas palabras.

26 comentarios:

Germán A. Serain dijo...

Y además...

Se miran, se presienten, se desean,
se acarician, se besan, se desnudan,
se respiran, se acuestan, se olfatean,
se penetran, se chupan, se demudan,
se adormecen, se despiertan, se iluminan,
se codician, se palpan, se fascinan,
se mastican, se gustan, se babean,
se confunden, se acoplan, se disgregan,
se aletargan, fallecen, se reintegran,
se distienden, se enarcan, se menean,
se retuercen, se estiran, se caldean,
se estrangulan, se aprietan se estremecen,
se tantean, se juntan, desfallecen,
se repelen, se enervan, se apetecen,
se acometen, se enlazan, se entrechocan,
se agazapan, se apresan, se dislocan,
se perforan, se incrustan, se acribillan,
se remachan, se injertan, se atornillan,
se desmayan, reviven, resplandecen,
se contemplan, se inflaman, se enloquecen,
se derriten, se sueldan, se calcinan,
se desgarran, se muerden, se asesinan,
resucitan, se buscan, se refriegan,
se rehuyen, se evaden, y se entregan.


Oliverio Girondo

Anónimo dijo...

...y a veces también se ignoran.

Emi.- dijo...

"Te quitabas la faja de la cintura, te arrancabas las sandalias, tirabas a un rincón tu amplia falda, de algodón, me parece, y te soltabas el nudo que retenía el pelo en una cola. Tenías la piel erizada y te reias. Estábamos tan próximos que no podíamos vernos, ambos absortos en ese rito urgente, envueltos en el calor y el olor que hacíamos juntos. Me abría paso por tus caminos, mis manos en tu cintura encabritada y las tuyas impacientes. Te deslizabas, me recorrías, me trepabas, me envolvías con tus piernas invencibles, me decias mil veces ven con los labios sobre los míos. En el instante final teniamos un atisbo de completa soledad, cada uno perdido en su quemante abismo, pero pronto resucitábamos desde el otro lado del fuego para descubrirnos abrazados en el desorden de los almohadones, bajo el mosquitero blanco. Yo te apartaba el cabello para mirarte a los ojos. A veces te sentabas a mi lado, con las piernas recogidas y tu chal de seda sobre un hombro, en el silencio de la noche que apenas comenzaba. Así te recuerdo, en calma.
Tú piensas en palabras, para ti el lenguaje es un hilo inagotable que tejes como si la vida se hiciera al contarla. Yo pienso en imágenes congeladas en una fotografía. Sin embargo, ésta no está impresa en una placa, parece dibujada a plumilla, es un recuerdo minucioso y perfecto, de volúmenes suaves y colores cálidos, renacentista, como una intención captada sobre un papel granulado o una tela. Es un momento profético, es toda nuestra existencia, todo lo vivido y lo por vivir, todas las épocas simultáneas, sin principio ni fin. Desde cierta distancia yo miro ese dibujo, donde también estoy yo. Soy espectador y protagonista. Estoy en la penumbra, velado por la bruma de un cortinaje translúcido. Sé que soy yo, pero yo soy también éste que observa desde afuera.
Conozco lo que siente el hombre pintado sobre esa cama revuelta, en una habitación de vigas oscuras y techos de catedral, donde la escena aparece como el fragmento de una ceremonia antigua. Estoy allí contigo y también aquí, solo, en otro tiempo de la conciencia. En el cuadro la pareja descansa después de hacer el amor, la piel de ambos brilla húmeda. El hombre tiene los ojos cerrados, una mano sobre su pecho y a otra sobre el muslo de ella, en íntima complicidad. Para mi esa visión es recurrente e inmutable, nada cambia, siempre es la misma sonrisa plácida del hombre, la misma languidez de la mujer, los mismos pliegues de las sábanas y rincones sombríos del cuarto, siempre la luz de la lámpara roza los senos y los pómulos de ella en el mismo ángulo y siempre el chal de seda y los cabellos oscuros caen con igual delicadeza.
Cada vez que pienso en ti, así te veo, así nos veo, detenidos para siempre en ese lienzo, invulnerables al deterioro de la mala memoria. Puedo recrearme largamente en esa escena, hasta sentir que entro en el espacio del cuadro y ya no soy el que observa, sino el hombre que yace junto a esa mujer. Entonces se rompe la simétrica quietud de la pintura y escucho nuestras voces muy cercanas.
-Cuéntame un cuento - te digo.
-¿Cómo lo quieres?
-Cuéntame un cuento que no le hayas contado a nadie."

