viernes, abril 20, 2012

Comentarios sobre el ejercicio en clase... aquí.


El otro te mira, te ve, te juzga... Comentá aquí qué te pasó con la experiencia de que el otro te observe y te describa. ¿Qué sensaciones tuviste en función de esa mirada y esa descripción que tu compañero realizó respecto de tu persona? (Por más que, en rigor, nadie haya escrito nada sobre vos: escribieron sobre lo que vos representabas en ese momento para esa persona, sin que mediara un conocimiento previo. Aunque de todos modos... ¿no es siempre así como sucede?...)

28 comentarios:

Anónimo dijo...

En el momento que ella me observaba y por lo tanto, escribía sobre mi, no me sucedía particularmente nada sobre tal asunto. Esto era así, básicamente porque estaba preocupada en qué me generaba ella como persona, lo cual me fue interesante porque partí de una idea y después, seguí de una sutil creación.
Una vez con la hoja, ya mi hoja, en la mano me ansió ver que había presentado de mí en tal momento.
Y fue duro. Si duro. Imagen de despechada desperté: yo? Si el es el fo#o. Naaa.
Me pareció divertido ver esa mirada del otro sobre uno. Ese otro que te mira.
Más allá de ese punto, tenia halagos que hablaban de una segura personalidad: un punto alentador;una familia y un trabajo que no me identificaban y un nombre que no llevo:pero podría llevar.
Interesante.

Paz Rosales Soria

Anónimo dijo...

Uno se relaja al saber que la otra persona no va a leer lo que una escribe sobre el otro... y deja volar su imaginación. Observé a mi compañera de ejercicio (q por cierto fue la primera vez que la vi en clase y hablamos ese día) y trate de "encajarla" en algún perfil o prototipo de persona. Es verdad, la mayoría de las veces lo hacemos automáticamente, pero me pregunto si el hecho de que una persona nos caiga bien o no, depende exclusivamente de nuestra percepción o es por cuestión de piel, energía que no es afín a la nuestra...
En cuanto leí el papel de mi compañera me quedé sorprendida porque había descripto a alguien muy parecida a mi. Especialmente los rasgos de personalidad y gustos personales se asemejaban. ¿Habrá sido casualidad o en verdad la mirada dice mucho de uno, te desnuda frente al otro?
Muy rara experiencia!

Sol Iglesias

Unknown dijo...

Soy Luz Osman y durante el ejercicio estaba tan concentrada en escribir sobre la otra persona que en cierta medida me "olvidé" de la mirada del otro. Se que esto va a contramano de lo conversado en clase, pero realmente durante el ejercicio me sentí cómoda y poco observada. Creo que esto tiene un correlato con lo que sucedió al leer la descripcion que hizo mi compañero porque literalmente no le había pegado en nada. Solo algunos pequeños datos, pero en general no me sentí identificada con aquellas cosas que el escribió (como por ejemplo, que cambio a menudo de look, que me intersa la moda y cosas de ese estilo que no tienen que ver conmigo en absoluto).
En fin, me gustó mucho el ejercicio, siempre es interesante descubrir que es eso que el otro observa de uno aunque eso que observe no tenga un correlato con lo que uno personalmente cree ser.

Federico Álvarez dijo...

¡Hola!

