sábado, abril 03, 2010

Kurosawa

Perdón por hacer las cosas a medias. Quería mostrarles un fragmento de Sueños, una de las películas más bellas que he tenido ocasión de ver. Como para ilustrar un poco el tema de las filosofías orientales. El fragmento que había escogido se titula El jardín de los duraznos, pero lo encontré en una versión hablada en japonés y subtitulada en inglés. Lo incluyo igual, aunque no tenga subtítulos en castellano, para quien entienda algo de inglés, porque realmente es un pasaje hermoso y nos dice mucho de cómo se piensa en oriente.




Y para los que no sepan inglés, les dejo este fragmento alternativo... que no está subtitulado, sino doblado directamente al español (siquiera hubiese sido español neutro...) No es lo que buscaba, pero el fragmento también tiene, de todos modos, lo suyo.



Post Scriptum: Me gusta ver qué hacen mis colegas con los mismos temas que vamos viendo en nuestra comisión. También una película, dividida en dos videos. En este caso en inglés, y con subtítulos en español. Ni mejor ni peor, sino distinto. Por si alguno de ustedes también quiere asomarse y ver qué están haciendo en otras comisiones...

13 comentarios:

Roberta dijo...

Filmar los propios sueños, me parece una idea genial ejeje.
Creo que las filosofías orientales no son tan fáciles de entender, menos si están lejos de nuestra realidad más inmediata. Sin embargo, y aunque el zen específicamente me esté resultando extraño (más para aplicarlo al tiro al arco ajaja) veo una conexión entre los dos fragmentos de la peli:


Dice el nene: “Los duraznos se pueden comprar. Pero ¿dónde puedes comprar un huerto entero en flor?”


Dice el hombre: “La gente siente debilidad por las cosas cómodas. Ellos creen que las cosas cómodas son mejores y desechan las cosas verdaderamente buenas.”

Si comprar un durazno puede considerarse una cosa cómoda antes que el hecho de cosecharlo, es por eso que el jardín de los duraznos es en sí mejor que el fruto individual. Quizá sea una iluminación sentirlo así. Una manera de empezar a pensar estas formas de pensar.

Roberta dijo...

Pd. Espero no estar delirando, aunque si es un buen delirio también está bueno, je.

Lucoso dijo...

Viene siendo hora de delirios. O mejor, ellos están siempre ahí y siempre estuvieron, agazapados y al acecho, a la espera de que algún occidental pueda captar su registro, a la espera de una des-esperanza precisa: vivir desesperanzados no es vivir tristemente, pues es justo la esperanza la que suspende la alegría (del) presente en la promesa de una fortuna futura. ¿Qué es el delirio sino desesperar? ¿Qué esperamos para dejar de esperar?
Ojalá tuviéramos más delirios a la Roberta, o a la Kurosawa, por qué no.
Dos frases hermosas cuentan con precisión notable de qué van nuestros tiempos occidentales (tristes, o por lo menos poco alegres). La primera es de Jean-Luc Godard, la segunda es de Henri Michaux:

- "El futuro está más presente que el presente".
- "Los mañanas voladores instalados en el aire".

Aquel viejo de 103 años no espera la muerte, y es por ello que la vida no es penosa (para él), y es por ello que "estar vivo es fantástico".
La tercera frase que quiero citar, para despedirme, es de otro grande, Andrés Calamaro, y expresa aquello que los orientales entienden mucho mejor que nosotros:

- "Vivir es una forma de vida".

Florencia L. dijo...

vi el video de "el jardín de los duraznos" y me parece un ejemplo muy gráfico para tratar de entender cómo el pensamiento puede dejar ver las cosas de otra manera. es decir, que todo está atravesado por un trabajo y un esfuerzo mental. el pensamiento zen habla de un estado de armonía y equilibrio mental, y creo que el nene logra conjugar su deseo, su tristeza y su anhelo por apreciar una vez más ese jardín de duraznos-

Carolina dijo...

Vi el fragmento alternativo y la verdad que enseñan un modo de vida, un estilo de vida tan simple y sabio, y tan diferente al que acostumbramos. Tratan a la muerte como algo natural, lógico y no como algo triste, creo que la vida es un aprendizaje constante que por fin finaliza el día que morimos y estamos en paz. También creo que el Zen es eso… dejar fluir las cosas, sin ansiedad, con calma y tranquilidad, si tiene que ser va a ser.

Unknown dijo...

Más allá de toda la enseñanza que da el señor de la aldea me quedo con el rol del visitante. No puede comprender a simple vista que no vivan como el vive (con luz, con combustible, con nombre del lugar). Es muy similar al profesor universitario que quiere aprender arqueria. Debe ser muy raro encontrarse con culturas o sociedades que viven diferente a uno, pero creo que pasa más seguido de lo que solemos darnos cuenta. Emos, floggers, judios, catolicos, ateos, rollingas, zurdos, fachos, de centro, y sigue la lista. Siento que nos pasa muy seguido y que no tenemos la capacidad de preguntar (como hace el visitante de la aldea) desde el asombro o desconocimiento pero preguntar sin juzgar al fin.
No sé es lo que me surgió de la relación entre estos 2 personajes.

FloRes dijo...