Rolf Carlé (Isabel Allende)

Espero, les guste. Queria compartir un texto hermoso de una gran escritora. Mi preferida.

Y anónimo, que cierto lo tuyo!

Besos,
Emi.-

Germán A. Serain dijo...

(Es que a mí también a veces me tienta pasar como anónimo, Emi...)

Roberta dijo...

¿Qué me hacen pensar estas palabras? Que se puede describir algo sin nombrarlo; que hay muchas maneras de decir el querer, de narrar el amor; que el encuentro con el otro tiene mil formas y repercusiones; que los intentos de escribir sobre un sentimiento, de hablarlo, son infinitos.

Para el agregado de Germán en los comentarios y de Anónimo que, siendo lo mismo desde otro lado, me hizo pensar en algo que está también en Rayuela, casualmente apenas antes del famoso beso:

"Así andaban (...), atrayéndose y rechazándose como hace falta si no se quiere que el amor termine en cromo o en romanza sin palabras. Pero el amor, esa palabra..."

Quizá todos esos verbos enumerados en el poema son parte del amor y de su lucha por permanecer porque es verdad, el amor a veces termina oxidado. Pero son simples ideas, pensamientos, porque al fin y al cabo "el amor, esa palabra..."

Nadia dijo...

Encontre recién una frase que me parecìó muy linda, en uno de los textos de la unidad (que por cierto leí indebidamente en mi horario de trabajo, jaja). Es de William Blake y dice "El acto más sublime es el de poner a otro antes que uno mismo"...puede ser una manera de expresar lo que es el amor...

Germán A. Serain dijo...

Dichosa de tí, Nadia, que puedes leer ese tipo de cosas en tu horario de trabajo (aunque sea a escondidas, je).

Ahora... ¿Qué les sugiere el texto de Cortázar? Ahondemos un poco más en esa cuestión.

Anónimo dijo...

Hermosas ambas entradas! Lástima que cuando las ví por primera vez quedaron opacadas por la crudeza del mensaje anónimo...así que desistí y decidí volver luego.
"la caricia no es un simple rozamiento, sino que es la modelación. Al acariciar a otra persona hago nacer su carne bajo mis dedos. La caricia es el conjunto de la ceremonia que encarnan al otro". Frase de Sartre que cita Filkielkraut. Ni bien la leí se me aparecieron las palabras de Cortázar.
Uno es ante el otro, ante la mirada del otro, ante el roce del otro. Nos pone en evidencia, nos obliga a ser. Siempre pensé la existencia de uno a través del otro...sobre todo en la mirada del otro. Veo que puede haber algo más...

Unknown dijo...

A mi el texto me hizo sentir. Ante cada palabra me imaginaba en esa situación de amor verdadero. Podía sentir el movimiento de las manos imaginar la mano en el pelo.
Es sensacional la capacidad de descripción que tiene cortazar como nos pone en situación tan facilemtne.
Ni bien tenga un rato más lo leo de nuevo y pienso que me dice. Por ahora es más fuerte la sensacional, lo que me imagino que lo que me dice

Maximiliano Heath dijo...

Me hace pensar que estas dos personas, personajes del cuento de Cortazar, se quieren, quizás se aman.

DAmian dijo...

Me hace admirar un poco más a todo lo que ya admiro a Cortázar. Me parece una excelente manera de transmitir algo que generalmente obviamos, no porque no sea lindo, sino porque se nos hace rutina o simplemente algo más. Me parece que tiene relación con el post anterior, en cuanto a cuánto disfrutamos de ESA parte (la de empezar a sentirse, reconocerse, jugar) de estar cogiendo con algien, que para el caso seria como disfrutar de comer un caramelo sin estar pensando en otra cosa. Me refiero a poder disfrutar a pleno ese momento y no estar solo pensando en ponerla o que me la pongan...
Si a alguien le molesta el lenguaje soez, pido disculpas y también que me lo haga saber, así no se repite... Pero para el caso me pareció que estaba bien, es directo y llega más rápido.
Saludos!

Unknown dijo...

Amar con cada parte del cuerpo de uno, con los ojos, con las manos, con la boca, con el pelo, con todo.
El problema es cuando el amor duele también duele todo y eso deja de ser tan atractivo tan sensual tan increible.