Huy Huy, que ejercicio cautivante. Pero por muchas cosas. Debo confesar que al principio estaba medio escéptico, aunque bastante cómodo porque pude tomarlo como un juego (de hecho con quien nos observábamos intercambiamos varias sonrisas). Esto resultó ser de mucha utilidad porque distendió un poco la incipiente presión que implica el hecho de entregarte al juicio crítico de los demás. Digo entregarte porque las miradas estaban ahí, en ese mismo momento, viéndose y encontrándose por una especie de acuerdo tácito cuando, por lo general, en la vida cotidiana uno siempre está sujeto a la alteridad (aún si, llegado el caso, no lo desea). La descripción. Generé tensión y esperé a leerla al llegar a casa luego de hora y media de viaje. Decís Germán que escribieron sobre lo que le representaba en ese momento a esa persona sin la mediación de ningún conocimiento anterior. Pero… ¡Qué miedo! La descripción que escribieron sobre mí acierta casi en todo. ¿Qué quiere decir eso? ¿Obviedad? Y en realidad, en este caso, ¿no podría decirse que la descripción la escribieron sobre mí? Porque pareciera coincidir con la creencia que tengo en mí mismo respecto de quien puedo ser. Más sensaciones. Mucha risa y alegría al advertir la coincidencia. Luego, invasión de ansiedad. Casi me gana el insomnio pensando si le habré pegado a la descripción que escribí sobre quien tenía en frente. Incluso, deseo haberlo hecho puesto que de ese modo considero que esa persona podría llegar a sentirse igual de contenta. Pensamientos y más pensamientos disparados por ¿simples? miradas.

Saludos, Federico

Ines Vasquez dijo...

Bueno, yo fui la que hizo la representación de Paz. Te juro que lo de despechada fue en el mejor sentido de la palabra (aunque no lo parezca), sino claramente no lo hubiese escrito. Me costó representarte, y no sé por qué te vi con una cierta “rispidez” en el área afectiva. Pero bueno, te vi como una mina segura de sí misma. En eso creo que no me equivoque… pero bueno, mi mamá siempre me dijo que soy malísima para sacarle “la ficha” a la gente, y parece que tenía razón.

El ejercicio me resultó divertido, no me dio vergüenza en el momento. Si cuando leí lo que Paz escribió sobre mí. No sé si fue casualidad o qué, pero me saco la ficha jaja. Me dio un poco de impresión verme taaaan representada. Tan obvia soy?? (Eso fue lo primero que pensé). Por supuesto que no acertó en tooodoo, pero si en la mayoría de las cosas, y sobre todo en mi personalidad, mi forma de ser. Eso fue lo que más me asustó. Ver que ella me vio como yo me veo.

Interesante juego. Espero no haberte ofendido Paz!!

Besos a todos!

Carolina Defiore dijo...

Paso por acá para comentar las sensaciones de esta experiencia que fue rara pero que me gustó mucho más que la anterior.
Como siempre, al principio sentí incomodidad y percibí que la persona que tenía adelante también estaba incómoda. Pero después al concentrarme en ella y en la hoja, sentí que fluyó y el tiempo se me pasó rápido, mucho más rápido que la otra vez.
Escribí bastante y no pude evitar tratar de mirar lo que la otra chica estaba poniendo sobre mí.. supongo que a la mayoría nos pasó esto.
En el momento de intercambiarnos los papeles, sentí muchas ansías e intriga. Cuando lo leí, fue excelente porque la chica había acertado en absolutamente todo lo que había escrito sobre mí. Sentí tranquilidad y alegría porque me di cuenta que soy bastante transparente y que mi imagen concuerda con lo que soy.. o por lo menos con lo que pienso que soy y con lo que me dicen los demás que soy.
Sin casi decirnos palabras, sentí una conexión con la otra persona y fue increíble.

Anónimo dijo...

Estuvo divertido. Al principio me dio mucha gracia la situación; no incomodidad porque sabía que la persona que estaba enfrente mío estaba pasando por lo mismo. Pensé en describir al pie de la letra lo que yo pensaba de ella, pero después me largué a inventar un personaje.

Lo más interesante fue cuando leí lo que habían escrito sobre mí. Por un lado, hubo un par de características que realmente son verdad (una superficial, como que me gustan las aceitunas y otra más personal: de chica siempre hacía cagadas pero salía bien parada). Pero, lo que más me gustó fue darme cuenta que lo que escribieron sobre mí habla muchísimo más sobre la persona que escribió que sobre mí.