Me quedé pensando en los 2 grandes miedos del Hombre occidental: la naturaleza y la muerte.
La naturaleza vivida como amenazante por ser externa al hombre e incontrolable. Y a eso se dedicó el hombre occidental, a dominarla, subyugarla, exprimirla para sentirse superior a ella. Esa naturaleza que "está ahí" para "él". Que siempre lo estará, por ser eterna, no como "él", que un día no estará más porque la muerte lo persigue desde el mismo momento en que la vida lo recibe al mundo...
Es más que interesante cómo el hombre oriental vive ambas cosas de un modo completamente distinto. Se busca ser uno con la naturaleza, llegar a la iluminación... conmoverse por la huerta de duraznos en flor...
y poder verla renacer, en uno mismo.
Así también vivirán la muerte, como un paso más de la vida que, como dice el señor "es algo excitante".

Nos vemos mañana!

Germán A. Serain dijo...

Quiero decir, nada más, que me encanta leerlos. A veces me quedo en silencio, para que sean ustedes los protagonistas. Pero sepan que siempre los leo. Y a veces me dan ganas de decir lo dicho: Me encanta leerlos. Gracias.

Lau C dijo...

El fragmento del "Jardín de los Duraznos" me pareció realmente una belleza, no sólo por la catarata de sensasiones que transmite esa danza alegórica, extravagante y a la vez sensual, espiritual, armoniosa, sino también por el trasfondo de esta imaginación. La conexión del niño con la naturaleza está vinculada al interior y al exterior como único estado de "auténtico desprendimiento de sí mismo".
Me dieron muchas ganas de ver la película entera, Kurosawa tiene un gusto exquisito para contagiarnos con su magia. Recomiendo una gran película suya también, "Ran".
El segundo fragmento demuestra el amplio espectro de la cultura oriental, la seducción de lo exótico y la filosofía espiritual en el interior de cada ser humano. La naturaleza, la muerte, la imaginación, todo cobra un nuevo significado.

Dejo dos poemas vinculados al arte de un gran maestro, pensador y filósofo pacifista japonés e invito a conocer su obra porque no tiene desperdicio.

"Una sola fotografía
--retrato del momento--
es una epopeya inagotable,
un cuento viviente más allá de las palabras
superior a un escrito
de cien volúmenes.

Una fotografía
es una pintura de la conciencia,
el arte que en ese instante se abre
en los ilimitados panoramas
de la vida interior"

(de "Eternos viajeros hacia la luz de la paz", poema dedicado a Robert y Cornell Capa)


Oh, Arte,
luz eterna,
impronta inmortal de las civilizaciones!
!Himno a la vida y a la libertad,
himno a la dicha y a la creación!
!Oración intensa,
profunda armonía con la realidad fundamental!
Foro de amistad,
donde millones de seres
se suman, se sonríen, se saludan.
Un hombre de letras del Poniente manifestó:
"El Este es Este, y el Oeste, Oeste es.
Pero cuando ambos colosos se encuentren,
ya no habrá fronteras ni nacionalidades".
Mientras en el Levante, escribía un gran poeta:
"El oriente y Occidente deben desposarse
en el altar de la humanidad".
Y aquí está el Arte,
que invita al alma, tendida la mano,
hacia un bosque de calma y de sosiego,
hacia un jardín donde la imaginación
atraviesa disparada el firmamento.
para invitarla al noble estrado de la sabiduría,
y guiarla, por fin hacia el lejano horizonte
de la civilización universal."

DAISAKU IKEDA

Nadia dijo...

Que dificil me resulta pensar la cultura oriental cuando estamos tan parados desde occidente...esta cuestion de dejar de lado lo pensado para dar paso a lo sentido, por lo menos en lo que a mi respecta, es un trabajo que cuesta y cuesta. Sin embargo, y a pesar de eso, me resulta sumamente bella la concepcion espiritual de oriente.

Unknown dijo...

La verdad que, como dijo Nadia, me cuesta muchísimo entender la cultura Zen y pensar la vida desde ese lugar. Vivimos tan acelerados además, que incluso me costó adaptarme al ritmo del fragmento de la película... Creo que tenemos mucho que aprender para vivir mejor. Gracias a todos por sus comentarios, realmente me ayudaron a ver por dónde es el camino a esta cultura

Laurisz dijo...

Qué distintos somos los occidentales de los orientales no?
Deberíamos aprender de su filosofía Zen, de la meditación,de la observación, para parar un poco con nuestras rutinas exageradamente aceleradas y estresantes.

Natalia.A. dijo...

Celebración del paso de una buena vida terrenal a una mejor, el no sufrimiento de las penas mundanas, las preguntas sobre pseudo- problemas y las respuestas que a la Nada los reduciran...
La reflexión hacia el interior de cada uno que permite contactarnos con aquello que realmente sentimos,como el niño que tenía el alma inquieta por volver a ver el jardín de duraznos y lo logra a través de una laboriosa observación de su interior...
Quedarnos con el mundo cómodo que nos rodea atravesado por los avances tecnológicos y la voragine de una realidad cada vez más feroz;olvidando que somos parte de la naturaleza, - tal como dice el hombre en el video- es uno de los peores daños que nos hacemos a nosotros mismos...
Disfrutar del aire, del agua y de lo que nos rodea para llegar a una comun-union con nuestro interior y el exterior...eso, es algo que aún esta pendiente...es algo que aún tengo pendiente