Cortazar habla del encuentro entre dos cuerpos que se aman (aunque no tiene porque ser asi) que se gustan, que se atraen... dos cuerpos que se buscaron y se encontraron...
"Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos." (cap.1 de Rayuela)

Agustina dijo...

El lenguaje corporal del amor, el odio, la angustia... ese que habla a través de los músculos tensos, de los pelos erizados, de los cachetes colorados, ese que hace temblar nuestra voz, ese que desfigura nuestro rostro y nos inmoviliza

Julia dijo...

Todo muy lindo, pero lo que Cortazar describe caduca...cuánto nos podemos sentir así por la misma persona, por el cuerpo de una persona? esa atracción, ese descubrir, el conocerse, el conocerme, no es para siempre.
Es maravilloso como él lo describe, de hecho cuando lo leo me hace sentir la pasión y la atracción que siente por esa mujer, pero a medida que vas avanzando en el libro también te muestra la otra cara del amor, la más oscura, aquella que roza entre el amor, el odio y la locura...
El segundo anónimo no era anónimo, lo comenté yo, no se por qué salió sin el nombre.

Unknown dijo...

Este breve fragmento de Rayuela muestra como un encuentro amoroso puede ser descripto mas alla de un encuentro plenamente sexual. En cada palabra hay un dejo de sensualidad que incluso se encuentra intensificado con el relato de Cortazar.
Estoy de acuerdo con lo que dice Damian...quizas es una forma de ver que hay algo mas alla del simple hecho del sexo...hay otro tipo de vinculacion entre las personas y hasta a veces eso puede llamarse amor.-

Melisa dijo...

Mi parte preferida es la del principio cuando habla de su boca, esa boca elegida entre todas las demás. “Hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara (…)”, “(…) y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja (…)”
Creo que ese “azar que no busco comprender” tiene que ver con el enamoramiento y la idealización del otro. Por eso la perfección, la pasión, la locura, porque en el otro también estoy yo, y mis deseos… El otro es, un poco, lo que yo quiero que sea.

Nat dijo...

Qué hermoso es este capítulo! A mi me pasa algo particular, se lo he leido varias veces a mi pareja y cada vez que lo hice terminé muy acongojada Y es que es tanto el amor y el deseo por el otro que éstas palabras transmiten que me provoca dolor por el miedo a perderlo.
Sentimos y el cuerpo nos lo hace saber; lágrimas, tristeza, se nos sensibiliza la piel. Comparto con Marina: los efectos del amor y el deseo en nuestro cuerpo...
Tal vez me equivoque pero creo que el inicio del cap. 68 podría venir a cuento. Entiendo la aproximación de dos cuerpos que se desean el uno a otro:
Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. Cada vez que él procuraba relamar las incopelusas, se enredaba en un grimado quejumbroso y tenía que envulsionarse de cara al nóvalo, sintiendo cómo poco a poco las arnillas se espejunaban, se iban apeltronando, reduplimiendo, hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomanina al que se le han dejado caer unas fílulas de cariaconcia. Y sin embargo era apenas el principio, porque en un momento dado ella se tordulaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara suavemente su orfelunios. Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía, de pronto era el clinón, las esterfurosa convulcante de las mátricas, la jadehollante embocapluvia del orgumio, los esproemios del merpasmo en una sobrehumítica agopausa. ¡Evohé! ¡Evohé! Volposados en la cresta del murelio, se sentía balparamar, perlinos y márulos. Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que los ordopenaban hasta el límite de las gunfias.

Lucoso dijo...

Yo no diría "cogiendo con alguien", Damián. Me parece muy crudo, más que el jamón. Yo sería más prudente y utilizaría la sutileza de un "garchando como loco", la elegancia de un "empomándose al otro", o la delicadeza de un "este soberano garche me dio vuelta la merluza".
Recomendaciones aparte, coger es ser cogido, de la misma manera que amar es ser amado. Pero no por el otro sino por el acto de amar, que no es un acto y que no es amor. Lo que se ama suele asumir la forma de un otro, la forma de una forma, un algo formado y de allí que identificable: yo amo eso. Pero el amar de lo que amo es a la vez informado e innombrable, hace delirar al amor, lo abofetea hasta hacerle perder sentido, hasta hacerle sentir que no es más que un sentir, apenas un SE, impersonal. El amar de lo que amo ocurre ENTRE los sujetos del amor: amar es intersticial.

La Maga dijo...