Belén Repetto

Nicolás Sculli dijo...

me sumo a dejar mi comentario tambien...genial la actividad, igual a mi me jugo bastante el tema que desde un principio trate de cuidar mi comentario para "que el profe no piense que...", pero traté de ser lo más sincero posible...estereotipando a mi compañero a pleno...

en cuanto a lo que pusieron de mi esta bueno que le peguen con cosas que realmente uno expresa concientemente o no, por ejemplo mi compañero me califico como "oficinista traumado con lo que hace, con ganas de cambiar", y no se si traumado es la palabra, pero la parte de ganas de cambiar muy bien 10 para mi "juez"...

me parece como "reflexión" final que nos limitamos a volcar al papel lo mismo que hacemos todo el día antes de conocer a la gente...

saludos para todos
nicolas sculli

Juan Pacheco dijo...

La actividad estuvo copada. Poner por escrito lo que seguramente creemos a diario del otro, pero esta vez que no quede en el simple pensamiento y pasarlo al papel. Con respecto al ser observado, en esta oportunidad, no me resultó incomodo. Confiaba en que mi compañera no iba a poner algo “malo”. No porque no lo haya, que sin dudas lo hay y mucho, pero creía que no se iba a animar. Así que en eso estuve tranquilo. Lo que extrañamente (o no) me pasó fue que el observar me generó un poquitito de duda. Qué poner, hasta dónde dejar correr la imaginación, qué pensará el otro de mi de lo que puse. En fin lo de siempre, tratar de pensar/adivinar lo que el otro piensa que uno piensa. Ese juego de palabras hasta difícil de escribir.
Con respecto a lo que escribió de mi acertó en mucho. Hizo un diagnóstico bastante real en unas pocas líneas y en unos pocos segundos de mirar. Más allá de lo físico, que resulta bastante obvio, en cuanto a lo que ella suponía que era mi forma de ser no le erró por mucho. Me sorprendió. Va quizás es evidente cuando el otro me ve. Pero bueno, yo desde mi óptica no lo capto tan fácil.
Saludos,
Juan Pacheco

Mariana dijo...

La experiencia fue rara ya que me costo empezar a escribir sobre una persona que no conozco, lo primero que hice fue juzgar lo que veia fisicamente y de ahi arranque con mi mini historia medio inventada de quien era mi compañera. Lo que ella escribio de mi se parece mucho a lo que soy.

vidaenviajee dijo...

Personalmente, me resultó muy incómodo el ejercicio. No sabría decir bien por qué, pero me causaba mucha risa y eso no me permitió concentrarme, ni ver a mi compañera más allá de lo físico. Así la descrbí, tan sólo fisicamente, e intentando imaginar un personaje. Y aquí lo que más me llamó la atención, cuando leí lo que ella escrbió sobre mi, me sentí podría decir que MAL, por el hecho de que hizo una gran descripción de mi persona, como si me conociera profundamente, lo cual me dejó totalmente anonadada, y me sentí en falta con ella, por no haber podido lograr lo mismo.
Saludos,
Tortorella Marina

vidaenviajee dijo...

El ejercicio me resultó muy incómodo. No sabría explicar bien el por qué de esto, pero la risa no me dejó concentrarme, ni poder ver a mi compañera más allá de lo físico. La describí a través de un personaje que le inventé, pero no pude acceder a su interior, simplemente me guié por su ropa, cara, pelo, risa, etc. Lo cual después me hizo sentir mal, ya que al leer su descripción sobre mi, lo hizo casi perfectamente. Es como si me conociera, no se qué vio,pero describió caracterísiticas de mi personalidad muy bien. Terminé entonces con una sensación extraña, primero por no haber podido hacer bien el ejercicio, y segundo por haber recibido una descripción gratificante.
En fin, este tipo de cosas me parecen muy copadas para trabajar en clase, nos hace pensar y abrirnos a otras personas y también a nosotros mismos.
Marina tortorella

franco dijo...

Me pasó algo muy loco! porque mi compañera escribio cosas muy acertadas de mi, y yo de ella. Porque cuando lo compartimos nos dimos cuenta de que haiamos tenido una buena lectura!
Me parece que tanta transparencia no es buena...!jaja

Melina Pons dijo...