Amor 77
"Y después de hacer todo lo que hacen, se levantan, se bañan, se entalcan, se perfuman, se peinan, se visten, y así progresivamente van volviendo a ser lo que no son."
JULIO CORTAZAR

Sin palabras....

Unknown dijo...

Una pavada, es MARAVILLOSO poder detenerse en lo que cotidiano, en lo que no solemos detenernos para hacerlo visible. Es algo así como el extrañamiento metodológico que se plantea en la antropología cuando estudiamos nuestra propia cultura. Que bueno sería poder practicar detenerse en lo que uno hace para reflexionar sobre eso.

Mapa Bianchi dijo...

Siempre me gusta poner en unas fichas en blanco que tengo frases que me gustan. Del texto encontré varias. Ayer llegué muy tarde a casa y la verdad que no pude postear esto que quise:

"Uno puede hacer huelga en cualquier actividad, menos en ser."

"En el silencio nocturno lo que horroriza es, no la muerte, sino el ser".

"Existir supone suspender el anonimato del ser..., significa no poder huir de la existencia, ausentarse de ella."

"La aparición del otro en mi ambiente suscita un doble malestar: su mirada me reduce al estado de objeto y ese objeto se me escapa puesto que es para otro."

"Soy proyecto de recuperación de mi ser"

"En virtud de la verguenza conferimos a los dem´ças una presencia indudable"

Y no sé porqué la que más me gustó:

"Envejecer es retirarse progresivamente del mundo de las apariencias"

La Maga dijo...

MAPA BIANCHI a mi también la frase que más me gustó del texto fue "envejecer es retirarse del mundo de las apariencias" me parece increble la forma de definirlo. Y creo también que efectivamente es así, por eso mucha gente le tiene pánico a envejecer y dejar de gustarle a los demás y se pasa el tiempo intentando "maquillar los ya para que parezcan todavias" como dice mi amiga Mafalda

Agustina dijo...

Capítulo 93, Rayuela

"...Amor mío, no te quiero por vos ni por mí ni por los dos juntos, no te quiero porque la sangre me llame a quererte, te quiero porque no sos mía, porque estás del otro lado, ahí donde me invitás a saltar y no puedo dar el salto, porque en lo más profundo de la posesión no estás en mí, no te alcanzo, no paso de tu cuerpo, de tu risa..."

Este fragmento también ilustra un poco esto de nunca llegar a poseer al otro, de nunca llegar a saber exactamente qué es lo que siente, ni cómo lo siente

Benjamín dijo...

Creo que este poema de Cortázar sólo se puede leer desde la locura, desde la nostalgia o desde el deseo. Que deleite escucharlo desde una voz que encarna esas palabras, las dibuja y nos moviliza. Siguiendo el poema de Cortazar, el beso es el acto más sublime del amor. Ese beso del que habla Cortazar es el de los enamorados que se funden para ser uno. Pero también puede ser el beso de la pasión. Una amiga y me dijo una vez que primero uno se enamora, luego viene la pasión y cuando las dos personas envejecen lo que prevalece es el compañerismo. Yo creo que eso tiene una cuota de verdad, si es que existe una verdad en el amor, ¿no?.

Anónimo dijo...

Cuando escucho estas palabras, se me hace imposible no pensar en la persona que amo. Siento que las palabras de Cortazar se adaptan perfectamente a lo que siento y a la situacion que describe, quizas sea porque proyecto, como dijeron en otro comentario, el amor, que no seria algo en si mismo, sino una persona a la que amo.Creoo que tambien , Cortazar al describir algo universal como el amor, y al utilizar imagenes tanto visuales, como olfativas, como tactiles nos transporta a momentos ya vividos y a una atmosfera reconocida por nosotros, al vernos plasmados en sus palabras. Creo que el capitulo 68 ejemplifica bien eso, ya que nos transmite una sensacion que es imposible explicar en palabras, y nos brinda un espacio para que nosotros mismos podamos terminar de darle sentido. Por eso este capitulo es uno de los que mas me gustan, porque le puedo dar mi propio sentido, rellenarlo con imagenes, aromas y recuerdos que son propios. Quizas hubiera sido muy dificil intentar ponerle palabras a aquellas sensaciones, aveces no las hay, es muy dificil explicar lo que uno siente a otra persona. Aveces nosotros mismos no somos capaces de explicarnoslo, es algo que sucede y listo, se nos escapan las palabras.

Anónimo dijo...

Coincido con el ultimo mensaje, me hace pensar en la persona que amo...

Ariel