La experiencia me parecio buenisima. Durante la descripcion que haciamos uno del otro, sentía intriga por lo que estaba él escribiendo y al momento de intercambiarnos las hojas, sentí esa extraña sensacion que sentia cuando estaba en la primaria y tenía un novio por cartas. Tenía mucha intriga por lo que habia visto en mi. y la verdad es que quedé sumamente sorprendida, de describió tal cual soy, obvio que con algunos dator erroneos, pero en mi forma de ser, caracter y manera de manejarme en la vida lo describió tal cual. Me hizo sentir muy bien, me hizo pensar que doy una imagen certera sobre mi y que no aparento algo que no soy. eso es muy bueno. Me levanto el animo el ejercicio. Gracias! y Gracias a Santiago, que ademas me describió como linda y seductora (eso mucho no me causó!! jajajaja)

Maximiliano Yapur dijo...

La experiencia fue genial, la verdad estuvo muy buena la estrategia de hacernos pensar que esa data sobre el otro lo iba a leer el profesor unicamente, para que podamos ser lo más sincero posible. Con respecto a los resultados fueron muy acertados tanto de mi lado como la del otro lado, eso me sorprendio que con tan solo una mirada puede alguien decir tanto de vos.

santiago caviglia dijo...

hola! el ejercicio me parecio mucho mas copado que la semana anterior, lo que nunca imaginé es que se lo ibamos a dar a nuestro compañero/a inmediatamente despues! pero buen, coincido con mvarios en que mi compañera le pego bastante a lo que soy..eso me sorprendio, se ve q sabe sacarle la ficha a la gente, ja. y yo ni idea, me base mas que nada en su apariencia y en sus gestos, espero haberle acertado algunas...saludos a todos y que se repitan mas como estos!
santiago

Agustina Caparé dijo...

Hola! me puse a leer los comentarios de mis compañeros, ansiosa esperando encontrar el de Federico, mi compañero de ¿miradas? y me puso muy. muy contenta su comentario sobre el ejercicio!
Mientras lo estuvimos haciendo me sentí bien, cómoda, tranquila...intentaba mirar realmente a mi compañeros, no su aspecto, sino intentar sentir qué me transmitía, eso, creo yo, me iba a decir algo más interesante sobre quién y cómo era.
Cuando terminó la clase intenté irme sin pensar mucho en el papel, quería sentarme tranquila a leer eso que me daba tanta intriga y un poco de miedo. Soy muy ansiosa y obviamente no me aguanté ni hasta la parada del colectivo. Abrí la hoja mientras caminaba en la oscuridad, comencé a leerla y quedé helada, petrificada en la vereda.
Federico parecía conocerme o poseer poderes para leer la mente!
Me gustó este ejercicio, lo disfruté y me shockeó mucho realmente.
Creo que Federico vio en mi cosas o aspectos que yo creo tener, vio a alguien que yo creo y quiero ser.
No sé que dice esto de mis rostros o máscaras, no digo que no tenga, pero es lindo pensar que transmito a los demás, a gente que ni me conoce, lo que quiero ser.

Saludos,
Agu

Ani dijo...

un poquito tarde sumo mi comentario..me encantó el ejercicio, porque lo tomé como un juego en todo momento. Mi compañero me generó desde un principio la confianza de escribir, porque de hecho intercambiábamos constantemente sonrisas, era obvio que era un ejercicio y que estaba todo bien. Me tardé un par de minutos en comenzar a escribir, me quedé observándolo, y me costaba mucho escribir sobre alguien que no conocía, no sabía en que basarme. Así que me guié por un par de características físicas que fueron el puntapié para luego inventar una historia, bastante extensa, en donde describía varias características de la personalidad de mi compañero, Facundo (hasta le inventé nombre y todo). Después, pensando un poco en por qué hice esto, noté que muchas veces imagino la vida de las demás personas, "idealizo", me quedo en el plano de la imaginación y los sueños..jaja, q estúpido suena, pero bueno, me pasa.
Después, cuando Germán dijo que nos intercambiáramos los papeles, estaba muy ansiosa por leer lo que él había escrito de mi. Me resultó muy gracioso ver que a él le había pasado algo parecido, me había inventado un nombre y una historia, y al final de su carta ponía expresamente que había sentido confianza al escribir. Creo que quizá no nos "sacamos la ficha", no le "pegamos" en lo que pusimos, pero lo interesante fue ver cómo, a veces, dejamos volar nuestra imaginación y suponemos cosas de los demás aún sin conocer nada de ellos.
Muy divertido!!

Carolina Recasens dijo...

En este ejercicio sentí menos incomodidad frente a la mirada del otro que en el ejercicio anterior, quizás porque mi compañera no me miraba mucho y mantenía la mirada baja en el papel, como si se hubiese aprendido mi imagen de memoria. Al principio pensaba que iba a tener que intercambiar el papel, y me resistía a escribir lo que pensaba, hasta que el profe dijo que todos los papeles iban a parar a él, lo cual me hizo dudar, pero finalmente confié. En el momento de intercambiar papeles, sentí una mezcla de ansiedad y miedo en relación a lo que podía encontrarme. En ese momento se puso de manifiesto lo preocupante que era para mi la mirada de “ese otro”, por más extraña que fuese, y de que ella descubra lo que pensé de ella.

Gabriela Zampedri dijo...

A mi me re gustó el ejercicio, aunque al principio me dio un poco de vergüenza sentirme tan mirada, y más con la mirada segura y penetrante, aunque amigable, de mi compañera.Además, uno en general se pregunta cuál es la primera impresión que da, en general lo digo, cuando nos cuestionamos demasiado eso, creo que que tenemos un problema.De todos modos, una vez que agarré el papel, me relajé y lo dejé fluir(quizás de más y eso se notó en algunas cosas personales que escribí, por su comentario lo digo). Me hubiese gustado tener un poco más de tiempo para seguir escribiendo. Al finalizar la actividad, leímos las descripciones en frente de la otra y eso estuvo bueno. Fue muy natural.

Daiana Sol D´Urso dijo...

Fue una experiencia divertida, incómoda y hasta creativa. Creo que en el momento de empezar a pensar cómo es el otro, de algún modo estamos juzgándolo ya que al tener un desconocimiento total de la persona que observamos, simplemente nos tenemos que llevar por los conceptos que ya tenemos establecidos que se relacionan con lo que estamos viendo, solamente eso. Lo que desde el exterior de uno reflejaría lo que ese uno es aunque claramente no llegue a remitir a la realidad de ese "ser". De todas formas, creo que lo más interesante fue el escribir sobre un alguien que en teoría no iba a leer esas líneas que no dejan de ser un juicio del otro. Cuando finalmente tuvimos que intercambiar el texto más de uno se agarró la cabeza. O escuché un "disculpame che" o yo misma aclaré "mirá que no es un análisis muy profundo eh". Es preciso preguntar entonces qué es lo que nos pasa cuando tenemos que decir algo del otro a ese otro.
Daiana D´Urso.-

Ah! y como pd cuento una experiencia del día de ayer: Me subí al tren, estaba relativamente vacío con la posibilidad de seleccionar un lugar para sentarme. Intenté correr un asiento que era de cuatro con el fin de que se haga solamente de dos aunque ya había un asiento de dos pero estaba ocupado por una persona. En fin, mis fuerzas no alcanzaron para modificar los asientos, este chico se dio cuenta y se paró para ayudarme;Le dije: "Está bien, no te preocupes, me siento al lado tuyo, es que no quería molestarte, invadirte el espacio." Moraleja: esta clase me está volviendo más obsesiva de lo que soy.

Anónimo dijo...

Me encantó el ejercicio, no se si porque me gustó lo que leí sobre mí después o porque la experiencia en sí fue interesante. Creo que un poco de ambas cosas.
Cuando el profesor dijo que él se quedaría con los papeles sentí como una especie de alivio y liberación al poder escribir lo que se me pasaba por la mente, ya que a la otra persona no le iba a llegar lo que opinaba sobre su apariencia, pero cuando dijo de intercambiarlos sentí una necesidad de leer lo que había generado en el otro. Me sorprendió porque había muchas cosas que coincidían conmigo, pero lo que más me sorprendió fue ver cuánto me importaba lo que ella, alguien que no conocía y no me conocía, opinaba sobre mí y a la vez, cuán bie me hizo que su mirada sea muy parecida a la imagen que yo tengo de mí misma. Super interesante!
Ma. Agostina Martínez

un ser común. dijo...

Lo que más me sorprendió del ejercicio fue la precisión que tuvo Natalia para describirme: cada punto que detalló sobre mí parecía una descripción de alguien que me conoce hace años. No sé si estaba frente a una experta, pero me hizo desmontar esa idea de que el tiempo que sustenta una relación humana es la única variable para establecer un conocimiento profundo del otro. Ese jueves sentí que a veces la telepatía opera bajo una mirada.

(Gastón Tourn)

Nano_. dijo...

Empecé la actividad relajado, sabiendo que la hoja se la llevaría el profesor y de haber un intercambio, luego de haber hablado durante toda la clase sobre el peso de la mirada del otro, seria a partir del consentimiento mutuo. Al tercer renglón me di cuenta que solo tenía elogios para mi compañera, pensé sobre –que pensara la persona que lea esto-, me pareció un poco censor y absurdo preocuparme en una segunda mirada, que juzgue sobre la impresión de mi primer mirada. Me relaje sabiendo que en definitiva era solo una primer impresión, una mirada simple y sin demasiado sustento sobre otra persona.
No me gustaba la idea de leer sobre la primera impresión que causo, a veces le doy mucha entidad a esas cosas. Para esto me protegí pensando que sería solo una primera impresión de una desconocida, que en realidad no sabe nada de mi y así. La leí y bastante acertada estaba mi compañera, describió hasta las cosas que quiero cambiar de mi!
Luciano.-

Maxi Gottig dijo...

jajaja (no es una risa nerviosa) que puedo decir? realmente me senti muy comodo siendo observado (es más, cuando la chica que me "indagó" me miraba, le hacia morisquetas). Y a la vez senti que ella tambien se sentia comoda al hacerlo. Quizas esa actitud mia, desinhibida, hizo que la cosa fluyera. Si bien no le pegué a casi nada de lo que es su personalidad (ella sí en la mayoria, al margen de usar una caracterizacion poco agraciada hacia mi apariencia fisica) creo que ambos valoramos el ejercicio.

Anónimo dijo...

Cumpas...
No puedo mentirles, cuando me dispuse a intentar describir qué me había pasado con este espejo loco, previo leí lo que había sentido mi "observado". GUAU! Sintió exactamente lo mismo que yo!
Claro está que no esperé subir a ningún transporte público para leerlo sino que los pasillos de sociales fueron mi sostén de lectura: hacía tiempo no me reía así! No me describió exacta, me describió TAL CUAL SOY Y TAL CUAL ME SIENTO que es lo que más me sorprendió...
Fue alucinante la sensación, el sentimiento de que vamos x la calles pensándonos anónimos y quizás nos conozcamos mucho más de lo que imaginamos posible! Una mirada, (claramente) dice más que mil palabras...

Gracias Gastón!

NatuMaderna

Marisol Andrés dijo...

Hola a todos! Estoy tratando de ponerme al día con los comentarios...en este caso no puedo aportar nada porque me fuí unos minutos antes de la clase, debido al paro de subtes.

Saludos!

Daniela Novick dijo...

Ufa. Un comentario más que no se publicó.
El ejercicio me resultó muy raro. Al principio, no sabía que poner y después a partir de cosas que veía inventaba o proyectaba cosas mías en ella. Cuando intercambiamos los papeles me sorprendió porque me pareció que la mayoría de las cosas que había escrito sobre mí eran negativas (cosa que creo que habla un poco de su persona) Todo lo contrario a lo que había hecho yo, que cuando me tocó escribir traté de poner las cosas menos comprometidas y neutras que se me ocurrían (cosa que creo que también habla un poco de mí).
Igual, me resultó muy interesante, algunas cosas me llamaron mucha la atención porque ser bastante ciertas y otras me causaron gracia.